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martes, 29 de septiembre de 2020

EL SALVADOR: HASTA QUE SALIÓ EL PEINE...

 Como lo dijera recientemente el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa, difícilmente puede estarse en democracia si no se piensa en el papel que están jugando los medios de comunicación masiva. Sin decirlo, la mayoría de las veces éstos responden a intereses nada inocentes. Es de agradecerle a uno que otro bruto que no sabe mucho del asunto que haya revelado en su cuenta de Twitter que el periódico digital salvadoreño El Faro recibe dinero de la Open Society Foundation, para más señas organismo del siniestro magnate estadounidense de origen húngaro George Soros. Afortunadamente, el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, no parece tener un pelo de tonto y enfiló en una alocución del 24 de septiembre contra la Open Society, que también estaría financiado a otra publicación de El Salvador, Factum.

     Bukele fue acusado por El Faro de estar negociando con la pandilla M 13 en El Salvador. Si fuera cierto, podría decirse ¿y qué?, puesto que lo han hecho otros gobiernos salvadoreños sin que nadie les metiera ruido, incluyendo a Mauricio Funes con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Lo que contará serán los resultados: que bajen duraderamente los homicidios o no, y hasta ahora Bukele ha tenido un excelente récord aunque, atención, esté siendo bloqueado...por políticos entre los cuales no faltan los asociados a los delincuentes (las "maras"). ¿El Faro va a meterse a investigar los vínculos de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) con las pandillas?¿O se trata de defender los Derechos Humanos de ARENA y las "maras" cayéndole al mismo tiempo a Bukele? Porque quienes critican hoy al mandatario de El Salvador no dijeron nada en el pasado, en particular sobre la complicidad entre la ARENA y los pandilleros (ni sobre la tregua pactada con Funes, tampoco). Como Bukele ha decidido defenderse de los ataques y averiguar qué intereses pudiera haber detrás de ellos, lo que incluye auditar a El Faro por si estuviera lavando dinero, ya han puesto el grito en el cielo quienes creen que están ante "el Trumpito" centroamericano. Bukele lo dijo con claridad: al parecer, desmentir las mentiras de tal o cual publicación opositora es "atacar la libertad de expresión". Perdón, ¿alguien ha sido golpeado?. Es lo que preguntó Bukele. Ya se ha dicho por lo demás aquí qué intereses de los empresarios Simán están buscándole las pulgas al presidente salvadoreño. Pero ante los huevos tan azules de algunos (que retuitean las tonterías del periodista Oscar Martínez a la velocidad de rayo), hay más precisiones qué hacer, porque no es que "todos son iguales" y que hay que salir a destruir a quien quiera cambiar las cosas (como antes con "los demonios" del FMLN).

     Para más señas, en efecto, unos 500 periodistas de 49 países se han acordado de repente y al unísono de que existe El Salvador, para reclamar "libertad de expresión", no nos hagamos, por consigna, puesto que lo hicieron en respaldo a una petición de la Fundación Gabo.¿Consejo Rector de este organismo? Alguien como Carlos Fernando Chamorro, un atorrante que está en Nicaragua sin mayores problemas para incitar sin tapujos al derrocamiento del gobierno de Daniel Ortega. O Sergio Ramírez, otro nicaraguense, escritor amante de las entelequias. ¿Aliados históricos de la Fundación que lleva el nombre de Gabriel García Márquez? El Banco Mundial, por ejemplo, o el Banco Interamericano de Desarrollo, o la colombiana Caracol TV, o Clarín, de Argentina. ¿El monopolio o cuasi-monopolio como modelos de la "libertad de expresión", es de éso que se trata? Pero también Coca-Cola y un par de embajadas, la estadounidense y la británica (!no hay otras!), o la tapadera de la Central de Inteligencia Americana (CIA), la National Endowment for Democracy (NED, o Fundación Nacional para la Democracia), conocida por su afición a derrocar gobiernos "incómodos" para Estados Unidos. También está la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional(USAID), además de una archirequeteconocida universidad pública de México o la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura  (UNESCO). ¿Se puede saber qué hacen esa archiconocida universidad pública y la UNESCO con las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña, los grandes monopolios mediáticos de Colombia y Argentina, la Coca Cola o tapaderas de la CIA como la Open Society y la NED? Para colmo, todos pertrechados bajo el nombre del vanidoso que se reclamara de izquierda, el escritor colombiano Gabriel García Márquez, quien encima de todo se atrevió a morirse sin darle una explicación de su castrismo a un periodista mercenario de El Universal y antes de Milenio. !Qué tupé el de Gabo!

     Como está también el periódico mexicano Reforma, enfilaron contra Bukele gente como Carmen Aristegui o Juan Villoro, quien no debe tener ni la menor idea de a qué hora es el partido de fútbol El Salvador contra Necaxa, suponiendo que lo haya. Parece que estar en el llamado "cuarto poder" se toma como garantía de impunidad: se puede decir lo que sea sin dar pruebas u ofreciendo apenas lugares comunes, o difamar, o mentir como si no hubiera compromiso con el público, o sobre todo andar con la falacia de la verdad a medias, si es que entre funcionarios de Bukele han habido negociaciones con la MS 13. Francamente, ¿y qué? (da click abajo en el botón de reproducción para inspirarte). El mandatario salvadoreño demostró que en lo de los archivos de la masacre de El Mozote la "prensa independiente" estaba diciendo mentiras y jugando además con fuego. A estas alturas, ni al diputado del FMLN Shafick Handal Jr. da gusto escuchar, a tal punto está imbuido de la mentalidad Demócrata a la estadounidense: al parecer, con los pandilleros no vale la represión. porque no le gusta a Human Rights Watch. Pero...tampoco la negociación. Cualquiera que ponga atención se puede dar cuenta de que a Bukele se le ha estado acusando, bajo presión de los globalistas financieros, de dos cosas contradictorias. Con tal de joder y paralizar, por lo visto. Desde fuera de El Salvador -Montréal en Canadá, por ejemplo- es todavía más cómodo. Y todavía un fariseo pregunta ¿de dónde salió tanto fariseo? Es lo mejor de lo mejor. Exquisito.




lunes, 28 de septiembre de 2020

COVID 19, LA NEGLIGENCIA QUE SIGUE

 

El mapa de aquí arriba no tiene ningún secreto. Como se puede observar, y contra lo que había pronosticado la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuya función parece ser la de mantener el miedo tanto tiempo como sea posible, la epidemia de SARS-Cov-2 no ha hecho mayores estragos en Africa, donde es común el uso de antipalúdicos (contra la malaria): hidroxicloroquina, pero también primaquina o artemisina. Agreguemos que en el caso de Haití, un país pobrísimo, el número de muertos en total se mantiene muy bajo, 227 a la fecha. El presidente haitiano, Jovenel Moise, acordó importar de Madagascar un cocktail a base de artemisina contra la Covid 19. El último pico fuerte de la enfermedad en el país antillano fue en junio y desde entonces la curva de contagios y muertes ha ido a la baja. Cabe agregar que dos países más, Irán y Arabia Saudita, están ya tratando con hidroxicloroquina con muy buenos resultados. En cambio Francia, que prohibió el uso de hidroxicloroquina, bate récord mundial de letalidad (muertos/contagiados), según lo dió a conocer recientemente el doctor Christian Perrone. No se trata de una enfermedad de países pobres, donde no se ha producido ningún "apocalipsis de millones".

     Por lo visto, el asunto es otro. Mientras que países socialistas han logrado un muy buen control de la enfermedad (el más ejemplar ha sido Vietnam, pero también están China y Cuba), la Covid 19 ha hecho estragos en países ricos en gran medida por la negligencia de las autoridades médicas, desde Francia hasta Estados Unidos. En el caso de Francia, los absurdos continúan: a fuerza de hacer pruebas a diestra y siniestra se han multiplicado los falsos positivos, y se habla además de un "rebrote" que no deja de ser extraño; efectivamente, vuelven los contagiados, pero esta vez no las muertes, por lo que podría tratarse de una mutación más bien benigna del virus. El asunto parece ser seguir asustando a la gente.

     Desde ese último punto de vista, el subsecretario de Salud mexicano, Hugo López-Gatell, no oye más que a las autoridades médicas estadounidenses y a la OMS, y anuncia, con ellas, que ya viene el siguiente desastre: la temporada de influenza junto con la persistencia de la Covid 19, por lo que los hospitales pueden saturarse. Se ha llamado entonces a utilizar una vacuna no muy eficaz, contra la influenza. En varios países latinoamericanos, la alta letalidad de la Covid 19 también parece ser el resultado de la negligencia, y ni siquiera de la actitud de una población que desconfía, con razón, de los hospitales y de los médicos, quienes confunden su profesión con alguna forma de poder sobre el paciente, por lo que más de uno prefiere por ejemplo el dióxido de cloro, muy usado en Perú y Bolivia. Si bien existen, las comorbilidades no lo explican todo: 19 mil fallecidos en México (más de 75 mil en total) no tenían ninguna, pero en cambio los hospitales públicos han alcanzado una letalidad tres veces superior a los privados, simplemente a falta de personal preparado y de equipo. México destaca también por el alto número de muertos entre el personal médico, más de mil 400. Más allá de un sistema de salud pública heredado en ruinas, el otro legado parece ser el personal y las autoridades incompetentes, pero eso sí, imbuidas de poder, ante una población ignorante. Aquéllas no se comportan como médicos, buscando curar, aunque hay excepciones, sino que esperan para obedecer la última instrucción de la OMS o de Estados Unidos, ciegamente, sin indagar nada, en una pereza realmente digna de encomio. Y si les ofrecen la vacuna rusa (!no la acordó el gobierno mexicano, sino una empresa farmaceútica particular, Landsteiner Scientific, que tendrá que vérselas con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)!), los señoritos dicen que no: o la de Gates o nada, con tal de no tener problemas con los medios de comunicación masiva. En fin, como dice esta cantante que tanto agradara en su momento en México y en Rusia, la gente se harta:



jueves, 24 de septiembre de 2020

MEXICO: LA FERIA DE LAS VANIDADES

 No queda claro hasta dónde quienes se pretenden "intelectuales" quieren degradar lo que pudiera quedar de "opinión pública" en México. Pasemos sobre la oposición, que insinúa desde un síntoma de "fascismo" en el hecho de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, haya dicho que el padre de Benito Mussolini le puso este nombre por Benito Juárez (el dicho fue sacado de contexto) hasta signos de "cooperación con el chavismo de Venezuela". Si López Obrador no sabe mayor cosa de Mussolini, tampoco del chavismo. No queda claro por qué habría que contestar cierta forma de ignorancia con un arrojo que no le teme ni al ridículo, salvo que se crea que ganarse popularidad con superlativos a la estadounidense es más importante que conservar algo de seriedad.

     En realidad, suceden en dicha "opinión" algunas cosas más alarmantes. Hace poco, una mujer argentina le espetó a una mexicana "india horrible", en una calle de la Ciudad de México. Sucede que la primera estaba disgustada por una tala de árboles y la segunda, filmando a aquélla. En el vídeo no se aprecia la cara de la india, de tal manera que no se puede saber si estaba realmente horrible, tipo Yalitza Aparicio, peor, o mejor, puesto que también hay indias bonitas. El caso es que la mujer argentina salió de México y el Instituto Nacional de Migración, dependiente de la Secretaria de Gobernación, decidió imponerle "restricciones para regresar", no por algún hecho (el manotazo al celular de quien filmaba no provino de la argentina), como se nos hizo notar, sino por palabras, aunque manifiesten discriminación. Seguramente no se pueda decir entonces que Yalitza Aparicio no es muy agraciada o que es medio trompudita.

     Lo anterior viene al caso porque la señora esposa del presidente mexicano, Beatriz Gutiérrez Muller, que por momentos no deja de tener algo de pelangocha -al menos al vengarse, como también se nos hizo notar-ni de mostrar su ambición, consideró normal que un profesor de la Universidad Iberoamericana fuera expulsado de su trabajo por hacer una broma sobre la gordura de la senadora oficialista Citlalli Hernández. Aunque el profesor se disculpó y hasta fue a clavarse en busca de asesoría de género, Gutiérrez Muller consideró que las disculpas no bastaban. La alharaca, comenzada por la gordita en cuestión, consistió en decir que se la había discriminado por sexismo, cuando absolutamente nadie se metió con la senadora por ser mujer. En otros términos, nadie le dijo "vieja gorda" o "vieja fodonga", por lo que no había ningún motivo, absolutamente ninguno, para armar un circo sobre "la violencia hacia las mujeres", ni para el pronunciamiento de la señora Gutiérrez Muller, al enfilar detrás de la gordita que la agarró contra el "machismo" y el "odio". Aunque la bromita no fuera del mejor gusto, se expulsó al profesor no sobre un hecho, del tipo madrearse al gordo Agustín Carstens, sino sobre un dicho. Y hasta hace poco no era sabido que a una persona, por ser "de izquierda y progresista", no se le podía decir "gorda".

     Gutiérrez Muller no se ha limitado a lo anterior. Un chef fue perseguido en redes y en busca de sus antecedentes laborales no por atacarla con un cuchillo, por ejemplo, sino por comparar, por lo demás con cierta razón para quien sepa de colores, con un flan el tono del vestido de la esposa del presidente el día de la fiesta patria . Tundido el chef en redes, que por momentos parecen lo que dijera el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de ellas, un manicomio, Gutiérrez Muller salió con un "!qué tal!", encontrando al parecer normal que se linche a cualquiera, menos a su hijo, Chocoflán.

     Se puede llegar a la tontería correlacionando lo que sea, y el problema no es si es oficial o de oposición. Rosario Robles, ex titular de dos secretarías en el sexenio anterior, ha aducido que es perseguida "porque es Rosario Robles" (sic) y claro, por ser mujer. Es como si el presidente de México declarara: "me critican porque soy Andrés Manuel López Obrador". Pero la secretaria de la Función Pública, Irma Sandoval, criticada por un tren de vida no muy austero que digamos, salió también a decir que era "perseguida por ser mujer", como si acumulara propiedades "por ser mujer". Ya así las cosas, se está entre la policía de la palabra y el derecho a decir cualquier tontería impunemente (mejor hubiera dicho: "me persiguen porque soy Irma Sandoval", ¿o no?). Lo señalamos aunque no nos refiramos a la total chabacanería de salir a gritar al balcón de Palacio "¡Viva la fraternidad universal!", al parecer sin conocimiento de que es casi una secta (de Serge Raynaud de la Ferriére) y la alegría de la masonería.

     Así anda la "opinión pública": al estilo estadounidense de Salem, y al mismo tiempo, también en imitación de Estados Unidos si la palabra no vale por su significado, sino por el "efecto" que pueda generar para obtener alguna ganancia traducida en rating. Que Rosario Robles aduzca "me persiguen porque soy Rosario Robles" es, desde cierto punto de vista psicoanalítico, exactamente lo mismo que diga "me persiguen porque soy Juana de Arco", porque el desliz, ya frecuente, está en confundir a persona y personaje. Por fortuna, López Obrador no contesta a sus críticos diciendo "lo que pasa es que soy López Obrador", y aunque a muchos no les suene bonito, es preferible en términos de salud una andanada pueblerina contra los machuchones y los camajanes. Pero cuidado: algo anda mal cuando la señora, al ser destapado Pío López Obrador entregando billetes, contesta aduciendo que jamás se hubiera juzgado por lo mismo a Leona Vicario. Una cosa es querer pasar a la Historia como Benito Juárez. Otra tomarse por Leona Vicario, a quien, desde luego, ningún realista le dijo que se vestía como un flan.

     Para lo demás, dilucidar si Enrique Krauze es Lucas Krauze Alamán o si el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, es Mariano Otero, tiene algo propio de oligarquías ociosas. Ciertamente, sería mejor que el primero se pusiera a dar una que otra clase, no hay nada de indignante en sugerírselo (aunque el periodista  Héctor de Mauleón diga que es "de no creerse", como si el aludido fuera algún prócer), y que el presidente dejara de "tocar de oídas" y de dejarse llevar por gente que recuerda cierta canción (dedicada al mal amado Peje que no es lagarto, y de parte del pueblo, da click en el botón de reproducción):






 

 


miércoles, 23 de septiembre de 2020

RUSIA: ¿DE QUÉ ALCANCE ES LA PAZ?

 Hasta ahora reina un silencio sepulcral sobre el asunto, pero Estados Unidos ya no es la primera potencia militar del mundo. Es la Federación Rusa, tratada en los medios de comunicación occidentales como si fuera alguna república bananera en manos de "un autócrata", palabra que también está de moda sin que se entienda qué quiere decir. Prácticamente no se ha hecho ninguna evaluación sobre lo que este cambio en la correlación de fuerzas pudiera significar para el planeta. Tampoco se habló mucho en el pasado de la intentona occidental, entre Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por cercar a Rusia para asestarle un primer golpe nuclear y dejarla sin posibilidad de respuesta. Hasta el mandatario Barack Obama, Estados Unidos seguía con sus planes de escudo antimisiles en Polonia y Rumanía. El control sobre los medios de comunicación en Occidente es tal que no parece que se vaya a admitir la derrota, tratada como un costo. El asunto es estarse siempre a las ganancias, y aquí no es el caso. Por cierto, el candidato Demócrata a la presidencia estadounidense, Joseph Biden, está rodeado de halcones militares contrarios a Rusia, pero seguramente lo suficientemente racionales, en términos de mercado, para no arriesgarse a pérdidas infinitas con tal de tener ganancias finitas. En el último intento de "revolución de color", en Bielorrusia, tampoco parecen los occidentales haber puesto demasiado empeño.

     Así, hace muy pocos días, el presidente ruso Vladimir Putin, quien de ninguna manera es el "zar Vlady" ni está corriendo apuestas de nada, declaró: "por primera vez en la historia moderna Rusia cuenta con armas más avanzadas, que nadie tiene". A diferencia del pasado, ya no se trata de "alcanzar" a Occidente, y puede que este resultado se extienda a la esfera sociopolítica, puesto que Moscú, capital rusa, se ha puesto por meta la defensa de valores distintos de los occidentales. Queda el "rezago" económico, pero no hay que olvidar que Occidente está en la ruta del descalabro. Pero igual pueden creerse algunos superiores o, como lo decía Obama, "excepcionales".

     Lo que el descubrimiento y la puesta en marcha del armamento hipersónico ruso puede significar es un periodo de paz prolongado en el mundo, algo en lo que de por sí ya se está, al menos en comparación con el siglo XX. Ni siquiera hay ya mayor amenaza terrorista. Lo que no parece es que el mundo occidental sepa valorar el aporte invaluable de Rusia a la paz, como en el pasado el de la Unión Soviética a la derrota del nazi-fascismo. Occidente puede haberse quedado atrapado en algo así como una victoria pírrica.

     En el pasado, declaró Putin, el retraso de Rusia ponía al país en una situación riesgosa: "de hecho, hubo momentos en que nos amenazaron, dijo el presidente ruso, pero no teníamos con qué responder". Cualquiera que haya seguido de cerca la trama del escudo antimisiles y el cerco de la OTAN puede saber que Occidente estaba amenazando la integridad y la existencia misma de Rusia como Estado. Es un tiempo que se acabó, y es de esperar que, aunque sea por simple cálculo costo-beneficio, el Pentágono estadounidense lo sepa entender, aunque desde luego no lo grite a los cuatro vientos. Tampoco lo grita por cierto la izquierda (y mucho menos la "nueva izquierda"), olvidándose de cuán cercanas estuvieron sus causas del problema de la guerra y la paz. En todos estos años de cerco, la izquierda no movió ni un dedo, ni la punta de un escrito, salvo excepciones como la del italiano Domenico Losurdo, comunista. Queda esperar un poco más, pero puede ser que la ventaja rusa signifique algo mucho más importante que el logro defensivo para Moscú. Algo de nostalgia a la antigua usanza (da click en el botón de reproducción).


 







domingo, 20 de septiembre de 2020

MEXICO: COMIENZA SIEMPRE LLORANDO, Y ASI LLORANDO SE ACABA...

 El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, tiene definitivamente una mala relación con el mundo cultural. Recientemente, unas 650 personas, entre artistas, académicos, intelectuales, funcionarios de la cultura y otros, lo acusaron de estar atentando contra la libertad de expresión, e incluso de orillar a los firmantes a dejar el país, a partir ciertamente de la última majadería que expectoró Francisco Ignacio Taibo Mahojo, mejor conocido como Paco Ignacio Taibo II. Si hay 650 personas dispuestas a tomarse en serio a Taibo II y sus ladridos, es que algo anda tan mal en ellas como en quien permitió -López Obrador- que éste se colara de director del Fondo de Cultura Económica (FCE). Pero por lo visto, convenía agarrarse de dicha majadería o de cualquier pretexto. Al presidente de México se le puede decir "mesiánico", "autoritario", "rijoso", "odiador", "demencial", "dictador", "chavista", "comunista", "totalitario" y se le puede escribir un día sí y el otro también que está ni más ni menos que "fuera de la realidad", pero se supone que el "muy imbécil" debe aguantar sin chistar ni defenderse. No lo están adjetivando, dicen, lo están criticando, o tal vez describiendo, lo mismo que si le dijeran abiertamente "!pendejo!", lo que por lo demás le espetó el señor Héctor Aguilar Camín ("pendejo y petulante", fue en concreto la descripción del mandatario que hizo aquél señor en su uso de la libertad de expresión). Lo mejor es la refinada mala fe que ponen algunos. Quien prometiera ser un excelente escritor, Enrique Serna, ve en López Obrador a un "seráfico doberman" (sic), "primer narciso de la nación" y cree encima detectar a "huestes bolivarianas" -pobre imitación de la grosería maliciosa de un Guillermo Sheridan- que lo llevaron al gobierno. De la misma manera en que es inexplicable que hasta 650 personas se tomen serio la última memez de Taibo Mahojo, es poco entendible que López Obrador se ponga al tú por tú con quienes, a juzgar por lo descrito, no están exactamente en la crítica, mucho menos constructiva, sino considerando que están ante un reverendo idiota, además sin clase (de los 650, la mayoría sale de universidades privadas, salvo en ciencias, y tiene estudios de posgrado en universidades estadounidenses y no europeas, cuando tienen estudios). "Pendejo" es al menos lo que literalmente dijo quien lanzó la iniciativa firmada por los 650. Mientras Taibo Mahojo les ofrece el cerro de las Campanas y el exilio, en una clara patología con necesidad de trascender a como dé lugar, y de paso "se las mete doblada", los otros se dirigen curiosamente a "un pendejo" para ver si los escucha, como si los pendejos escucharan. Y todos reclaman altura en el debate inexistente.

     No queda claro si gente como los 650 piensan estarse otros cuatro años al mismo ritmo y sin percatarse de que son una minoría (Aguilar Camín esperaba 6 mil firmas), por más que acaparen un puñado de medios de comunicación masiva -lo que llevan haciendo por demasiado tiempo, y ensalzándose descaradamente unos a otros- . La nota del día puede ser que la delincuencia bajó en la Ciudad de México de manera drástica y que está casi libre de cárteles o que el gobernador del estado de Tamaulipas se reunía en Los Cabos con el Chapo y Genaro García Luna, es lo de menos: hoy toca seguirle contra "el pendejito", al unísono. En lo que va del sexenio no ha habido en realidad ningún caso comparable a lo que ocurrió en el pasado con Carmen Aristegui, José Gutiérrez Vivó o incluso con Anabel Hernández, quien tenía encima no a Taibo Mahojo, sino a García Luna (los 650 no tienen el menor sentido de las proporciones de nada) y tuvo que salir de México. Pablo Hiriart, un seudoperiodista patológico que parece haber cambiado temporalmente un disco rayado por otro, aclaró que no fue presionado por nadie para cambiar de tema, ni hubo presión sobre el director de El Financiero. Hiriart ni siquiera tuvo que dejar su puesto en este diario. El asunto de la revista Nexos, que pudiera ser resultado de una pésima actitud de la secretaria de la Función Pública, Irma Sandoval, no impidió que la publicación se defendiera como le viniera en gana, sin censura ninguna, como consta en su portal. En realidad, nada les impide a quienes no quieren al "pendejito" que se desgañiten llegando al paroxismo de la tontería.

      Pero el problema de fondo no son los "conservadores", sino un clima de deterioro moral, heredado de un largo pasado y que no hace sino aflorar con más fuerza, en el que los "liberales", en realidad "libertarios", escenifican otros tantos sainetes. Uno puede descubrir por ejemplo entre los tuits de Héctor Díaz Polanco (a quien Alfredo Jalife-Rahme trata inconstitucionalmente de "dominicano", como a otro de "guatemalteco", por más cadáveres que tenga en el clóset) lo siguiente sobre Taibo Mahojo, el ex gachupín que no es exiliado de nada: "por lo que hace a su productividad, es una bestia peluda: unos sesenta títulos, según mi última contabilidad..."Ahí está el problema: en ser o no capaz de preguntarse si alguien con 71 años (y con una barba asquerosa, ahora) puede haber escrito a ese ritmo algo de calidad. Pedro Salmerón agrega en su propia cuenta de twitter, entrándole al torteo: "Paco @taibo2 produce más él solo que varios centros de investigación histórica que conozco". Cierto, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), al pésimo ritmo que va, agarrando una moda tras otra, todavía no ha sido capaz de publicar la epopeya patria de Belascoarán Shayne. Por lo visto, de lo que se trata no es del significado o el sentido de lo que se dice, sino del guiño de ojo a la clique a la que se pertenece y en la que el manoseo o franco torteo mutuo lleva a creerse muy importante, tal vez porque "se siente rico" ser torteado por los compadritos. Encima sale Rafael Barajas a presumir una iniciativa ciudadana (de apariencia, al menos) firmada por miles de gentes para contestar a los 650 ("Por la libertad, contra los privatizadores de la palabra"). Atención: en el colmo del colmo, ambas cliques van con la libertad por delante, sin darse cuenta de que a falta de cualquier límite se puede perder el sentido de lo que se hace, hasta marearse. Mareados están algunos en el mundo cultural lópezobradorista y casi beodos quienes se plantean en víctimas de una represión que no llega, ni a palos. Se reconocen todos en lo mismo: la creencia de que no son "uno como cualquier otro", sino elegidos para la gloria, que tienen "lo que hay que tener", a diferencia del pendejito con su "nobleza" y su "amor al prójimo"( típica creencia: es "pendejito" quien es honrado...!qué bien está asimilado el antiguo régimen!). Por centenares o miles de firmas que reúnan, no parecen percatarse de que, contra lo que ha pretendido Taibo Mahojo, no le han "volado las neuronas" a nadie en ninguna ranchería, donde no se debe ni saber de su existencia. En este lodazal, sería al menos de esperar que no arrastren a todo el mundo cultural en su megalomanía. Pocas cosas son tan penosas como el manejo de la cultura sin criterio propio y con costumbres clientelares. Y conste que ambas cliques se dicen democráticas y comparten los mismos puntos de vista sobre las mujeres, los LGBTTTIQ+, los derechos de los animales, el odio a Trump y la idolatría a los Demócratas... (da click en el botón de reproducción, aunque no sepas ni para cual clique es...y !Salú, Felipe!)






viernes, 18 de septiembre de 2020

SUDAMERICA: ¿PROGRESISMOS MODERADOS?

 La izquierda latinoamericana se ha venido enfrentando desde hace un buen tiempo a un problema de difícil solución: salvo excepciones, como la de México, aquélla no consigue mayorías abrumadoras, y gana en medio de frecuentes polarizaciones. Tal vez ya se haya olvidado, pero en Argentina, pese a la victoria de Alberto Fernández, Mauricio Macri consiguió un 40 % de votos, a pesar de una gestión desastrosa. Fernández no deja de ser tibio, demasiado para algunos kirchneristas, e incluso coquetea con una especie de "centro" con un programa al estilo Demócrata estadounidense, en el cual se reconoce la clase media. En este orden de cosas, se mezclan prioridades sociales con temas completamente secundarios e incluso dudosos, en los cuales se coincide con una parte de la derecha.

     En el Ecuador, encuestas preliminares de cara a las elecciones de febrero de 2021 muestran problemas parecidos. Si bien la izquierda va muy adelante del representante oligárquico (Guillermo Lasso, con poco más del 32 % de las intenciones de voto, contra más de 45 % del ex ministro de Rafael Correa, Andrés Aráuz, al menos según sondeos de la derecha), parece lograrse cierta dispersión del electorado en pequeñas clientelas, como las indígenas (Pachakutik, más los feudos de Izquierda Democrática, Democracia Sí, Sociedad Patriótica, etcétera). La ventaja de Aráuz no es abrumadora, no ha cesado la persecusión política que busca inhabilitar a la izquierda y para paliar las cosas, a falta de un Correa impedido absurdamente de participar, apareció como binomio de aquél Carlos Rabascall. Este tiene a su favor algunas cosas, incluyendo méritos muy personales, pero es igualmente cierto que como periodista que fue, difícilmente podía evitarse el tomarse por juez, incluso altisonante, del entrevistado. Su candidatura a la vicepresidencia sería un guiño de ojo a una parte del empresariado, al que no le fue mal con Correa (le fue incluso mejor que con el actual presidente Lenín Moreno). Correa está fuera de las elecciones, pero queda aún por ver lo que harán con el binomio Aráuz-Rabascall las actuales "autoridades" ecuatorianas, que tal vez en verdad quieran la paz del Santo del Patíbulo, Gabriel García Moreno (presidente en el siglo XIX), cuya personalidad singularmente retorcida (pese a su origen guayaquileño y no serrano) retrató el ensayista Benjamín Carrión.

     En Bolivia, la ventaja del candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, tampoco es abrumadora, aunque pueda ganar en primera vuelta. Luis Arce lleva poco más del 40 % en los sondeos contra poco menos del 30 % de Carlos Mesa (casi 27 %), con votos dispersos también en pequeñas clientelas, pese a que la presidente actual Jeanine Añez renunció a su candidatura (clientelas regionales como una cruceña, la religiosa de Chi Hyung Chun, etcétera). Por lo pronto, quienes sacaron por la fuerza a Evo Morales de la presidencia lo han inhabilitado para ser senador y tal vez esperen que el MAS sea menos radical. Añez iba con el empresario y político no tan menor Samuel Doria Medina.

     El hecho es que ante una derecha recalcitrante y dispuesta a los nuevos tipos de persecusión (legales y con los medios de comunicación masiva), la izquierda se ha visto obligada a alianzas con tal de atraerse a lo que se pueda de algún "centro" del electorado. Curiosamente, los tres procesos descritos van a remolque de lo que consiguió en México el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador, popular hasta entre más del 70 % de los mexicanos: un espectro de fuerzas amplísimo y en el que hay de chile, de dulce y de manteca. López Obrador, comparado con el año 2006, perdió en radicalismo y está envuelto en una complicada relación con la clase media. Como sea, cabe observar si en el Ecuador y Bolivia pasan las fuerzas de izquierda, probablemente a costa de "moderarse". Por lo pronto, algo de música boliviana del oriente en taquirari (da click en el botón de reproducción).


 

 



 

 




martes, 15 de septiembre de 2020

EL SALVADOR: LA NUEVA ANDANADA CONTRA BUKELE

 Sin duda es de agradecer el enorme esfuerzo que hacen algunos para demostrar que todo ser humano es corrupto por naturaleza, de la misma manera en que los curas sostienen que todos somos pecaminosos. Desde este punto de vista, los medios de comunicación masiva hacen un papel similar al que realizaba antes el clero, además sermoneando. No ser corrupto resulta el equivalente soberbio de afirmar que se está exento de pecado, y encima cabe arriesgarse al sermón que indica que nadie puede tirar la famosa primera piedra ("el que esté libre de corrupción, que tire la primera piedra", debe ser...).

      Es en parte en este orden de cosas que Inna Afinogenova, de la agencia oficial rusa de noticias Russia Today en Español, recogió sin demasiada investigación la especie de que el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, pactó con las pandillas ("maras") de tal modo que se reduzca la violencia (en particular con la MS 13). A cambio, los pandilleros habrían obtenido privilegios en las cárceles, lo que fue desmentido y mostrado en distintos penales por las autoridades de El Salvador. Las condiciones de reclusión no parecen haber cambiado. El hecho es que la gran noticia la lanzó el periódico digital El Faro, en cuya defensa entraron enseguida unos congresistas Demócratas estadounidenses, adalides de lo que entienden por "libertad de expresión", aunque en el pasado dicho periódico se haya equivocado en reportajes al grado de tener que retirarlos y pedir disculpas (caso de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social, FUNSADES, presidida por Miguel Angel Simán).

      El asunto no para en lo dicho, e independientemente de las tratativas ciertas o falsas que pudieron tener funcionarios del gobierno de Bukele con las pandillas. No queda claro el escándalo: el gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)+Amigos de Funes pactó, siendo mandatario Mauricio Funes, con las pandillas, sin mayor éxito, mientras se sabe que éstas tienen relación con gente de extrema derecha como Norman Quijano, ex candidato presidencial de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y alcalde de San Salvador por dos largos periodos, o como Ernesto Muyshondt, actual alcalde de la capital salvadoreña. El Faro no está tan distante de ARENA y en todo caso el fundador del periódico, Jorge Simán, es hermano de Javier Simán, director de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y ex precandidato presidencial de ARENA. Con Simán, la ANEP le declaró la guerra a Bukele, en particular retirándole los fondos previamente pactados para ayudar al sector informal (70 % de la población económicamente activa) y las micro, pequeñas y medianas empresas para recuperarse de la crisis sanitaria por la Covid 19. Puede que Jorge no sea Javier, pero curiosamente, el fundador de El Faro se vió involucrado -con la figura delictiva de co-autor- hace pocos años en el escándalo CEL-ENEL (una trama de concesiones de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa a la empresa italiana Enel Green Power). Jorge Simán evitó ser sentenciado porque el caso fue cerrado intempestivamente. El Faro no es un periódico impoluto, o en todo caso Jorge Simán no es quién para hablar de corrupción. Pero es un hecho reconocido que hay roces entre estas dos familias de empresarios, los Bukele y los Simán, ambos de origen palestino. Bukele lo atribuye a las ambiciones de Javier Simán.

     Y de la misma manera, es en hecho que con Bukele, quien aplicó una elemental mano dura, El Salvador está cerca de mostrar sus mejores cifras en más de un cuarto de siglo en materia de violencia, por la baja sensible de los homicidios. El actual mandatario salvadoreño recibió un país con 52 homicidios por 100 mil habitantes a mediados de 2019 (junio) y cerró ese mismo año con 36 homicidios por 100 mil habitantes, cifra que se planea abatir en 2020 a cerca de 20 homicidios (21) por 100 mil habitantes, siendo que faltan aún por llevar a la práctica varias etapas de la lucha contra las "maras" (seis de las siete fases del Plan Control Territorial). No está de más recordar que se estima en 70 mil el número de pandilleros y en 17 mil los que están en la cárcel. Cuando se endurecieron las medidas de disciplina carcelaria, los medios globalistas y financieros (British Broadcasting Corporation, Cable News Network, etcétera...), al igual que organizaciones dudosas como Human Rights Watch, se le fueron encima a Bukele por "violar los Derechos Humanos", algo que absolutamente nadie ha dicho de las "maras". En el mismo momento se aparecieron congresistas estadounidenses con el mismo argumento. Los congresistas también se hicieron notar ante las medidas drásticas en El Salvador contra la Covid 19, que llevaron a un fallo reprobatorio de la Corte local. El hecho es que luego de un pico al alza a principios de agosto la curva de casos se fue abajo (792 muertes en total, sobre unos seis millones y medio de habitantes).

     Nayib Bukele ha ido cumpliendo otra de sus promesas de campaña, mejorar la infraestructura pública del país centroamericano, y con ello podría conseguir una reactivación más o menos rápida de la economía. El asunto de las tratativas reales o supuestas sigue en suspenso, pero hay indicios de que en la nueva campaña contra el presidente de El Salvador hay algo de la típica actitud latinoamericana ante el mérito verdadero y distinto del éxito logrado mediante corrupción: negar aquél, cuando no destruirlo, porque simplemente no es posible que haya en la Tierra quien no tenga cola que le pisen, es decir, que esté libre de pecado. Tienen que entrar en acción la intriga y la maledicencia. Cabe terminar diciendo que, a juicio de Bukele, El Salvador es en el fondo un país "feudal". (da click en el botón de reproducción para conocer algo de la Primera Dama de El Salvador).



domingo, 13 de septiembre de 2020

COVID 19: ¿QUIÉN NOS JUEGA COMO MUÑECOS?

 Lo que se hace en el mundo para dejar correr la epidemia del SARS-Cov-2 hasta que se imponga el negocio deseado de una vacuna, y no de cualquier vacuna, no deja de ser sorprendente. El anuncio reciente de la empresa farmaceútica AstraZeneca de que interrumpiría temporalmente la investigación sobre la vacuna, a raíz de un reacción adversa en un paciente, que tuvo mielitis transversa, fue tomado como el riesgo de una catástrofe, por lo que de inmediato alguien como el subsecretario mexicano de Salud, el "bombón" Hugo López-Gatell, salió a garantizar que se retomarían los ensayos para tener "la" vacuna. Casi al mismo tiempo, López-Gatell, incluso contra los procedimientos del gobierno de México, salió a decir que el intercambio de opiniones en un foro virtual organizado por el gobierno de Rusia para promover la vacuna Sputnik V no había sido más que un "monólogo". Ninguno de los nueve representantes del gobierno mexicano abrió la boca, pero, contra lo que dijo el subsecretario, sí lo hicieron autoridades de países como Bolivia y Venezuela. A través de una empresa farmaceútica, México debería recibir 32 millones de dosis de la vacuna rusa, y América Latina en su conjunto, 100 millones de dosis, por lo pronto. A juzgar por algunos "comentaristas", pareciera que quien se ponga la vacuna rusa puede volverse comunista, convertirse en oso o inyectarse vodka sin saberlo y quedar a merced del zar Vlady. De hecho, ya saltaron algunos científicos a pedir explicaciones sobre un artículo en la revista científica The Lancet que aseguró que la vacuna rusa no implica riesgos. Es falso que hayan protestado "especialistas de todo el mundo", salvo que en el planeta haya "una treintena de países". The Lancet, que no para de hacer tonterías (ya había publicado un bodrio contra la hidroxicloroquina que luego debió retirarse de la publicación), llamó como sea a los autores del artículo al "debate científico", aún cuando los científicos que protestaban fueron desmentidos por los encargados rusos del producto. En términos generales, gran parte de lo que se hace pasar por "la comunidad científica" y cree monopolizar la ciencia ha hecho en el mejor de los casos un papelón, y demostrado en el peor que los llamados "conflictos de interés" pueden cegar.

     En primer lugar, los rusos y soviéticos tienen una larga tradición de trabajo con vacunas. Y en segundo lugar, resulta que los occidentales no tanto, por lo que llegan a ocurrir problemas como el que llevó a la suspensión temporal de los trabajos de AstraZeneca. En ciertas personas, algunas vacunas occidentales pueden tener efectos adversos, como los neurológicos o el síndrome de Guillain-Barré, por vacunarse contra la influenza, o afectaciones a la médula espinal. A lo que se está "apostando", como lo dijo extrañamente un "zar" mexicano de la influenza (¿se están haciendo apuestas con la salud humana?), es en realidad a una vacuna no exenta de riesgos (por lo pronto) con tal de no aceptar a "la competencia" (la vacuna rusa), ya solicitada por una veintena de países. Muy cierto: se están haciendo "apuestas" en plena crisis sanitaria y no falta quien crea que rusos y chinos también están como en un casino.

     Por lo demás, el portal oficial del gobierno mexicano sigue considerando como "carente de evidencia" la hidroxicloroquina, que se ha estado utilizando en la mitad de países del mundo y en la mitad de Estados Unidos. Los estudios científicos disponibles muestran una mortalidad mucho más baja entre los que usan hidroxicloroquina que entre los que no la usan. En 101 estudios sobre el uso de la hidroxicloroquina en pacientes con la Covid 19 se ha demostrado que en estadios leves a moderados sana el 100 % de los pacientes (99% en el protocolo Zelenko). Pero no es la orden de los globalistas y financieros, que le bloquearon en Youtube un video al presidente brasileño Jair Bolsonaro por promover este fármaco, con el que se curó, y le bloquearon un video en el mismo sitio al doctor marsellés (Francia) Didier Raoult. No es una "guerra de las vacunas" por "geopolítica": es otra cosa, la disposición del negocio a llegar hasta el fraude (¿no sucedió ya con el antiviral Remdesivir?¿O en otra época con el Tamiflú?), a costa del paciente (convertido en "cliente") con tal de ganar y no dejar pasar alguna otra alternativa. Curiosamente, el portal mexicano mencionado incluye entre los medicamentos "sin evidencias" los anticoagulantes, lo que no es cierto (el efectivo protocolo Math utiliza la heparina).

     Hay asuntos todavía más simpáticos. Hace poco, el Fondo Monetario Internacional (FMI) le recetó a Belarús, junto con un préstamo, medidas obligatorias de confinamiento y de uso de cubrebocas. Hay países como Francia, donde el confinamiento fue bastante drástico, que tienen casi 450 muertos por millón de habitantes. Belarús, con medidas menores, tiene 67,7 muertos por millón de habitantes. Sacar alguna conclusión supondría admitir que, aún con un nivel de vida austero, Belarús sabe ocuparse de sus enfermos, mientras que Francia, como en su momento Italia y España, ostentaron su manera de dejar morir a los ancianos y su negligencia con los médicos y las enfermeras en los hospitales, siempre por cuestiones de dinero. En el caso de México, López-Gatell o la secretaría de Salud confunden el juramento hipocrático con la frase socrática ("sólo sé que no sé nada"). No es todo: algunos izquierdistas afirman que la hidroxicloroquina es "peligrosa" (como lo hizo Carlos Figueroa Ibarra en el portal Con Nuestra América, además de agregar algo inexacto sobre el dióxido de cloro) y otros piden el Premio Nobel para una brigada de médicos cubanos (la Henry Reeve), pero sin explicar, por ejemplo, que no hay relación de causa a efecto entre pobreza y contagios y muertes por la Covid 19: México está entre los países del mundo con más muertes por millón de habitantes (549), mientras que Haití registra 214 muertos en total (el país caribeño tiene 11 millones de habitantes), y tiene una epidemia a la baja con días con cero muertos (cualquier mapa de la Covid 19 muestra por lo demás su baja incidencia en Africa)..No es cierto que haya un interés especial por la suerte de los más pobres ante las epidemias. En 2010, una epidemia de cólera se cobró en Haití la vida de cerca de 10 mil personas (hasta principios de 2013) en medio de las más completa indiferencia mundial.

     La cifra de muertes por la Covid 19 ya rebasó el promedio anual de fallecimientos por gripe estacional, pero no es la peste, ni negra ni bubónica, ni la gripe española (que mató a 50 millones de personas), y ni siquiera la epidemia más grave de los últimos tiempos. La gripe asiática de 1957 mató como mínimo a un millón de personas en un planeta que tenía casi tres mil millones de habitantes, y no fue para tanto alboroto. La gripe "de Hong Kong" de 1968 mató a un millón de personas en un planeta con 3 mil 600 millones de habitantes, sin escándalo. La Covid 19 se ha cobrado 920 mil 930 vidas en un planeta que tiene 7 mil 600 millones de habitantes o incluso un poco más. Lo que cuenta no es la cura, sino un "todo se vale" para asegurarle el negocio a unos pocos: negar que hay tratamientos eficaces (varios), inventarle eficacia a tratamientos inútiles (como se hizo con el Remdesivir), poner a las principales agencias noticiosas a la charlatanería en nombre de la lucha contra las fake news y para colmo, desconfiar de una vacuna segura en espera de una gran marca que no da plenas garantías, y que por lo demás lo reconoce abierta o cínicamente, como se prefiera decir. Que ruede el mundo...(da click en el botón de reproducción).




jueves, 10 de septiembre de 2020

COLOMBIA: ¿OTRA VEZ MAMANDO GALLO?

 El ex presidente colombiano, Alvaro Uribe, no deja de ser un hombre con suerte. Actualmente se encuentra ante el riesgo de ser sometido a juicio, casi por casualidad, pero bajo arresto domiciliario. Es así que pasó la enfermedad de la Covid 19, en la finca "El Ubérrimo" (sic), en el departamento de Córdoba. Pasando por encima de la independencia de poderes, el actual mandatario colombiano, Iván Duque, se dijo convencido de la inocencia de Uribe. Este obtuvo apoyos invaluables: Michael Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, consideró que Uribe es un "héroe" (sic), por lo que debería levantársele el arresto domiciliario, y recordó que ha recibido la Medalla Presidencial de la Libertad, otorgada por el gobierno estadounidense (es la máxima presea a un civil), en 2009, con George W. Bush en la Casa Blanca. Bush hijo le dió el premio al colombiano por "su compromiso con la libertad, la democracia y las reglas de derecho". Hay que decirlo, los "demócratas liberales" no paran de hablar de "los derechos y las libertades" y nunca hablan de igualdad -la consideran imposible, en el fondo- o la fraternidad (la solidaridad), ya que creen que cada quien debe ver nada más por su "sí mismo" (lo que puede incluir a la familia y los amigotes, pero hasta ahí). En estas condiciones, como en las del supuesto "mercado", no se trata en realidad más que de la libertad del zorro en el gallinero, lo que no impide que muchas gallinitas se sientan también como en libertad y cacareando en consecuencia. Uribe lo entendió muy bien, y emprendió la batalla con la fuerza contra la oposición armada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Ejército del Pueblo (FARC-EP), a las que derrotó, aunque no se dieran muy bien cuenta. En el camino, para justificar con números el éxito de la fuerza armada, fue masacrado un buen número de civiles.

     Uribe entronizó en Colombia el narcoparamilitarismo, que subsiste hasta hoy, pese a la desmovilización de unos 30 mil hombres en 2003-2006. De hecho, un antiguo líder de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, llegó a declarar que fue extraditado a Estados Unidos para que no revelara los nombres de políticos involucrados en la "parapolítica", entre ellos, claro está, Alvaro Uribe, quien recibió financiamiento de dichas fuerzas, al igual que Francisco Santos, vicepresidente de aquél. Mancuso llegó a reunirse con Uribe en "El Ubérrimo", cuando el segundo era gobernador del departamento de Antioquia (1995-1997). Uribe lo desmintió, como desmintió cualquier relación con El Ñeñe, con Memo Fantasma o con cualquiera que no sea muy, pero muy decente. Tiene suerte el ex presidente de Colombia: considerando su trayectoria en 40 años de "parapolítica" y narcopolítica, puede ser juzgado hasta ahora, a instancias de la Corte Suprema, por manipulación de testigos (muchos de ellos ex paramilitares), sobornos y por fraude procesal, tal vez sin que se llegue al fondo del asunto, que incluye en el pasado sus vínculos con el Bloque Metro de las AUC.

     Uribe tiene abiertas en su contra unas 60 investigaciones (por lo menos), pero hasta ahora es prácticamente el hombre que entra y sale del agua sin mojarse. Todavía en 2016, el ex gobernador de Antioquia consiguió que Colombia dijera "no" al Acuerdo de Paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP, y en 2018 se convirtió en el senador más votado de la historia colombiana. Apadrinó como líder del partido Centro Democrático la victoria de Duque. Y encima de todo, Uribe se ha dado el lujo de solicitar una reforma al sistema de justicia colombiano. Ni siquiera estaba claro hasta hace poco si Uribe debía ser juzgado por la Corte o por la Fiscalía, y el ex mandatario se considera tratado "como un criminal" (sic) al ser puesto bajo arresto domiciliario, siendo que "no hay pruebas de que sea un peligro para la sociedad" (cierto: ¿cuál sociedad?). Es probable que el ex gobernador de Antioquia haya logrado convencer a buena parte de la "sociedad" colombiana (1 de cada 5 colombianos, al menos) de que sin él no habría "seguridad".

     Claro, se trata de una seguridad limitada. En lo que va de 2020 se han cometido en Colombia unas 53 masacres, sin que haya las FARC-EP de por medio, y ni siquiera con mayor impacto de las llamadas "disidencias de las FARC". Simplemente, los grupos criminales, con frecuencia ligados al narcotráfico y con tintes "paracos", siguen con su política de despojo y de liquidación de líderes sociales. Sigue sin oírse hablar mucho de la implementación de Acuerdos de Paz que hubieran podido poner a Colombia en la senda del desarrollo (al darle importancia a una reforma agraria), y se acumulan en cambio problemas sociales con una izquierda inclinada hacia el centro y finalmente tímida, aunque haya ganado en popularidad. Colombia se indigna por la muerte en Bogotá, la capital, de una persona a manos de la policía, que en sus excesos llevó a aquélla al ya clásico "me ahogo" (i can't breathe, algo así como un George Floyd "cachaco"), pero no se inmuta por el hecho de que se traben las posibilidades del desarrollo ni tampoco demasiado por lo que ocurre en el campo. Con todo, un clásico de la provincia (da click en el botón de reproducción):




martes, 8 de septiembre de 2020

EL LADO CORRECTO DE LA HISTORIA

 Las elecciones presidenciales estadounidenses ya no están lejos. Desde la izquierda progresista, como desde el campo de los "demócratas liberales", la idea es desde ya parar al mandatario estadounidense Donald Trump si acaso llega a alegar fraude, por el problema que plantea el voto por correo, en medio de la epidemia del SARS-Cov-2. A decir verdad, son cuatro años de "parar a Trump" con lo que sea, al grado de hacerle incluso el país medio ingobernable con "revueltas" provocadas y debidamente financiadas. Inexplicablemente, la izquierda progresista y los "demócratas liberales" creen que la gente en Estados Unidos está muy enojada (no es exactamente lo que muestran las encuestas, pese a la ventaja llamativa del Demócrata Joe Biden) y que por lo demás se vale recurrir incluso a la opinión de círculos militares para inclinar la balanza.

     La última provocación vino de una publicación (The Atlantic) según la cual Trump tachó de "perdedores" y "fracasados" a soldados estadounidenses que combatieron en Francia durante la primera Guerra Mundial (están enterrados en un cementerio del país europeo). Trump negó haber afirmado lo anterior. Lo cierto es que, durante todo su mandato, Trump se limitó a lanzar unos pocos misiles sobre edificios vacíos en Siria. Ni siquiera llegó la guerra contra Venezuela para ganarse al electorado, salvo que esté por declararla. Gente como el vicepresidente Michael Mike Pence o el secretario de Estado Michael Mike Pompeo dista muchísimo de ser agradable, pero Trump ha estado lejos de ser un mandatario imperialista, ya no digamos "fascista". Contra los pronósticos del "analista" Raúl Zibechi, Trump todavía no le ha tirado a China la bomba. Pero si se está contra Trump se está in y se tiene "lo que hay que tener", "lo correcto" (the right stuff), mientras que de lo contrario se está out.

     Ya lo había hecho hace algunos meses en West Point, al declarar que Estados Unidos no tiene por qué ser "el policía del mundo". Ahora, en medio del escándalo por sus supuestos dichos, Trump afirmó: "no estoy diciendo que los círculos militares me amen, pero los soldados me aman. Las personas más importantes del Pentágono probablemente no lo hagan, porque no quieren nada más que pelear guerras, para que todas estas maravillosas compañías que fabrican bombas, aviones y todo lo demás estén felices". Trump volvió a decir, como lo había hecho ante los graduados de West Point, que es hora de poner fin a las "guerras interminables". No hubo ningún eco, aunque algo mencionó el portal cubano Cubadebate citando a Russia Today en Español, agencia noticiosa oficial rusa que en este caso dijo que las declaraciones de Trump eran "incendiarias". Es muy difícil de entender qué hay de "incendiario" en oponerse a quienes buscan guerras, cualesquiera que sean, con tal de hacer negocio. En rigor, el portal ruso cayó en un sinsentido. No está de más volverlo a recordar: fue bajo la presidencia Demócrata de Barack Obama que Estados Unidos estuvo el mayor número de días en guerra en su Historia. "A algunas personas no les gusta volver a casa, completó Trump en las declaraciones mencionadas. A algunas personas les gusta seguir gastando dinero".

     Para recordar la clase de gente que son los Demócratas (al igual que no pocos republicanos, por lo demás), cabe también recordar que Barack Obama (Bombama) repitió hasta el cansancio el tema del "excepcionalismo estadounidense", al grado de ganarse una respuesta de su homólogo ruso, Vladimir Putin. Una cosa es tener "una América grande" y otra creerse "excepcional". Al referirse alguna vez a la Primavera Arabe que puso fin al régimen de Hosni Mubarak en Egipto, Obama dijo que Estados Unidos "estuvo en el lado correcto de la Historia". Cuando la canciller alemana Angela Merkel se puso a recibir refugiados en grande, Obama la felicitó diciéndole que estaba "en el lado correcto de la Historia". Al pedir sanciones contra Rusia por los sucesos en Ucrania, Obama llamó ante la Asamblea General de Naciones Unidas a los países del mundo a estar "del lado correcto de la Historia". Al declarar sobre la derrota del Estado Islámico, Obama aseguró que Estados Unidos estuvo "del lado correcto de la Historia".

      Entonces ya se sabe cómo estar in y evitarse ser mal visto, y cómo no "pagar el costo" y esperar en cambio alguna ganancia en la socialización y la mundanidad: votar contra Trump es estar "del lado correcto de la Historia". Quienes como Obama saben combinar el capitalismo financierizado de pretensiones "liberales" con frases de estilo izquierdista sobre lo que hace o deja de hacer "la Historia" ("la Historia los puso y los seguirá poniendo en su lugar", etcétera...) son los favoritos de la moda, sin que ni siquiera llame la atención la combinación. Tampoco llama la atención hasta qué punto coinciden los "demócratas liberales" y la izquierda del "progretariado" (ecologistas profundos y no tan profundos, feministas, defensores a ultranza de los pueblos originarios y los afrodescendientes, etcétera). Bueno: estar bien con círculos belicistas del Pentágono en Estados Unidos (es lo que ha hecho Killary Clinton): ¿es estar "del lado correcto de la Historia"?¿Hay que guiarse por el criterio propio o por estampidas animales en tal o cual dirección? (en la foto, Bombama señalando la dirección correcta, ¿okay?)



domingo, 6 de septiembre de 2020

ECUADOR: EL "FASCISMO INEPTO" SIGUE A LA OFENSIVA

El gobierno ecuatoriano actual, que responde directamente a los intereses de Estados Unidos (entre otras personas, a través de la ministra de Gobierno, María Paula Romo, quien le obedece al vicepresidente estadounidense, Michael Mike Pence), ha demostrado una sublime capacidad para torcer e inventar leyes, de tal forma que se puede decir que en el Ecuador no hay estado de derecho y sí en cambio un "fascismo inepto" para gobernar y obtener popularidad, pero eficaz para perseguir. A cualquiera que no sea del agrado del gobierno se le puede inventar lo que sea. El ex-agente policial Raúl Chicaíza denunció recientemente, desde Argentina, que en el "caso Balda"fue intimidado por funcionarios de la Fiscalía y del Consejo de Participación Ciudadana para que incriminara a Rafael Correa, quien como mandatario no tuvo en realidad nada que ver (el mandatario ecuatoriano nunca ordenó el secuestro del activista Fernando Balda en Colombia).

     De cara a las elecciones de febrero de 2021, las "autoridades" del Ecuador decidieron que los candidatos debían dirigirse al Consejo Nacional Electoral (CNE) para aceptar la postulación de manera "personalísima", pero ésto no quiere decir que presencial, sino que no puede ir la mujer del Troni en el lugar del interesado. De acuerdo con lo que permite el Código de Comercio ecuatoriano, Correa se registró con firma electrónica y vía telemática, y había que ver el espectáculo no del ex mandatario, sino de los funcionarios del CNE presentes. Dejaron correr todo el trámite -incluído el de ventanilla- para largarse al último minuto no a obedecer la ley, o al menos a consultarla, sino a esperar órdenes "personalísimas" de arriba. Así pues, la presidenta del CNE, Diana Atamaint, las dió y Correa quedó fuera, con dedicatoria "personalísima". El candidato para presidente del Centro Democrático-Unión por la Esperanza, que ha buscado postular a Correa para la vicepresidencia, es Andrés Arauz, de 35 años, ciertamente casi un "guagua" (algo aniñado) y miembro del Consejo Ejecutivo de la Internacional Progresista, pero con una excelente formación académica, con claridad de propósitos y experiencia política (entre otros cargos en el gobierno de Correa, tuvo el de Ministro Coordinador de Conocimiento y Talento Humano). El problema está en la insistencia en buscar el regreso de Correa, aunque éste ha dicho que igual puede no estar y haber otro candidato a la vicepresidencia. Incluso contra la voluntad del ex mandatario ecuatoriano, residente en Bélgica, muchos de sus partidarios han insistido en su presencia, lo que no deja de mostrar la vulnerabilidad del progresismo al personalismo (insistamos, sin que lo quiera Correa). En este mismo orden de cosas, en ocasiones Correa no tiene a la mejor gente a su alrededor. Como sea, queda por saber la decisión final del "caso Sobornos". Lo que en cualquier país tarda años en el Ecuador se puede resolver en semanas y por Internet cuando se trata de perseguir a Correa.

     El oficialismo ha hecho una "jugada" algo clásica para engañar al electorado: unir a las dos grandes fuerzas oligárquicas (Guillermo Lasso y Jaime Nebot, con la candidatura del primero) y buscar la dispersión de una parte del voto entre pequeñas candidaturas sin mayor sentido (pero "personalísimas", incluyendo al infaltable Lucio Gutiérrez, Fabricio Correa, hermano del ex mandatario, el "flaco querido" Gustavo Larrea, el indio de turno Yaku Sacha Pérez, cuyo nombre verdadero es Carlos,etcétera...). Entretanto, el gobierno del presidente Lenín Moreno no para: después de apresarla por las protestas de octubre y de dejarla en libertad, ha vuelto a la carga contra la prefecta de Pichincha (provincia donde se encuentra Quito, capital del país), Paola Pabón, amenazada de nuevo con cárcel. El Ecuador, en la óptica de la derecha y de Estados Unidos, podría lograr una magnífica paz al estilo de Gabriel García Moreno (tétrico presidente del siglo XIX), con los opositores en prisión o en el exilio (Pabón está por cierto acusada de buscar refugio en México, pero la embajada de México en el Ecuador lo desmintió categóricamente). Cabe señalar que se han tenido que refugiar en México el ex canciller Ricardo Patiño, una persona inteligente y franca, Gabriela Rivadeneira (su padre, Pedro Rivadeneira, fue objeto de persecusión con acusaciones absurdas), ex presidente de la Asamblea Nacional, Soledad Buendía, ex ministra de Estado, y Carlos Viteri Gualinga, ex parlamentario. El ex vicepresidente Jorge Glas sigue en la cárcel, con nuevas acusaciones. En el "caso Sobornos" se ha perseguido a la ex gobernadora de Guayas, Viviana Bonilla.

     El ensayista chimbo ecuatoriano Fernando Tinajero Villamar cree que el problema del Ecuador es "el reino de la mediocridad", no la maledicencia y la intriga contra los verdaderos méritos, que sí existen, ni el hábito muy latinoamericano de proceder con engaño: "(...) tenemos servicios mediocres, se queja, cultura mediocre, política mediocre, vida mediocre y llegamos casi siempre a una muerte mediocre" (sic). Tal vez haga referencia a un presidente, el actual, Lenín Moreno, que no gobierna, pese a sus aires infatuados, y que encima, en plena crisis sanitaria !encontró el modo de adelantar pagos de la deuda externa! Debe parecerle al señor Tinajero,quien al fin ha terminado de mostrarse como es,  que es "política mediocre" querer lo mejor para el Ecuador -no para la señora y un puñado de amigotes-, defenderlo (porque Tinajero apenas defiende unos años '60 idealizados y quijotescos) y resistir una persecusión miserable e inmisericorde. Mejor no ponerse a gozar de la queja (da click en el botón de reproducción para algo de música popular ecuatoriana).





jueves, 3 de septiembre de 2020

CUBA: UN HOMBRE DE ALTO CALADO

 El señor Abel Prieto, casi un boomer (es apenas un poco más joven), fue ministro de Cultura cubano, luego asesor de Raúl Castro y hoy es presidente de Casa de las Américas, una institución cultural cubana. Seguirlo en twitter es una buena oportunidad para ponerse a llorar.

     Ante todo, los herederos de la Cuba que se hizo revolucionaria y socialista a los pocos años del XXavo Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), que denunció el llamado "culto a la personalidad", no pueden dar un paso sin repetir alguna frase de "Fidel" (Castro, se entiende), así diga nimiedades, del estilo "!América Latina es nuestra familia!". !Qué conmovedor! Cuando hace falta retórica, también se puede sacar frases de José Martí, o repetir lo que sea de éste hasta algo peor que la saciedad, la obscenidad del manoseo más calenturiento. Fuera de lo anterior, la retórica de Prieto desconoce la de muchos otros latinoamericanos, que en esta cuestión nunca lo han hecho mal. Quedarse callado está muy mal visto en América Latina, por lo que el peruano Manuel González Prada fue de los pocos en pedir un premio al laconismo. Al parecer, no se sabe muy bien en el goce cómo tratar con una ausencia, una pérdida o un echar en falta. Así que Prieto no puede perder lo que hoy se llama "visibilidad".

     Segunda costumbre, algo muy bien aprendido: halagar a los "grandes", vivos o muertos, aprovechando natalicios, centenarios, aniversarios luctuosos o lo que sea que permita seguir en el interminable ritual sacramental. ¿Cuántos años de prepotencia cumpliría hoy un Eduardo Galeano, con su cara de violador? Pues se lo cita como al amigo más íntimo de la cantina, donde ciertamente se llora, pero también hasta el goce. Después de todo, la creencia es que la cultura la hacen unos pocos "genios", y no que se trata de una creación colectiva. Desde este punto de vista, no se hace más que imitar a los "demócratas liberales", con muy gruesas dificultades para ir más allá de Octavio Paz o de la altanería de Mario Vargas Llosa. Cuba no se ha dado cuenta al parecer de que es en gran parte así que fue perdiendo amigos durante muchos años. Los lisonjeó hasta que desde su pedestal se le fueran encima.

     Retórica y elogio de los supuestos "genios" forman parte de cierto provincianismo, pero se le ha agregado algo de actualidad. En su cuenta de twitter, en la cual no aparece prácticamente nunca nada popular ni trabajador, porque todo está copado por la megalomanía y la mitomanía, Prieto se comporta como un fanático de las elecciones presidenciales estadounidenses, como si fueran las cubanas (¿lo puede hacer un funcionario?), o peor, como si él fuera estadounidense: obviamente, para contribuir a linchar al actual presidente Donald Trump y en un descarado -pero muy descarado- favoritismo por el Demócrata Joe Biden. Es a tal grado que poco le falta a Prieto para pedir alguna forma de anexión, aunque acuse a otros de "anexionistas" por falta de "cubanía": puede retuitear tranquilamente discursos del ex presidente Barack Obama, como quien refiere a su gurú. No hay ninguna diferencia entre la forma de cantar de Prieto y la de hacerlo, también en el más completo vasallaje, de un seudoperiodista y mercenario como el jovenazo mexicano Carlos Loret de Mola. Sobre Trump, entonan la misma letra con la misma música, como les sucede en otros temas a los "demócratas liberales" y a la "izquierda Berkeley", que no están ambos en términos amistosos con su propio cerebro.

     Más allá de lo enumerado, de sobra significativo sobre los baby boomers o similares, Prieto ni siquiera es capaz, a diferencia de lo que se estilaba antes, de citar los logros de la Revolución Cubana, más allá de haberle hecho a John Lennon un horrible monumento en ni sé qué banca de La Habana, capital cubana. Conste, el señor Prieto ha llegado a ser crítico de ciertas nefastas influencias extranjeras y antisociales en la cultura cubana (tal vez por este motivo lo llamó Raúl Castro), pero por lo visto no le incumben a él personalmente y de puesto en puesto ya perdió por completo los pies de los pedales. No, el señor no mira para abajo (¿no se vaya a estrellar?), y diríase que ni siquiera para adelante (¿no vaya a toparse con pared?): tiene la vista puesta hacia arriba, muy arriba. Fidel, Galeano, Bombama et puis moi.

      El jefe de Estado cubano, Miguel Díaz-Canel, aunque tecnócrata y no exento de modas y modismos, es un poco mejor, cuando cita a Fidel (Castro, se entiende otra vez): " no se puede lograr absolutamente nada si no es con la participación de las masas, es decir, con la participación del pueblo". Vaya confusión (pueblo=masas). Como sea, lo anterior supone poner atención a lo que sucede abajo, y en Casa de las Américas no es ni ha sido casi nunca así, salvo en tiempos en los cuales se publicaba y difundía literatura que describía las condiciones de vida y de lucha populares en América Latina y el Caribe (algo que no hacían otros países del subcontinente), más allá de "los grandes" con quienes se quedaron Prieto y otros enfermos de poder. Así están los tiempos.



martes, 1 de septiembre de 2020

MEXICO: EL BOQUETE DE AMLO

Ahora que acaba de rendir su segundo informe de gobierno, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), conserva altos índices de aprobación en las encuestas, que se sitúan por lo menos por encima del 50 % y llegan, según quien lo haga, hasta más del 60 % (en el caso del rotativo español El País). Lo curioso es que estas encuestas reflejan al mismo tiempo bastante descontento con el estado de la economía, la seguridad  y la salud, ésto último a raíz de la epidemia del SARS-Cov-2. Tampoco son demasiado relucientes los resultados de las encuestas en materia de combate a la corrupción, asunto que, no hay que olvidarlo, es el principal en el gobierno de AMLO y la principal y sistemática omisión de la oposición, salvo en su intento de demostrar que "todos los políticos son iguales" (efectivamente, para un analfabeto todos los libros son iguales). Pareciera que la gente está contenta sobre todo con los programas sociales del gobierno, aunque suele ser la pregunta faltante de las encuestas.

      AMLO sigue rodeado de alguna gente que intenta forzar las cosas y que provoca. El mandatario mexicano ya ha dicho que, en caso de consulta popular para saber si se debe llevar a juicio a ex presidentes, él votará en contra. Es el finamente hipócrita y eterno "corresponsal de guerra" (es la renta que se encontró), Epigmenio Ibarra, quien está induciendo por Internet a dicho juicio, sin lograr hasta ahora absolutamente nada que se parezca a una adhesión importante (www.juicioexpresidentes.mx). No estaría mal señalar que, frente al hecho de que debería tocarle al Partido Revolucionario Institucional (PRI) la próxima presidencia de la Cámara de Diputados, AMLO ha dicho que debe ser así, pese a las maniobras en otro sentido de acelerados lópezobradoristas como Gerardo Fernández Noroña, aunque fuera de los pocos en enfrentarse a Genaro García Luna, el ex súper policía a ser juzgado en Estados Unidos. El fiscal general de la República, Alejandro Gertz, y el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, ni siquiera se asomaron al segundo informe, pese a haber sido invitados. No parece que AMLO, más allá de una inveterada terquedad, se esté conduciendo como Pol Pot, aunque nada le impide a la oposición fabular y calentarse la cabeza hasta hervirse las neuronas. El presidente de México ni siquiera le ha recordado al ex mandatario Felipe Calderón (Acción Nacional y ahora México Libre, de derecha) que las reglas no escritas del régimen mexicano implican que los ex presidentes se abstengan de hacer política más allá del sexenio correspondiente, lo que, cabe recordar, han cumplido todos los ex presidentes priístas. El hecho de guardar un criterio propio ante las críticas de la oposición supone debatir, no tildar bajo todas las formas al mandatario de "rijoso" porque no se deja, salvo que se quiera a la antigua usanza una esfinge para efectos de protocolo, para seguir mientras con "los derechos y las libertades" de seguir traficando de todo con o sin la anuencia del ungido.

     Es muy pronto para evaluar lo hecho por López Obrador. Pero lo que sí puede decirse es que no hay nada en materia de educación y de cultura. Y no es que le importen a la oposición, incapaz de salir de intrigas y maniobras puramente politiqueras. Hasta ahora, salvo en la distribución de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes, que comienza enseñando que el bien no es lo que uno pueda agarrar para beneficio propio, y que promovieron los integrantes del partido Encuentro Social (PES), no se ha hecho nada por  lo que se quiso llamar en un principio la "revolución de las conciencias": nada por los valores, contra las actitudes heredadas del mal llamado "neoliberalismo", nada contra la parte de la corrupción que va más allá de lo ilegal y no es moral, nada por la conducta cívica, nada contra el comportamiento de franjas enteras de la población que no ven en México más que un lugar para "agarrar" sin retribuir, como cuando se está en territorio conquistado. Hay algo más grave: se le está dando al pueblo, a través de los programas sociales, sin pedirle nada a cambio. Es cierto que puede ser obligación del gobierno, pero quien recibe también tiene la obligación de dar y/o devolver al Estado. En materia de educación, el secretario Esteban Moctezuma (Secretaría de Educación Pública-SEP), salvo uno que otro lance (restablecer Civismo, por ejemplo), brilla por su ausencia y falta de iniciativa. Ni se diga la Secretaría de Cultura (SECULT), salvo cosas específicas: la secretaria, Alejandra Frausto, jura que "la cultura es la herramienta más poderosa para la transformación social", pero a aquélla no se la ve mucho que digamos, salvo para desbarrar, con un poquito de "patrimonio" y creencia excesiva en "los grandes" (la mitomanía en pleno, con Monsi por Paz), al igual que la oposición, en vez de trabajo colectivo y desde abajo. Educación y Cultura no están haciendo nada por la "revolución de las conciencias" ni por darle todo su sentido a la Cartilla, como no lo está haciendo (por suerte, tal vez) el Instituto de Formación Política del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Después de todo, como lo ha señalado en medio de su infumable vanidad Alfredo Jalife-Rahme, parte del problema de quienes rodean a AMLO es que están infestados de "gatos de Soros".

      Ni AMLO ni la democracia ni ningún régimen están para resolverle a toda la gente todos sus problemas, desde arriba, y por paternalista que sea el presidente (porque el mandatario mexicano lo es). Lo que hay es un proceso que, salvo excepciones (pongamos por caso el programa "Sembrando Vida", pero encima saboteado desde una parte del gabinete favorable al agronegocio), le da a la gente, al "pueblo", sin que se fomente demasiado su participación activa en la solución de sus propios problemas. La captura del proceso por sectores de clase media "libertarios" y "anti-autoritarios" impide algo diferente: no "darle" a los de abajo, sino realmente "ponerles en sus manos" para que resuelvan con criterio e independencia lo que les atañe, que no es servir a los acomodados, ni de carne de cañón para las buenas conciencias clasemedieras. ¿Habría que darle al pueblo, o ponerlo donde hay, para decirlo de manera algo jocosa? El problema es que "no hay". La oposición no parece darse cuenta de qué tan lejos está del pueblo. El lópezobradorismo tampoco, salvo excepciones y más allá de la mediación de las "ayudas", como las llama el propio AMLO. En fin, que 65 % está contento con la lucha contra la corrupción, y no es poco. Pero "revolución de las conciencias" no hay ninguna, y no hay nada tampoco de que "sólo el pueblo puede salvar al pueblo". Incluso no son pocos los que se han olvidado, si alguna vez lo supieron, de que es preferible no andar jugando con el lado "bronco" del pueblo. Lo hacen irresponsablemente tanto lópezobradoristas como los de la oposición, mientras gran parte de ese pueblo está en otra cosa: trabajando (o tratando de trabajar, en tiempos de epidemia), lejos de los modos cortesanos y de los cuentachiles para quienes "un político pobre es un pobre político". !Qué bien grabado se les quedó! Hecho curioso, el mayor apoyo para AMLO está según las encuestas entre la gente de trabajo. Y no es exactamente lo mismo que "el pueblo". Es tal vez la common decency de George Orwell.



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