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martes, 28 de febrero de 2023

QUE CONSTE: FUE AL CUADRADO

 Aunque parte del asunto está probablemente mal manejado, a estas alturas es conocida la corrupción de los gobiernos mexicanos derechistas de Acción Nacional (PAN), al grado de haberse asociado con el crimen organizado, según lo ratificó el juicio en Estados Unidos al ex secretario de Seguridad Pública y ex encargado de la Agencia Federal de Investigación, Genaro García Luna. No es ninguna novedad, puesto que García Luna ya había sido denunciado por periodistas como Anabel Hernández. No era un secreto que Estados Unidos buscaba favorecer a un cártel, el siempre favorito, de Sinaloa, contra otros, aunque en México se discuta si "García Luna o no García Luna" y no el derecho de los estadounidenses a decidir sobre la política en materia de estupefacientes, que consiste entre otras cosas en no agarrar a ningún estadounidense. Al parecer, García Luna se extralimitó, sabiéndose autorizado: hacía más de una tontería, por si no se recuerdan las balaceras descaradas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México o contra ciudadanos estadounidenses en la carretera a Cuernavaca. Aún así, el ex policía creyó poder estar tranquilo instalándose a vivir en Florida, pero en algo le falló a la razón de Estado de Estados Unidos, que debía cobrársela. Lo curioso es que Estados Unidos salga del agua sin mojarse: los libros de Hernández y las confesiones de Vicente Zambada lo dicen todo sobre la amistad entre agencias estadounidenses y el cártel de Sinaloa, el "racional", el más "empresarial" y menos violento (salvo que los "chapitos" se extralimiten aún cuando se les quita de encima a Rafael Caro Quintero, y haya que darles un susto con Ovidio Guzmán). "Indicios" no escasean: quiso verlos Francisco Labastida, ex gobernador de Sinaloa, en el gobierno actual (aunque se puede asegurar que López Obrador no ha pactado nada), aunque no hayan faltado en el pasado quienes vieran "indicios" en Labastida. Ovidio Guzmán es secundario en el cártel, al que pareciera pedírsele no hacer ruido (ni películas autobográficas, como la quería Joaquín El Chapo Guzmán).

     A la oposición no le importa cómo el PAN corrompe, incluso alcaldías enteras, como la Benito Juárez en la Ciudad de México, sexenio tras sexenio. Para decirlo en palabras del ex líder priísta (del Partido Revolucionario Institucional, PRI, oficialista de 1946, no antes, al 2000), Manlio Fabio Beltrones, los del PAN "hacen lo que hacíamos, más lo que creen que hacíamos".

      Y este es justamente el otro tema. Labastida Ochoa, ex candidato del PRI a la presidencia, declaró que en tiempos del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) hubo "corrupción al cuadrado", en particular de gobernadores del oficialismo. Si lo dijera el actual mandatario mexicano, López Obrador, parecería otro sermón, pero lo dice un priísta (y tampoco es algo que se difunda mucho). Dijo: "corrupción al cuadrado".

     Quedan en el PRI figuras "al viejo estilo", pero quienes se separaron, al margen de las características de la actual dirigencia del PRI, son algo patológico producto de una época y un reinado, el del seductor de la patria. No queda claro cómo una marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral quedó en manos de una persona como Beatriz Pagés, una de las oradoras, que se hace llamar Beatriz Pagés Llergo Rebollar, para que no se olvide su estirpe: si fuera por esta persona, López Obrador sería declarado criminal y juzgado hasta parar tras las rejas, mientras la señora cree que está en Venezuela y es capaz de escribir con las asociaciones más fantásticas, aunque no es la única. Otro ex priísta e integrante del "México Colectivo", el ex rector José Ramón Narro Robles, aprendió en su rectorado -y con la ayuda de la mapachería y el Instituto de Estudios para la Transición Democrática-- que hacerse el "libertario" es la mejor manera de ser conservador. Narro se atrevió a inmiscuir a "su" universidad en la marcha, con toda desverguenza y fuera de la ley, puesto que la universidad pública es un ´organo descentralizado del Estado y no el botín de un grupo. Pero lo que más debiera llamar la atención es esa manera de llegar a un mítin en un buen número de camiones -todo debidamente documentado y filmado- sin mucho de espontáneo. Estos son los que, pirateándole la megalomanía al otro, están convencidos de que "juntos harán Historia" o, mejor dicho, "la Historia".

      Labastida Ochoa es de hablar franco, y puede reconocerle uno que otro logro al mandatario actual de México. Narro Robles, no tanto, pero, al ritmo de los Beatles y los Rolling Stones, supo conjugar a Guillermo Soberón con Raúl Alvarez Garín, cosa de tener el poder siendo "inclusivo" con la izquierda y compartiendo con ella la ambición. El ex rector renunció al PRI cuando no le dieron "su" secretaría general, pero no parece que haya renunciado a la aureola dizque moral que se formó justamente conjugando la peor inercia con la fachada libertaria del cambio, siempre inclusivo.

     No funcionó tratar de incluir a Cuauhtémoc Cárdenas. Por cierto que, en el PAN, hay de vez en cuando alguna personalidad honorable, como el hoy ex gobernador de Chihuahua, Javier Corral Pero la oposición no trae consigo un pasado agradable, ni queda claro en nombre de qué se pone a las palabrotas, como la sociópata Pagés o el ambicioso Narro Robles, al que alguien debería pedirle que deje de lado, por una vez, el cacicazgo que ejerce sobre la universidad pública, cuyos problemas son de décadas y no de alguna supuesta voluntad de intromisión gubernamental. Ya debió haber quedado claro quiénes fueron los corruptazos, y no es el caso del gobierno actual, así no le falten defectos, y no pocos. Con todo gusto, señora Pagés (da click en el botón de reproducción):



domingo, 26 de febrero de 2023

ESTO ESTÁ GRANDIOSO

 Hubo una época en que se asociaba la paz con la lucha contra el imperialismo (hoy palabra tabú). El líder francés de izquierda, Jean Jaurés, decía: "el capitalismo es portador de la guerra como los nubarrones de la tempestad". No era raro que los movimientos por la paz se identificaran incluso con el socialismo, puesto que después de la agresión nazi-fascista la Unión Soviética pugnaba por la paz a como diera lugar, al grado de haber sugerido la "coexistencia pacífica" con el capitalismo.

      Hoy, es Estados Unidos el gran adalid de la paz. El presidente estadounidense, Joseph Biden, hizo recientemente un viaje relámpago a Kíev, capital ucraniana, donde fue recibido por su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, un hombre que quiere sentarse con chinos y brasileños a hablar de paz. Pasemos sobre el hecho extraño de que, si Ucrania ha sido invadida, no queda claro como pueden visitarla Biden y otros y cómo puede entrar y salir Zelenski a cada rato para sus giras triunfales. Sólo en la cabeza siempre torpe del ex presidente ruso Dmitri Medvedev cabe que Rusia tiene que lograr sus objetivos "si es necesario llegando hasta las fronteras de Polonia".

     Biden se ha planteado ser "el líder de la paz". Zelenski le dijo: "quiero que seas el líder del mundo. Y ser el líder del mundo significa ser el líder de la paz". Si va a haber paz, Estados Unidos tiene que liderear. No faltan las teorías de las relaciones internacionales que explican cómo se cae en el caos a falta de líder. Cualquiera puede creerse libre de lanzar una agresión, como lo ha hecho Rusia, porque de la misma manera en que resulta que ahora Estados Unidos es un país pacifista a ultranza, gente como el mandatario ruso Vladimir Putin es impredecible porque tiene algún fondo de agresividad, típica del "oso". Entre las pocas cosas que faltan es que unas palomas se posen en el hombro de Biden o en el de Zelenski. Después de todo, en su momento el joven presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió el Premio Nobel de la Paz, al menos que no se recuerde tan sentido homenaje. Todo quedaría redondeado, puesto que no falta cierto espíritu hippie, con decir algo sobre el amor (podría hacerlo el presidente brasileño, Lula). Amor y paz: no queremos más guerras, hay que detener a los rusos.

      Las razones por las cuales Rusia está en una parte de Ucrania, el hecho de que Putin ya haya propuesto negociar o que haya mostrado su interés por las propuestas china y brasileña para calmar las cosas en Ucrania, etcétera, no importan. Estados Unidos es el país más apegado al "espíritu de Naciones Unidas". Toda la evidencia, que es "lo que se muestra", "lo que se nos aparece", está demostrando su ex-sistencia. Lo que ocurra en los hechos no tiene mayor importancia, o no puede ser dicho en todo caso más que como "teoría de la conspiración". Súmate, es el principio de placer: !no pasarán! (da click en el botón de reproducción).



jueves, 23 de febrero de 2023

CAMBALACHE

 Una de las cosas más bellas en el mundo actual es la manera en que lo que antes se llamaba imperialismo ha logrado apropiarse de las banderas de la izquierda.

      En efecto, hubo una época en que era la izquierda la que defendía la soberanía nacional de los países. Ahora es Estados Unidos que lo hace en Ucrania, frente al "imperialismo" ruso. Es inobjetable: fueron tropas rusas las que incursionaron en Ucrania. El presidente estadounidense Joseph Biden es, en estas condiciones, el campeón de la integridad territorial ucraniana. Formalmente, es suficiente para no hacerse ni una pregunta más, ni reconstituir los hechos. Poco falta para que el ejército ucraniano sea un movimiento de liberación nacional.

       Históricamente, era la izquierda la que luchaba contra las dictaduras. Hoy, lo hace valientemente Estados Unidos, como lo prueba supuestamente el caso de Nicaragua. De inmediato salen España y algunos países latinoamericanos a ofrecer la ciudadanía a los supuestos "presos políticos" privados de ella por "el autócrata", Daniel Ortega.

      !Y con la defensa de la ley! Antes, era la izquierda la que, como en Chile con Salvador Allende (1970-73), buscaba apegarse a la ley. Ahora, luego de una supuesta intentona de golpe de Estado como la de Pedro Castillo en el Perú, queda claro que Estados Unidos es el adalid del resguardo de la constitucionalidad.

     En verdad, no es poca cosa: Estados Unidos, al igual que sus "socios y aliados", defiende soberanías nacionales, lucha contra dictaduras y garantiza el respeto a la ley, por lo que se trata de una potencia revolucionaria, seguramente, a tal grado que hay que sumársele sin siquiera mayor atención, como les ocurre a muchos con la Internacional Progresista de Bernie Sanders, Demócrata. Es edificante.

     El cambio radical parece obra de Estados Unidos, por contraste con el conservadurismo de un país como Rusia o de "las autocracias": Estados Unidos es la esencia misma de la democracia.

     El asunto no termina aquí. Estados Unidos promueve por doquier las políticas inclusivas: más mujeres, más jovenes, más pueblos originarios, más afrodescendientes y más LGBTTTIQ+, para que nadie se quede atrás, ni en situación de vulnerabilidad. Así, es desde Estados Unidos que nace la lucha contra la discriminación, por si alguna vez, en algunos aspectos al menos, fue bandera de la izquierda, sobre todo en materia de emancipación femenina. Ahora, loque da el tono es el recuerdo de Franklin D. Roosevelt y de Martin Luther King, para ponerse extremistas.

     En suma: Estados Unidos es el país revolucionario de hoy, al grado que se ha renunciado a hablar de imperialismo; quienes se le oponen son la sede de la reacción, y por lo tanto es Estados Unidos que hace el cambio. Muy en particular, Rusia y sus aliados son la sede de los reaccionarios contrarios no al progreso, porque de la palabra no se habla mucho, sino a la inclusión. Si acaso alguien creía que el comunismo eran los caudalosos ríos de leche y miel, el "libre mercado" y Estados Unidos tienen éso...!y más!

       Desde el punto de vista formal, lo enumerado parece tener la fuerza de una evidencia, para lo que basta con mantenerse así y desconocer los hechos: que las potencias occidentales se hayan burlado -hoy lo reconocen cínicamente- de los Acuerdos de Minsk y que haya neonazis en el gobierno ucraniano; que el Congreso peruano sea un nido de parásitos hasta un grado increíble; que se haya intentado un golpe delictivo en Nicaragua o que la "no discriminación" con minorías -salvo en el caso de las mujeres- sirva para dividir la organización desde abajo es algo que no puede ser visto, porque desmiente "lo obvio". La izquierda en general no ha hecho más que quedar debilitada -salvo para recorrerse al "extremo centro »/ -ante "la revolución" estadounidense. El que se oponga puede desde ya ser catalogado de "fascista", sobre todo que es Estados Unidos quien encabeza la pelea contra el "fascismo", como el que supuestamente encarna el ex mandatario estadounidense Donald J. Trump. No es muy fácil saber qué banderas propias le quedan a la izquierda. Así las cosas. Música, maestro (da click en el botón de reproducción).




sábado, 18 de febrero de 2023

DE NUNCA ACABAR

 Una de las cosas más lindas de los "demócratas liberales", al igual que de los "libertarios" de izquierda, es que se oponen a la represión donde quiera que exista, o casi, porque defienden a la gente y sus "derechos y libertades" contra todo autoritarismo. En esta hermosa perspectiva, cualquier cosa que suceda en las calles es digna de aprobación (o casi cualquier cosa), desde las Primaveras Arabes hasta las Revoluciones de Color, tal vez porque son gloriosas expresiones de "la sociedad civil" contra un Estado casi por definición "malo". En este enfoque, la gente que salió a la calle en Nicaragua en 2018 era "buena", parte de algo así como una feliz "insurrección popular", contra un gobierno "malo", el de Daniel Ortega. Lo bello es que ahora no es la izquierda la que es dueña de las calles, porque no fueron fuerzas de izquierda las que se tomaron calles y carreteras de Nicaragua en 2018. Con el transcurrir de los años se han dado a conocer hechos más precisos, empezando por el de que la instalación de "tranques" (bloqueos) en vías públicas fue obra de delincuentes, en algo planeado con anticipación. La izquierda progresista es incapaz de citar un solo hecho para reconstituir lo ocurrido, aunque deplora lo que ocurre con "nombres" que siguen por lo demás con vida, porque nadie los asaltó. Nadie los quemó vivos en una vivienda ni en una barricada en Masaya (la familia Velázquez en el barrio Carlos Marx, a la que no se pudo ayudar porque el lugar estaba rodeado de “tranques”).

     En los sucesos de 2018 perdieron la vida 253 personas. 48 sandinistas, 22 agentes de policía y 31 miembros de los "opositores autoconvocados". No se explica muy bien cómo el gobierno podría haber matado a 70 de los suyos. Sucede sobre todo que 140 personas murieron en "tranques" a manos de delincuentes..Hay testimonios de que la oposición, en un método ultraconocido, usó francotiradores para disparar al mismo tiempo a manifestantes y policías, para confundir las cosas.. Oficinas gubernamentales fueron quemadas en Granada, Estelí, Masaya, León, Managua, Tipitapa, Diriamba y Chinandega. ¿El gobierno mandó incendiar sus propias oficinas? Se trataría de un gobierno no en uso de sus facultades mentales que habría mandado asesinar a 70 de los suyos (entre militantes y policías) y a incendiar sus propias oficinas. No "peor que Somoza": !peor que Nerón!. Lo más gracioso es que lo dicho habría ocurrido con la policía recluida en sus comisarías, petición de la oposición para el diálogo que Ortega acató. Mientras esto ocurría por varias semanas, fue justamente cuando se colocaron los "tranques". Muchos muertos tenían tiros en la nuca y el cuello. La policía sandinista, conocido ejemplo de policía comunitaria, tira al torso.

     ¿Lloran por Hugo Torres? Este, junto a Moisés Hassan, Luciano García y muy en particular Félix Maradiaga le entregaron dinero para sembrar el caos a Cristian Mendoza, Víper, jefe de pandillas.

     También se utilizaron las noticias típicas de estas "revoluciones", como la del estudiante muerto que nunca existió en la Universidad Centroamericana (UCA) o la "masacre estudiantil" que nunca se produjo en la Universidad Politécnica (UPOLI).

     Las distintas facetas de todo este intento de golpe están descritas por la Alliance for Global Justice en un largo libro: "Nicaragua 2018: ¿levantamiento popular o golpe de Estado?". La palabra de los "demócratas liberales" y de todos los progresistas de izquierda -incapaces de calmar a una mujer, la presidente de Perú, Dina Boluarte- carecen de valor, y son una estafa que tiene, eso sí, el "tino" de parecer colocarse del lado de "la gente" contra "el villano" y "la dictadura", sin que importe que se hayan tratado de actividades delictivas. La delincuencia habla en lenguaje de izquierda. En homenaje al fundador del sandinismo...(da click en el botón de reproducción).













viernes, 17 de febrero de 2023

GANAR TIEMPO

 Al parecer, la presidente provisional del Perú, Dina Boluarte, no tiene prisa por irse, ni por ceder a las manifestaciones callejeras, cuya represión ya ha costado decenas de muertos. No es para caer en la confusión total. Contra lo que dijo el presidente colombiano, Gustavo Petro, la policía peruana no es "nazi" y, ciertamente, como se le recordó desde Lima, capital peruana, no está haciendo más que banalizar el Holocausto (entre otras cosas, agreguemos). Tampoco es para que salga Keiko Fujimori a ver "rojillos" y "terrucos" (terroristas) por doquier, acusando a Petro de "guerrillero" que mete su "nariz roja" en los asuntos peruanos.

      Boluarte no está negociando con quienes protestan, pero abrió un diálogo al que fue invitada Keiko Fujimori. Boluarte ya se había destacado en un principio por correr a entrevistarse con "la embajada", entiéndase que la de Estados Unidos en el Perú. El depuesto presidente Pedro Castillo cometió un error, y la derecha no parece dispuesta a dejar pasar la oportunidad.

     En el río revuelto, ya se han desestimado varias denuncias contra la familia Fujimori. Sin embargo, Keiko, hija de Alberto Fujimori, sigue haciendo política sin tomar muy en cuenta que su caso no se ha diluído: sigue acusada de aportaciones ilegales a campañas electorales, algo por cietto menor comparado con el conjunto de acusaciones que recaen sobre la familia, desde esterilizaciones forzadas y matanzas hasta narcotráfico. A estas alturas, la hija de Fujimori no puede evadir la acusación de lavado de activos que recae en su contra, junto a otras de obstrucción de la Justicia, falsa declaración y organización criminal. Cabe señalar que el hermano de Keiko, Kenji Fujimori, ya había sido condenado a finales de 2022 a varios años de prisión por el delito de tráfico de influencias agravado. Puede que Castillo se haya equivocado pero, salvo en la imaginación muy fértil de algunos medios de comunicación, no carga con el gran bagaje delincuencial de la familia Fujimori, que aún así arrasa en votos en Lima cuando concursa Keiko. Al parecer, la conducta delictiva no es algo que estorbe demasiado a los adalides de "los derechos y las libertades". El Congreso peruano, lugar donde nadie sale juzgado luego de ser acusado de corrupción, ha preferido cargar en estos días contra Castillo. Si hay alguna posibilidad de adelanto de elecciones, seguramente debe tratarse de escarmentar al pueblo peruano y aparentar una "salida" que consista en seguir en la inercia. Lo que se busca es que salga limpio un Congreso de corruptos y que Castillo sea retratado, ahora, como un "corrupto de tantos". El Grupo progresista de Puebla no se ha dado cuenta de su famoso lawfare en el caso de Castillo, porque éste no es alguien que resuelva las cosas al modo de estanciero, hacendado o dueño de fundo disfrazado de "pueblo": con "capitalismo de amigotes".

     Otro excluido del "club VIP", el ex presidente Ollanta Humala, ha criticado la irresponsabilidad de los actuales poderes Legislativo y Ejecutivo del Perú, llamando a Boluarte a renunciar, adelantando elecciones generales. Frente a las protestas, el gobierno de Boluarte ha optado por la criminalización de quienes se manifiestan en la calle. Ganar tiempo, al parecer (da click en el botón de reproducción).



miércoles, 15 de febrero de 2023

MÁS DELINCUENCIA

 Nicaragua he tenido problemas históricos en la costa Atlántica (Caribe), habitada por población negra e indígena (distinta de la de la costa Pacífico) de habla inglesa, por haberse tratado alguna vez de una colonia británica (Mosquitia).

       El gobierno sandinista buscó desde un principio un doble movimiento: de mayor integración al resto de Nicaragua y, no sin dificultades, de otorgamiento de autonomía en una región poco poblada, de unas 200 mil personas, pero que abarca 31 % del territorio. En 1987, el sandinismo impulsó la Ley 28 de Estatuto de Autonomía de las Regiones de la Costa Atlántica de Nicaragua, y en 2005, desde la oposición, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) promovió la Ley 445 de Régimen de Propiedad Comunal de los Pueblos Indígenas y Comunidades Etnicas de las Regiones Autónomas de la Costa Atlántica de Nicaragua y los Ríos Bocay, Coco, Indio y Maíz. Hay 23 territorios originarios delimitados y titulados.

      Durante el periodo en que no gobernó el sandinismo, líderes indígenas del partido indígena miskito Yatama y del Partido Liberal Constitucionalista se dedicaron a perjudicar a las poblaciones locales, vendiendo a colonos mestizos las tierras asignadas, de manera ilegal. Lo que logró la derecha al delinquir fue que desde 2012 volviera con fuerza el sandinismo, que terminó de consagrarse en la región en 2017. Sólo quedó una alcaldía, Mulukukú, en manos de Yatama. No hay mucha información sobre todo esta temática de despojo de los indígenas por parte de líderes corruptos, indígenas también (como Brooklyn Rivera) y fuerzas de origen somocista.

      La reanudación de la presencia sandinista ha conseguido que se busque propagar servicios que consoliden la unidad nacional, en particular acortando de 24 a 12 horas el viaje a Managua, capital nicaraguense, y electrificando la Costa Atlántica, además de aportarle servicios de educación y salud, lo que parece muy distinto de despojar tierras y traficar con ellas. Una de las tareas es lograr que organizaciones no gubernamentales (ONGs) dejen de intimidar a los lugareños, que prefieren al gobierno central antes que las incitaciones al conflicto -con sobornos- de las organizaciones mencionadas y de activistas y funcionarios opositores, que no buscan más que el beneficio propio. También hay crimen organizado, como lo ha mostrado el hostigamiento en el Triángulo Minero de Siuna, Rosita y Bonanza, donde han sido asesinadas docenas de militantes sandinistas.

     Al parecer, la asociación entre intereses extranjeros, crimen organizado y ultraizquierda es a lo que se le llama "luchadores por la libertad": ya no tendrá mayor futuro en Nicaragua. (da click en el botón de reproducción).



domingo, 12 de febrero de 2023

Y SI NO TIENE IMPORTANCIA

 Sin negociar con nadie de por medio, el gobierno nicaraguense encabezado por Daniel Ortega tomó una decisión drástica. De cerca de 240 "presos políticos", 222 fueron sacados de la cárcel y enviados en un vuelo charter a Estados Unidos, aunque ya sin nacionalidad. Para alguien como Sergio Ramírez, el escritor, parece más importante tener libertad que patria. Algunos no quisieron tomar el vuelo, y a otros más no los quiso acoger Washington, capital estadounidense.

      Los medios de comunicación masiva dominantes no se tomaron la molestia de difundir algunas cosas, como el hecho de que la ex guerrillera Dora María Téllez admitió no haber sido maltratada en la cárcel. Nicaragua se quedó en todo caso prácticamente sin "presos políticos", y es un hecho que no hubo gente para protestar en las calles nicaraguenses por la salida de estos "héroes", acusados de haber reincidido en los intentos de desestabilización luego de lo ocurrido en 2018. Poco a poco se dan a conocer más testimonios de lo sucedido.

     En el caso del supuesto descontento en el campo, encabezado entre otros por Medardo Mairena, se trató en realidad de algo localizado, en principio opuesto a lo que debía ser un Canal interoceánico, en las fronteras de Nueva Guinea y Bluefields, en un espacio de difícil acceso y feudo somocista. El Movimiento Campesino juntó a cerca de dos mil personas, pero la Asociación Nacional de Trabajadores del Campo tiene a 47 mil afiliados y, entre las más de cinco mil cooperativas inscritas, suman 350 mil miembros. Se trató así de una minoría en un asentamiento de los años '70, bastión del Partido Liberal Constitucionalista. En los '80, se crearon colaboraciones con contrarrevolucionarios con base en Costa Rica. Mairena fue luego expulsado de territorio costarricense bajo la acusación de tráfico de personas. El foco de descontento fue alimentado por unos cuatro millones de dólares provenientes de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la organización no gubernamental (ONG) Popol Na de Mónica Baltodano y su hija Mónica López. Metidos en más de un problema legal en Costa Rica, Mairena y otros nunca dieron cuenta del uso de los fondos. A final de cuentas, Mairena y los suyos optaron por dedicarse a la extorsión de lugareños. En "controles de carretera", Mairena y compañía, con sus "peajes",  lograban hacerse de un promedio de 50 mil dólares diarios. Lo que hizo el sandinismo fue deshacerse de gente que, de una u otra manera, estaba dedicándose a delinquir en zonas remotas, y con apoyo internacional y puede que de buenas conciencias "antiextractivistas". Era el tipo de cosas que festejaba la familia Chamorro. No queda muy claro por qué el gobierno nicaraguense no debía reprimir actividades delictivas, pero en ésto consistió el "Movimiento Campesino".

     Tal vez el gobierno de Ortega y la vicepresidente Rosario Murillo no sea el ideal, pero las pruebas se juntan de que la oposición estaba delinquiendo. Habría que probar que el régimen de Ortega lo hace -y no hay suficientes pruebas-, más allá de haber encarcelado a gente que en 2019 había gozado de amnistía, contra lo que podía ser el parecer de las víctimas de la violencia opositora, sobre la que se tiene ya mayor claridad. En fin, que rara vez la derecha en América Latina consigue gobernar sin asociarse con el crimen organizado, lo que no es el caso del progresismo o el socialismo (da click en el botón de reproducción).



jueves, 9 de febrero de 2023

ECUADOR CUESTA ARRIBA

 La derecha ha vuelto a demostrar, a partir del Ecuador, que es incapaz de gobernar y que carece de imaginación y proyecto. El actual presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, no puede más que seguir como su predecesor, Lenin Moreno: haciendo campaña contra el ex mandatario Rafael Correa con las cosas más inverosímiles en un intento de legitimarse. Entretanto, el riesgo del Estado fallido persiste a la vuelta de la esquina.

      El grado de descomposición del Ecuador, país sin el menor estado de Derecho, ha terminado por llegar a las calles: la tasa de homicidios ya está entre las más altas de América Latina, cerca de Colombia y Venezuela, y para más señas por encima de México. Entretanto, la crisis acumulada ha salido a flote con la aparición pública y la permanencia de los peores especímenes de servicio a Estados Unidos, cinismo, golpeteo y ambición personal. Debe llamar la atención cómo una parte de la intelectualidad ha preferido el silencio, regateándole a Correa la evidencia de que antes de la traición de Moreno y la entronización de Lasso las cosas estaban mejor, y de lejos.

     Más allá del problema planteado por el crimen organizado, que se está encarando según la línea estadounidense (favorecer al cártel de siempre contra sus rivales), la unidad nacional sigue en entredicho, pese al triunfo, a fin de cuentas más bien exiguo, de Pabel Muñoz para la alcaldía de Quito (25 %), la capital. Lo verdaderamente significativo es el afianzamiento de la Revolución Ciudadana en la costa, y de manera muy particular en Guayaquil, donde se han acabado tres décadas de reinado social-cristiano, a partir del triundo de la Revolución Ciudadana con el ex vicepresidente del equipo de fútbol Barcelona, Aquiles Alvarez. Menos mencionado, pero igualmente importante es que haya ganado Marcela Aguiñaga, lideresa de la Revolución Ciudadana, la prefectura de Guayas, la más grande del país y la que más recursos maneja.

     Hubo nueve alcaldías, incluyendo la de Cuenca, donde los triunfos fueron con menos del 25 % de votos. Algo debe llamar la atención: el movimiento indígena Pachakutik sigue siendo una fuerza de gran importancia. Más allá de algunos espacios serranos puntuales (Tungurahua, Bolívar, Cotopaxi), Pachakutik se ha hecho fuerte en buena parte de la Amazonía. No deja de haber cierta atomización del voto que puede expresar la permanencia de preferencias clientelares. Pese a la débil votación del triunfo de Revolución Ciudadana en Quito, se reeligió, por el mismo partido, la prefecta de Pichincha (donde se ubica la capital), Paola Pabón.

      El partido de la Revolución Ciudadana se ha movido al centro, pero destaca como el único que, aún con una fuerza abrumadora en la costa, puede gracias a la presencia en las grandes ciudades de la sierra (Pichincha y Azuay) garantizar un mínimo de unidad nacional, a diferencia de los "feudos" de unos y otros, incluyendo los de Pachakutik. Faltando dos años para las elecciones presidenciales, es de esperar que la tendencia se consolide, en particular en los centros urbanos serranos, para cerrarle el paso al desmigajamiento del que únicamente puede salir victorioso el crimen organizado. (para una antigua canción ecuatoriana, da click en el botón de reproducción).



lunes, 6 de febrero de 2023

EL FIN DE LA MAÑA

 A estas alturas se considera que el presidente salvadoreño Nayib Bukele ha ganado la partida contra las pandillas, o maras.

       Se mandó construir la cárcel más grande de América Latina, a unos 74 kilómetros de San Salvador, capital salvadoreña, y parece otro motivo de escándalo (Centro de Confinamiento del Terrorismo, CECOT, en Tecoluca). Sin embargo, se trata de un penal ultramoderno: para los miembros de la policía (custodios), incluye buenos comedores, gimnasio bien equipado y lugares para dormir adecuadamente, regaderas individuales y privacidad (el centro penitenciario está en un lugar rural apartado). Para los reos, se han creado en la prisión lugares de trabajo, donde crearán cosas útiles a la sociedad. Quienes ponen el grito en el cielo olvidan que no dijeron nada en las condiciones anteriores de los penales: los custodios no tenían dónde dormir, por lo que incluso tenían que hacerlo en el suelo, mientras que los reos tenían teléfonos móviles, computadoras, pantallas planas, Play Station y prostitutas. Se acabó la concepción frecuente en América Latina de la prisión como hotel para la delincuencia y obligación de extorsionar para los custodios. Es por lo demás falso que los reos no vayan a tener "una segunda oportunidad", puesto que podrán trabajar.

       Se ha querido crear incertidumbre: ¿y si los reos una vez liberados vuelven para vengarse? En realidad no será así, porque es la estructura misma de las pandillas y su forma de financiamiento que han sido socavadas. La prensa ha podido constatar la paz imperante en el país centroamericano, al grado que se pueden reanudar contactos entre barrios y coloniales antes prohibidos, si estaban en manos de pandillas diferentes.. Se puede ahora circular en servicio de Uber. Los comerciantes ya no son extorsionados. Lugares "emblemáticos" de las pandillas, como Soyapango, están en paz, al igual que el centro de San Salvador. Los bolsones de delincuencia están reducidos al mínimo, y El Salvador está por convertirse en el país más seguro de América Latina. Los pocos cabecillas que no cayeron se dieron a la fuga, incluso al exterior.

      Organismos internacionales y centros universitarios juran y perjuran que la política de seguridad de Bukele está condenada al largo plazo, pero no hay argumentos sólidos. La misma oposición, incluyendo la del periódico El Faro, ha tenido que constatar que el gobierno "desbarató a las pandillas". Es falso que se haya hecho en detrimento de la construcción de hospitales, escuelas, etcétera. (Da click en el botón de reproducción).



miércoles, 1 de febrero de 2023

!PERO ES QUE NO PUEDE SER!

 "Asunto de comadres" no es forzosamente algo positivo en América Latina, aunque una comadre no es obligatoriamente algo negativo. Tampoco se trata de que sea pueblerino: hay comportamientos que se pretenden de alcurnia y se encuentran en gente acomodada y, en todo caso, un poco ociosa. La oposición mexicana, carente de todo proyecto -se equivocó si creyó que Cuauhtémoc Cárdenas le iba a hacer el trabajo-, parece no tener nada mejor que hacer que girar en torno al presidente, Andrés Manuel López Obrador. Lo curioso, lo que puede destantear, es cómo se hace la crítica con alarde de moralidad (aunque, éso sí, rara vez se mencione la palabra "ética"), con mucho de indignación. Hay que notarlo -es un puro ejemplo- en alguien como Héctor de Mauleón, que difícilmente debe tener tiempo para pensar. Maullón, como es conocido en el oficialismo, se indigna una vez sí y la otra también, y llama a otros a seguirlo en el tono.

      Uno no conoce a todas las madres, pero de repente parece que es posible imaginarlas, a través de sus machitos. Las co-madres de hasta hace algún tiempo se reunían a tomarse algo en alguna casa, hasta que el marido volviera del trabajo. En la alta sociedad también se estila, porque la ociosidad es mayor. La plática consiste en, como se dice, "comerse vivo" a todo el mundo, pero es en el tono en el que hay que reparar, más allá del principio acostumbrado de cada frase con un "!ay!". "!Ay!¿Qué crees?""!!Ay!¿A que no sabes?", etcétera. Ya despertado el morbo, difícilmente hay quien se quiera quedar fuera, aunque no sea por ser visto con sospecha. "!Ay!¿te fijaste la cara que puso?". Si es necesario pasar a la maledicencia, pues que sea: a todo lo que da.

      Esto es el "fíjate que...", pero la oposición, dueña de los grandes medios de comunicación y que le llama "conversación pública" al trasfondo descrito, le agrega, como en la cantinela (da click en el botón de reproducción), el "fíjate fíjate fíjate, !no puede ser!". Cualquiera que haya asistido al conocido comadreo se percata de que hay algo que no suena auténtico, que está actuado, pero hay que subirle el tono, porque, después de todo, y por ello es moda de origen oligárquico, lo que cuenta es el escándalo. En asuntos de la vecina, no en la casa propia que, como se sabe, es el castillo de la pureza.

       "!ay!¿ya viste cuántas propiedades tiene ese señor?"!!ay!!quién la viera, mira cómo le cobra a sus agremiados, pero si es el colmo, qué insolencia!" "¿Y ya supiste lo del hermano del presidente? Un millón de pesos, Dios nos agarre confesados!""!Ay! Eso no es nada, ya viste en qué anda José Ramón!"."!Ay claro, si ya decía yo que este iba ser el peor sexenio de la Historia!""Ay, qué descarado, Elenita ya le dijo que pare sus Mañaneras y ahí sigue""!Ay" Pues yo digo que ya está polarizando a la sociedad, no?". !Ay, no puede ser! Habráse visto. !Pero qué atrevimiento!

      Luego está el tipo de pueblo, que no es garantía de nada. El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa sugería alguna vez que, si se publicaba que tenía un gran yate en Florida, no iba a faltar quien jurara haberlo visto: "!claro"!!Y no es nada, alcancé a mirar en el muelle que en el yate de Correa iban cuatro conejitas de Playboy!"."!Cómo ha sufrido nuestro país!".

     Si acaso, el lado varonil de quienes pudieran tener cierto prototipo de madre se muestra en un machismo apenas disimulado por reivindicaciones sobre el feminismo (qué novedad: no vaya a ser que me pegue mi mujer o me regañe mi santa madre). Se comportan como quienes, al final de la parranda, no encuentran nada mejor que putearse (con perdón) al que no toma con el grupo: que es un miserable, un canalla, el colmo de la mezquindad y otras cosas que, en altas horas de la madrugada, terminan por rebasar la simple designación de quien no le entra como "autoritario" y "populista". Dicho en otros términos, es la "conversación pública" en lo que se conoce como "puntos pedos" ("!pero a tí si te quiero, mi Quique Krauze, me cae que eres grande!").

     Si se observa que no hay mucho análisis que digamos, que llueven los calificativos y, como se ha dicho, que no hay ni una idea para el país, pero sí una enorme indignación, es posible decir que la oposición ha reducido "la conversación pública" a lo que se conoce prosaicamente como un "pleito de viejas" (cuando no a dimes y diretes de antros), al que Don Quijote responde con citas de Melchor Ocampo. Por algo el ingeniero Cárdenas ha preferido la discreción, aunque dejando dicho que no ve proyecto de nación. Por cierto: ¿no será que Cuauhtémoc ya estuvo en la alberca de 25 metros en Houston?¿O que López Obrador le dió una lana? "Disfruten", diría Maullón. Cuatro años golpeando sin poder sacar ni una sola idea programática. 




TIEMPO DE....¿SEÑORAS?

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