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jueves, 31 de julio de 2014

AMERICA LATINA, CON HILLARY

¿Cuántos en América Latina se creyeron que el mundo iba a cambiar con el actual presidente estadounidense,Barack Obama, por el solo hecho de que es medio como de chocolate?Si funcionó, probablemente también funcione, si llega a suceder, poner a una Miss, de tal forma que el latino promedio festeje que mamá llegó -ahora sí-  a la Casa Blanca.!Sí se puede!
     La ex primera dama estadounidense, Hillary Clinton, volvió a pronunciarse -esta vez, ante la cadena Univisión- por levantarle el bloqueo a Cuba. "Algún día me gustaría ir a Cuba, sí", dijo incluso la señora. Al rato, algunos se creerán que es como James Carter, pero con glamour. Habrá imperialismo maternal y con un dejo de charming. !Cualquiera lo puede hacer! Si lo hizo el zambo, lo puede conseguir la doña. Lo único que se necesita es aguantarse todas las infidelidades: las del marido, como las del Pentágono o las de Wall Street, que tienen toda suerte de liasons y otro tanto de affaires.
     En un capítulo dedicado a América Latina en las memorias intituladas Hard choices ("Decisiones difíciles", título que podría ser el de alguna película con Diane Keaton), la señora alaba a Dilma, como gentilmente la llaman sus simpatizantes (somos una gran familia,¿qué no?)."Tiene un fuerte intelecto y verdaderas agallas",dice de Rousseff la posible candidata a presidenta de ese gran kindergarden clasemediero que es Estados Unidos. Y Hillary trata también como"amiga" a la actual presidenta de Chile, Michelle Bachelet, aunque ésta es al mismo tiempo más realista -no pide lo imposible- y menos demagoga que la brasileña. Por lo visto, el ideal sería cooptar a una gigantesca clase media -como la brasileña- sin abandonar políticas de origen "neoliberal" (a la chilena).
     La Miss, en cambio, habla de Hugo Chávez, el difunto venezolano, como "dictador autoengrandecido": lo de dictador es falso, lo de autoengrandecido menos. La señora de Clinton -el hombre que toca el sexofun- considera que Chávez y Fidel tienen algo en común: la demagogia. Habría que probar que no es así. Y no es fácil probarlo.
     Para cooptar sin cambiar gran cosa, la Hillary no estaría mal, aunque por ahora es imposible saber si llegará o no lo conseguirá. Hillary Rodham Clinton considera que Vladimir Putin, el presidente ruso, es de la clase de tipo "arrogante e imposible de tratar".Ya tuvimos a un Big Brother mulato; tal vez los verdaderos electores en Estados Unidos tengan un nuevo guión, el de Big Mother. Con lo mucho que ha sufrido el pobre imperio: ! algunos lo engañan hasta con Nikita!
    !Sé fiel con mamita, amigo! Haz lo que te pide y pórtate bien.
    ¿Qué pasa, m'hijito?

lunes, 28 de julio de 2014

HILLARY CLINTON: CONTRA EL BLOQUEO

Descansando, haciéndolo ta vez antes de lanzarse como candidata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, en su libro de memorias Hard choices, sugirió que debe levantarse el bloqueo a Cuba. La ex primera dama estadounidense no lo dijo porque considere que el bloqueo es una injusticia o porque, a estas alturas, es algo ilegal (así lo considera por ejemplo el mandatario ruso, Vladimir Putin). No. Para la señora, el bloqueo le sirve de coartada al castrismo para justificar toda clase de ineficacias. Y no es algo totalmente falso, aunque Hillary sea totalmente falsa. Una mayoría de estadounidenses quiere menos sanciones contra Cuba y sobre todo poder viajar a la isla y facilitar las transacciones comerciales. En suma, esa mayoría quiere volver a los buenos viejos tiempos del ocio y del negocio. Y no faltan cubanos que lo deseen, estando en Cuba. Sabotearán las medidas del actual mandatario cubano Raúl Castro tanto como sea posible.
     Los medios de prensa de la isla festejaron a la Hillary. En medio de una apertura nada fácil, la pregunta ha vuelto a saltar: ¿puede Cuba tener una burguesía o algo que se le parezca? Seguramente tenía razón el ahora ex canciller Felipe Pérez Roque, para quien no puede haber en Cuba burguesía que no esté transnacionalizada y que no termine como vendepatrias. Es este el antecedente y es un asunto que no ha terminado de salirse de la cabeza de más de un cubano: ¿a quién podemos vendernos?¿y con quién estar en la guapería?¿A quién le rentamos la isla, porque nunca es tarde si la renta es buena?
     Los hay en la izquierda que en vez de pensar en diversificar relaciones para que ninguna inversión extranjera tenga el monopolio, sugieren, en blogs como el de "Con Nuestra América", crear -en nombre del Che, además (!)- una burguesía "entre cubanos", los de la isla y los del continente, cubano-americanos, claro está. Así tendríamos, además de "nuestra América", una burguesía "nacional", como si lo nacional estuviera en la sangre o en la piel, o como si se alojara en una nacionalidad mal entendida, "nuestro ser". Así que habría que permitir la inversión de cubanos, de Cuba y de fuera, antes que otro tipo de inversiones. ¿Por qué no seguir arreglándonos "entre nosotros", dejándole lo menos al de fuera, aunque pidiéndole, eso sí, que sea magnánime en la regalía?
     Si las reformas económicas llegaran a fracasar, o si se las hiciera fracasar, los hay muy listos para que, en nombre del Che y del nacionalismo, éste vuelva a convertirse en la renta del criollo, para lo cual el criollo necesita del monopolio político. No es el tema si Cuba vuelve o no al capitalismo: hay que saber si en Cuba existe, como la hubo en la Unión Soviética, una capa en el monopolio político que espera usarlo para beneficiarse de la apertura, luego de haberse beneficiado de la cerrazón y del hecho de ser más papista que el papa -más fidelista que Fidel, más martiana que Martí. !Con el poder, hasta la victoria, siempre! !Pero qué bien han sabido interpretar esta frase!Habría que cuidarse de enemigos como la Hillary y de la retórica oficial -intelectual sobre todo- en La Habana. Sus intereses coinciden y, con éstos a la cabeza, Cuba no resistiría el levantamiento del bloqueo.

jueves, 24 de julio de 2014

BOLIVIA: PARA VIVIR BIEN

De cara a las elecciones a celebrarse en octubre, Evo Morales, candidato y actual presidente de Bolivia, tiene una aprobación del 70 %, similar a la del mandatario Rafael Correa en el Ecuador. No se trata de hacer unanimidad, como no la ha conseguido ni Correa, quien no tiene a su favor las principales ciudades ecuatorianas (Quito, Guayaquil, Cuenca). Con Morales es un poco distinto, puesto que tiene una aprobación alta incluso en Santa Cruz, bastión opositor (la aprobación de Morales es del 70 %) y Cochabamba. Tal vez una parte de los opositores "rasos" se haya percatado de que Evo Morales no es el "indio" -en el sentido peyorativo- que pintó la oposición.
      Los planes para crear un Estado de Bienestar han funcionado bastante bien, con el sistema de bonos para jubilados, estudiantes y niños. La redistribución del excedente va mejor con la nacionalización de los hidrocarburos. Bolivia, hasta hace algún tiempo un país muy pobre y comparado a Honduras, Paraguay (hoy el más pobre del continente) y Haití -que no salen del marasmo-, ha lanzado su primer satélite y planea desarrollar energía nuclear con fines pacíficos. Los otros tres, con gobiernos de derecha, no han podido resolver los graves problemas sociales que tienen.
     Para el periodo 2015-2020, Evo Morales planea reducir la pobreza extrema al 9 % (se redujo ya de 38 % a 21 %, aproximadamente, desde el año 2005 al 2012) y ampliar la cobertura de agua potable en el sector urbano (el objetivo es el 100 % de la población) y la de luz en el sector rural (hasta alcanzar al 90 % de la población). La meta -para seguir con una importante inversión pública- es también crear hospitales de alto nivel en ciudades como Tarija (cardiología), Santa Cruz (neurocirugía y nefrología), Cochabamba (oncología) y La Paz (gastroenterología), mejorando entonces significativamente la cobertura de salud.
    Lo anterior no es lo más interesante, como no lo es el homenaje a la madre Tierra. Lo que cuenta mucho es que, como Correa con el centro Yachay y como Humala en el Perú con el Plan de Diversificación Productiva, Bolivia buscará asegurar la independencia científico-tecnológica y la industrialización con empleo. Se puede consolidar así el proyecto que el actual vicepresidente, Alvaro García Linera, presentó hace años como "capitalismo andino-amazónico", aunque luego haya hablado de "socialismo comunitario". Sucede que un capitalismo bueno es tal vez mejor que un socialismo malo. Falta mucho por andar, pero incluso Cuba podría aprender del rumbo tomado por tres países andinos que han ejercitado su soberanía (Ecuador, Bolivia), o que se plantean hacerlo, incluso ante China (Perú), puesto que la soberanía es para ser autónomo, no para cambiar de patrón -un problema vivo en Cuba. Tampoco es válido creerse que más vale socialismo (malo) por conocido que capitalismo (bueno) por conocer. Capitalismo pésimo es el de Honduras, Paraguay y Haití. Socialismo malo, el de Cuba, aunque con aspectos positivos. En Estado puro, no hay nada, salvo para la propaganda.

viernes, 18 de julio de 2014

PERU CON HUMALA: ¿POR EL BUEN CAMINO?

Bajo la presidencia de Ollanta Humala, el Perú comienza a tomar precauciones ante la dependencia de las materias primas (minerales en particular) y las tendencias no muy positivas en el exterior, ya que el ritmo de crecimiento chino está enlenteciéndose. El actual gobierno peruano ha lanzado un importante Plan Nacional de Diversificación Productiva (disponible en la Web).
    Este plan contiene un primer eje que busca diversificar la canasta exportadora, para salir del extractivismo, y en todo caso depender menos de los minerales.
     Un segundo eje consiste en estimular al sector privado (productivo) reduciendo sobrecostos, en particular en las regulaciones excesivas impuestas al sector.
      El tercer eje es clave: consiste en buscar que mejore la productividad, aún baja y heterogénea según las regiones y sectores. Este aumento de la productividad iría aparejado de un crecimiento del empleo formal y de calidad, sin descuidar la capacitación (para lo cual el Perú ya ha becado a 30 mil personas). Una pieza clave -también lo es para estimular la demanda interna- es el apoyo a las pequeñas y medianas industrias.
     El programa incluye bastante inversión pública, en proyectos de envergadura como la longitudinal andina (que unirá al corredor serrano), el gasoducto del sur y la refinería Talara.
      Este programa es más que keynesiano, ya que, como lo ha dicho el presidente Guillermo Solís, de Costa Rica, protegerse en el comercio exterior consiste en ser "lo más promiscuo posible", y no depender de un solo socio (China es el segundo socio comercial del Perú).
      Frente a ésto, en muy segundo lugar quedan las reivindicaciones de "izquierda", como el matrimonio entre personas del mismo sexo, asunto que no es prioritario. Tampoco es prioridad discutir sobre el futuro de Nadine Heredia, la primera dama, al menos no en términos de "páginas periodísticas de sociales".
      Si este Plan, sumado a otros en materia de salud, educación e impartición de justicia, se concretara, Perú se enrumbaría a la aparición de una nación digna de este nombre y moderna. Humala, en entrevista reciente con la Deutsche Welle, ha vuelto a sostener que lo suyo no es "de izquierda ni de derecha, sino desde abajo". En sus propias palabras, Humala considera que "la gente no come discursos" (a diferencia de la especial dieta cubana, tal vez, que incluye generosas raciones verbales). Por lo demás, lejos del izquierdismo, Humala conserva el principio de realidad intacto, con serenidad, por lo que declaró a la misma Deutsche Welle: "lo que se debe hacer está por encima de lo que se quiere hacer". Al fin, uno que está en la tierra, no en la utopía, con lo que el Perú puede sumarse a Costa Rica, Ecuador, Bolivia y hasta cierto punto Uruguay -pasado el circo Mujica- en la lista de países cuerdos. Si Cuba y Venezuela parecen empeñarse en que la gente coma verbo, otros, los tres más grandes, están por ahora mirándose en el espejo de su grandeza, sin que la realidad importe demasiado, la verdad sea dicha.

CELAC-CHINA: ¿CAMBIO DE RUMBO?

Como les sucede a los estadounidenses, que a cada momento hacen algo "histórico", a muchos analistas latinoamericanos les da por decretar lo mismo, así que la visita de un mandatario ruso a la región latinoamericana es "histórica", como lo es la reunión Cumbre entre China y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericana y Caribeña).
     Ciertamente, la reunión China-CELAC fortalece los vínculos Sur-Sur, y el presidente chino, Xi Jinping, viaja por segunda ocasión en poco tiempo a la región: visita Argentina, Brasil, Cuba y Venezuela, luego de haber visitado hace poco México, Costa Rica y Trinidad y Tobago. Es la segunda gira latinoamericana del presidente chino desde el inicio de su mandato.
     Lo que no es "histórico" ni nada nuevo es el modo en que China ha estado comerciando hasta ahora con América Latina: el tipo de comercio ha generado la reprimarización de las economías latinoamericanas (varias del Cono Sur, en particular la brasileña y la argentina), y con ello, la desindustrialización. No es histórico porque es la historia de toda la vida en América Latina y no se funda nada..
      Lo nuevo es que China podría tratar de cambiar en algo este patrón de comercio, atendiendo más a la tecnología y a las finanzas, con nuevas formas de inversión. Es probable que sea éste, en parte, uno de los objetivos de la visita de Xi Jinping.
     Raúl Castro, mandatario cubano, dijo de los países latinoamericanos, luego de la reunión con el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y en el marco del encuentro CELAC-China: "tenemos el desafío de trabajar por la industrialización de estos recursos naturales y agrícolas, de aumentar y diversificar las exportaciones, en especial de bienes y servicios", por lo que no basta con explotar reservas minerales, de petróleo y de agua dulce. Junto al reto de diversificar está el de procesar en América Latina los recursos naturales.
     Raúl Castro es el tercer mandatario latinoamericano que se pronuncia en esta dirección: ya lo han hecho el ecuatoriano Rafael Correa (que tiene en su haber la creación de la ciudad del conocimiento Yachay, para no permanecer en el extractivismo), y el peruano Ollanta Humala, quien dijo alguna vez, en entrevista con el izquierdista francés Jean-Luc Mélenchon, no estar satisfecho con la dependencia de la minería ni con el tipo de relación del Perú con China. Lo de Brasil y Argentina es otra cosa: más "hacen Historia", y más la repiten, por lo pronto.
   

jueves, 17 de julio de 2014

RUSIA Y LOS BRICS

En la tradición de alianza entre el sovietismo y el tercermundismo, Rusia ha buscado darle al grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) un contenido concreto: en particular, Moscú promovió aquí la creación de un Banco de Desarrollo y un fondo de reservas monetarias. Rusia ve con malos ojos un mundo unipolar e incluso, según Putin, la activación del grupo BRICS debería ser el punto de partida para reformar el Fondo Monetario Internacional.
     Sucede que dentro de este grupo, un invento de Goldman Sachs para resolver temporalmente la crisis ampliando el consumo sobre la base de las existencias de masa demográfica, las diferencias son mayúsculas. Ni Brasil ni India ni Sudáfrica tienen un papel relevante, ni siquiera regionalmente. En materia de integración latinoamericana -Putin abogó por ella-, en los últimos años ha sido Venezuela (sobre todo mientras estaba vivo Hugo Chávez) quien ha llevado la voz cantante. Brasil, no. Entre Brasil y Argentina, pareciera más bien que se trata de "moderar" ciertas iniciativas hasta paralizarlas, lo que ha provocado que no avance mucho la moneda común sudamericana, el Sucre, ni Unasur (Unión de Naciones Suramericanas). Como antaño con Chávez, con Rafael Correa, el mandatario ecuatoriano, ha pasado lo mismo: se ve paralizado cada vez que intenta concretar la integración latinoamericana.
     Varias de las economías del grupo no van tan bien como pareciera (es el caso de Sudáfrica e incluso de la economía brasileña, completamente extranjerizada: ambas están siendo depredadas por China). China tendrá que afrontar un probable cambio de rumbo (más centrado en el mercado interno), si logra tomar la curva, y el único acuerdo sólido -a largo plazo, no a corto plazo- es el logrado recientemente entre China y Rusia para que ésta le suministre gas a aquélla. China y Rusia son los dos únicos países del grupo BRICS que están "en vías de desarrollo". Los demás, en más de un aspecto, están "en vías de subdesarrollo", lo que no impide que al mismo tiempo tengan un mercado (limitado) de nuevos consumidores.
    La primera cumbre del grupo tuvo lugar (era todavía Bric) en Rusia, en la ciudad de Ekaterinburgo, y desde entonces Moscú ha tratado de darle a un cuento estadounidense un sentido distinto, a diferencia de otros, como Brasil, ni siquiera alejados en verdad de políticas económicas "neoliberales". Donde Rusia busca un poco de calidad, los demás, incluyendo China, siguen pensando como los estadounidenses que todo en el mundo es cantidad, por lo que hay que agregar "masa de consumo". Latinoamérica, ella, pone la retórica. En diez años, el grupo en cuestión ha logrado muy poco.

CUBA-RUSIA: EL FORCEJEO POR EL CENTRO DE LOURDES

Contra la información dada por el rotativo ruso Kommersant y contra la opinión de algunos militares rusos (como Igor Korotchenko, redactor en jefe de la revista "Defensa nacional"), que pidieron incluso una base en Cuba por 100 años (!), el presidente ruso, Vladimir Putin, desmintió en una entrevista que Moscú tenga planes para reactivar el centro de espionaje de Lourdes. Se evita así, por cierto, una nueva campaña de los exilados cubanos en Miami, quienes ya estaban en la alharaca en el mejor estilo de la Guerra Fría.
     De igual modo, Rusia no ha reactivado la base militar que tenía en Cam Ranh, una bahía vietnamita. Esta base fue dejada en 2002, aproximadamente al mismo tiempo que el centro de Lourdes en Cuba. A diferencia muy notoria de Estados Unidos, tal parece que Rusia no considera al planeta entero como "su" patio trasero.
    En la entrevista (la nota es recogida en el portal Web de Pravda), Putin dijo que tal vez la decisión de no reactivar Lourdes hiera la susceptibilidad cubana. Para el mandatario ruso, es más importante afianzar las relaciones económicas, terreno que han ido ganando otros en Cuba -como los españoles y los canadienses- desde la salida soviética y la rusa en 2001.
      Si la decisión de Putin se impone, no habrá vuelta al pasado de posguerra soviético, ni utilización potencial de países del Tercer Mundo como piezas de ajedrez. La geopolítica no es el fuerte de Putin, afortunadamente, aunque sí está el derecho a la legítima defensa. Por su parte, queda a un país como Cuba la posibilidad de diversificar las relaciones económicas y encarar, en este terreno de la economía -y no en la retórica política- la mejora de las condiciones de vida de la población de la isla.
     Aunque reactivar Lourdes sería una medida defensiva, incluso Korotchenko señaló que sería exponer a Cuba a una nueva campaña en su contra. Tal parece que el judoka Putin domina el arte de no caer en provocaciones, como no ha caído en la del Este ucraniano.

miércoles, 16 de julio de 2014

CUBA-RUSIA: EL FUTURO DE LA BASE DE LOURDES

Fuentes de prensa rusa han informado recientemente de la reapertura del centro de escucha (para radio y telecomunicaciones) que tenían los soviéticos en Lourdes, cerca de La Habana, capital cubana. Para Rusia, volver a disponer de este centro (que la Unión Soviética tuvo entre 1967 y 2001) le permitirá no depender de satélites y tener datos sobre Estados Unidos y el hemisferio occidental. Ciertamente, Lourdes es un centro de espionaje y no es demasiado grato que se vuelva a la activación del lugar.
     No sirve de mucho poner el grito en el cielo si no se condena al mismo tiempo la guerra mediática estadounidense contra Cuba (Radio Martí, TV Martí) y la permanencia de la base de Guantánamo, cerca de Santiago, al oriente de la isla. Condenar nada más a Moscú sería tanto como pedir un desarme unilateral, cuando Estados Unidos no ha renunciado al hostigamiento contra Cuba. Por ahí no va.
    Tampoco es muy loable la geopolítica que practican algunos rusos. El general Leonid Ivashov, presidente de la Academia rusa de Estudios Geopolíticos, considera que Rusia debe tener mayor presencia en América Latina para "controlar el apetito" de Estados Unidos (según las palabras del propio Ivashov), por lo que Moscú debiera ir más allá del centro de Lourdes. En algún momento, el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, consideró que su país podía tal vez abrir bases militares en Cuba, Nicaragua y Venezuela. De inmediato, los que no se indignan por Ucrania o por la acción de la Organización del Tratado del Atlántico Norte pusieron el grito en el cielo por las palabras del militar ruso.
      El asunto de Lourdes no llega demasiado lejos y no tiene ninguna comparación con el "cordón sanitario" de Occidente contra la Federación Rusa. Hasta cierto punto, como Cuba y Rusia son los agredidos, se trata de una medida defensiva (salvo en una lectura geopolítica), y no de expansionismo.
      Al mismo tiempo, cabe recordar que, al ser derrotada Alemania en 1945, la geopolítica fue proscrita de las relaciones internacionales y de su estudio. Esta geopolítica, creada por anglosajones (en Gran Bretaña, y luego en Estados Unidos) y por alemanes, parte de la creencia de que todo país necesita expandirse para tener un "espacio vital". De táctica, se convierte en estrategia (de medio, en un fin). La geopolítica es la justificación de "intereses" sin principio ninguno, y esta visión ha afectado a los liberales y a los conservadores rusos -sobre todo a éstos. Al final, termina sucediendo lo que ya pasa en el estudio de las relaciones internacionales: casi nadie piensa, casi todos calculan, y hay que leer páginas y páginas -pésimas- de "probabilidades" y "movimientos" en "escenarios" sin que las premisas de estos enfoques sean cuestionadas. Mucho se va en especulación y ni siquiera es posible saber de tendencias reales.
     Por fortuna, ni el presidente ruso, Vladimir Putin, ni el canciller ruso, Serguei Lavrov, han seguido estos antojos de algunos en Rusia que quisieran volver a los tiempos de una Guerra Fría que no tuvo nada de idílica. El mundo actual, quiérase o no, es más pacífico, Moscú pierde menos la cabeza, el tercermundismo (profundamente anticomunista) casi no tiene posibilidades de revivir (ni siquiera por el grupo BRICS, que aglutina a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y habría más paz si Estados Unidos no hubiera entrado en la fase delirante del imperialismo, una fase senil, pero peligrosa, ya que todas las guerras de 23 años para acá las libra Washington. Por la geopolítica, ni la naturaleza del imperialismo es algo que sea conocido: ni siquiera se ve. No hay mucho de negativo en la probable reapertura del centro de Lourdes: sí mucho en la geopolítica que degrada a los hombres y los países a medios para fines que ni siquiera son fiables. Ahí están las predicciones de guerras con Irán o con Norcorea, de la Gran Guerra Mundial Que Acabará con Esta Humanidad Pecadora, o del fin de lo que sea, de Rusia, por ejemplo. Entretanto, Washington prosigue con una geopolítica secreta que muy pocos intentan descifrar. Es que habría que detenerse a pensar, en vez de calcular.
   

domingo, 13 de julio de 2014

VLADIMIR PUTIN EN LATINOAMERICA

El ruso que sostiene que las relaciones de Moscú con América Latina no están "ideologizadas", sino que son "pragmáticas", no hace más que acomodarse a la "narrativa" occidental en boga. En la Unión Soviética se estudiaba la propaganda -los soviéticos hacían la suya y criticaban la estadounidense- pero nunca se tuvo en cuenta qué es la ideología. Tampoco es una política pragmática, si ésta consiste en "seguir intereses"- entiéndase que en conseguir ganancias. El presidente ruso, Vladimir Putin, decidió condonarle a Cuba el 90 % de la deuda contraída en la época soviética, algo carente de sentido desde el punto de vista de los "intereses", pero que el líder cubano Raúl Castro entendió bien, luego de recibir al mandatario de Moscú recordando que Cuba, sin ayuda soviética, "no habría podido subsistir": lo de Putin fue generosidad, en palabras del huésped de la isla. Lo que ni el analista ruso promedio entiende es que Rusia tenga amigos, además de intereses, lo que parece haber llevado también a Putin a una visita relámpago a Nicaragua. Rusia no es la famosa Inglaterra, la pérfida Albión, con intereses y sin amigos.
    Tampoco estuvo Putin en América Latina para alguna "expansión económica" en las narices de Estados Unidos, aunque ciertamente Putin condenó el bloqueo estadounidense contra Cuba. Rusia no es un socio comercial importante para América Latina: el comercio de ésta con Moscú representa apenas 5 % del comercio con China, nada.
    Tener amigos no significa ser romántico, ni idealista, ni andar perdido en las nubes, ni ser lírico, nada de ésto: Brasil, no Cuba, es ahora el socio comercial más importante de los rusos en América Latina. Moscú obtiene de los brasileños carne, café, soya y azúcar. En general, Rusia exporta a los latinoamericanos productos industriales, como metales, laminados de acero, productos de papel y cartón y fertilizantes.
    Al igual que el canciller ruso Serguei Lavrov meses atrás, Putin no vino a provocar a Estados Unidos, ni a servirse de Venezuela como otros se sirven de Ucrania, sin que proteste ningún analista latinoamericano, salvo para gritar que "ahí viene el fascismo". Aunque Caracas es el segundo comprador mundial de armas rusas, Putin no visitó Venezuela, ni siguió con el empeño de un extinto Hugo Chávez, que estuvo nueve veces en Rusia. Nadie viene desde Rusia a "expandirse" ni a maniobrar en América Latina, excepto en la cabeza del periódico español de mayor venta en el mundo o en la de sus réplicas izquierdistas latinoamericanas, que esperan servirse de una amistad genuina para "maniobrar" y "ampliar márgenes" de "soberanía". En realidad, Putin no es Nikita Jrushov y no vino a cambiar Cuba por Turquía, ni a nada parecido.
     En Cuba, Rusia participará en la exploración petrolera en Boca de Jaruco y el noroeste de Cuba en general, lo que le puede ser útil a los cubanos en el futuro, para no depender demasiado de los venezolanos. Habrá más cooperación en el terreno de la medicina, la farmacéutica, la biotecnología y algunos más, en los cuales Cuba destaca. El mandatario ruso considera que su país puede ayudar a Cuba a superar el "bloqueo ilegal", en palabras de aquél. Aún así, Putin no estuvo en ningún momento en América Latina buscándole el flanco débil a los estadounidenses, ni viendo como pegarles "donde más les duele" (y otras joyas del "sentido común" latinoamericano). Ni siquiera invertirá Rusia en gas de esquisto, pese a participar en exploración petrolera en Cuba y Venezuela. Para los rusos, este gas conlleva un fracking costoso y dañino para el medio ambiente. Lo demás es narrativa a conveniencia.

sábado, 12 de julio de 2014

UCRANIA: ¿QUIENES PELEAN EN EL DONBAS?

A quienes pelean en el Donbás les asiste en buena medida la razón cuando rechazan la verdadera ocupación de Ucrania, la que ha estado realizando Occidente, de distintas formas. Las milicias vienen del mundo del trabajo y están contra los parásitos del occidente ucraniano, que calculan asociarse con europeos y estadounidenses para sacarles algo, como en el pasado lo calculaban con los nazis. Las milicias del Donbás suelen ser voluntarias, los que combaten al lado del gobierno de Kíev, capital ucraniana, son mercenarios a sueldo.
    En parte, es una nueva generación de gente en el Donbás. Como escribía alguien en el portal ruso Odnako, pelea la "primera generación postsoviética, que no participa en la destrucción del Estado", contra la "última generación soviética", la de los ex komsomoles (ex miembros de las juventudes comunistas), cuyo único aprendizaje -como conversos, si alguna vez tuvieron convicciones- ha sido, junto al mercado negro, el de ser chantajistas para ganarse la vida. Odnako los describe, a estos últimos, como mutantes y gente que ha "traicionado repetidamente todo".
     Al mismo tiempo, esta gente, que también existe en el Este de Ucrania, creó el espejismo de una región próspera por la derrama de oligarcas como Rinat Akhmetov, por lo que las milicias armadas de Donbás, según algunos de sus portavoces, estuvieron esperando de aquél millonario algo favorable, que no llegó. Es el Donbás cultural, deportivo y filantrópico, a la espera de un buen Hyundai, de Art Point europeo, del partido del Khk Donbás y de un mejor consumo, restos de un sovietismo bastante degradado por lo menos desde los años '70. ¿Modernos, pero con valores "tradicionales"?
     Así, algunos cayeron en la retórica de una "Gran Rusia", del tipo que recrea en Rusia un Alexander Duguin, y pensaron crear una "Nueva Rusia" (Novorossya), como en tiempos de los zares (en el siglo XVIII), con esos valores "tradicionales", opuestos a los de Occidente, pero también algo míticos. Era caer en algo parecido a una "Gran Serbia". El presidente ruso, Vladimir Putin, no quiso seguir este guión.
     Aunque no tiene un proyecto claro, la milicia del Donbás ha obstaculizado el avance de Occidente hasta las puertas de Rusia por el flanco ucraniano. Según los dirigentes de estos hombres en armas, listos para la guerrilla, de conquistar el Este ucraniano, el gobierno de Kíev bien podría ir por la revancha a Crimea.
     Occidente ganó en parte por convertir en blanco a una población civil que no tiene idea de lo que está en juego, y que repite un discurso sovietizante vacío contra "el fascismo" y por "la paz" que no articula alternativa sólida. Alguna muchacha miliciana del Donbás declaró a una cadena rusa estar harta del "desmadre de Kíev", y está en lo cierto, pero, a fuerza de rechazar toda ideología, lo que hay del otro lado es -como alrededor de Putin- un desmadre total en las ideas.

jueves, 10 de julio de 2014

UCRANIA: GUERRA DE CLANES, GUERRA DE CLASES

Desde hace varios años, Ucrania es el lugar del conflicto entre dos "clanes" de ricos que aprovecharon la caída de la Unión Soviética para hacer negocios con frecuencia turbios, aunque al mismo tiempo prometieron abundancia al conjunto de la población. La asociación con la Unión Europea mantuvo esa promesa, que no pasa de ser éso: sucede sin embargo que este acuerdo arruinará al Este ucraniano carbonífero, mediante las privatizaciones.
    Los "clanes" son el de Donetsk, de corte "paternalista", algo sovietizante (no es lo mismo lo soviético que lo comunista), al que estaba ligado el depuesto presidente Viktor Yanukovich. Entre otras cosas por los pedidos al complejo militar-industrial ucraniano, el Este ha mantenido vínculos importantes con Rusia. El otro clan es el de Dnepropetrovsk, otra ciudad industrial importante. Este "clan", encabezado por el oligarca Igor Kolomoiski, es el que escoge regularmente aliarse con Estados Unidos (Departamento de Estado incluido) y servirse de grupúsculos ultranacionalistas y de extrema derecha, que hacen los trabajos sucios -para Kolomoiski, judío ucraniano- desde Odessa hasta el Este ucraniano, en el Donbás. El nacionalismo ucraniano "fuerte" no existe más que como asunto intelectual en Kíev, la capital ucraniana, mientras que el occidente no tiene un pasado independiente duradero (fue parte del imperio austro-húngaro). Sin mayor conciencia de nación, los oligarcas se pelean los despojos de Ucrania y Kolomoiski busca vencer al Este, donde hay otro oligarca rival importante, Rinat Akhmetov. El prejuicio contra el Este es también de clase, de "aristócratas" -o que creen serlo- contra una región de trabajadores mineros, vistos como los "sucios", desde la "limpieza" del dinero, el que supuestamente no tiene olor.
     Rusia no ha intervenido en el Este ucraniano, aún a riesgo de dejar solas a su suerte a las milicias de Donetsk y de Lugansk. Lo que es más, el presidente ruso, Vladimir Putin, renunció explícitamente a intervenir. No se trata en prioridad de un asunto "étnico", simplemente porque hablar ruso antes que ucraniano no significa ser parte de ninguna "etnia". La "narrativa" occidental no es más que éso, un cuento que cree aquél al que le conviene creérselo. Las milicias son más bien de clase, opuestas a 23 años de promesas por parte de oligarcas que únicamente se han cumplido estas promesas a sí mismos. La oposición desde el trabajo al saqueo oligárquico está en el Donbás, no en el Maidán de Kíev. Sin embargo, el gobierno ruso ha hecho todo lo posible por no agravar las cosas ni caer en provocaciones, buscando normalizar relaciones con el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, un oligarca de Kíev, bajo presión del grupo de Kolomoiski.
     La población civil ucraniana, la del Este incluida, tiene un nível político deplorable y prefiere huir a Rusia que dar un apoyo decidido a las milicias del Donbás, que han perdido muchas posiciones (da más o menos igual que haya entre ellas alguna gente vinculada al espionaje ruso). Rusia ha recibido a miles de refugiados ucranianos. Esa misma población es blanco del terror de extrema derecha y estadounidense, para neutralizarla, lo que ha dado buenos resultados, al precipitar la actitud del "sálvese quien pueda" en nombre de "la paz" -¿la misma que quieren quienes convierten en blanco de guerra a esa población ?. La alianza entre oligarcas como Kolomoiski, Estados Unidos, grupos de extrema derecha vandálicos (los hijos de 23 años de crisis) y una clase media "neutra" debiera llamar la atención. Incluso en el Donbás, los hay que esperan que los rescate algún oligarca, prefiriendo la "derrama" al esfuerzo. El mundo del trabajo ha vuelto a quedarse solo y no es ningún buen antecedente para Rusia.

viernes, 4 de julio de 2014

AFGANISTAN: LAS PROXIMAS NEGOCIACIONES

Con resultados de las elecciones presidenciales afganas podrá saber mejor Estados Unidos con quién negociar lo que le interesa: una retirada parcial pero, también, mantener nueve bases militares en territorio afgano, lo que es tanto como decir que en el corazón de Asia Central.
    A Estados Unidos, llegado el caso, no le incomoda negociar con sus supuestos enemigos, los talibanes afganos, acusados de terrorismo. Hasta hace algún tiempo, Washington estaba negociando con los talibanes en Qatar, pero las conversaciones se suspendieron. Recientemente, Estados Unidos canjeó prisioneros con el mismo grupo afgano. Cuando ha sido necesario, Estados Unidos ha estado listo a pasar por encima de sus propios aliados -como Hamid Karzai, presidente afgano saliente- con tal de obtener las ganancias esperadas, lo que confirma que Washington, como se estila decir, tiene intereses, no amigos.
     El secretario estadounidense de Defensa, "Chuck" (se llama Charles Timothy) Hagel, expresó su esperanza de reabrir negociaciones con los terroristas. Lo hizo a nombre de una "reconciliación" que tal vez debería ser como en otros lugares, donde Estados Unidos se alía con una mano con "liberales" y con la otra con "conservadores", que pueden ser incluso fanáticos. Es lo mismo que Estados Unidos ha probado en otros lugares, como en Siria, donde Washington alterna el apoyo a islamistas radicales con otro a quienes son llamados "moderados".
    Lo nuevo es que se incluya a "moderados", porque la experiencia muestra una preferencia estadounidense por los más conservadores y extremistas, desde el terrorismo kosovar del ELK (Ejército de Liberación de Kosovo) hasta los neonazis de Pravy Sektor en Ucrania (gente que no duda en usar desde bombas de racimo hasta agentes químicos contra los "subhombres", como  los muy fascistas  de Kíev, capital ucraniana, llaman  a los habitantes del Este ucraniano), pasando por el nuevo "ejército" iraquí y "de Levante". Como es medieval, el asunto se parece en mucho al uso de jenízaros (mercenarios, guardias del sultán de turno), que al fin y al cabo la crisis da para encontrar cómo y dónde reclutarlos.

martes, 1 de julio de 2014

EL MEDIO ORIENTE FALLIDO

Una de las peores cosas que suceden en Oriente Medio es que Estados Unidos, lejos de actuar solo, encuentra más de un aliado. Incluso son posibles coaliciones que involucran juntos a musulmanes y judíos, cuando es necesario, exactamente de la misma manera en que un oligarca judío ucraniano puede asociarse con extremistas de derecha, neonazis, si de atacar a un "moskal" (ruso, despectivamente) se trata.
    En el norte de Iraq, el Kurdistán ya ha decidido hacer un referéndum -aunque habrá algunas consultas previas- para independizarse: los kurdos, en este caso, han recibido el apoyo tanto de Turquía como de Israel, país interesado en el petróleo de esa región.
    Turquía apoya al mismo tiempo -facilitándole la entrega de armamento saudiárabe, comprado para colmo en Ucrania- al Ejército Islámico de Iraq y de Levante, implantado en una parte de Siria (ocupa la ciudad de Raqqa, en el occidente sirio)..
    En ningún momento ha renunciado Estados Unidos a una larga guerra de desgaste contra Siria, que intenta aprovechar las divisiones religiosas y otras. Barack Obama, el presidente estadounidense, en vez de atacar al terrorismo iraquí, ha pedido al Congreso de Estados Unidos unos 500 millones de dólares para seguir entrenando y suministrando armas a los "rebeldes" sirios. Esta ayuda debería fluir vía Siria, Jordania, Líbano, Turquía e Iraq, lo que es tanto como rodear por completo el territorio sirio. Por lo demás, es en Jordania y bajo supervisión estadounidense que se habrían entrenado los terroristas iraquíes
    Estados Unidos, con varios aliados, sigue abriendo los frentes que puede abrir, al menor costo, ya que otros están dispuestos a poner los muertos, por resentimiento, por megalomanía o por ambas cosas, que suelen ir juntas, como sucede entre fanáticos del Islam que en la práctica tienen muy poco de religioso y sí mucho de gente lúmpen, que compensa una insoportable "inferioridad" con la creencia en que trascenderá degollando a un laico. Gente fallida abunda en los Estados fallidos.

¿QUIÉN APAGA LA LUZ?

 Como lo señalara Donald J. Trump, candidato estadounidense a la presidencia, Rusia es una formidable maquinaria de guerra: si la apuesta de...