Hasta hace poco, algunos grupos de narcotraficantes en México habían tomado una costumbre macabra: la de arrojar cadáveres, muchas veces torturados o mutilados, a la vía pública y la vista de todos, para sembrar el terror en el "público" y contra el adversario. No era inusual que con los cadáveres hubiera una manta o un cártel con un aviso del tipo: "Sigues tú...", o "Esto les va a pasar a...".
Cuando se enteró de la muerte del líder libio Kadafi, asesinado, y mientras las imágenes de parte del homicidio se difundían una y otra vez, el presidente estadounidense, Barack Hussein "la Muñeca" Obama, declaró: "es un claro mensaje", contra, según él, quienes "mandan con puño de hierro". A los pocos días, sin lamentarse mayormente de las circunstancias en que murió dicho líder, Obama volvió a su retahíla: "este es un claro mensaje", ahora a "los dictadores de todo el planeta", lo que se acompañó de lo de siempre sobre el liderazgo estadounidense. Los medios de manipulación masiva "sembraron" la imagen hasta que escandalizara, y Obama dijo en palabras lo que otros han estilado escribir en mantas o cartulinas. El problema es que a Obama nadie le dijo nada, cuando es el "autor intelectual" de estos "mensajes" tipo "sigues tú, Bashar al-Assad".
Como a la delincuencia le gusta el espectáculo, Naciones Unidas mandó a Libia a su "embajadora de buena voluntad", Angelina Jolie, quien seguramente no se haya percatado de estar entre delincuentes. Ban Ki Moon, secretario de Naciones Unidas, no se ha percatado a su vez de que lo suyo es, supuestamente, una institución, no un antro o "table dance" para juerga de los vándalos libios.
Ya entrados a imitar en todo a Estados Unidos, hay quienes juegan a las cifras como en un casino. La ciudad sureña siria de Daraa, donde supuestamente han muerto "miles de personas", tiene 75 mil habitantes, pero las agencias occidentales le ponen 300 mil habitantes. El asunto es que, si el gobierno sirio dice que han muerto en los disturbios 1 500 personas, Naciones Unidas le sube a 3 000 muertos, sin pruebas, entre otras cosas porque los corresponsales occidentales en Siria ni se toman la molestia de ir a Siria, sino que inventan a placer desde Beirut, en Líbano. Así que hace algún tiempo, una muchacha siria de la ciudad de Homs, y de 18 años, Zeinab al-Hosni, fue, según "agencias noticiosas", asesinada y mutilada por fuerzas de seguridad de Siria. A principios de octubre, al-Hosni apareció viva y con la cabeza en su lugar en la televisión siria. En una auténtica verguenza, Human Rights Watch y Amnistía Internacional reconocieron que era un "error". En cambio, no dijeron nada de un vídeo transmitido por la agencia de noticias rusa Russia Today, en la cual se muestra a civiles sirios armados que habrían ejecutado a miembros de las fuerzas de seguridad.
Quienes se han entusiasmado por la Primavera Arabe debieran saber que estamos por entrar a la temporada Otoño-Invierno. Ello quiere decir que en Túnez las elecciones las ganaron los islamistas y en Egipto van que vuelan. En Libia, en las narices de Angelina Jolie, apenas muerto Kadafi el líder del Consejo Nacional de Transición, Mustafá Abdeljalil, declaró el 23 de octubre la charia o ley islámica, que autoriza la poligamia. El único régimen laico que queda es el sirio, donde el islamismo radical de los Hermanos Musulmanes está prohibido desde 1980.
Hace algunos meses, Recep Tayyip Erdogan, líder turco, fue a chantajear al líder sirio al-Assad: le pidió un tercio del gobierno, o cuatro ministerios, para los islamistas Hermanos Musulmanes. Como al-Assad dijo que no, el turco, a la cabeza de un país de nuevos ricos "islamistas moderados", fue a enaltecer a los tunecinos, egipcios y "rebeldes" libios.
Por cierto: ¿de qué se ríe la "Barbie" Clinton -diciendo además !"wow"!- cuando le anuncian que Kadafi ha muerto?
Dmitri Rogozin, enviado ruso ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte, considera que todo lo ocurrido alrededor de la muerte de Kadafi es sadismo. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, condenó el papel de los medios en la obvia y reiterada exhibición de parte del homicidio de Kadafi. El que considera que es normal el sadismo para "mandar mensajes" a tal o cual ni siquiera es visto como la víbora que cada vez más parece ser.
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miércoles, 26 de octubre de 2011
sábado, 22 de octubre de 2011
DESDE HONOLULU VENGO...
Lástima que el presidente ruso, Dmitri Medvedev, halla mandado a callar a Vladimir Putin, primer ministro, cuando éste se refirió a la agresión contra Libia como parte de una "cruzada".
En esta cruzada se confirmó que la diplomacia no importa. Como Hussein y Milosevic, Kadafi intentó negociar, sin derecho a que su voz fuera escuchada. Kadafi pidió mediación rusa y no la encontró. Para Occidente, la diplomacia no supone negociar, porque sería como reconocerle existencia al otro. La diplomacia no pasa de ser un cálculo para ganar tiempo mientras se impone lo que decida el más fuerte.
La política no importa. Muerto Kadafi, Barack Hussein Obama, presidente estadounidense, declaró a nombre del "pueblo libio". Esto se llama psitacismo, hablar sin entender el significado de lo que uno dice. Porque al "pueblo libio" no hay foto ni vídeo que lo muestre aclamando a sus "redentores" en las calles, que lucen vacías, como si la gente hubiera huido o se hubiera recluido en casa por temor a lo que se llama "gente que merodea", con esas barbas estilo Arrolladora Banda de mi pueblo o Pasito Duranguense. En ningún momento se vió que el "pueblo libio" saliera a festejar la muerte del "tirano". Obama habla en nombre de espíritus invisibles, que es a lo que está reducida la política occidental.
Se acabó la ley. Ni siquiera la Constitución estadounidense autoriza a asesinar al líder de otro país. De todos modos, discutir como si hubiera ley y Kadafi hubiera debido ser tratado como "prisionero de guerra" es un absurdo. Nunca hubo declaración de guerra contra Libia, lo que es tanto como haberle quitado a Kadafi cualquier garantía legal: en estas circunstancias, cualquier sicario podía meterle un tiro. Suponiendo que Kadafi murió por heridas, su hijo, Mutassim Kadafi, fue capturado vivo, según lo probó la agencia de prensa rusa Russia Today. El hijo de Kadafi aparece en un video fumando y bebiendo agua, sin signos de estar al borde de la muerte. Luego, Mutassim aparece muerto. Se trata de una ejecución permitida por los vacíos legales mencionados: nunca se le declaró la guerra a Libia.
Se terminó el derecho a la información. Durante semanas se difundió la especie de que en una cárcel de Abu Salim, en la capital libia, se encontró una fosa común con restos de 1 200 asesinados, supuestamente por Kadafi. Incluso la cadena CNN comprobó que era un invento y los huesos no eran de humanos (seguramente eran de camellos disidentes...). De igual modo, nunca hubo festejo en la plaza verde de Trípoli, ya que el supuesto "festejo" fue filmado en Qatar, según lo comprobó Russia Today. No hay respeto por la opinión pública porque en Occidente no hay opinión pública.
Ni siquiera hay lógica. Muerto Kadafi, Obama declaró que "se perseveró para proteger civiles libios". En la línea siguiente, el discurso dice: "mientras tanto, el valeroso pueblo libio combatió por su propio futuro y quebró la espina del régimen". Como una línea sigue a la otra, lo que dijo Ronald Obama, o Barack Reagan, como se prefiera, es que se protegió a los sicarios que tumbaron al régimen de Kadafi.
Todo lo anterior significa que en Occidente no valen la diplomacia, la política, las palabras, la ley ni el derecho (a la información, por ejemplo). Hace algún tiempo, no faltaba el que dijera que de Rusia iba a salir quién sabe qué Weimar "revanchista". Es la atmósfera de Occidente la que está cargada de violencia, de ánimo de revancha y de delincuencia.
Lo único que cuenta, en la manera de exhibir a Kadafi muerto (exhibición en el mejor estilo de los cárteles de la droga mexicanos), es convertir todo lo enumerado en simple morbo y nota roja. Como en los periódicos de nota roja se exhiben traseros junto al cadáver de turno, Lady Gaga tuvo a bien, poco antes de que muriera Kadafi, hacerle un "show" a William Clinton, ex presidente estadounidense, "show" realizado a una altura similar a la de la señorita Lewinski. Bacanal para los ricos, nota roja para los pobres: lo demás, se está yendo al diablo.
En esta cruzada se confirmó que la diplomacia no importa. Como Hussein y Milosevic, Kadafi intentó negociar, sin derecho a que su voz fuera escuchada. Kadafi pidió mediación rusa y no la encontró. Para Occidente, la diplomacia no supone negociar, porque sería como reconocerle existencia al otro. La diplomacia no pasa de ser un cálculo para ganar tiempo mientras se impone lo que decida el más fuerte.
La política no importa. Muerto Kadafi, Barack Hussein Obama, presidente estadounidense, declaró a nombre del "pueblo libio". Esto se llama psitacismo, hablar sin entender el significado de lo que uno dice. Porque al "pueblo libio" no hay foto ni vídeo que lo muestre aclamando a sus "redentores" en las calles, que lucen vacías, como si la gente hubiera huido o se hubiera recluido en casa por temor a lo que se llama "gente que merodea", con esas barbas estilo Arrolladora Banda de mi pueblo o Pasito Duranguense. En ningún momento se vió que el "pueblo libio" saliera a festejar la muerte del "tirano". Obama habla en nombre de espíritus invisibles, que es a lo que está reducida la política occidental.
Se acabó la ley. Ni siquiera la Constitución estadounidense autoriza a asesinar al líder de otro país. De todos modos, discutir como si hubiera ley y Kadafi hubiera debido ser tratado como "prisionero de guerra" es un absurdo. Nunca hubo declaración de guerra contra Libia, lo que es tanto como haberle quitado a Kadafi cualquier garantía legal: en estas circunstancias, cualquier sicario podía meterle un tiro. Suponiendo que Kadafi murió por heridas, su hijo, Mutassim Kadafi, fue capturado vivo, según lo probó la agencia de prensa rusa Russia Today. El hijo de Kadafi aparece en un video fumando y bebiendo agua, sin signos de estar al borde de la muerte. Luego, Mutassim aparece muerto. Se trata de una ejecución permitida por los vacíos legales mencionados: nunca se le declaró la guerra a Libia.
Se terminó el derecho a la información. Durante semanas se difundió la especie de que en una cárcel de Abu Salim, en la capital libia, se encontró una fosa común con restos de 1 200 asesinados, supuestamente por Kadafi. Incluso la cadena CNN comprobó que era un invento y los huesos no eran de humanos (seguramente eran de camellos disidentes...). De igual modo, nunca hubo festejo en la plaza verde de Trípoli, ya que el supuesto "festejo" fue filmado en Qatar, según lo comprobó Russia Today. No hay respeto por la opinión pública porque en Occidente no hay opinión pública.
Ni siquiera hay lógica. Muerto Kadafi, Obama declaró que "se perseveró para proteger civiles libios". En la línea siguiente, el discurso dice: "mientras tanto, el valeroso pueblo libio combatió por su propio futuro y quebró la espina del régimen". Como una línea sigue a la otra, lo que dijo Ronald Obama, o Barack Reagan, como se prefiera, es que se protegió a los sicarios que tumbaron al régimen de Kadafi.
Todo lo anterior significa que en Occidente no valen la diplomacia, la política, las palabras, la ley ni el derecho (a la información, por ejemplo). Hace algún tiempo, no faltaba el que dijera que de Rusia iba a salir quién sabe qué Weimar "revanchista". Es la atmósfera de Occidente la que está cargada de violencia, de ánimo de revancha y de delincuencia.
Lo único que cuenta, en la manera de exhibir a Kadafi muerto (exhibición en el mejor estilo de los cárteles de la droga mexicanos), es convertir todo lo enumerado en simple morbo y nota roja. Como en los periódicos de nota roja se exhiben traseros junto al cadáver de turno, Lady Gaga tuvo a bien, poco antes de que muriera Kadafi, hacerle un "show" a William Clinton, ex presidente estadounidense, "show" realizado a una altura similar a la de la señorita Lewinski. Bacanal para los ricos, nota roja para los pobres: lo demás, se está yendo al diablo.
miércoles, 19 de octubre de 2011
EL PAPI DE LOS INDIGNADOS
Hace pocos días, un grupo de intelectuales llamó a apoyar a los indignados del mundo. Por la forma del llamado, da la impresión de que esos intelectuales no tienen interés en fungir como tales y brindar un servicio, sino en "surfear" los movimientos sociales, subiéndose a la cresta de la ola y llamando la atención. Actualmente, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), junto a sus aliados libios, está combatiendo a los leales a Kadafi en la ciudad de Sirte, y masacrando a civiles, niños incluidos. Cuando los intelectuales llaman a derrocar al "Kadafi global", están llamando a los jóvenes indignados del mundo a matar niños y, de una manera general, civiles, haciéndolo además de la manera más cobarde, desde el aire, con aviones o helicópteros artillados. Otra vez, la lógica no importa: importa "cómo suena", "quién lo dice" y no el significado. Lo mismo vale para el llamado a acabar con el "Assad global".
Hoy está probado que las revueltas de Túnez y Egipto, las de la llamada "primavera árabe", no fueron espontáneas. El autor intelectual es Gene Sharp, un octogenario estadounidense del Albert Einstein Institute, y que escribiera, entre otros, un manual -sin duda más práctico que el vil Nikitin o una Harnecker, causante de la caída de Allende, al parecer- para derrocar gobiernos por la vía no-violenta. El manual, que incluye 198 recomendaciones y es en realidad una invitación a provocar, está disponible en la Web, bajo el nombre "De la dictadura a la democracia". Sharp ya había tenido que ver en provocaciones en el Báltico y contra la extinta República Democrática Alemana.
Muy en concreto, Sharp inspiró al movimiento serbio "Otpor" (Resistencia), que derrocó a Slobodan Milosevic y lo llevó al Tribunal Internacional de La Haya. "Otpor", aunque parecía asunto espontáneo de jóvenes, recibió financiamiento de la USAID, de National Endowment for Democracy y del International Republican Institute, además de ayuda del magnate húngaro estadounidense George Soros, rey de la especulación y los golpes bajos contra Europa y Asia. A "Otpor" le llegó la ayuda vía Hungría y vía la mafiosa república de Montenegro, donde pueblos enteros dependen del crimen internacional para vivir. Logrado el golpe bajo, de "Otpor" nació el Centre for Applied Non Violent Actions and Strategies, y muy en particular Srda Popovic, líder serbio de la agrupación, con estancias reiteradas en Estados Unidos (lo prueban videos del sitio "globalresearch.ca"), decidió convertirse en mercenario de los estadounidenses para este tipo de provocaciones.
Curiosamente, el símbolo de "Otpor", un puño en alto, apareció tal cual en Egipto, en la plaza de Tahrir. Hoy se sabe que gente como el líder de la "primavera" egipcia, Mohamed Adel, recibió adiestramiento en el año 2009 en Belgrado. En cuanto a Popovic, está directamente ligado al entrenamiento de "líderes" de la "primavera tunecina". Popovic tiene actualmente financiamiento del Congreso de Estados Unidos. En suma, lo de Egipto y Túnez no fue espontáneo.
Los indignados estadounidenses de Wall Street han recibido apoyo de Soros, Popovic y otros que, al parecer, quieren algo así como un capitalismo que se guíe por el amor al prójimo y no por la ganancia. Estos indignados atraen a los hijos de la nomenklatura de izquierda, metidos a "revolucionarios de colores" y otros radicalismos "chic".
En nombre de "los ciudadanos" y "la sociedad civil", se trata de hacer creer que hay algo así como una "mano invisible" que mueve a los jóvenes y a otros a la democracia y el bienestar. El asunto no es del capitalismo, sino de quienes, por pereza mental y por falta de sentido de servicio público y social, sirven de pantalla para provocadores y, dicho sea de nuevo, mercenarios al servicio de un imperio vivito y coleando, que está ocupado en sus intereses, pero al que no le vienen mal "tontos útiles" que hagan creer que la ganancia de uno es una oportunidad "para todos". Al fin y al cabo, para éso está Obama.
Tal vez, algún día, termine la corrupción imperante en el mundo intelectual "global", y la demagogia de unos cuántos dedicados a hacerse los interesantes con lo que sea. Hace cerca de dos décadas que el Comité estadounidense de Santa Fe, encabezado por el halcón Roger Fontaine, dijo que era hora de coptar a los intelectuales cantándoles una de Gramsci. Ya está.
Hoy está probado que las revueltas de Túnez y Egipto, las de la llamada "primavera árabe", no fueron espontáneas. El autor intelectual es Gene Sharp, un octogenario estadounidense del Albert Einstein Institute, y que escribiera, entre otros, un manual -sin duda más práctico que el vil Nikitin o una Harnecker, causante de la caída de Allende, al parecer- para derrocar gobiernos por la vía no-violenta. El manual, que incluye 198 recomendaciones y es en realidad una invitación a provocar, está disponible en la Web, bajo el nombre "De la dictadura a la democracia". Sharp ya había tenido que ver en provocaciones en el Báltico y contra la extinta República Democrática Alemana.
Muy en concreto, Sharp inspiró al movimiento serbio "Otpor" (Resistencia), que derrocó a Slobodan Milosevic y lo llevó al Tribunal Internacional de La Haya. "Otpor", aunque parecía asunto espontáneo de jóvenes, recibió financiamiento de la USAID, de National Endowment for Democracy y del International Republican Institute, además de ayuda del magnate húngaro estadounidense George Soros, rey de la especulación y los golpes bajos contra Europa y Asia. A "Otpor" le llegó la ayuda vía Hungría y vía la mafiosa república de Montenegro, donde pueblos enteros dependen del crimen internacional para vivir. Logrado el golpe bajo, de "Otpor" nació el Centre for Applied Non Violent Actions and Strategies, y muy en particular Srda Popovic, líder serbio de la agrupación, con estancias reiteradas en Estados Unidos (lo prueban videos del sitio "globalresearch.ca"), decidió convertirse en mercenario de los estadounidenses para este tipo de provocaciones.
Curiosamente, el símbolo de "Otpor", un puño en alto, apareció tal cual en Egipto, en la plaza de Tahrir. Hoy se sabe que gente como el líder de la "primavera" egipcia, Mohamed Adel, recibió adiestramiento en el año 2009 en Belgrado. En cuanto a Popovic, está directamente ligado al entrenamiento de "líderes" de la "primavera tunecina". Popovic tiene actualmente financiamiento del Congreso de Estados Unidos. En suma, lo de Egipto y Túnez no fue espontáneo.
Los indignados estadounidenses de Wall Street han recibido apoyo de Soros, Popovic y otros que, al parecer, quieren algo así como un capitalismo que se guíe por el amor al prójimo y no por la ganancia. Estos indignados atraen a los hijos de la nomenklatura de izquierda, metidos a "revolucionarios de colores" y otros radicalismos "chic".
En nombre de "los ciudadanos" y "la sociedad civil", se trata de hacer creer que hay algo así como una "mano invisible" que mueve a los jóvenes y a otros a la democracia y el bienestar. El asunto no es del capitalismo, sino de quienes, por pereza mental y por falta de sentido de servicio público y social, sirven de pantalla para provocadores y, dicho sea de nuevo, mercenarios al servicio de un imperio vivito y coleando, que está ocupado en sus intereses, pero al que no le vienen mal "tontos útiles" que hagan creer que la ganancia de uno es una oportunidad "para todos". Al fin y al cabo, para éso está Obama.
Tal vez, algún día, termine la corrupción imperante en el mundo intelectual "global", y la demagogia de unos cuántos dedicados a hacerse los interesantes con lo que sea. Hace cerca de dos décadas que el Comité estadounidense de Santa Fe, encabezado por el halcón Roger Fontaine, dijo que era hora de coptar a los intelectuales cantándoles una de Gramsci. Ya está.
miércoles, 12 de octubre de 2011
MIENTANOS SIN MEDIDA NI CLEMENCIA
El 22 de septiembre de 2009, la agencia rusa de noticias Ria Novosti, en su sección de Infografía, daba cuenta de que los misiles iraníes Shahab-3, desarrollados junto con Norcorea, podían llegar a la periferia de Europa, pero no mucho más allá de los Balcanes, ni siquiera a Polonia o la República Checa. El Shahab-5 (Irán tendría hasta el Sahab-4), que Irán no tiene, no llegaría ni siquiera a toda España: apenas podría tocar Cataluña. Ahora que España aceptó tener parte del escudo antimisiles en la base de Rota, Madrid respondió, a las objeciones de Moscú, que dicho escudo no está dirigido contra "nadie": es puramente defensivo, aunque España, dicho sea de paso, no está amenazada bélicamente por nadie, ni siquiera por los Shahab de los que dispone hoy Irán. Es lo mismo que con Turquía: se participa en el escudo antimisiles contra "nadie" y para defenderse de la amenaza de "nadie", es decir, es algo equivalente a jugar al golf porque no hay nada más interesante que hacer, o a ver una película en casa.
Sin embargo, Rusia no está contenta. Según el director de la revista rusa "Defensa Nacional", Igor Korótchenko, según los cálculos del Estado Mayor General de Rusia, a partir del año 2015 el escudo antimisil ya podrá impactar al territorio ruso, interceptando una parte de los misiles balísticos rusos. En el mismo sentido van las declaraciones de Dmitri Rogozin, embajador de Rusia ante la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), quien sostuvo hace poco que el escudo antimisiles estará en capacidad de controlar todo el territorio europeo ruso. La Infografía de Ria Novosti sobre el escudo antimisiles no deja lugar a dudas. En nombre de la defensa contra Irán, se prepara algo contra armas que Irán no tiene, pero Rusia sí.
Es en un plazo de unos seis años, poco más o poco menos, que las relaciones entre Occidente y Rusia pueden llegar a estar en muy mal estado. No es lo único. Tal parece que Occidente ya no es capaz de "nombrar" lo que está ocurriendo con la economía, que no "arranca". En estas condiciones, pueden coincidir el agravamiento de la crisis económica con una situación apenas veladamente prebélica. La crisis económica está golpeando a Occidente, pero es poco probable que el nuevo "arranque" se de en China o Japón. La única potencia que no está pasando por una situación económica demasiado grave es Rusia. ¿Aguantaría Estados Unidos que su antiguo rival salga adelante y no se hunda con los demás, que son sobre todo europeos y asiáticos?
Al parecer, Estados Unidos calcula de nuevo utilizar la supuesta "amenaza iraní", contando lo que sea y encontrando una mala voluntad desatada que lo repita. Los Guardias de la Revolución iraní querían "levantar" al embajador saudiárabe en Washington y, tal parece que con asesoría de narcos mexicanos, tirarlo frente a la Casa Blanca, envuelto en una bolsa de plástico amarrada con cinta canela y con una narcomanta islamista que dijera: "Barack: o te compones o te compongo. Ajmadineyad". Afortunadamente, Estados Unidos detuvo este "compló". Que a principios de octubre haya habido un atentado terrorista en Somalia que dejó a decenas de muertos es algo que a Washington, la verdad, no le importa en lo más mínimo: que los famélicos se las arreglen con Angelina Jolie, porque Obama, cuya familia de origen viene de no mucho más lejos que Somalia, está más preocupado por prestarle al complejo militar-industrial los servicios que requiere para gastarse el dinero de los indignados. Que se mueran los feos.
Sin embargo, Rusia no está contenta. Según el director de la revista rusa "Defensa Nacional", Igor Korótchenko, según los cálculos del Estado Mayor General de Rusia, a partir del año 2015 el escudo antimisil ya podrá impactar al territorio ruso, interceptando una parte de los misiles balísticos rusos. En el mismo sentido van las declaraciones de Dmitri Rogozin, embajador de Rusia ante la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), quien sostuvo hace poco que el escudo antimisiles estará en capacidad de controlar todo el territorio europeo ruso. La Infografía de Ria Novosti sobre el escudo antimisiles no deja lugar a dudas. En nombre de la defensa contra Irán, se prepara algo contra armas que Irán no tiene, pero Rusia sí.
Es en un plazo de unos seis años, poco más o poco menos, que las relaciones entre Occidente y Rusia pueden llegar a estar en muy mal estado. No es lo único. Tal parece que Occidente ya no es capaz de "nombrar" lo que está ocurriendo con la economía, que no "arranca". En estas condiciones, pueden coincidir el agravamiento de la crisis económica con una situación apenas veladamente prebélica. La crisis económica está golpeando a Occidente, pero es poco probable que el nuevo "arranque" se de en China o Japón. La única potencia que no está pasando por una situación económica demasiado grave es Rusia. ¿Aguantaría Estados Unidos que su antiguo rival salga adelante y no se hunda con los demás, que son sobre todo europeos y asiáticos?
Al parecer, Estados Unidos calcula de nuevo utilizar la supuesta "amenaza iraní", contando lo que sea y encontrando una mala voluntad desatada que lo repita. Los Guardias de la Revolución iraní querían "levantar" al embajador saudiárabe en Washington y, tal parece que con asesoría de narcos mexicanos, tirarlo frente a la Casa Blanca, envuelto en una bolsa de plástico amarrada con cinta canela y con una narcomanta islamista que dijera: "Barack: o te compones o te compongo. Ajmadineyad". Afortunadamente, Estados Unidos detuvo este "compló". Que a principios de octubre haya habido un atentado terrorista en Somalia que dejó a decenas de muertos es algo que a Washington, la verdad, no le importa en lo más mínimo: que los famélicos se las arreglen con Angelina Jolie, porque Obama, cuya familia de origen viene de no mucho más lejos que Somalia, está más preocupado por prestarle al complejo militar-industrial los servicios que requiere para gastarse el dinero de los indignados. Que se mueran los feos.
miércoles, 5 de octubre de 2011
UN MUNDO MARAVILLOSO
España acaba de anunciar que a partir del año 2013, prestará su base naval de Rota (Cádiz), al sur de Andalucía, para el escudo antimisiles de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), esto es, para buques de guerra equipados con misiles interceptores SM-3. Hay que poner mucha atención al anuncio: según la prensa española, con lo anterior la OTAN podrá tener un mejor control del Mediterráneo oriental, para patrullarlo. Cualquiera que vea un mapa se dará cuenta de que no hay relación entre Rota e Irán, pero sí entre España, el Mediterráneo, Libia y, más aún, la presión que se ejerce sobre Siria. En vez de erizar el golfo Pérsico (que es donde se encuentra Irán) de armas, el asunto va por el Mediterráneo, y además, oriental.
En el anuncio, las agencias de prensa, prácticamente todas, han señalado que Holanda se sumará al escudo antimisiles, lo que no tiene absolutamente nada que ver con Irán. Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la OTAN, va muy con prisa: ha declarado que el escudo antimisiles debe estar listo muy pronto, para el año 2018, con lo que se adelanta a los plazos de Obama, sin explicación.
Los rusos siguen pidiendo su pacto germano-soviético de caricatura: es decir, una garantía jurídica de que no serán agredidos. El asunto es de años de promesas, pactos, garantías y lo que sea, pero Occidente se salta la ley como quiere y la palabra dada ya no significa nada, ni entre las naciones, ni entre los individuos.
Hace algún tiempo, el primer vice-presidente de la Academia rusa de problemas geopolíticos, Konstantin Sivkov, argumentó que Occidente quiere aprovechar lo que hay de debilidad en Rusia. La debilidad es real y el tiempo corre, si Moscú quiere construir una capacidad de respuesta asimétrica a un eventual golpe proveniente del exterior.
Lo grave, sin embargo, es que, como lo escribiera en algún momento el periodista Serguei Balmasov para Pravda.ru, Washington, a tono con lo de que "el león cree que todos son de su condición", supone que, por debilidad y por no enajenarse al mundo exterior, Rusia no osará dar un golpe. Es decir, como lo dice Balmasov, los occidentales creen que Moscú está en el bluff, pero sin capacidad de respuesta. Para colmo, hay desde luego antecedentes históricos de este tipo de creencia.
Todo este despliegue militar, aparatoso y costoso, no provoca la indignación de nadie, ni es de esperar que la haya de una izquierda que quiere, "after neoliberalism" o "the day after", un capitalismo con rostro humano, es decir, que sea con una sonrisa impecable y un "hi!" que se liquide toda alternativa. De hecho, son los restos de una extrema izquierda que, tocándose con su otro extremo gemelo y criminal, no ha dicho nada de lo que sucede hoy por hoy en Libia, ni ha sido capaz de desenmascarar los montajes en Siria (algunos, atroces, de carnicerías cometidas por opositores y mostradas por Russia Today), ni quiere entender que no por tener un rostro cualquier humano es digno de que se le llame tal. Así que, ahora, resultará que no hay relación entre Rota, Libia y Siria, ni entre el Mediterráneo oriental y el Mar Negro, y para colmo, Rusia alega que no tolerará ningún escudo antimisiles en Polonia, siendo que, según la agencia rusa Ria Novosti, para 2018 sí habrá despliegue de SM-3 en suelo polaco, donde por lo demás ya están soldados estadounidenses y Patriots en la localidad de Morag.
Nada tiene relación con nada: ocurre simplemente que en las altas esferas militares y políticas ya se ha legalizado una pequeña dosis individual de droga, y que entre risita y risotada, los tamales de Michelle y el baby de Carla, nuestros demócratas se preguntan a quién bombardear la semana que viene. Pos nomás, si me concencia me dice que me lo quebre, me lo quebro, y si no, non me lo quebro. Mi "just cause" es "just because".
En el anuncio, las agencias de prensa, prácticamente todas, han señalado que Holanda se sumará al escudo antimisiles, lo que no tiene absolutamente nada que ver con Irán. Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la OTAN, va muy con prisa: ha declarado que el escudo antimisiles debe estar listo muy pronto, para el año 2018, con lo que se adelanta a los plazos de Obama, sin explicación.
Los rusos siguen pidiendo su pacto germano-soviético de caricatura: es decir, una garantía jurídica de que no serán agredidos. El asunto es de años de promesas, pactos, garantías y lo que sea, pero Occidente se salta la ley como quiere y la palabra dada ya no significa nada, ni entre las naciones, ni entre los individuos.
Hace algún tiempo, el primer vice-presidente de la Academia rusa de problemas geopolíticos, Konstantin Sivkov, argumentó que Occidente quiere aprovechar lo que hay de debilidad en Rusia. La debilidad es real y el tiempo corre, si Moscú quiere construir una capacidad de respuesta asimétrica a un eventual golpe proveniente del exterior.
Lo grave, sin embargo, es que, como lo escribiera en algún momento el periodista Serguei Balmasov para Pravda.ru, Washington, a tono con lo de que "el león cree que todos son de su condición", supone que, por debilidad y por no enajenarse al mundo exterior, Rusia no osará dar un golpe. Es decir, como lo dice Balmasov, los occidentales creen que Moscú está en el bluff, pero sin capacidad de respuesta. Para colmo, hay desde luego antecedentes históricos de este tipo de creencia.
Todo este despliegue militar, aparatoso y costoso, no provoca la indignación de nadie, ni es de esperar que la haya de una izquierda que quiere, "after neoliberalism" o "the day after", un capitalismo con rostro humano, es decir, que sea con una sonrisa impecable y un "hi!" que se liquide toda alternativa. De hecho, son los restos de una extrema izquierda que, tocándose con su otro extremo gemelo y criminal, no ha dicho nada de lo que sucede hoy por hoy en Libia, ni ha sido capaz de desenmascarar los montajes en Siria (algunos, atroces, de carnicerías cometidas por opositores y mostradas por Russia Today), ni quiere entender que no por tener un rostro cualquier humano es digno de que se le llame tal. Así que, ahora, resultará que no hay relación entre Rota, Libia y Siria, ni entre el Mediterráneo oriental y el Mar Negro, y para colmo, Rusia alega que no tolerará ningún escudo antimisiles en Polonia, siendo que, según la agencia rusa Ria Novosti, para 2018 sí habrá despliegue de SM-3 en suelo polaco, donde por lo demás ya están soldados estadounidenses y Patriots en la localidad de Morag.
Nada tiene relación con nada: ocurre simplemente que en las altas esferas militares y políticas ya se ha legalizado una pequeña dosis individual de droga, y que entre risita y risotada, los tamales de Michelle y el baby de Carla, nuestros demócratas se preguntan a quién bombardear la semana que viene. Pos nomás, si me concencia me dice que me lo quebre, me lo quebro, y si no, non me lo quebro. Mi "just cause" es "just because".
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