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domingo, 31 de agosto de 2025

ENRIQUE SERNA: CAPERUCITA EN LA ZONA ROJA

 Es probable que el señor Enrique Serna se haya encumbrado no desde la nada, como le ocurre a más de uno, sino por haber sido (no queda claro si sigue siéndolo) un muy buen escritor. Es igualmente probable que sea por esta calidad que Serna llegó a llevarse uno que otro premio. Andando el tiempo, sin embargo, se convirtió en otra cosa. Aunque reconoce que el mundillo literario en México es sumamente falso -sin darse cuenta de que no es el único mundo, ni el único en ser falso-, ahora el señor está desencantado: considera que con el tiempo hay que colocarse  una mordaza o que, de estarse en “la neta corrosiva”, se corre el riesgo de terminar en el panteón, el ostracismo o el manicomio. El tercero es poco probable, porque el loco no sabe que está loco. Al panteón va todo el mundo, y al ostracismo bastantes que prefieren la vocación a la salvaguarda de una reputación que puede ser, por lo demás, algo efímero. Si el panteón o el manicomio son un punto final, el problema del temido ostracismo es que no lo es, y puede implicar sufrir el coloquialmente conocido en México como "ninguneo".

     Lo del manicure de Serna es lo típico de la interpretación ambigua de la frase de Goya: “el sueño de la razón produce monstruos”. ¿Es el hecho de andar soñando con la razón, por lo que mejor renunciar a ella? ¿O es el sueño como el de una razón dormida? Serna constata que hay un mundo en el que la franqueza parece majadería. Al fin y al cabo, decir la verdad sería cosa de juventud, aunque no es tan seguro. Equivaldría a ingenuidad. Simplemente, amordazándose, o creyendo hacerlo, Serna sigue la pendiente de lo que parece llegar a criticar: el escritor, al mismo tiempo que “le entra”, por lo mismo es capaz de adular, golpear (¿cuál mordaza?) y de servir de mercenario a cambio de un pequeño espacio de adorno de letras, con frecuencia para ignorar muchas de las nacionales y dárselas "de mundo". No es el único caso. Serna ha dejado el mérito de lado. Cree que “su” mundo es “el” mundo. Y como no le espera ningún manicomio, ni el panteón, que se sepa, hace lo necesario para librarse del ostracismo:: “no hay de otra”. La “filosofía “ del antiguo régimen, y la justificación de la cooptación. Un muy buen escritor, de los mejores del México reciente (si no el mejor, en términos de oficio), se explica a sí mismo -mostrándolo en strip tease- la manera en que, antes que el ostracismo, prefirió que le “lleguen al precio” y trocar su oficio por el de mercenario ocasional de la pluma. No le incumbe más que a él, porque “su” mundo no es “el” mundo, ni SU deshonestidad es la “del mexicano”, como no es de todos creer que “todo se arregla” poniéndose al cosmopolitismo y contra “este pobre Mexiquito". Por algo se es un “mundillo". Y México no es "el mundillo" de unos pocos, por más que traten de monopolizar. En su casa. 

No es el conejito Duracell. No es “el y sus circunstancias “. Está extraviado en la circunstancia y es, desde ahora, circunstancial, como mucho de los medios. Si pudo haber consistencia, se acabó. Pero es probable que no de ahora. ¿O en el pasado Serna retrató una época, la de una parte de las clases medias a medio camino entre pretensiones oligárquicas y atracción por el lumpen? ¿Se puede agarrar a golpes al que no comulga con este decadentismo que se cree "el" mundo?

     La “neta corrosiva” era la de Serna, y era fácilmente encontrable en sus textos. Hay poco que hacer en el panteón, y es asunto que ni se plantea, porque el Hombre sólo se plantea los problemas que puede resolver. Tampoco el manicomio: no pasaría de no saber que se está en la pura ficción, pero no es el caso de Serna, que se acerca de la justificación de algo muy real . La “confesión “ del “no hay de otra” acerca a Serna, con apariencia de franqueza, pero sin el menor entendimiento de la hombría, al paso de lo barroco a lo cínico, luego de lo cual arriesga lo grotesco. Porque la verdad de los más añejos textos de Serna tal vez no sea la verdad del propio Serna. Solo se puede decir lo que El Wason: el que estés roto no te da derecho a romper.   

     ¿Nostalgia de la verdad? No es seguro. Más bien parece sin mayor disimulo que le llegó al escritor lo que cree que es signo de madurez: tener “con toda sinceridad” su propia escuelita de corrupción. Porque no le pasará lo que a Osmaní García, por la solemnidad de “ser alguien”, suficiente para no decir abiertamente: “ya me agarró la putería”. Sería para malcriaos, y la capital es de cortesanos en sus mundillos, pero que además, se toman en serio su “personaje”, el que es creado por adulación, endiosamiento, juego de vanidades y tráfico de favores, influencias e indulgencias. No es tan complicado, pese a una supuesta “nostalgia de juventud” y una "verdad" que en realidad siempre se busca, y no "está": es Enrique Serna que ahora se cree Enrique Serna. Para manicomio, el que sin serlo se cree rey o, como alguna vez escribiera el mismo Serna, no el que nada más “soñaba que era rey”. Y para parecer cuerdo, sin estarlo del todo, el que, siendo el rey, se cree el rey. Lo que es no la madurez, sino la consagración: de repente aparecen las “maneras” de "consagrado". “Nostalgia de la verdad” es, vaya, una manera de decir. Para aparentar ser verdadero, siendo verosímil, típico del servicio que presta el libertario. La misma manera de decir de los supuestos desencantados de la izquierda. Lo que no termina de decir Serna es que "la hora de las complacencias" suele terminar en cosas más fuertes que "netas corrosivas", en lo que el consagrado empieza a resbalar o, de plano, a los deslices. (da click en el botón de reproducción).



jueves, 28 de agosto de 2025

POBRE LEÑA DE PIRUL

 Reconocida por los medios de comunicación masiva, muy a pesar suyo, ya que buscan el escándalo para "causar impresión" y "vender" por sensacionalismo, la Ciudad de México (CDMX) ha seguido en la ruta de la mejora en la seguridad. Lo que dice alguna gente del presidente estadounidense, Donald J. Trump, como Stephen Miller (jefe adjunto del gabinete de la Casa Blanca), sobre la capital mexicana "tomada por cárteles" apenas cabe en la cabeza, ciertamente grande, del golpeador Héctor de Mauleón. En 2024, la tasa de homicidios dolosos por habitante en la CDMX se ubicó en 10 por cada 100 mil habitantes. En Chicago es de  21.3, y en Baltimore, de 35.4. Los delitos de alto impacto en 2025 en la CDMX siguen a la baja. Hay reducciones muy importantes en robos a taxistas, en robos en el Metrobús y en general en lesiones por arma de fuego. Miller anda mal -preparando presión del ala dura Republicana- cuando compara a la CDMX con algo "más peligroso que Chicago, Baltimore, Bagdad o Etiopía". Los resultados en la CDMX en decomiso de drogas muestran que se actúa en este terreno. Además de las cámaras con el programa "Visión 360", la nueva jefatura de gobierno ha buscado implementar más mejoras en los salarios de la policía y en un hospital específico para la policía misma, todo para lo cual se han obtenido recursos. Salvo al final de la jefatura de Miguel Ángel Mancera, la tendencia a la mejora de la CDMX en varios aspectos es notoria: ya no es ciudad de inmigración, lo es cada vez menos de oriundos de otros lugares del país y cada vez más de "capitalinos netos" que pueden querer a su ciudad, la suya, y no andar con ademanes de nostalgia campirana. No todo es negativo en las nuevas generaciones ni en el hecho de crecer en ambientes marcadamente urbanos, ya que la contraparte, parcialmente capitalista, es en algunos aspectos positiva, aunque se crean "citadinos" los de clases medias movedizas y en "bajada", como las de la alcaldía Benito Juárez, víctimas de sus propios prejuicios: como decía el escritor Martín Luis Guzmán, se quejan de lo que contribuyen a crear. Para más señas, se ubican dos bolsones de inseguridad: nada nuevo, el "barrio bravo" de Tepito, y el lindero sur de la CDMX con Morelos (en particular en la alcaldía Tlalpan).

        Luego del terremoto de 1985 y de la contaminación de entonces, empezó entre más de un universitario algo que, a diferencia de ahora, no era plenamente citadino, más allá de quienes salieron corriendo a Guadalajara, como algunos lo hacen ahora a Mérida. En efecto, a más de un universitario le dió por compartir tiempo con el estado vecino de Morelos, sin tener información de que judiciales despedidos seguían la misma ruta, y al rato Cuernavaca se volvió difícil. Hace rato que la otra moda era Tepoztlán, y se fueron agregando algunos lugares más, de Temixco a Cocoyoc. Con tan buenos resultados que en una de esas, en la grave descomposición de Morelos, fue asesinado el hijo de Javier Sicilia. Otros universitarios más escogieron cambiar departamentos modestos por casonas en los cerros de la CDMX, desde los '80, cuando era todavía Distrito Federal, yéndose a las cercanías del Ajusco, San Pedro Mártir, Olivar de los Padres y otras "alturas" rodeadas de pobres. Eran vistos como parte de la "buena servidumbre" que no toca al patrón de la hacienda o a la coronela de turno. Estas generaciones, todavía muy clientelistas, con espíritu de "grupo" y no de individualidad, agarraron Morelos y los cerros poniente y poniente-sur del Distrito Federal (de Alvaro Obregón a Tlalpan), desertando de las ciertas dificultades capitalinas, para facilitarse la compra de indulgencias y contubernios con intercambios de invitaciones a un lugar semi-citadino, semi-campestre, como si la antigua hacienda y sus costumbres fueran a prolongarse toda una eternidad, y como si tuvieran que hacer el ademán de darse "baños de pueblo", mientras iba cayendo en desuso Coyoacán, pese al espectáculo "tú sé mi Frida, yo seré tu Diego" para estadounidenses. Había que salir de la inseguridad capitalina, pero dándoselas de oligarca y haciéndolo valer en las relaciones de la universidad pública, que se anudaban no en el trabajo, sino "en casa de", como en los '70 en "el asado de". Fue movilidad social ascendente para algunos: no vieron otras tendencias y siguieron jugándole, pese a ciertos desmanes libertarios coyoacanenses o en la Roma (queremos tanto a nuestra criada...) o la Condesa. En pleno lance neoporfirista, estos universitarios se las arreglaron para mandar, con pocas excepciones, a sus hijos al exterior, de ser posible para que se quedaran allá y no volvieran; es más, también como signo de estatus, pra irlos a visitar. Neoporfiristas, en parte, por sus hábitos oligárquicos y por su apariencia open minded. Seguramente estaban huyendo de "este pobre Mexiquito". No alcanzaron a ver nuevas tendencias capitalinas, más allá del ademán libertario y de los desmanes californianos-sinaloenses de una parte de las clases medias decadentes. Todos habrían de coincidir a la larga en despotricar contra una ciudad que desde 1997 viró a la izquierda.

       Desde luego, el capitalino o "chilango" promedio sigue siendo un aprovechado y el tipo de persona que puede aprovecharse de la necesidad de alguien para hacerlo pasar señorialmente por las horcas caudinas de la "real gana", "según sea mi voluntad", porque "a mi nadie me...". Al mismo tiempo, estos no son hábitos de ciudad, y la CDMX ha ido tomando ya no fisionomía de prolongación de rancho, sino de urbe propiamente dicha, pese a un abandono proverbial del civismo. No se trata de alardear de obligar a "Cindy la regia" a comportarse en realidad como sinaloense y decir con soltura la palabra "verga". Se trata de que muchas pequeñas cosas enseñan desde principios de los 2000 a vivir la ciudad de otro modo: por disminución paulatina del tamaño de las familias, el tipo de uso del transporte y del espacio público (salvo en los colonias invadidos de perros y animales humanos), el cese de tanto ritual (se va al centro comercial y no a misa), el uso de los servicios y el fin del mariachi y la ranchera, pero también las limitaciones de hecho de quienes no tuvieron tantos privilegios como los de algunas clases medias en decadencia, pero aún creyéndose de "casa poblada", o en ascenso, como más de un universitario que sin duda no ve con buenos ojos nada que sea "austeridad", ni "republicana", porque en lo segundo hay más igualdad. Lástima por trepadores y nostálgicos de la trepadera entre los '80 y los '90 o en la segunda posguerra: incluso pese a ciertas pretensiones arquitectónicas, la CDMX, a fuerza de fisionomía cada vez menos rural y cada vez más citadina, abre la posibilidad de otro tipo de relaciones: las propias, ni cosmopolitas, ni provincianas, salvo en la atroz combinación de ambas cosas en los medios de comunicación masiva que toman sus ficciones por realidades, aprovechando los restos mitómanos de lo que fué. Al ritmo en que va el neoporfirismo de oposición, el cosmopolita-provinciano y oligárquico-libertario, el "Turiluchas", creyendo que el problema es con la vecindad de Gerardo Fernández Noroña, podrá llevar al turista a ver las últimas patadas voladoras de "Alito" Moreno y un PRI (Partido Revolucionario Institucional) en "caída libre" -por lo que parece creer en "luchas". De pena ajena, pretendiendo que es del PT -Partido del Trabajo, por más que la casa de Tepoz de Fernández Noroña sea de pretensiones poco imaginativas (da click en el botón de reproducción). 


                                                                                                                                                     

martes, 26 de agosto de 2025

COMO EN BOTICA

 Una de las cosas más difíciles de admitir entre universitarios actuales, más si de izquierda, es que el mundo indígena es, como el "pueblo", heterogéneo, para bien y para mal. Los pueblos originarios siguen siendo un porcentaje importante de la población sobre todo en Guatemala; es menos en Bolivia (menos del 40 %) y ni se diga en el Ecuador, donde desde hace rato existe por lo demás una "burguesía indígena" (o empresariado, si se prefiere este nombre) en el norte (provincia de Imbabura), alrededor de la relativamente próspera ciudad de Otavalo, cuyas artesanías se venden internacionalmente. Hace rato también que en el norte del Ecuador existen indígenas "letrados", como los de la familia Lema, aunque no es necesario "sacarse de la manga" una supuesta historia "milenaria", porque no existe.

       Hoy en Guatemala se ha formado también una "burguesía indígena", sobre todo en Quetzaltenango. Como en el Ecuador, donde hay cierta tradición de asociación indígena con intereses extranjeros, la hay en Guatemala en Totonicapán, con la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional). Los pueblos originarios mayas de Guatemala se hicieron conocer en parte gracias a Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz (1992). Dado el año de este Premio, lo de los "500 años de resistencia" es erróneo: sí hubo pueblos originarios que resistieron, a veces por siglos, ciertamente, pero otros colaboraron con la invasión española, desde el actual México y la actual Guatemala hasta la actual Colombia, el actual Ecuador y el actual Perú. En la actual Guatemala, por ejemplo, fue ambigua la actitud de los cakchiqueles, como en el actual Ecuador la de los cañaris. Hay sí, resistencias aguerridas conocidas, como la de los yaquis (en el actual México) o los mapuches (actual Chile). Hay también pueblos originarios que fueron completamente o casi exterminados (lacandones) y civilizaciones que se derrumbaron (azteca e inca).

      El hecho es que Menchú terminó causando revuelo porque se demostró, en la llamada polémica "Menchú/Stoll", que la indígena se había inventado gran parte de su historia ante Elizabeth Burgos Debray, en Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia. El guatemalteco Mario Roberto Morales fue de los pocos que habló del asunto, que es más bien tabú, pese a que Burgos reconoció el trabajo de David Stoll. Menchú sí que supo de "narrativa" y "personaje", no de narración y personalidad, a diferencia de la olvidada boliviana Domitila Chungara, mucho más valiosa. Medio mundo se sirvió de Menchú, en un momento muy distinto al de Chungara. Apenas se toma distancia de Menchú, sobre la base del trabajo de Stoll, empieza la "censura no dicha" en el mdio universitario, que se sirve del "personaje" no tanto por interés por los pueblos originarios, sino para el fund raising, la "recolección de fondos" internacionales, por arriba, así haya que mitificar, como se hace con el "pueblo". Que Menchú mienta no importa: es "valor que se autovaloriza", sin importar la utilidad social (y no puede haberla mucha si se miente). En el origen, es en parte un problema de Cuba y del guatemalteco EGP (Ejército Guerrillero de los Pobres), que utilizaron a Rigoberta Menchú y justificaron cualquier cosa por "la causa". Sucedió en los '80, cuando Estados Unidos decidió volver por sus fueros en América Latina en nombre de "la diversidad": entonces te "acuerdas" de que eres primero indígena y después, si acaso, ser humano, por lo que el "ser indígena" y víctima otorga derechos y libertades sin que sea necesario ser persona. No faltará quien se haga de la vista gorda en nombre de la "otredad" para anular cualquier semejanza: en vez de tanto un blanco mo un indio son capaces de mentir, el segundo es inocente y el primero culpable. Tampoco es posible mencionar que hay pueblos originarios prósperos, o gente indígena contraria a algunos usos y costumbres inhumanos, como lo demostró la oaxaqueña Eufrosina Cruz. Gran parte de lo que se está haciendo sobre los pueblos originarios es ficción, aunque hay importantes excepciones, no escuchadas.

       No es raro que algunos indígenas se metan a curiosos "intercambios" internacionales. Así se echó a perder el boliviano Evo Morales, por el onegeísmo (por las ONGs, organizaciones no gubernamentales)  y la cercanía con estadounidenses acelerados, hasta reventar la izquierda boliviana: Morales se condujo no como el gran organizador sindical que fué, sino como cacique de feudo cocalero, por lo que no se justifica que el exvicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, recurra a la importancia del "líder carismático". No queda claro por qué se deba negar que entre los grupos indígenas hay caciquismo, y por algo la palabra "cacique" no es de origen español. Hay buenos trabajos -como en México, de Solange Alberro- que muestran la tendencia de los caciques a unirse con los españoles (alcaldes mayores), para "intermediar" y sacar provecho personal. Evo Morales fue, en parte, producto del onegeísmo de los '80 y '90, y da pena verlo defender al presidente estadounidense Barack Obama o a la señora Hillary Clinton al mismo tiempo que ataca al imperialismo. Las cifras dicen bastante: cerca de un 20 % de voto nulo, más algo arriba del ocho por ciento para Andrónico Rodríguez, ante quien Morales no supo ceder. Morales, encima, incapaz de proceder por ensayo y error, consideró que el voto a la derecha fue de castigo al presidente Luis Arce. No fue lo único: Morales dijo que si se imponía el voto nulo a los demás candidatos, en un 50 %, era como "triunfo de Evo". Según Rodríguez, lo que hizo la actitud de Evo Morales fue "confundir, desanimar, dividir y dispersar el voto popular", hasta "promover la victoria de la derecha"...y favorecer a Estados Unidos. Tal vez sea de "esencia" de ni sé qué y no historia, pero Evo Morales se equivocó como ser humano, y en parte por los que no lo quisieron ver como tal, sino como justamente "esencia", es decir, "poder encarnado".

       Lo anterior viene también a cuento por Vidulfo Rosales, abogado (indígena tlapaneco de Totomixtlahuaca, en la Montaña de Guerrero) de los padres de los "43" (de Ayotzinapa), en México, hasta hace poco y por 11 años. La ONG Centro de la Montaña Tlachinollan  es de las que recibió dinero opaco estadounidense a raíz de la Iniciativa Mérida, gracias a la mediación del magnate George Soros. Rosales era parte de dicho Centro, y se trató de dos cosas, para las cuales se utilizó a los padres de "los 43": de embestir al ejército mexicano y de encubrir lo que sabe Estados Unidos sobre lo sucedido con los de Ayotzinapa y el tráfico de droga desde Guerrero hacia Estados Unidos. Se supone que Rosales es indígena, así que no se puede decir nada, porque la maldad, mezcla de ignorancia y mala voluntad, dirá que está siendo atacado "por ser indígena", por lo que se puede cerrar el caso antes siquiera de abrirlo. El presidente Andrés Manuel López Obrador, de "colmillo" pero no deshonesto, afirmó que ya se sabe qué ocurrió en la llamada "noche de Iguala"; también se sabe que, desde los 80, Estados Unidos decidió servirse de la dizque "sociedad civil" y de la cooptación -muy bien lograda- de intelectuales y universitarios para debilitar al Estado nación. Como es igualmente sabido que desde hace rato los estadounidenses y su legión de antropólogos se dedicaron a hacer labor entre pueblos originarios (por ejemplo, con el Instituto Linguístico de Verano), a la maldad de unos se suma la credulidad de quienes se creen que "originario es bueno" (is beautiful, tal vez), por lo que ni siquiera cabe fijarse en qué es un indio como persona, no como "autóctono". Como se acaba "el patriarcado", la mamitis dicta que el indígena no sea semejante ni prójimo, sino un "otro" al que, como tal, se le debe pasar todo, así dé falso testimonio, quiebre una alternativa o sirva de tapadera de criminales. Vaya con "la otredad": es como "el interés superior de la niñez": el último de los malcriados es un ser de luz, un índigo, un guerrero resiliente o un intocable. Y ahora, el himno de "los 43"... (da click en el botón de reproducción).



domingo, 24 de agosto de 2025

CUANDO EL WIKIPEDISTA JDURBO, DE GUAYAQUIL, REINCIDE

 Al parecer, el wikipedista de Guayaquil, Ecuador, llamado Jdurbo (porque en Wikipedia no falta el anónimo), o no puede salir de un esquema manido (el machín y señora), o es pistolero de Erika Hanekamp, una Fitzcarraldo alemana en el país sudamericano convencida de que el sociólogo Agustín Cueva fue parangonable a Simón Bolívar con tal de que ella pueda creerse Manuelita Sáenz. Después de todo, como es cosa de mitómanos, frecuente en América Latina, cuando Agustín Cueva, ya enfermo, tenía que usar bastón, se hacía retratar imitando a Jorge Luis Borges (en lo de la pose con el bastón). Tal vez el miedo a la muerte sea, como sostiene alguno que otro estudioso, lo que lleva a la maldad, que consiste en deshumanizar, para lo que sirve el mito, aunque existe la expresión "no es más que un mito". Por algo será, y no se puede evitar que uno que otro, en vez de atender asuntos terrenales, se anticipe a la posteridad, comprándosela o comprando voluntades. En México, se dice coloquialmente que algunos se creen "paridos por Dios". Y por cierto que el hacendado bananero de la costa ecuatoriana tiene el hábito de mandar pistoleros a la menor discrepancia sindical, además de poner polvo blanco en los containers. Ya se explicó en parte lo que hace Jdurbo "de contrabando" para crear una "narrativa" y el "personaje" de Agustín Cueva. Si fuera posible, sacaría la camiseta de AC, la taza de AC, la cachucha de AC, la marca de banano AC, el bolígrafo de AC y el disco de AC. Sólo que es renta y no negocio.

     Jdurbo, sin ser invitado, consideró adecuado meterse a adornar con sus prejuicios la entrada de Wikipedia "Francoise Perus", para enaltecerla...como se acostumbra, relegándola a "dependiente de". Como la crítica literaria francesa (que no fue escritora nunca) consideraba que "cada quien es hijo de sus obras", no se mencionó originalmente a la familia, salvo al padre por su relación con la crítica literaria, oficio que pasó así de una generación a otra. Desde luego, como ya se hizo antes, no faltó quien quisiera hacer de la crítica literaria una "dependiente de", en este caso, de Agustín Cueva, por lo que fue "apuntado" como cónyuge...sin respetar las reglas de Wikipedia, que obligan a señalar fechas, lo que no se hizo. Para ser exactos, y salir también de la ambición de la señora Mabel Moraña, rodeada de gente "de fuste", Francoise Perus estuvo casada de 1962 a cerca de 1978, cuando se separó de Agustín Cueva, para divorciarse de él al poco tiempo. Francoise Perus pasó para algunos a ser no Francoise Perus, sino "la ex de", y el "maquillaje" de Wikipedia, al no poner fechas de matrimonio, por poco y convierte a Francoise Perus en "viuda de". Para resumir, no puede tener existencia propia, salvo, si el señor fue el mero machín, como la "señora de", para lo que sirve, de paso, omitir las fechas del Premio Casa de las Américas: siendo el de 1976 estando casada, pero el de 1981 no, se hace, como lo hiciera otro, el señor GUILLERMO NILS CASTRO HERRERA, omisión del segundo: luego entonces, el primero "te lo hizo tu marido" (ah sí, un gran favor). Como se dice en México, "así se hacen los chismes". El wikipedista Jdurbo llega tarde, porque, después de extraída la renta, el asunto es francamente menor, salvo que no quiera reconocer la individuación de cada quien y se empeñe en cosas de "dependientes", de hacienda, en el que la señora se gana su lugar como "señora de tal" -y con frecuencia, reduciendo al señor, al final, al "invisible de la foto", como dependiente cachivache de la señora, después de que el mero machín se haya dedicado a las "canas al aire" (otra expresión mexicana). Jdurbo se puede quedar creyendo en cargos menores; Francoise Perus no los puso por delante, aunque incomodaran a más de una señora ilegítima -como NORMA DE LOS RÍOS MÉNDEZ-, que por lo mismo creyó ver la paja en el ojo ajeno, como una ex directora en la universidad pública, que recurrió no sólo a la ilegitimidad, sino incluso a una intentona ilegal por lo que se conoce en México como "cosas de viejas" (y es que existen). Jdurbo es de lo más rancio y representativo del esquema oligárquico del patrón y la doña, aunque, para el caso, como se dice, anda meando fuera del cubo y fungiendo como deturpador (persona que lo afea todo). A ver si, para colmo, como se hizo en el Ecuador y más allá, el mérito de Francoise Perus se le cuelga como una medalla más al pecho de Agustín Cueva: para aparecer, así sea de lo más ilegítimo. Ahí se le deja al WIKIPEDISTA JDURBO SU BANANA:



sábado, 23 de agosto de 2025

Y DESMENTIDO...

 Hace poco, en este espacio se refirió que la señora Beatriz Gutiérrez Muller estaba por irse a vivir a España con "Chocoflán", Jesús Ernesto López Gutiérrez, su hijo. Resultó falso, aunque hubo demora en la aclaración. No era muy coherente con la "Cuarta Transformación", EN CASO DE AFILIACiÖN A MORENA o de simpatía por este partido, y no cabía el argumento de Luisa Alcalde, dirigente de MoReNa (Movimiento de Regeneración Nacional), en el sentido de que la señora es "libre de hacer lo que quiera". No exactamente, y es raro que Betty Muller diga "no estar en política", porque implicaría no entenderla: aunque no es así, participar en política, bajo la forma que se quiera, debiera ser una obligación, sobre todo si no se quiere ser "mal gobernado", porque lo que no es válido es decirse "apolítico" y pasarse el tiempo haciendo "antipolítica", salvo cuando es "política" en favor propio. Entonces no tiene caso meterse con "la derecha más rancia" a la hora del desmentido, porque es decir "no estoy en política pero sí lo estoy". Parte del problema es, para variar, mediático: era preferible tal vez no aclarar nada y que el asunto se cayera sólo, como iba a suceder, seguramente. Lo que hagan o dejen de hacer Betty Muller y "Chocoflán" con su vida no es asunto político, en el sentido de público, y da igual que vivan en Tlalpan, en la Ciudad de México, que en El Escorial, porque la señora no es funcionaria pública; dicho de otro modo, no es tema público, a reserva de que sea deseable participar en política, porque no es lo mismo que "lo público". Por lo demás, lo otro -el "perdón de España"- sí fue un sinsentido. Y la señora sí, es muy señora y ambiciosa. Como sea, hubo apresuramiento al dar por válido un bulo.

QUIZÁS, QUIZÁS, QUIZÁS

 El comportamiento de algunos líderes europeos y del "presidente" ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha vuelto un ejemplo de lo que en términos de ideología (si no se la confunde con propaganda) es un fenómeno de proyección/inversión, aunque no exactamente como mecanismo de defensa, sino, en el mejor de los casos, de hipocresía, a riesgo de que alguno termine creyéndosela. Es muy fácil: se le atribuye al otro todo lo que uno hace o calcula hacer.

       En la reciente reunión en Alaska, el presidente estadounidense Donald J. Trump y el ruso, Vladimir Putin, coincidieron en la posibilidad de poner un término al conflicto entre Ucrania y la misma Rusia, con Trump dispuesto a concesiones territoriales y a que Ucrania no entre en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Putin dijo que "ojalá Zelenski y la Unión Europea (UE) no saboteen el esfuerzo". Dicho y hecho, empezó el sabotaje.

       Para entender mejor el fenómeno ideológico, el asunto es más o menos como el del marido que llega a casa borracho y muy tarde, y sabe que está en falta, o que es culpable: se anticipa entonces a pretextar cualquier cosa para golpear a la señora, al menos que no le digan nada y se lo atienda. El pretexto es para culpar a la señora, de lo que sea, sabiendo de quién es la culpa.

      Ucrania se ha dedicado desde hace un buen rato a atacar territorio ruso. Pero "se" dice que Ucrania quiere garantías de seguridad para disuadir cualquier ataque ruso posterior a la guerra. En realidad, la que quiere garantías de seguridad para no seguir siendo cercada y amenazada es Rusia, por lo que ha pedido que la OTAN se detenga. Por lo demás, Putin fue a ofrecer las garantías referidas, para no avanzar hacia Sumy, Jharkov o Dniépropetrovsk.

      Resulta que "Putin no quiere el fin de la guerra", pero que Ucrania ha mostrado que no sólo no lo quiere, sino que intenta llevar la guerra hasta donde se pueda en territorio ruso. Cada vez que Rusia se defiende, resulta que es una "agresión". No querer atender y servir al marido borracho es "atacarlo" y ofenderlo, suficiente para arrancarse a más pleito o a golpes.

      La UE salió apresurada a decir que Putin pone "trampas", exactamente después de que, con una postura inamovible que no quiere negociar nada, "se" le pusiera una trampa a los mandatarios reunidos en Alaska: mientras Putin mostró no estar ávido de territorios, Ucrania y sus amiguis europeos hacen el ademán dizque soberano de querer recuperar lo perdido, para seguir desgastando a Rusia. Vuelta a la maldad: "Rusia está ganando tiempo " porque "no quiere negociar", cuando es exactamente lo que hacen Zelenski y amiguis. Se supone que Putin nada más "se ríe" e "incrementa la matanza", pero quien busca blancos civiles en Rusia es Ucrania, que trata no de reírse, sino, como se dice coloquialmente en México, "pitorrearse" de Rusia, porque se cree con "el derecho y la libertad" de hacerlo, por creencia en una supuesta "superioridad" y que, desde luego, es Rusia "la vencida" desde hace rato y como heredera de la Unión Soviética. Si la señora no consiente, se arriesga a una amenaza de madriza, como se dice también en México, para lo que hay que llenar Ucrania de armas. El fondo del asunto es que el señor se cree con "derechos y libertades" sobre la señora que, para colmo, "se pone agresiva" en vez de prestarse y preparar los chilaquiles, el caldito de camarón y las cervezas.

       Cada vez que Zelenski o más de un líder europeo y el jefe de la OTAN, Mark Rutte, abren la boca, es de lo más simple ideológicamente hablando: anuncian lo que hacen y calculan, atribuyéndoselo a Rusia. Del tipo del marido borracho que llega a que "su" señora está "histérica" o "loca". De flojera. Digamos que ganar la Guerra Fría no es nada más "pasarse de copas", que es en lo que está la OTAN, sino ponerse "mala copa", y encontrar encima gente de "expertís" que lo justifique: no se trata más que de "ideólogos" que tampoco se saben lo de "nada con exceso, todo con medida", o "si tomas, no manejes". A reserva de que, como ya lo advirtió Putin, a Trump "no se le deje hacer nada" (da click en el botón de reproducción).




miércoles, 20 de agosto de 2025

ENTRADA: AGUSTÍN CUEVA

 Wikipedia pretende ofrecer información neutral, verificable, relevante y enciclopédica, pero no escapa a prejuicios ni estereotipos porque los "wikipedistas" y los bibliotecarios que participan son seres humanos y, por lo tanto, "ellos y sus circunstancias", de las que con frecuencia no logran abstraerse, en lo que son muy de la época.

        La entrada "Agustín Cueva: sociólogo ecuatoriano", pese al esfuerzo hecho para que sea equilibrada, se volvió algo así como propiedad de un "wikipedista" bibliotecario de Guayaquil, principal ciudad del Ecuador, que tiene costumbres provincianas de clientela: busca "quedar bien" en su pueblito, creyendo que es, además, asunto de gloria y poder, con lo que sea. Como le "suena", el señor wikipedista, amparado por lo demás en un seudónimo, afirma que Agustín Cueva Dávila fue presidente de ALAS (Asociación Latinoamericana de Sociología), como si fuera relevante enumerar puestos, y sin precisar el periodo, limitado a pocos años (1981-85). Agrega que el biografiado fue jefe de la División de Estudios Superiores de la Facultad de Ciencias Políticas, de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), pero cita en nota que fue profesor de algo así...en la Facultad de Economía, de la misma UNAM. Wikipedia no corrige la incongruencia, pero, además, el provinciano está interesado en pegarle al biografiado el renombre de la UNAM sin importar la equivocación de Facultades, o el de ALAS sin importar el desprestigio de ésta y su final irrelevancia. Debe ser el equivalente del "primer ecuatoriano en la Luna" o en cantar en Broadway". Si triunfa el biografiado, triunfamos todos. Es decir, cuenta lo "internacional", así pueda ser la dirección de un kínder (el "Children a su madre" de Coyoacán). Al rato fue dueño de una heladería en México (la "Harry Postres"). Es poca la diferencia con Ítalo Estupiñán o Alex Aguiñaga. O dicho de otro modo: Agustín Cueva estuvo en el Pumas. Si en la banca o de portero o haciendo qué, es lo de menos.

      La segunda del provinciano es, desde luego, el apego a la moral y las buenas costumbres, lo que lleva a remplazar un "juntarse" con un "unirse", para que la señora Erika Hanekamp no aparezca como lo que fue, una amante, sino como "familia", otra vez para "blanquear sepulcros" (Mateo 23-27: 32). No es problema lo de la amante, sino la necesidad del wikipedista de Guayaquil de ser maestro de la Ley y de los fariseos. Alertada sobre el engaño, Wikipedia no toma en cuenta que el señor de Guayaquil, para hacer parecer a un ser maldito como un hombre de buenas costumbres, adulteró la redacción de la nota de referencia, copiada casi textualmente. Casi. Y lo de maldito, por lo demás, es para los peores, que no quisieron ver: cualquiera es libre de distanciarse de un familiar si éste es dañino, además intencionalmente, y no, como dice Elizabeth Caplés o como dicen otros, no se vale el "cómo dices éso de tu familiar" negando el "cómo tu familiar te hace éso". Los tiempos, afortunadamente, cambian. Por más que Wikipedia no quiera tomar nota de adulteraciones, cuando menos, dos, propias de alguien que tiene el hábito de engañar, para, como dice la definición, dar artificiosamente la apariencia de algo que no es. El biografiado no cuenta, sino servirse de él para darse legitimidad, con el favor del muerto, cuyas ideas, por lo demás, importan un comino. Al hacérsele un homenaje, así se recurra al engaño, se espera que desde ultratumba o entre compadres o comadres haya favores: como el de otros wikipedistas de bloquear la entrada para que el biografiado no se vea colocado en un lugar humano. Al rato lo habrán olvidado, como es lo propio de las clientelas pese a que aparenten otorgar inmortalidad y más de uno se crea Dios. Pasa hasta en las cantinas. Adiós.

NOS AMÁBAMOS TANTO

México ha sido, salvo raras excepciones, un país muy tolerante con la inmigración en el siglo XX y lo que va del XXI. Como parte de este fenómeno, lo fue con los exilios: el muy conocido del exilio español, aunque no dejó de tener sus diferencias internas ("los del Vives" y "los del Madrid", por ejemplo), y el guatemalteco en 1954, que le permitió a más de un "chapín" -como se le llega a conocer a un habitante de Guatemala- hacerse de una reputación, intelectual o en la universidad pública, dejando, como más de un español, trabajos de largo aliento, como en los casos de Luis Cardoza y Aragón o de Severo Martínez Peláez. Como ya ha habido ocasión de decirlo, las condiciones de los 80 para los centroamericanos, pese a Rigoberta Menchú, de la que es conocido que se inventó un "personaje", fueron más difíciles (guatemaltecos y salvadoreños, aunque algunos optaron por establecerse en México).

        En el exilio de los '70, muy favorecido por Luis Echeverría y José López Portillo, hubo un poco de todo, incluyendo al ex cura paraguayo a quien no se perseguía en su país de origen, al ecuatoriano que para 1972 ya no era exiliado, habida cuenta del régimen de Guillermo Rodríguez Lara, al chileno que pasó de su armario al aeropuerto para aterrizar de extravagante en las letras (sin ser realmente perseguido) y alguno que otro colado más, que se hicieron en parte pasar por lo que no eran, o a quien se les quiso fabricar una aureola que no tenían, como parte del clientelismo: se adula esperando en contraparte el posible favor. Más de uno fue arrogante -era, por ejemplo, la fama de los muy señoriales peruanos. Otros u otras, hasta de países más bien "tranquilos" como el Uruguay, lograron hacerse de alguna pequeña clientela entre quienes consideran que en la universidad pública no se puede sin padrinazgo. Cierto que se creó un ambiente de debate que aportó, y que venía desde Chile a finales de los 60 y principios de los 70: también, pese a veces a un trabajo escaso, uno que otro, brasileño por ejemplo, deslumbró por su "señorío" y lo que supuestamente conlleva de "trascendencia". Más de uno regresó con las aperturas democráticas, y alguno más prefirió mantenerse al margen del "grupo". Son contados los que se integraron en México, y menos los que no hicieron del "grupo" de exiliados otra forma de clientela y de comparsas de amiguis. 

      Ya había cierto dejo de renta en "sacar la renta" de aparecer en el grupo de amiguis como el "representante de X o Y país", "en nombre de". Más de uno provocó descontento al tener lo que se conoce como un "exilio dorado", con cargos y emolumentos que a veces ni siquiera correspondían con algún título en el país de origen (lo que en uno que otro caso se descubrió en los 80 "a la hora del SNI", Sistema Nacional de Investigadores). Resulta que "el exilio" era en sí un "título". Más de un vivo lo sabía, que decía que el vuelo de Aerolíneas Argentinas de Buenos Aires a México era la mejor manera de graduarse en estudios superiores. Hubo jefes de divisiones de estudios profesionales o de asociaciones de sociólogos que a duras penas llegaban a licenciados. Como acostumbrado, en América Latina, falsa nobleza, ilegítima, ya se ha dicho que con excepciones. Algunos descubrieron un "nicho de mercado" en los 80: ir a su país de origen dando a entender una "gloria" alcanzada en México y usufructuar y gozar en México de la renta de ser "los representantes de". Al igual que gente de otras latitudes, sin faltar de países centrales, no faltaron quienes entendieron que había que dárselas de "chingón", como se decía en México, para hacerla y encontrarse adeptos. Caen redondos: los hay que creen que Francisco Ignacio Taibo Mahojo (Taibo II) es exiliado de algo, cuando no lo es, ni lo era su padre, entre quienes hacían el I/II de comida en comida. Como cuando no quieres que se lea mucho El impostor, de Javier Cercas. No negocio. Renta, con comidas de fines de semana campestres -nos vemos en Tepoz- y otras cosas de tráfico de indulgencias (ah, yo no puedo criticar a X o Y si apenas ayer comí con él y me presentó a su nueva mujer. Etcétera). A más de uno, los privilegios de varios de estos exilios, reales o supuestos, causaron disgusto, menos a "nenas" y "señoras" en busca del favor de algún "gran señor". Algunos resabios quedaron por ejemplo en la organización de "universidades" de la "Cuarta Transformación", con la creencia de que maestros y alumnos son dependientes de la "casa poblada", para traerlos a malas condiciones y la espera del favor de la "real gana" del patrón o la "coronela". ¿Mérito para el cargo? No. Es el supuesto mérito de "la causa".

       Unos, con aire de quien no quiere la cosa, se aprendieron el truquito: el argentino que triunfó en México y que de vez en cuando se crea una gloria en Argentina tratando de servirse de la universidad pública mexicana y sus recursos; el peruano trotamundos a base de hoja de coca que habla en quechua a mexicanos extasiados con cuentas de vidrio (de supuestos indios) y ofrece en el Perú sus relaciones mexicanas; el boliviano del tocho morocho que hace una carrera aparatosa como religioso e hijo de papá (víctima ejecutada por una dictadura) y que dragonea en Bolivia con sus adscripciones mexicanas, o la uruguaya que se hace de cierto poder entre asados y vinitos. A cargo del erario público mexicano y bajo los auspicios de más de una "señora" promotora de "causas" como quien promueve asistencia humanitaria para los niños de Gaza. La típica histérica brasileña que entre poemas y gritos contra Jair Bolsonaro se ahorra trabajar para la universidad pública. Cuando con relaciones se sabe sacar "para la renta", aún estando un poco -o bastante-ocioso, da hasta para amarrarse al aparato diplomático sin saber nada de diplomacia, pero porque la autodenominada "Cuarta Transformación" a veces sigue creyendo en lo que Graham Greene, después de pasar por Tabasco, llamó El poder y la gloria. Si además te ponen los reflectores, harás aunque sea de payaso con tal de sentirte vedette. Desde los '70, sobre todo en la segunda mitad, los tan llevados y traídos exilios, otra forma de saquear el erario universitario (ahora, !estudiándolos!), han tenido un dejo de impostura que se revela entre quienes, ya sin ser perseguidos por nadie, salvo por su ambición, encuentran como ser parte de la universidad cortesana, aunque ilegítima.-Todo está en crearse el personaje, que éste se ponga a una "narrativa" -de víctima- y que sepa del deporte nacional, la extorsión. Algún verdadero exiliado que trabajaba, Marcos Kaplan, predijo (no fue el único) la universidad "lumpen", la otra faceta, tampoco tan nueva, de la universidad cortesana, que desde los '80 se volvió, en parte, lo que se conoce como "agencia de viajes". Si hubo "Edad de Oro", es porque México ha sido lo que se conoce como "La Meca". Lo fue con la música y el cine, irradiando hacia América Latina, y por pocos años para la teoría social. No era ésta última el lugar para el trabajo de largo aliento en los '70, aunque sí lo hubo antes. Fue más bien el "crea fama y échate a dormir". Todavía los hay que creen que "la causa" es licencia -porque es poder- para comportamientos dominantes.

         Otras comunidades, no siempre exiliadas, también fueron bien tratadas en México, como la llamada "sirio-libanesa" (fuerte también en varios otros países de América Latina, incluyendo Haití) y la judía. La tolerancia es al grado de que nadie se acuerda de que la presidentA de México, Claudia Sheinbaum, no es católica ni animista. Con menos tolerancia se toparon en algún momento los chinos en una parte del norte, y también víctimas de Villa en Torreón. Tampoco ha habido especial racismo, como lo muestra Menchú y el tabú sobre sus mentiras, no poca cosa. Ser indígena es hoy otro título, como el de la Suprema Corte. Menos aún racismo contra la población negra o asiática de reciente incorporación, en condiciones de trabajo. Lo que se ha querido decir es que los grandes señores de los 70, los del "don", llegaron a tener privilegios que recrearon con hábitos de hacienda que no tuvieron nada que ver con la "causa" pregonada. Después, ya no quedó más que la renta apenas disimuladamente fraudulenta, y basada en "relaciones", para perjuicio de la institución y de los que optaron, volviéndose incómodos, por el trabajo en profundidad. No fue ni para "capitalismo de amigos", sino el declive oligárquico con los privilegios de la capital mexicana para todo el que "le entre" y acepte la contraparte: no ser nada en términos de persona o de valores para la humanización. "Los encomenderos del otro lado", los llamó el escritor mexicano Juan Rulfo. Y situados lejos de la "honrada medianía" hoy adulterada en "justa", como si tuviera que ver con algún "justo medio" (da click en el botón de reproducción).



lunes, 18 de agosto de 2025

EL AMOR ACABA

 Las elecciones en Bolivia mostraron a qué conduce la izquierda cuando se apega a lo que cree que es cultura, y además, hasta afectiva, aunque sea en realidad emocional: no fue a ningún lado el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Eduardo del Castillo, cercano al presidente saliente Luis Arce, porque no logró mucho (poco más del tres por ciento de los votos), como tampoco el de los "partidos populares" (Alianza Popular), Andrónico Rodríguez (poco más del ocho por ciento), que era ante quien Evo Morales y Eduardo del Castillo debían ceder. 

Es poco probable que el "progretariado" reconozca hasta qué punto el que echó a perder las cosas no es el supuesto "traidor" Rodríguez, sino, como en el Ecuador, el señor indígena Evo Morales, quién llamó al voto nulo y lo tuvo hasta en cerca de un 20 % del electorado. En medio de la implosión de la izquierda, buscada desde el exterior, ganó la primera vuelta Rodrigo Paz (poco más del 32 por ciento de los votos), del partido Demócrata Cristiano e hijo del antiguo y veleidoso político Jaime Paz Zamora. Con todo, las propuestas de Paz de terminar con el "Estado tranca" (corrupto), entre otras, no están mal. Son preferibles al otro competidor de la segunda vuelta, Jorge "Tuto" Quiroga (poco más del 26 % de los votos), por lo que además Morales volvió a equivocarse al encasillar a todo el mundo en "la derecha" sin la menor distinción. He aquí el resultado de creer en indígenas propios de estampas sepia de reservaciones, al igual que en otro fenómeno, David Choquehuanca. 

   Por lo demás, no todo fue desastre: Bolivia tuvo con Evo Morales en la presidencia un buen desenvolvimiento económico (gracias también al papel de Arce) y social, y, a pesar de vacilaciones, intentó alianzas amplias con Arce.        Paz, ahora, no sólo prometió luchar contra la corrupción, sino también reformar la Justicia, que no es del todo clara en Bolivia, y descentralizar el poder. Lo que no se puede es extraviarse: pasar del "capitalismo andino-amazónico" al "socialismo comunitario", por inteligente que sea el ex vicepresidente Alvaro García Linera, ni buscar la modernización conservando prácticas dudosas del pasado, si acaso fue en parte lo que buscó Arce, al grado de que Del Castillo es cruceño (de Santa Cruz). Paz está ligado a Tarija, otro departamento no tan atrasado de Bolivia, y propone un capitalismo popular. El otro en juego era un émulo del presidente argentino Javier Milei, el empresario Samuel Doria Medina (Alianza Unidad), que se inclinará por Paz, pese a que no es lo mismo.

        Paz no ganó con contundencia, aunque sí en el altiplano, por lo que los antiguos votos del MAS se fueron con aquél: voto contra la crisis económica, que Arce no logró atajar, y contra el pésimo espectáculo de los pleitos personales y de clientela en el MAS. El segundo lugar, Quiroga, tuvo un lugar geográficamente marginal, y a pesar de que Paz ocupó cargos en Tarija, este departamento y el de Santa Cruz votaron por Doria, quien alcanzó cerca del 20 % de los votos. Doria será el fiel de la balanza. Si lo que se quería era capitalismo, y es en fin de cuentas lo que se estuvo haciendo, al final la gente escogió entre distintas versiones del mismo, y para salir de personalismos y clientelismos arcaicos

       A juicio de García Linera, la fuerte crisis económica contribuyó a la derrota, pero también el problema de los "líderes carismáticos", lo que como sea remite a personalismos. Después de la derrota de la Revolución Ciudadana (RC) en el Ecuador, aunque por otros motivos, ya que no hubo división ni protagonismo excesivo del ex presidente Rafael Correa, el de Bolivia es lo que García Linera ha llamado un "colapso estrepitoso", y el progresismo va claramente para atrás: lo similar, entre el Ecuador y Bolivia, es el papel indígena. Más de uno pierde la cabeza y cree ser la encarnación del "pueblo", cuando ninguno de los países mencionados, por lo demás, es de mayoría indígena (más del 60 % de la población boliviana no lo es). No se dirá nada del problema, como tampoco se quiso hacer en el Ecuador. Cuando menos Paz no es Daniel Noboa, el presidente ecuatoriano. Ya que a "Evo es Pueblo" le gustaba mucho este cantante, se le puede dejar una de sus canciones: da click en el botón de reproducción.



sábado, 16 de agosto de 2025

LLAMANDO A TORRE DE CONTROL

 En 2021, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pidió a España que, a su vez, pida perdón por la Conquista. La solicitud, que se extendió al Papa, fue "por las violaciones a lo que ahora se conoce como Derechos Humanos". Hay cierto matiz, porque ahora algunos medios dicen que la petición fue "por violaciones a los Derechos Humanos". España no dió mayor importancia al asunto, y no podía pedir perdón porque no existía como tal España al momento de la Conquista, empezada por los reinos de Castilla y Aragón, sobre todo. De España se empezó a hablar pocos siglos después. Como sea, a este ritmo, es conveniente que Tlaxcala se disculpe con la Ciudad de México, por el de sobra conocido papel de los tlaxcaltecas, aliados de los españoles, o que se disculpe la gente de Huejotzingo y la de la sierra norte de Puebla, sede de los totonacas, que también se pusieron de amiguis con el intruso. Que pidan también disculpas los de Tabasco porque Malintzin se prestó al asunto. O que pidan perdón los aztecas que, una vez derrotados, se aliaron con españoles para ir a matar purépechas, en lo que sobresalía Nuño de Guzmán. Tampoco queda claro por qué dirigirse al Papa. Hasta hace poco uno que otro dominico se aliaba con los pueblos originarios, como llegó a ocurrir en Chiapas. En el norte de México, jesuitas y franciscanos a veces frenaban los intentos de abuso de los colonos españoles.

      Pareciera que a algunos se les dice "pide un deseo" y se ponen a las fantasías. Ya ha habido ocasión de indicar que es la versión "José Alfredo" de la historia ("descendiente de Cuauhtémoc/mexicano por fortuna"). Clínicamente, tiene de delirio: se dice estar contra el antiguo régimen y se recogen sus mitos. Lo de los Derechos Humanos hay que tomarlo con pinzas: ¿se puede decir que en el caso del tal Cuauhtémoc, a quien se le quemaron los pies, no hubo debido proceso, por lo que cuando menos debió reponerse el procedimiento, o dejarle la posibilidad de pedir un amparo antes de condenarlo? Por ahí alguien, que no mencionaremos de nuevo, salió con que los españoles eran tan malas personas que se metieron a una fiesta y mataron a mujeres y niños, el tipo de asunto que sucede en alguna colonia de Celaya por la gente de Santa Rosa de Lima. Ya no se trata en realidad de los grandes mitos del populismo y del centralismo de la Ciudad de México, que reduce la Conquista a Cortés y Moctezuma y entretanto se traga y corrompe a cuanto provinciano cede a la ambición. Es pura demagogia. Por el bien de los españoles, primero los indios, o algo así. Y es, además, muy libertario: "sean realistas, pidan lo imposible". Además de cobarde, como lo es la maldad de la época, incluida la intelectual: ni por asomo pedirle a Estados Unidos que devuelva ocho estados mexicanos -incluyendo cachitos de Wyoming, Utah, etcétera-o cuando menos que se disculpen por la batalla de San Jacinto.. Considerando, por lo demás, que los estadounidenses fueron menos "amables" que los españoles con los pueblos originarios, reducidos a reservaciones, salvo cuando vas al cine a ver caricaturas de "Pocahontas". Delirio no es cualquier cosa: es cuando te crees lo contrario o algo muy distinto de lo que eres, con una creencia falsa, extravagante o irracional. Pides perdón a quién ni estaba -se dice "españoles" por convención- y por lo que no sucedió, porque no fue de "españoles" contra pueblos originarios, sino algo más complicado y no edificante para ninguna de las partes. Delirio es lo que, como lo explica el filósofo francés Dany-Robert Dufour, hace que te creas un pájaro y que, creyendo poder volar, lleva a que no midas las consecuencias de aventarte por la ventana.

      López Obrador fue siempre alguien influenciable por intelectuales, y es por cierto de agradecer que la actual presidentA, Claudia Sheinbaum, no se deje "apantallar", como se dice coloquialmente en México, aunque sea libertaria en más de un aspecto. Era probable que fuera Betty Muller la que le diera "ideas" a López Obrador, como la de solicitarle a España que pida perdón por las "ofensas" (resulta que Cortés "ofendió" a Cuauhtémoc). Betty Muller tendrá sus motivos, pero terminó por llamar la atención que siguiera la pista de más de un mexicano de reputación (incluido el seductor de la patria) y se fuera con "Chocoflán" -Jesús Ernesto López Gutiérrez, "Jesús" por Jesucristo y "Ernesto" por el "Che" Guevara- a residir a Madrid, capital española, por lo demás en un barrio exclusivo y, para colmo, llamado "La Moraleja" (uno a la Chingada y la otra a La Moraleja). El "Che Jesús" va a seguir la misma trayectoria de ciertos grupos sociales en México, muchísimos hijos de intelectuales y universitarios incluidos, que en cuanto pueden se van del país (fuchi), por largas temporadas o para no volver: si el hijo de López Obrador y la señora va a estudiar Derecho en la Complutense, también hay buena enseñanza de esta carrera en México, pero cuenta sobre todo que la señora tiene ambición social (ah, perdón, lo que se ve no se juzga, según frase atribuida al Divo de Juárez). Lo mismo desde los '90, si bien hay casos en los que un título español a veces no es malo. El asunto es La Moraleja: ¿van a mandar a Alcobendas -sí, donde está La Moraleja- al periodista Claudio Ochoa, o como es costumbre la habilidad de Betty Muller para actividades "académico-sociales" -es decir, cortesanas-y sus relaciones le asegurarán no ser incomodada por no estar en la "honrada medianía" (honrada, no "justa", que es distinto y no es de Benito Juárez)? En fin, es para quienes crecieron en los '80 con "Chicas de hoy" -"tes- y que hacen "sus sueños realidad". Como cuando te crees pájaro y te avientas por la ventana: aterrizas en la prensa española que, como se dice en México, "ya ni la burla perdona" y no para de recordar el fantasioso pedido de perdón. Se vale soñar (por ejemplo, que uno es pájaro...), pero... (da click en el botón de reproducción).




viernes, 15 de agosto de 2025

PONTE A AVIONAR

 Está de moda, gracias a los medios de comunicación masiva y a Estados Unidos, ponerse a lo grande, o lo mega, híper, súper o friki. México y Rusia, por ejemplo, tienen arranques que, por reivindicar lo "ancestral", parecieran oponerse al gusto estadounidense por todo lo nuevo, lo sea o no. A pesar empero de la "grandeza mexicana", poema y también canción de José José (cuya vida fue hecha añicos en México), no llega a lo "milenario": la nación mexicana tiene poco más de dos siglos de existencia, menos de lo que duró la Colonia, y antes, el imperio azteca tenía también, a su vez, menos de lo que duró la Colonia. O se habla de nación y Estado, o casi cualquiera tiene alguna antiguedad que sacarse de la manga, sólo que los mexicanos no eran olmecas, o entonces los únicos milenarios del asunto son los tabasqueños. Nadie en sus cinco confunde a los olmecas con México y sus antecedentes, o con los mayas o los toltecas (salvo para hacerla al guerrero resiliente), por decir algo, o entonces Estados Unidos tiene tradiciones milenarias, y nos vamos hasta Asia, de donde vinieron los pueblos originarios que cruzaron el estrecho de Bering y fueron poblando América. Se termina en el tipo de discusión de campus estadounidense para saber a qué tienen derecho los negros si en África surgió el primer Hombre, al menos como Homo Sapiens. Lo "milenario" es en realidad parte del deseo -que no necesidad- de hacerla muy en grande (por cierto, también lo hizo Antonio López de Santa Anna, que era mexicano), para publicidad, turismo y creerse la demagogia en política, o sugerir sabrá Dios qué capacidad de aguante con tal de tener una tortillita y un chilito. En tiempo de esplendor, por ahí se van en duración siux y teotihuacanos, por ejemplo. Y los mayas ya no habían aguantado -por lo que no existían como civilización- hasta que llegaran los españoles (por cierto que tampoco milenarios y en gran parte ocupados con los árabes por cinco siglos). En todo caso, México, como tal, no tiene nada de milenario, ni siquiera en la forma actual de sus pueblos originarios.

        El otro que tiene arranques es el presidente ruso, Vladimir Putin, más allá de que la Federación Rusa sea el país más grande del mundo. Antes de intervenir en Ucrania, Putin se sacó de la manga una historia "ancestral" para tratar de mostrar que rusos y ucranianos son lo mismo, sólo que unos tipo Coca y otros tipo Pepsi. Aunque en realidad ni en la misma Rusia se ha zanjado el debate sobre el origen, si europeo o asiático (debido a la invasión mongola, tampoco milenaria), resultaría que el meollo del asunto estaría en el territorio de la Rus de Kiev, para nada milenaria, sino que fue una federación de grupos eslavos que duró del siglo IX al XIII. Fue el primer Estado eslavo de la historia, y ciertamente abarcaba Ucrania y Rusia central. Ni siquiera los eslavos son milenarios, y la Rus de Kíev se fue formando en parte con varegos (población nórdica), hasta llegar a Kíev y alrededores a través de Finlandia. Si bien el territorio de la Rus de Kíev abarcaba gran parte de la actual Rusia europea, no incluía...lo que actualmente está en Rusia desde 2022 (Donetsk, Lugansk, Jersón, Zaporiyia). Habría que deducir que, por algún motivo, Putin reivindica algo y se toma territorios que nada que ver. El hecho es que hay que sacar a relucir no el "aguante" a la mexicana (algo así como tragalotodo), sino la capacidad para vencer a cualquier invasor. Y de ahí, nada más le falta a Putin seguir al historiador ruso Valentín Falin y recitar algo sobre los escitas, nómadas de la estepa en la antiguedad (aunque tampoco milenarios). La cosa es igual, hacerla en grande: y para ello hay que inventarse, de cabo a rabo, herencias "milenarias". No valen sin embargo ni para la Rus de Kiev, ni para la invasión de Genghis Khan. Si se trata de orígenes, para el caso los primeros pobladores de la actual Rusia aparecieron hacia el Caúcaso y Siberia. El imperio ruso, ya como tal, es reciente, del siglo XVIII. Es entendible que países como México y Rusia, por motivos distintos, tengan que reivindicarse frente a Estados Unidos, "socios y aliados", pero no deja de ser curioso que se haga con llamados a algo inexistente -pero eso sí, grandotote- como lo "milenario". Es del mismo tenor que los "odios ancestrales" en la antigua Yugoslavia. Cada uno sentía híper odio por los deseos mega serbios. Como no se trata de algún asunto en manos de argentinos, ni tan evidentes, es posible pensar que es el tipo de elocuencia que se da cuando los medios de comunicación masiva se basan en la impresión, y por lo mismo, en la necesidad de "causar sensación", aunque se haga creer que sólo es posible con extravagancias "a lo Trump" (por Donald J. Trump, presidente estadounidense que no lo hace nada mal en términos mediáticos para "escandalizar"). En efecto, se puede pasar con facilidad de "causar sensación" al "escándalo".

      Como parte del asunto, no hay día en que no ocurra algo "histórico", como si de verdad fuera de todos los días, y no faltan "momentos históricos" (ah sí, memorables). Algunos se anticipan a "hacer Historia" e invitan a hacerla en grande "juntos". Es del mismo tipo que la repetición incesante sobre la "multipolaridad", aunque sea demostrable que no hay tal, o sobre un "nuevo orden" declarado una tras otra desde 1991, y nunca establecido con claridad, pero parte de lo que crea tal o cual impresión. Con la pena, pero la impresión no es la realidad (salvo a veces la primera impresión), ni lo es la capacidad de tal o cual para dárselas de interesante cuando lo que en los medios está en juego es la captación de la atención. Es publicitario-libertario: "la marca o el modelo X que hará historia. No te lo pierdas". El "gol para la historia", el "partido para la historia", todos los días hay un gran cambio porque "tú haces el cambio" -con prestar atención- y eres parte de un mundo que cambia día tras día, etcétera. Hasta rechazar la realidad por incómoda, sobre todo si plantea algún problema, de tal modo que la menor conversación lo evita y prefiere seguir "fluyendo". Milenios fluyendo en lo que no por nada se llama "narrativa" (no narración) y tiene "personajes" en vez de personas: claro, si es ficción. Buen viaje. (da click en el botón de reproducción)


jueves, 14 de agosto de 2025

A LA CARGA, MIS...VALIENTES

 Desde que desapareció la Unión Soviética, los "socios y aliados" del centro han venido contando a su modo la historia de la Segunda Guerra Mundial, como si Europa hubiera sido liberada por Estados Unidos. En realidad, en lo fundamental, el ejército alemán ya estaba derrotado a principios de febrero de 1942, luego de la victoria soviética en Stalingrado. A pesar del pedido soviético de la apertura de un "segundo frente", por los "aliados", en Europa Occidental, éstos se tomaron su tiempo: se apersonaron en Sicilia hasta julio de 1943 y en el "Día D" de Normandía hasta junio...de 1944, ya para otra cosa: detener el avance soviético. Desde julio y agosto de 1943 se dió otra derrota alemana en la batalla de Kursk. Los "aliados" llegaron a Normandía cuando los soviéticos, por las mismas fechas, con la operación "Bagratión", enfilaban hacia Alemania. La tardanza de los "aliados" es, en parte, la que hizo que el nazismo tuviera tiempo de poner en práctica la "solución final" contra la población judía, a partir de principios de 1942, y no antes.

            Con Japón, las cosas no fueron mejor, ya que Estados Unidos alegó que lanzó las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki para evitar pérdidas en lo que podía ser la ocupación de Japón. Según lo reprodujera hace poco en Rebelión una declaración del general estadounidense Henry Arnold, en realidad Japón estaba "al borde del colapso" con o sin bomba. Otros, como el almirante William Leahy, condenaron la decisión estadounidense. Leahy consideró que el arma atómico no había sido "ninguna ayuda", y agregó que los japoneses "ya estaban derrotados y listos para rendirse", lo que de hecho estaban buscando. Lo que podía suceder, en cambio, era una invasión soviética a Japón, si se considera que, para agosto de 1945, la Unión Soviética ya tenía asegurada la victoria contra los nazis. Los soviéticos habían tomado Sajalín y estaban por tomar Hokkaido, la segunda isla más grande de Japón. El único escollo entre los japoneses era que querían conservar su emperador, condición de las negociaciones que el presidente estadounidense Harry S. Truman no consideraba: aceptándolo, Estados Unidos podía terminar la guerra desde antes del lanzamiento de las bombas atómicas. El general Douglas MacArthur lo reconoció. En realidad, importaba hacer una demostración de fuerza contra la Unión Soviética, algo que era del interés de más de uno en la administración Truman. De la misma manera, aunque menos brutal, que el "Día D" fue para ir a parar a los soviéticos en Alemania. Con Truman se pensó en usar la bomba atómica contra los soviéticos, pero se necesitaban 400 ojivas y no las había. Ante ésto, científicos del "Proyecto Manhattan" pasaron datos a los soviéticos, incluyendo el Oppenheimer de la película, con tal de frenar la escalada estadounidense (MacArthur pensó emplear la bomba atómica contra China). Con tal de hacer la demostración de fuerza mencionada, según el general estadounidense Carer Clarke lo que se hizo en Hiroshima y Nagasaki no fue un acto de guerra, sino un "experimento"., sabiendo que no se necesitaba. Dwight D. Eisenhower, presidente estadounidense, llegó a declarar: "Japón ya estaba derrotado y la bomba atómica era completamente innecesaria. Ya no era obligatorio como medida para salvar vidas estadounidenses". Simplemente, Japón buscaba rendirse "con el mínimo desprestigio". Por lo demás, en 1965, el historiador Gal Alperovitz mostró que Japón ya había capitulado poco antes de las bombas.

         Las historias oficiales sobre Hiroshima y Nagasaki y sobre el "Día D" son simplemente mentiras. Estados Unidos no es, ni de lejos, el país que haya contribuido en grande para "liberar Europa", la clase de espectáculo que empezó a montarse en los años '90. Por cierto, no queda claro que se atribuya el terror al "comunismo", en exclusiva, ni que no se diga nada cuando el "presidente" ucraniano Volodímir Zelenski pide un ataque nuclear preventivo contra Rusia. Es la pérdida de la noción de lo más elemental entre los "socios y aliados" que, eso sí, se detienen -como en 1949, cuando ya la Unión Soviética tenía su propia bomba- únicamente por miedo, y por un fondo cobarde, porque es propio de la cobardía lo hecho en Hiroshima y Nagasaki 80 años atrás, contra población civil. (da click en el botón de reproducción).



martes, 12 de agosto de 2025

TOPEN ÉSO

 Recientemente, varios dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa) fueron sorprendidos por los medios dándose la "buena vida", con lujos. En esta medida, la presidentA mexicana, Claudia Sheinbaum, y la de MoReNa, Luisa Alcalde, hicieron indirectamente un llamado de atención, aunque tal vez incompleto. ¿La noticia es política o es notita de la página de "sociales"?

      Novedad, no hay ninguna. En el sexenio pasado se buscaron varios escándalos: uno con un hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador (José Ramón López Beltrán), a quien, como dijo su propio padre, le gusta el dinero. No se pudo probar gran cosa de la "casa en Houston". La otra fue con la manera del jefe del ejército de viajar a Europa, a lo que López Obrador zanjó con un "¿y qué?", de colmillo. Si Andy (!) López Beltrán, Mario Delgado o Ricardo Monreal tienen atracción por el lujo, mientras el dinero no salga de alguna corrupción, pues "su gusto es", aunque aparezca como una "cochinada". Se trata de lo siguiente, considerando que la autodenominada "Cuarta Transformación" no ha decidido nada contra "los ricos", la "burguesía" ni "el que tiene", sino contra quienes tienen mediante la corrupción y el saqueo. No es el caso de ninguno de los mencionados, salvo prueba en contrario, o no se trata sino de apostarle a una parte de lo más bajo de la gente de abajo: el resentimiento, frecuente en parte de México. Tan viejo como "nosotros los pobres" y "ustedes los ricos", como parte de los hábitos de antiguo régimen de la oposición. La verdadera cochinada es la siguiente: el "desempleado" seductor de la patria, Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto seguramente no viven de modo franciscano. Pero es: éstos no pretenden estar sin mancha. Son lo que son. Los feos son los que pretenden estar sin mancha y, sin embargo, "se manchan". Esos sí. Aunque no roben. ¿El problema es el lujo o el robo?

       El lujo no es, ni siquiera el malhabido, o se estaría con las circunstancias detrás de Vector y el empresario Alfonso Romo, lavador de dinero. O detrás de las propiedades del pseudoperiodista Carlos Loret de Mola, feliz a cada montaje. No hay nadie molesto. La gente se cree que algunos son ricos por su propio esfuerzo. Se aparece entonces el dueño de Grupo Azteca, Ricardo Salinas Pliego, de vacaciones de lujo en Malta y a decir: "aquí, vacacionando a lo Andy, pero con mi dinero y no con el del pueblo". No es un explotador, sino un emprendedor. Tan cercano, él sí, al pueblo, que como Carlos Alazraki o el "Escorpión Dorado" se da licencia de creer que ser mexicano es hablar con peladeces o como banda de Observatorio. Otro tic del antiguo régimen: "políticos ladrones". Que a gente de abajo que difícilmente saldrá de su condición se le vendan libros de Og Mandino o Robert Kiyosaki. Salinas Pliego, otro ejemplar chilango. Y que no es especialmente aficionado a pagar impuestos. La cochinada: sí, todos somos igual de transas, corruptos, pero los de MoReNa son peores, porque hablando del bien común también siguen intereses personalísimos. Lo normal sería que Salinas Pliego siga yendo a Malta, Loret de Mola a Miami, como vecino de Genaro García Luna, Romo a sus empresas y que la gente de MoReNa se vaya a Oaxtepec. Entretanto, ni el lujo ni la corrupción son problema, sino que los de MoReNa fingen. Romo, Loret o Salinas Pliego no fingen: dicen "La Verdad". Sobre todo cuando lo niegan todo.

       Así que el problema del país no es la explotación, o sobreexplotación, sino que es "la política". ¿E importa MoReNa como más de lo mismo o peor? Ricardo Monreal no sería mayor novedad, ya que es de una familia zacatecana muy acomodada, entre la economía y la política. Que se de lujos en Madrid, capital española, no es tan raro: si acaso, un poco típico de mentalidad subdesarrollada. Otros en España -o hasta con nacionalidad española- dirán que son hijos de la "cultura del esfuerzo" que representa la presidencia. Puede no molestar que por la Secretaría de Educación Pública (SEP) pase cualquier cosa, hasta lo que parece un premio político de tantos (como el anterior a "la maestra Delfina"), pero es de escándalo que el secretario Mario Delgado se desayune en un hotel de lujo de Lisboa, capital portuguesa. ¿Y Andy? En hoteles de siete mil 500 pesos la noche, en Tokio, capital japonesa, aunque realmente no es mucho comparado con los hoteles de Monreal y de Delgado. ¿Importa? Entonces debiera inquietar que Layda Sansores, en su declaración patrimonial de 2022, haya incluido 16 propiedades. Y contando, aunque haya alegado siete heredadas. Nada. Aunque, como se dice coloquialmente en México, la señora tenga "más propiedades que el nopal". Y que no destaque en su trabajo. Nada porque, encima, tiene la sospecha de lujos a costa del erario, ella sí. Entonces no molestan ni los lujos ni la corrupción. Se trata de dos otras cosas: de "editar" los lujos de algunos en MoReNa -distan de ser los únicos- para descalificar moralmente a la "Cuarta Transformación" apelando a lo más bajo; y de hacer a un lado a Andy como supuesto "heredero" de López Obrador, con el que se especula como en su momento de precandidato lo quiso hacer Marcelo Ebrard, para "quedar bien". Es probable que sea parte del mismo golpeteo que ha afectado a Adán Augusto López Hernández.

      Parte de la verdad -MoReNa no es un partido de gente pobre, ni está exento de ambiciones- para apelar a bajas pasiones -ya se habló del resentimiento-, y llevarse a quien se deje moralmente entre las patas: la corrupción somos todos, nada más que éstos son "los enemigos del pueblo", porque se gastan su dinero en lujos. Aunque como ninguno usó el erario, cada uno pueda decir, como Salinas Pliego, que regó la tierra con el sudor de su frente. Se trata de inducir a error, entre el engaño y el fraude, haciendo creer que este engaño y este fraude son de MoReNa: dicen aquí "no somos iguales", pero son hasta peores, y para el caso es mejor, como Alazraki o Salinas Pliego, ser un adinerado lépero, dándoselas de "gente" -con leperadas- mientras la explotan. "Es neta". (da click en el botón de reproducción).



jueves, 7 de agosto de 2025

EN EL FONDO (PERO MUY EN EL FONDO)...

 La Ciudad de México, hoy CDMX y ya no Distrito Federal (D.F), a cuyos sábados le cantara "Chava" Flores, ha dejado en más de un aspecto de ser lo que fue hasta los '80 o '90, desde que es gobernada por la izquierda. Ya no es la ciudad de inmigración, del Jacinto Cenobio extraviado o de las llamadas "Marías", ya no recordadas como tales. La CDMX es una ciudad mucho más segura, no la de los '80 con su garantía de asalto o de "secuestro express", y cualquiera sabe los pocos lugares a evitar, más, de noche, pese a la existencia de un mundo subterráneo que no se trata de ignorar. Pese a tener "sus días" y "sus horas" (de tráfico odioso), ya no es el D.F. irrespirable de los '80, terribles en materia de contaminación. No es una ciudad sucia, y está mejor cuidada, sin que le falten áreas verdes. Es buena ciudad para el turismo, nacional y extranjero, pese a los que salieron corriendo en los '80 a refugiarse en Guadalajara. La CDMX no es ciudad de pandillas apenas disimuladas y desafiantes, como en algunas colonias de Guadalajara o partes de Monterrey. No es lugar de mayor prostitución, más bien reducida a unos pocos lugares en Sullivan, la Merced y partes de la calzada de Tlalpan. No ha vuelto el pico de cierta inseguridad de finales del periodo de Miguel Ángel Mancera, de buena voluntad pero falta de experiencia. La CDMX ya no es la invasión del comercio ambulante un poco por doquier. No es ya la de las transas de Ruta100, así tenga defectos el Metro. Más de una unidad habitacional está bien o mejor cuidada. La CDMX sigue esplendorosa como antigua Ciudad de los Palacios, y llena de actividades culturales. Ya no es, tampoco, la ciudad de "Los Panchitos". Comparando temblores, ya no es la de 1985, como lo demostró 2017, porque han mejorado las normas de construcción y es demostrable que lo que se cae es, con frecuencia, por corrupción. La Ciudad de México no es de tugurios ni de miseria extendida, salvo excepciones, sino más bien de unas clases medias diversas. Tal vez la CDMX sea, en parte, lugar de surgimiento de sectores de la población acordes con la "honrada medianía", como la presidentA Claudia Sheinbaum, o la honesta Clara Brugada, pese a sus "bemoles" (que tal vez todo el mundo tenga). La CDMX no es industrial y ya tiene vínculos tenues con el campo, salvo en ciertas alcaldías como Milpa Alta. Parte de la fisionomía de la CDMX ha mejorado, y si hay grandeza, es la de quienes la trabajan, como lo mostrara el documental "En el hoyo", de Juan Carlos Rulfo, a pesar de un mal empresariado, sin siquiera sentido arquitectónico, como para ir a plantar un Museo Soumaya o algún edificio universitario sin tradición. El parque La Mexicana tal vez salve a Santa Fe de creerse que es un mini Dubái. Que Observatorio recuerda que no es. Incluso a nivel de abajo, parte -y nada más -de la población ya no es la que hacía portadas de Nexos sobre "el mexicano feo", y es notoria una mejor alimentación también en parte de "los de abajo". Ya no abundan los "tamarindos" "mordelones", ni los judiciales al acecho para extorsionar, como hasta los '80.

         Antigua Joya de la Corona, con la Nueva España, y no "milenaria", por cierto (si se cuenta el tiempo de los aztecas antes de la llegada de los españoles), así se hagan tonterías por mitomanía, y sede del poder político, no del económico, la CDMX y el antes D.F., que le han dado uno que otro presidente al país, y la presidentA Claudia Sheinbaum, también mitomanías aparte sobre el 68, destaca por dos cosas, más allá de lo enumerado: la frecuente vulgaridad de sus habitantes y la manera que tiene la urbe de corromper, y que no es nada más asunto de "los políticos", porque los mundos del espectáculo, deportivo y universitario "no cantan mal las rancheras", como se dice coloquialmente, y no es nada más el uso del "relajo" y de la fiesta que se remonta a tiempo atrás, antes incluso de "La bandida" y su uso de la "pachanga" para anudar complicidades, que es en parte -si lo sabrá el mundo de oficinistas- no un gusto, sino una de tantas formas de corromper. Son legión las historias de Televisa, las de vidas destruidas (como la de José José, emblemática, como se dice), las del deporte y quien lo dirija (de Raúl González a Ana Gabriela Guevara, ambos fronterizos), o de la vida cortesana universitaria. Esta vida se traga de todo: exilios, refugiados, gente de los más diversos orígenes nacionales, diplomáticos y "agregados", pseudopoetas, todos al usufructo y el goce de las "relaciones" para "trepar" y hacerse de privilegios, porque el D.F. y la CDMX dan más de un privilegio, insistamos que no sólo a políticos. Es la ciudad cortesana en la que, desde la arquitectura, los distintos signos del privilegio están bastante remarcados, como la disposición a tratar mal o a desconocer ("ningunear") a quien se considere que no los tiene o no da acceso a ellos. No es ciudad del mérito, aunque en algo se va abriendo un poco de paso. Es la ciudad que asocia sobrevivencia a adquisición de uno u otro privilegio, y que, curiosamente, da al que cree tener algo de estatus la creencia de que puede permitirse ser grosero.

       Ya no es la ciudad del "pinche" o de "la chingada" para los mitos de quienes descansan en Paz. A raíz de los '80, entre desclasamientos y advenedizos, es la ciudad carente de educación, por cortés que sea, y donde es de lástima el muy limitado vocabulario de quienes no pueden puntuar sin un "wey", sacar lo "banda" con un "chido", equiparar un problema a un "pedo" y algo mal hecho a una "mamada", además de buscar manchar -ciudad de maledicencia- sin querer ser manchado, profiriendo "no manches". Honra a la Ciudad de los Palacios decir: "no manches, wey, se me hace que son mamadas, pero no hay pedo, a fin de cuentas está chido". Es lenguaje banda, no "mexicanidad", y propio, como lo mostrara para otros lares el escritor José Donoso, de la atracción de la oligarquía en decadencia por la apariencia de "vitalidad" del lumpen, al igual que la del gringo. Xenofobia para el mérito: tolerancia para el gringo corruptor en la Zona Rosa, para sus muy sospechosos restaurantes sudcoreanos y, en la misma Zona, el ambulantaje y los casinos, como si no se notara con qué otro lugar de la ciudad está la conexión. El mundo universitario y el del espectáculo lo saben: el sexo es forma de corromper, por no hablar del mal gusto de cronistas fallecidos o de escritores de altura echados a perder, pero privilegiados, y que terminan por creer que por un privilegio bien vale la pena corromperse.

         La Ciudad de México, que hace rato ya no es de ninguna Epoca de Oro, es también más agringada, cuando menos desde los '80, si no es que desde antes, entre rock en tu idioma y ondas Vaselina. Luego de hacerse de la ciudad, tomándose las calles en el Mundial de Futbol de 1986, juniors, "fresas" y "pirrurris" se vieron atraídos por la alianza con el lumpen. Una parte de las clases medias, bajas incluidas, remató esta extranjerización galopante -de políticos de vacaciones en Vail o de parientes en LA-, junto con la aparición del mundo financiero proclive al fraude, con décadas de banda sinaloense como resabio de "nacionalidad": lo tóxico "echando cuerpo" dizque en nombre de lo "antitóxico". Lo peor es que se entienda vulgaridad y grosería amenazante, moda incluida, como lo típico del chilango con derecho y libertad de ser así porque le parece "de estatus": el privilegio de ser un orate y, como para otros en el mundo cortesano de las "relaciones", de pasar por encima del otro sin el menor asomo de misericordia. Era para los que iban a misa, no para quienes van al centro comercial los domingos. Contradictoria la ciudad, y desafortunada la percepción de sus privilegios: son otros que los de ser vulgar, valemadrista, gandalla, cínico, desvergonzado, maledicente, admirador de lo extranjero aunque se trate de otro aprovechado más, inmisericorde y muy "barroco": seguramente la trompa de alguien como Carlos Alazraki sea el mejor ejemplo. Ha sido la ciudad para hacer fortuna trepando, para recién llegados y advenedizos, pero también va cambiando, poco a poco, lentamente...para mejores cuidados, y si acaso perdura no la cortesía cercana a la poblana o la tlaxcalteca, apariencia, sino la amabilidad de ya generaciones de no inmigrantes que puedan ver a la ciudad y todos sus habitantes, para servirla (da click en el botón de reproducción).



LOS QUE SE QUEDARON

 Los niños están con frecuencia lejos de ser "la inocencia". Se les suele enseñar, desde "peques", lo que no es de su interés, sino de su familia, que en más de un país no entiende para qué sirve la escuela: más que aprender, los infantes ya están en "lecciones de vida" en las que se les muestra "cómo relacionarse", antes que cómo desarrollar su personalidad. Ir a la escuela es, muy temprano, ir a "hacer relaciones" que tal vez un día, si perduran, puedan ser también "conexiones" o "contactos".

         Pese a la escuela, el niño es orientado sobre con quién sí y con quién no relacionarse. Hasta los años '70, por ejemplo, y pese al inicio de la fiesta libertaria, no era raro que a un infante se le enseñara que debía evitar a otro cuyos padres se hubieran divorciado, porque era un "estigma" y el signo de alguna "desgracia". Según las situaciones, los niños ya podían ser hábiles para excluir a alguien, en colectivo, con la llamada "ley del hielo": no le hables a sutano o mengano, no te juntes con perengano. Podía ser, también, por motivos "políticos": oye, eres medio rojillo. Los niños pueden aprender no de su personalidad o de civismo, pero sí de poder, en el sentido de su uso colectivo contra el "uno". Lo extraño es que, después, los adultos reproduzcan este comportamiento escolar, aunque sea con sobrentendidos. Es, en parte, el principio del perverso o del psicópata narcisista: con un dejo libertario, aparecer como espontáneo, todo sonrisas y hasta seductor, por encanto, y al mismo tiempo con valores conservadores, del tipo de los mostrados por Carlos Fuentes en Las buenas conciencias, y que consisten en "ocultar mostrando", como han dicho algunos del barroco: "tapar". El niño malcriado ha aprendido no de la escuela, pero sí para hacer lo que le dicte la gana, y al mismo tiempo, por el "tapar", a ocultar los problemas en vez de hacer con ellos, para lo cual, aparentando un supuesto "individualismo" (que no es más que egoísmo), al mismo tiempo encuentra en la familia complicidades o cuando menos tolerancia. Si sobre una base común, de invitaciones (te invito a mi fiesta...), tiene poder y "relaciones", a las que llama "de amistad", sin saber lo que es, ya está: el infante tiene la creencia de que lo puede todo sin la menor sanción, ni se diga social. No es el "individuo hecho a sí mismo", sino el omnipotente con respaldo familiar y de "relaciones", que así entrará a la vida adulta.

         Como era por lo demás con hábitos de hacienda o de "casa poblada" y de familia extendida, era el mundo intelectual de los '70, a la vez open minded e intolerantemente conservador en algunas cosas, como la familia no sólo para recargarse, sino para torear la individuación que supone hacer con la soledad, al menos en cierto grado. Ese era el poder, por ejemplo del exilio latinoamericano en México: te invito a mi fiesta, no te juntes con tal o cual, etcétera, y relaciones en grande en asados y vinitos. Amantes, pero con el derecho conservador de vuelta a casa con tal o cual "señora". Era l base de lo que se proyectaba hacia afuera como relación de clientela, y se prolongó hasta los '80. Se le dejaba de hablar al que "caía en desgracia" si dejaba de ser la prolongación de tal o cual (ex de, esposa de, viuda de, hijo de, hija de, etcétera...), y era como sobreentendido la "ley del hielo", salvo que uno que otro de apariencia humana se apareciera a "pobretear" al "desgraciado", con lo que Hannah Arendt llamara "la caridad que humilla". El "desgraciado" o el independiente era un "don nadie" a lo sumo para "pobretear": ser "alguien" era tener "relaciones", no sólo para sí, sino para lo que fue apareciendo en los '80: para ofrecer dichas "relaciones" y saber "cotizarse", lo que se tradujo en ponerle precio a cada quien en las "relaciones", según el acceso que dieran al poder y la posibilidad de rehuir encontrarse consigo mismo. Ser persona de "contactos", "recomendaciones", etcétera: influencias. Es lo que se confundió con el mérito: no el trabajo ni la personalidad propia, más bien atrofiada, sino la apariencia de "libertad" -hasta tomarse licencias de grosería- y el "mérito" de tener y poder ofrecer y ostentar "relaciones", para lo cual algunos más tarde se siguieron en redes. "Yo soy yo y mis relaciones": cualquier problema debe ser "tapado" para "no dañar la imagen", porque las apariencias, a la hora de "hacer relaciones" y mantenerlas, suponen no "caer en desgracia". Se sumará el vedettismo en los medios. 

        Refugio en la familia, aún con sus verdaderas disfuncionalidades, entre lo que se llama coloquialmente en México "muéganos", y en las "relaciones", de la familia extensa a las logradas en el paso por el sistema educativo u algún otro lugar, hasta donde pudiera permitirlo el de trabajo, aunque más hostil: y el sempiterno cálculo de desprecio por el independiente, creyéndolo temeroso, para por aislamiento -la "ley del hielo"- hacerlo pasar por las "horcas caudinas". Para este mundo de "enchufes", el que desarrolla su personalidad no es perceptible, cuando no es un testigo incómodo de la vida que se dejó en el camino desde la infancia y sin verdaderos afectos; "todos tienen su precio", es la culminación de esta trayectoria de un "niño grandote" que ya no alcanzó a ver, salvo para cierto machacar en la destrucción, que no es así y que ningún centro comercial vende verdadera confianza, lealtad o, para ir más lejos, verdaderos afectos. Y todo por creer que, antes que crecer, lo importante es tener muchos amiguitos para jugar. Feliz coro de pajaritos. Vaya. (da click en el botón de reproducción).



miércoles, 6 de agosto de 2025

SORPRESAS TE DA LA VIDA

 La ciudadana francesa Florence Cassez, alguna vez acusada sin serlo de "secuestradora", logró salir libre por un amparo "liso y llano", hasta donde se consideró que había sido víctima de un montaje televisivo que desvirtuó todo el proceso. A pesar de numerosas demostraciones de que Cassez era inocente, NO fue declarada tal. Dicho sea de paso, las investigaciones de las periodistas Anne Vigna y Emmanuelle Steels dejaron entrever que sí existía una banda de secuestradores, pero protegida por la policía (la entonces AFI, Agencia Federal de Seguridad), y era una banda que no tenía nada que ver con Cassez, en lo absoluto. Esto quiere decir que se había franqueado un límite. En efecto, en tiempos del PRI (Partido Revolucionario Institucional), parte de la conocida eficacia de la policía mexicana estaba en su manera de tener nexos con la delincuencia, pero, eso sí, a favor de la policía, lo que se fue invirtiendo en los años '80. Como ya ha habido ocasión de recordarlo, el político priísta Manlio Fabio Beltrones llegó a decir que con el derechista partido Acción Nacional (PAN), se hacía lo que el PRI, "más lo que se imaginaba que hacía el PRI". El PRI tenía cierto sentido de Estado, pero se perdió entre los '80 y los '90: entonces, fue la delincuencia la que se tomó el gobierno, y éste se puso al servicio del crimen organizado. Es por ello que el secretario de Seguridad del gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), Genaro García Luna, se asoció con el cartel de Sinaloa y, en parte también, con el de los Beltrán Leyva, en lo que no fue nunca una "guerra contra las drogas", sino la decisión estadounidense de controlar el mercado monopolizándolo con dicho cartel, favorecido contra sus rivales para "controlar el caos".

       Junto con Cassez fue detenido Israel Vallarta. Este permaneció hasta hace poco en la cárcel, sin sentencia, pero es importante señalar lo siguiente. Primero, hay elementos para pensar que Vallarta buscó proteger a los Cassez (ya que Sébastien Cassez, hermano de Florence Cassez, hacía negocios en México) de las extorsiones de alguien llamado Eduardo Margolis, hombre de la comunidad judía en México, muy poderoso, cuyas conexiones tal vez no sean del todo conocidas, aunque entre otras cosas traficaba armas. Margolis, con contactos en la policía, decidió vengarse de Vallarta, y a éste se le fabricó de cabo a rabo un caso. No es fácil de entender que Sébastien Cassez se haya esfumado, ni que, ya liberada, tiempo después, Florence Cassez haya aceptado hablar con Margolis. El que estaba pagando "el pato", como se dice coloquialmente en México, era Vallarta, y junto con él, su familia.

      Al poco tiempo se le inventó a Vallarta ser miembro de una banda de secuestradores, "Los Zodiaco". Resulta que no lo era, ni tenía nada que ver, pero que la banda existía y estaba protegida por la AFI, por lo que, entonces, la policía protegía a delincuentes, traficaba influencias con gente como Margolis y fabricaba culpables. La delincuencia se volvió "gobierno", traficando influencias y favores, a cambio de negocios (como los hechos con Margolis, a reserva de saber si las bandas de secuestradores tenían que pagar "cuota" por ser protegidas). Vallarta no quiso salir como Cassez, sino declarado INOCENTE, lo que logró, a diferencia de Cassez, y a reserva de que haya tenido algo que ver (lo que no es seguro) la muerte de la señora Isabel Miranda de Wallace, dedicada a fabricar culpables encontrando contubernios en el aparato judicial, y notoriamente en la FGR (Fiscalía General de la República). Miranda de Wallace, premiada por su "defensa de los Derechos Humanos" y candidata alguna vez a la jefatura de gobierno capitalina, era una delincuente, como su hijo. Se trataba, aquí también, de proteger a la delincuencia fabricando culpables, aunque uno, Brenda Quevedo, logró a estas alturas importantes pasos hacia la libertad.

       Juan Rulfo le mostró alguna vez a Elías Trabulse una curiosa crónica de Indias: en caso de delito, los españoles, en vez de agarrar al culpable, se dedicaban a "prender indios", como se decía, es decir, a agarrar al primer indio que encontraran, así fuera inocente, para engañar y aparentar haber hecho justicia. No es nada más el montaje televisivo con Cassez y Vallarta, sino la regresión a tiempos coloniales, limitada en tiempos del PRI, que sí tenía esa práctica, pero no muy propagada y menos con tales espectáculos. Si acaso, lo que a partir de cierto momento era conocido era que la policía, en caso por ejemplo de asalto bancario, llegaba muy tarde y agarraba a quien se dejara  para inculpar, aunque ya con Arturo "El Negro" Durazo eran delincuentes, o más precisamente reos, los que salían de la cárcel a asaltar para darle su "parte" a la policía, como lo muestra el filme La cuarta compañía, de 2016.

      Andarse con la cantinela de "las víctimas del secuestro" es desconocer que, como casi todo país latinoamericano, México con frecuencia (no siempre) se caracteriza por el ENGAÑO, al que simplemente García Luna "redimensionó". El engaño estuvo en fabricar culpables para proteger a la delincuencia hecha "gobierno" y a los verdaderos delincuentes. Vallarta se ganó a pulso, con la ayuda de su esposa, Maria Sainz (y no faltó cierto apoyo de Cassez) la libertad y la inocencia, y puede tomarse como efecto de la reforma judicial, porque antes, ni una pifia de un mal enterado Adán Augusto López Hernández ni los formalismos anticonstitucionales de Olga Sánchez Cordero ayudaron en nada. El mérito es de Vallarta. Y puede servir de ejemplo de que, como gusta decirse, "SI se puede" frente a lo que para otros no es más que el enfermizo asunto de "saber relacionarse" para influencias y favores y tener una sensación no siempre correcta de omnipotencia. García Luna y su acólito Luis Cárdenas Palomino perdieron su libertad y, en particular, el primero midió mal sus "conexiones" con sus patrones estadounidenses, como más de un narcotraficante, aunque desde luego que se los hará hablar (El Mayo y Caro Quintero) y se los congelará, y no se les dará ninguna pena de muerte. Por criticable que sea, la autodenominada "Cuarta Transformación" no es "lo mismo o peor". Eso es de "demócratas liberales" y "progres" que no consiguen "relacionarse en la grande" (da click en el botón de reproducción).







martes, 5 de agosto de 2025

PRECISIONES: FRANCOISE PERUS

 Se proporciona aquí la información que Wikipedia decidió borrar.

     Francoise Perus falleció el 24 de junio de 2025 a consecuencia de una ruptura de aneurisma aórtico, luego de varios meses de procedimientos médicos iatrogénicos.

     Francoise Perus es la única persona en haber ganado dos veces el Premio Casa de las Américas, de Cuba (en 1976 y 1981), en Ensayo.

      Francoise Perus recibió en su último centro de adscripción, el CIALC-UNAM (Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, Universidad Nacional Autónoma de México), un homenaje (por sus 50 años de labor en la UNAM), a través de una entrevista, que se publicó como tal en la revista Cuadernos Americanos, del mismo CIALC, y que se complementa con un texto compilado en el CEPE-UNAM (Centro de Enseñanza para Extranjeros) por Horacio Molano.

     Francoise Perus se inició en la UNAM como docente, a mediados de los '70, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y pasó a ser parte, por largos años, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la misma UNAM.

     Francoise Perus creó la idea de "regímenes de literariedad", en los cuales se entrecruzan las dimensiones popular, letrada y de masas. Al momento de fallecer repentinamente, se encontraba trabajando en las figuraciones de la alteridad en América Latina y en la problemática del desdibujamiento de los Estudios Latinoamericanos. Desarrolló algunas ideas parecidas a las de la española Paloma Hernández García ("De Lutero"), en el sentido de que la reforma de Lutero creó un daño al desinstitucionalizar la Iglesia, dejar la lectura del texto religioso a la subjetividad de cada quien y dar lugar al relativismo. Francoise Perus abogó por la necesidad humana de contar con tres dimensiones trascendentes/metafísicas: cognitiva, ética y estética.

      Hasta aquí con este punto, ya que se confundió mérito y aporte con supuesta "alabanza" a una persona. Esto contrasta por lo demás con otros artículos en los que se miente o se engaña sobre tal o cual biografiado, con la reiterada negativa a enmendar, y en lo que hace entrar en juego la "otredad": hombre y latino tiene licencia, mujer y "extranjera" no puede tener derechos.

Sobre la cuestión planteada por LASA (Sección Perú), que igualmente procedió al borrado, en este caso, de un comentario:

     El segundo Premio Casa de las Américas (1981) en Cuba fue otorgado por un jurado, pero Cuba se negó a firmar el acta, y embodegó el libro, bloqueando su circulación. Lejos de ser algo así como "la Casa de todos", este centro se encargó, además de hacer gala de machismo, de significarle a Francoise Perus que, si hubiera sido por Cuba, los Premios no se le habrían otorgado. Es así que Casa de las Américas, por parte de quien la jefaturó por larguísimo tiempo, mostró su "limitada tolerancia ideológica" (teniendo por lo demás que dejar sentada su postura literalmente a gritos -literalmente, insistamos- en...Estados Unidos).

       Francoise Perus se interesó en su labor y no en el "fuste" de nadie (aunque tuvo un notorio interes por la idea de “totalidad heterogénea y no dialéctica “, de Cornejo Polar), al preferir desarrollar su propia personalidad antes que las relaciones de poder.

NO TE CONVIERTAS EN ESTADÍSTICA

 En Estados Unidos, cuando un académico muere no es motivo de mayor cosa. En algunos países de Europa, como el Reino Unido o Francia, hay de...