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lunes, 31 de mayo de 2021

SE VENDE: UN TIPAZO

 Hoy en día hay instancias europeas, como el Parlamento de Europa, que consideran que el pacto germano-soviético (Molotov-Ribbentrop) de agosto de 1939 fue el causante de la segunda Guerra Mundial, puesto que "los dos totalitarismos", el nazi y el "comunista", hubieran decidido entonces "repartirse Europa Oriental", lo que es falso. Gran parte de esta Europa permaneció en ese momento ajena a cualquier reparto (salvo Polonia y el Báltico) y habría que dejar por lo demás de hablar de un "comunismo" que nunca existió, puesto que la Unión Soviética fue un país socialista. El problema con la falta de atención al significado de lo que se esgrime es que un buen día se puede llegar, por así decirlo, "a otro nivel", como el de insinuar que por "los derechos y las libertades" democráticas se puede colar algún populista que se vuelva un Hitler. El asunto es tan rocambolesco que se acusa a este tipo de "gente peligrosa" de ignorar la realidad cuando al mismo tiempo se cuentan las cosas de tal modo que se esfuman las evidencias. Al fin y al cabo, no debería sorprender: se trata no de alguna verdad por establecer, sino de "vender la idea" (para obtener una ganancia), lo que es muy lógico en el sistema capitalista. Se busca así vender la idea de que tal o cual es un futuro dictador, tirano, autócrata o émulo del líder norcoreano Kim Jong-un. Que no venga al caso no importa, es de suponerse que opera la ley de Say en el mundo de las palabras y que "toda oferta crea su propia demanda", por lo que no faltan clientes para "comprársela", más si lo dijo tal o cual pluma "de marca" o que se cree tal.

     Lo único que faltaba ya está: recuperar archivos y torcerlos, como lo hizo un disidente soviético bajo el pseudónimo de Víctor Suvorov, o como lo intentó el estadounidense Sean McMeekin, para afirmar que, luego del pacto mencionado, Stalin pensaba lanzar una gran ofensiva sobre toda Europa para conquistarla. De hecho, cuando Hitler decidió lanzar la Operación Barbarossa, en junio de 1941, contra la Unión Soviética, salió con que era un "ataque preventivo" dados los movimientos del Ejército Rojo en la frontera (que ciertamente los había, y no menores). El 3 de octubre de 1941, el Fuhrer, ya entrado en territorio soviético, dió un súper discurso en la capital alemana, Berlín, diciendo prácticamente que estaba salvando a Alemania e incluso "a toda Europa" de una amenaza gigantesca. "Toda Europa se hubiera perdido", dijo Hitler, ante el "enemigo bárbaro".

     El libro de Hitler, Mein Kampf, que data de 1925 (Hitler subió al poder en 1933) ya es muy claro en sus intenciones de atacar la Unión Soviética, en la "Orientación política hacia el Este". Para tranquilidad de algunos, Hitler no tramaba "apoderarse del mundo", sino del Este europeo y, en Rusia, de un espacio comprendido entre Arjanguelsk y Astraján, de norte a sur. Es lo que marcó la Directiva alemana no. 18 de noviembre de 1940. A ver: ¿quién estaba pensando en tragarse a quién? Desde agosto de 1940, apenas un año después de firmado el pacto aludido, los servicios de inteligencia británicos habían detectado planes alemanes para atacar la Unión Soviética. Hungría, Eslovaquia y Rumanía se sumaron al Eje fascista en noviembre de 1940, lo que le permitiría a Hitler contar con el petróleo rumano para su campaña contra los soviéticos. ¿Quién se tragaba parte de Europa Oriental a toda prisa?

     En 1940, en vísperas de la Navidad, en un discurso ante militares soviéticos Stalin recordó Mein Kampf y afirmó que Hitler terminaría atacando un buen día la Unión Soviética. Stalin expresó claramente que esperaba demorar la guerra "dos años", aunque algunos de sus allegados creían que pódían demorar las hostilidades hasta finales de 1943 o algo así. Algo debió alertar a los soviéticos de que no sería así. Simplemente, la embajada soviética en Alemania tuvo aviso desde febrero de 1941 de que Hitler estaba suspendiendo sus ataques contra Gran Bretaña, "de manera indefinida". Echarse encima a las democracias liberales no era del interés de Hitler: se comió Francia en unas muy pocas semanas y al rato dejó las cosas por la paz con los británicos, "de manera indefinida". Estados Unidos se mantenía "neutral", una forma de decir para ignorar que unas 150 corporaciones estadounidenses trabajaban con la Alemania nazi. Francia cayó en junio de 1940. Gran Bretaña fue bombardeada hasta mayo de 1941, curiosamente, y no se tomó la molestia de bombardear Alemania. Las cosas quedaron suspendidas "de manera indefinida". Y fue entonces cuando, según el pobre Fuhrer, tuvo que correr más aprisa al Este -luego de engullirse Grecia y Yugoslavia-  antes de que el judeo-bolchevismo, es de suponer, se tragara a todos. Lo que nadie sabría explicar muy bien es a qué se dedicó Gran Bretaña entre 1941 y 1944. Qué conste: según reportes estadounidenses, en realidad desde julio de 1940 la Alemania nazi estaba en preparativos para traicionar el pacto germano-soviético, al grado de planear un ataque en el otoño de ese año. Con Gran Bretaña se había tratado más bien de llegar a alguna forma de "negociación", y parece haber sido el caso, a juzgar por el "hueco" en la acción británica 1941-1944 (salvo en el norte de Africa).

     El 11 de agosto de 1939, el Fuhrer le dijo al oficial de la Liga de las Naciones, Carl J. Burckhardt, que "todo lo que (aquél) emprendía era contra Rusia, y si el Oeste era demasiado estúpido y demasiado ciego como para entenderlo, tendría que alcanzar un acuerdo con los rusos, voltearse y derrotar al Oeste, y luego voltearse otra vez con toda su fuerza para dar un golpe contra la Unión Soviética", lo que efectivamente hizo. Hitler había escrito por lo demás desde Mein Kampf que Alemania no podía mantener abiertos dos frentes a la vez. Es apenas derrotada Francia que se concibió la Operación Barbarossa.

     Como prueba de que Hitler declaraba públicamente cualquier cosa, en realidad pensaba que el Ejército Rojo no era "más que una broma" , según dijo en los años '30, aunque luego adujera -en un mensaje bien calculado- que Stalin quería conquistar Alemania y "toda Europa". De ahí la prisa desde 1940 por llegar al trigo de Ucrania y hasta los pozos petroleros de Bakú y Grozny, en el Caúcaso. Lo interesante está en saber que los occidentales calcularon que la Unión Soviética no resistiría el golpe, cayendo en "de ocho a diez semanas", según los servicios de inteligencia británicos, lo que pudiera explicar el "hueco" ya mencionado. Hasta El Vaticano estaba entusiasmado. Hitler nunca fue ningún "loquito" que se aprovechara de "los derechos y las libertades". Todo indica que las democracias liberales le dieron justamente "los derechos y las libertades" mientras les asegurara hacer la tarea sucia. Stalin estuvo pidiendo la apertura del "segundo frente" (de nuevo en el Oeste) durante un buen tiempo en vano, desde noviembre de 1943 en la Conferencia de Teherán. El primer ministro británico, Winston Churchill, se estuvo niegue y niegue y la Conferencia estuvo a punto de fracasar. El desembarco en Normandía (Día D)  fue hasta junio de 1944. cuando el Ejército Rojo ya andaba por Polonia. Dicho sea de paso, en Teherán, Stalin planteó la reintegración de las fronteras polacas a los polacos.

     En fin que, hasta ahora, es poco probable que Jair Bolsonaro, Nayib Bukele, Rodrigo Duterte, Viktor Orbán, Vladimir Putin o Andrés Manuel López Obrador vayan a recibir un trato tan amable como el que le fue dispensado al autor de Mein Kampf. Pero estemos alertas: con tal de vender, en el mundo de la palabrería como negocio todo es posible, porque se está, definitivamente, a otro nivel. Imagínenlo a color: !un tipazo!


 

    

sábado, 29 de mayo de 2021

MÉXICO: FIGURA DOBLADA

 Uno de los problemas más difíciles de enfrentar para el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador es el de la Justicia. En más de un caso, el mandatario ha sido contrario a su ideal juarista: nada al margen de la ley, nadie por encima de la ley. Si alguien está por encima de la ley, !pues la cambiamos! Así llego el impresentable Francisco Paco Ignacio Taibo II a la dirección del Fondo de Cultura Económica (FCE), con desparpajo e ineptitud, ante un presidente acomplejado ante el mundo intelectual. Otras medidas han sido igualmente dudosas, como la de prolongar el mandato del magistrado Arturo Zaldívar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por dos años más. Sólo que Zaldívar no es Taibo, sino alguien interesado en una reforma a fondo del Poder Judicial. El problema es que se cae entonces en asuntos de personas y no de inviolabilidad de las leyes. 

     La oposición no puede ignorar que el Poder Judicial "autónomo" suele servir a intereses no confesos, pero que están ahí para asegurarse la impunidad en todo. De acuerdo con Ana Laura Magaloni, quien integrara por lo demás la terna para remplazar hace algún tiempo a un miembro de la SCJN, López Obrador no ha conseguido el acceso de los marginados a la ley (que según Magaloni está hecha en México para legalizar privilegios y castigar en vez de proteger a los marginados en cuestión) y en más de una ocasión la ha torcido para sus proyectos, aunque al mismo tiempo busca que el Poder Judicial no esté al servicio de unos cuantos intereses poderosos. No hay que precipitarse e ir más allá de lo que sucede: Roberto Madrazo, ex gobernador de Tabasco, puede tener algo de razón cuando aduce que López Obrador es un activista social y no un presidente, pero es desbarrar señalar que se está en una dictadura y con un tirano, para empezar porque ambas cosas no van juntas. Habría que decir en dónde está el estado de excepción, el toque de queda o dónde se encuentran los desaparecidos, torturados, asesinados y exiliados de esta dictadura, salvo que se trate de dañar la imagen del presidente para realzarse como "presunto demócrata" ante la audiencia, jugando además de modo irresponsable con el miedo. Tirano sólo lo es López Obrador en la cabeza, si la tiene, de alguien como la pseudoperiodista Beatriz Pagés, quien ya está definitivamente en otra dimensión: para aquélla, el presidente de México es como el "chacal" Victoriano Huerta que liquidó a Francisco I. Madero al principio de la Revolución Mexicana. En esa dimensión, cualquier cosa es posible, incluso sugerir que el presidente planea fugarse en un platillo volador: Pagés ya había dicho que era el presidente venezolano Nicolás Maduro quien estaba sentado en la silla de Palacio en México. Este tipo de cosas deberían tratarse con Jaime Maussán, especialista mexicano en cosas extraterrestres.

       Desde principios del sexenio de López Obrador, el senador oficialista Ricardo Monreal estuvo insistiendo de mil y un maneras en una reforma del Poder Judicial, desde el Senado de la república. Fue notorio el silencio entre los incondicionales del lópezobradorismo. No les interesó nunca el contenido de lo que propusiera Monreal, sino la persona de Monreal, hasta donde podía atribuirsele ambiciones de "presidenciable". Hasta cierto punto, algo similar pasó con Zaldívar: ha querido hacer de la carrera judicial un sistema meritocrático, lejos del nepotismo y el tráfico de influencias, y con jueces formados en una Escuela Judicial de excelencia; que los defensores y asesores jurídicos lleguen a cualquier rincón del país; que las sentencias de la Corte tengan obligatoriedad inmediata, etcétera, pero estos contenidos no los discute la oposición, para la cual la cuestión es si Zaldívar o no Zaldívar, ni los defienden los incondicionales del presidente. Ambos -cada uno en su endogamia- terminan olvidando el contenido para perderse en interminables cuestiones de personas y, en el caso de la oposición, en "argumentos" a veces leguleyos, lo que no quita los errores de procedimiento en los que pueda incurrir López Obrador. Por lo demás, no queda claro qué está haciendo -o no haciendo- el fiscal Alejandro Gertz Manero, gente del pasado como Olga Sánchez Cordero, Esteban Moctezuma, Juan Ramón de la Fuente y alguno que otro más. El hecho es que no debiera ser un secreto para la oposición, salvo que por haber estado en el poder y la impunidad no haya visto nada, que el aparato de justicia mexicano está para garantizar justamente la impunidad, premiando al más pillo. En el fondo, sería de esperar que las iniciativas de Monreal y Zaldívar prosperen y logren una limpieza a fondo, aunque no sea más que un principio (¿aunque por qué nada más Zaldívar podía hacerlo?), porque la justicia en México no existe y, para colmo, no falta quien la confunda con venganza. Lo único que permite México es casos ejemplares y de antología como el del albañil mexiquense José Diego Suárez, quien estudió como autodidacta leyes durante casi una década para lograr encarcelar a los asesinos de su hija y los cómplices en el aparato judicial. Casi de milagro y en un crimen que pudo haberse evitado: la hija había avisado del riesgo a las autoridades judiciales que no movieron ni un dedo. Los broncos de Reynosa y un viejo anhelo de las clases populares (da click en el botón de reproducción)


 


jueves, 27 de mayo de 2021

¿VACÚNATE? DECÍDETE...

 El asunto de la Covid 19 sigue deparando más de una "sorpresa" que La Ciencia (entiéndase que la dependiente de Big Pharma) no quiere ni mirar. A estas alturas, es posible saber que los países con muchas muertes (siempre en términos relativos) por la Covid 19 son los que se negaron a orientar hacia tratamientos existentes eficaces, como ocurrió en estados de la Unión Americana, México y Brasil, donde se torpedearon las instrucciones del presidente Jair Bolsonaro a nivel de gubernaturas (Brasil es una república federativa) y en las altas esferas médicas. En materia de tratamientos, ahora se sabe por estudios científicos serios que el suplemento N-Acetilcisteína (nAC) es útil como preventivo (profiláctico) y como coadyuvante en los casos de contagiados por el virus del SARS-Cov-2. De inmediato, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) estadounidense retiró el suplemento de la venta libre, por ejemplo en Amazon. No está de más señalar que la nAC está entre los protocolos oficiales de tratamiento en un país como Colombia, aunque La Ciencia no se privó de poner zancadillas.

       Hay cosas que La Ciencia no parece poder explicar, como la baja regular de los contagios y las muertes en México desde enero, es decir, desde antes de la vacunación masiva, lo que sugiere una evolución natural del virus. México no es el único caso: sucedió exactamente lo mismo en Indonesia, por ejemplo. Hay que advertir que no hay campaña de vacunación "global": en Africa, por ejemplo, no se está vacunando, y por cierto que la mayoría de los rusos no quiere vacunarse, además de que 2/3 de ellos creen que se trata de un virus de laboratorio, todo a pesar de tener la mejor vacuna, la Sputnik V. La vacunación ha abierto interrogantes que La Ciencia ignora olímpicamente. En Camboya, como lo puede ver cualquiera con el motor de búsqueda de Google (Covid 19 Camboya, este ejercicio se puede hacer para todos los países), simple y llanamente no había muertos hasta que comenzó la vacunación. La explicación es que algunas vacunas actúan de tal modo sobre el sistema inmunológico que se debilita y el virus entra. En México se han presentado casos (con vacunación completa) sin mayor explicación de las autoridades (por ejemplo, en Baja California Sur y en San Luis Potosí). 160 científicos del mundo han sacado una carta en la cual explican que las vacunas no son seguras ni efectivas, al menos las de ARNm (mensajero), como Pfizer y Moderna, que ya llevan 200 mil accidentes en Estados Unidos (10 mil decesos luego de la vacunación en la Unión Europea-UE), y las del tipo AstraZeneca, prohibida en varios países europeos, mientras que Bélgica acaba de suspender la vacuna de Johnson&Johnson.

     La Ciencia ya llegó a autorizar el ineficaz antiviral Remdesivir, con el riesgo de crear mutaciones del virus. Según Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina 2008 por el descubrimiento del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) y considerado uno de los mejores virólogos del mundo, las vacunas pueden crear variantes: ante la reacción del organismo, el virus puede morir, pero, como se dice, buscar también "otras soluciones" para atacar. Montagnier fue silenciado de inmediato, como lo fue cuando sugirió que el SARS-Cov-2 pudo haber sido resultado de un accidente de laboratorio justamente por tener secuencias de VIH. La Ciencia del Big Pharma puede más que los mejores virólogos e infectólogos (como el profesor francés Didier Raoult) del mundo. Raoult ha sugerido limitar la vacunación a grupos de riesgo.

      Google no muestra los recuperados de la Covid 19. Sólo muestra contagios y muertes. Ya se sabe que los tests PCR fueron alterados en sus ciclos (alguien como el analista Paul Craig Roberts sostiene que fue intencional) para arrojar cualquier cantidad de falsos positivos. Se sabe igualmente que los Centros para el Control de Enfermedades (CDCs, por sus siglas en inglés) estadounidenses alteraron al alza las cifras de contagiados y muertos por Covid 19. A grandes rasgos, una enfermedad con 99,8 % de recuperados no necesita de campañas de vacunación, sino de profilaxis y tratamientos eficaces. El error consistió durante un buen tiempo en lanzar la fórmula "paracetamol, aíslamiento y regresa cuando ya no puedas respirar", siendo que pronto existían tratamientos eficaces.

     En este blog estuvimos mostrando el año pasado cómo, en el caso de Europa Occidental y Estados Unidos, las zonas de mayor contagio y muertes correspondían a zonas muy industrializadas y sobre todo contaminadas (no únicamente del aire, por cierto), como el famoso norte de Italia, que por lo demás tenía mala experiencia con el amianto (asbesto, material de construcción susceptible de afectar los pulmones). Ahora se ha podido establecer una relación entre zonas de alto contagio y muerte y de uso de glifosato (un herbicida). Es en este tipo de lugares que ataca el virus, no en Camboya ni en Africa (en México convendría saber por cierto por qué durante todo un tiempo el virus se cebó en la zona petrolera del estado de Tabasco). En el caso del glifosato, hay una cuestión de alteraciones genéticas en los comestibles que interactúa con el SARS-Cov-2, y ahora resulta que el remedio es la alteración genética de algunas vacunas, pese a que en ambos casos se nieguen los efectos con tal de lograr beneficios (ganancias).

     El grupo Doctors for Covid Ethics (doctores por una ética del Covid), el mismo de 160 miembros que advirtió sobre las vacunas, dió cuenta de un dato interesante: un estudio hecho con 10 millones de chinos demostró que los portadores asintomáticos de la enfermedad casi NO la transmiten, contra lo que habían decidido los CDCs estadounidenses no sobre la base de la realidad y estudios empíricos, sino de modelos hipotéticos, con el agravante de que los tests PCR multiplicaron los falsos positivos. Podría ser parte del misterio de muchos trabajadores esenciales, obligados a salir a trabajar, que NO contrajeron el virus (se probó en países como España), mientras que el 80 % de quienes lo contrajeron fueron gente confinada en casa (es lo que ocurrió en China).

     Como sea, desde el día cero de la aparición del virus se decidió que no había otra solución que vacunarse, y ahora no escasea la presión social para tal fin. Interrogado sobre la facultad de maestros para decidir no vacunarse, en un país donde la vacuna no es obligatoria sino voluntaria, un funcionario de la subsecretaría de Salud no encontró nada mejor que responder que "la vacuna es una oportunidad", como si se tratara de hacer un anuncio publicitario y no de detenerse a pensar. La coerción para vacunarse es ilegal: si ocurre un accidente, la empresa farmaceútica no puede ser perseguida (ya se protegieron contra ello), pero las empresas, los centros de educación o las personas que coaccionen sí pueden ser demandados, al menos en Estados Unidos. Quienes coercionan en países atrasados deberían tener más cuidado. Se trata no de un asunto de salud, sino de participación en un asunto de ingeniería social en gran escala cuyos resultados completos no están todavía a la vista. Joseph Biden, el presidente de Estados Unidos, no puede ser sino el campeón Demócrata de la estafa: "la regla ahora es muy simple, vacúnate o lleva cubrebocas hasta que te vacunes. La elección es tuya". ¿Cuál elección, Sir?


 

 

 

 

 


domingo, 23 de mayo de 2021

MÉXICO: ¿QUIÉN PERSIGUE LA CORRUPCIÓN?

 ¿Quién dijo que las cosas tenían que ser al derecho y no al revés?

     Carlos Loret de Mola estuvo transmitiendo en 2005 la supuesta captura de los presuntos secuestradores Israel Vallarta y Florence Cassez. Ahora se sabe que esa transmisión en vivo fue un montaje, y lo ha admitido Loret de Mola, sólo que ha dicho que él "no sabía" que se trataba de tal cosa. Loret de Mola demoró con amparos cuatro años en comparecer en el caso Vallarta, y al hacerlo finalmente, por sorpresa, como testigo, tuvo facilidades contrarias a las constitucionales (se pasó por alto el artículo 17 constitucional). Siempre en calidad de testigo y no de indiciado, Loret de Mola reiteró que sí, "fue un montaje", pero que su "error periodístico" consistió en no darse cuenta de lo que ocurría. A lo sumo pidió disculpas.

      En realidad, no queda claro si la ley mexicana permite en este caso mentirle a la autoridad, algo que normalmente es castigado (con prisión), aunque no con la severidad de un país como Estados Unidos (20 años por perjurio o quebrantamiento de la fe jurada). Sucede que Loret sí fue avisado en reiteradas ocasiones, a través de un sistema de intranet, de lo anómalo del caso durante la transmisión, por la periodista Laura Barranco, quien le solicitó incluso "parar": se estaba inculpando a una ciudadana francesa, por lo que se le avisó a Loret de Mola, por su bien, que podía meterse en líos al violar la presunción de inocencia; fue igualmente avisado de que los secuestrados no reconocían de ninguna manera a los supuestos secuestradores, y fue nuevamente conminado a detener la transmisión, a lo que Loret de Mola contestó que no pensaba hacer ningún caso, puesto que "era nota". Dicho sea de paso, también quedó una sombra de duda sobre la productora Azucena Pimentel, hoy parte del equipo de Comunicación de la Presidencia mexicana. Durante la escenificación, Loret de Mola incluso dijo: "éso está bueno, está chingón. ¿será que se pueden regresar?", pidiendo la repetición de una escena con policías.

     Se está así, digamos, ante un presunto delincuente si es castigable en ese tipo de testimonio el perjurio. En otros términos, el realizador, junto con un auténtico payaso (Brozo), del programa Latinus, y que suele departir con intelectuales dedicados a dar cuenta de la "sensación térmica" del país, como lo hace Héctor Aguilar Camín, podría ser un delincuente, sin que se trate de una forma de "calificarlo" o "etiquetarlo", sino de llamar los hechos. Sería de este modo el presunto delincuente quien se queja de que el actual gobierno mexicano es "como todos", pero "moral", y de que es perseguido, lo que supone alguna forma de represión o maltrato inexistentes, como para todos los que se creen perseguidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

     Loret de Mola dijo que López Obrador le sacó los trapos sucios al sol "por Pío, Felipa, Irma Eréndira y Bartlett". Pío López Obrador está siendo investigado por el Instituto Nacional Electoral (INE) por recibir sobres de dinero, aunque fue exonerado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que no halló irregularidades en sus cuentas, por lo que, aunque no sea sin duda el mejor de los procedimientos, no es constitutivo de corrupción. Por cierto, tampoco hay corrupción alguna en las propiedades de la secretaria de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval, aunque su tren de vida y el de su esposo, John M. Ackerman, no se caracterice por la austeridad que debería primar en universitarios. López Obrador fue claro sobre su prima Felipa: Petróleos Mexicanos (Pemex) no puede entregarle contratos. Pemex se disculpó por no haber impedido que se le otorgaran previamente contratos, salvo que alguien haya creído que se trataba de quedar bien. Manuel Bartlett no omitió declarar nada. Simplemente tiene muchos negocios a nombre de parientes y "relaciones" suyas, y se trata de asuntos de muy larga data, dados los antecedentes familiares del funcionario. Dicho de otro manera: puede tratarse en todos los casos de una moralidad dudosa, pero no hay irregularidades legales, por lo que Loret de Mola ve una corrupción inexistente. Simplemente, busca como puede lo que se le antoja como el "flanco débil" de López Obrador para, en lo típico, "darle donde más le duela": si el presidente dice luchar contra la corrupción, en realidad se debe colegir que está rodeado por ella y que no hace nada. El destinatario del mensaje no es el mandatario, sino la audiencia.

      Pasemos, no sin dejar de hacerlo notar, sobre el hecho de que estos casos no son muy moralizantes para el lópezobradorismo. Vayamos a la sabiduría china: quien no tiene el concepto de un toro, no puede reconocerlo si lo tiene enfrente y decir "he aquí un toro", reconociendo además sus propiedades. Dada su trayectoria, es difícil que Loret de Mola tenga idea de lo que es la ética, por lo que no puede reconocerla si se la encuentra. Dicho de otro modo, quien se ha dedicado a la politiquería y no cree más que en éso no puede reconocer que alguien, así lo haga entre errores, incluso graves, esté tratando de conseguir un comportamiento ético en el gobierno, en el sentido de ajeno a la corrupción. Es el problema de gran parte de la oposición y, lastimosamente, de una mayoría de intelectuales, sin concepto de nada: en lo que es tratar de sacar adelante un proyecto contra la corrupción no ven más que politiquería, enfermedad personal de poder y ánimo de "perseguir" al grado de poner "la democracia en peligro". Todo, dicho gracias a un laxismo presidencial muy singular, digamos que excesivamente amoroso, y a la creencia de que los intelectuales opositores son representativos de algo, lo que no es el caso. ¿O es que Loret de Mola ha entendido mejor que el gobierno el grado de ignorancia no menor de la gente en México? Aún así, se contradice: por la misma ignorancia, lo que diga cualquier intelectual, empezando por Héctor Aguilar Camín o Enrique Krauze y siguiendo por lo demás por Paco Ignacio Taibo II o El Fisgón, probablemente no inmute a demasiada gente. No quita que quien denuncia lo que da por hecho, la corrupción, condenando antes de juzgar, es el presunto culpable de un delito. Se entiende que, de acuerdo con un programa malamente filmado con un payaso vulgar en el desierto de Sonora (qué culpa tiene éste), se haga mofa de la "moral" presidencial. No es sencillo hablar de ética con quien pudiera haber cometido perjurio, violación de la Constitución y está mintiendo sobre lo sucedido en 2005 con Vallarta y Cassez. (Foto: Loret de Mola como cree estar actualmente). Es cosa de algunos intelectuales si creen haber encontrado un foro en un presunto delincuente, que no cae nada más porque en México las normas de convivencia siguen dictándolas...los delincuentes.



viernes, 21 de mayo de 2021

FRANCIA: MÉLENCHON, OTRA ALIANZA EQUIVOCADA

 Después de los chicos de Podemos, el de la coleta Pablo Iglesias o Juan Carlos Monedero, derrotados estrepitosamente en Madrid, capital española, el turno de estrellarse parece estarse acercando del líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, que entre 2017 y ahora ha perdido apoyo en la población, lo que no le impide ser considerado un aliado favorito del progresismo latinoamericano, al grado de ser llamado "hermano" por el presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, conocido en la cosa nostra americana como "Lucho".

     La caída de Mélenchon se debe a que ha abandonado a las clases populares y en particular a los obreros, que han ido a buscar del lado de la derecha, en Francia, con el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, a estas alturas bastante moderada. La gente de LFI y Mélenchon han preferido los asuntos identitarios, de inmigrantes y no muy lejos de lo que llega de Estados Unidos. Mélenchon se deshizo en su partido de gente partidaria de la república y el laicismo, como Georges Kuzmanovic y Francois Cocq. El señor Mélenchon está más interesado en las marchas contra la islamofobia, en el coqueteo con el decolonial y antirracista partido Indígenas de la República, que está en la reivindicación de Frantz Fanon y Malcolm X, o en asistir a veneraciones de la Pachamama en Bolivia. Mélenchon no ha dudado en codearse con el islam político, que pone en duda los valores republicanos, o con revanchismos -que no implican justicia- como los de Indígenas. De acuerdo con Kuzmanovic, lo que le interesa sobre todo a Mélenchon es el electoralismo. De lo que se trataría, al igual que entre los Verdes y el Partido Socialista, sería de ganarle a Le Pen reclutando entre los inmigrantes. Hace rato que es posible detectar más de un punto en común entre esta deriva y la del presidente Emmanuel Macron, dedicado a abandonar el Estado nación francés a su suerte por creer que es la fuente de sabrá Dios qué males.

     Como, al igual que muchos de los negros estadounidenses, los inmigrantes más recientes en Francia no siempre tienen un comportamiento digno de elogio, han multiplicado los actos de delincuencia y sobre todo de agresión contra la policía, que ya no puede entrar en ciertos barrios, copados por inmigrantes y crimen organizado que se mezclan. Recientemente, Mélenchon no tuvo nada mejor que acusar de "sediciosos" a unos 10 mil agentes del orden que se pronunciaron abiertamente contra el hecho de que el Estado no pareciera apoyarlos en sus funciones de mantener la ley. Melenchon ni siquiera conoce la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1879: la seguridad es un derecho imprescriptible, no la “criminalización de la protesta social”, salvo que se reserve el acto represivo en exclusiva para los “chalecos amarillos”.

     Mientras la izquierda socialista y proveniente del socialismo, como LFI, se pone al ritmo identitario estadounidense, el Partido Comunista francés (PCF) ha decidido tomar otro rumbo. No es por cierto "la izquierda de la izquierda", como se ha querido decir desde ya para colocar a los comunistas en algún "extremo político" y llevar, para variar, las cosas hacia la disputa entre el centro y "extremos" entre los cuales supuestamente estaría el dizque "fascismo" de Marine Le Pen, de acuerdo con el fantasma que enseñó a jugar sistemáticamente el presidente socialista francés Francois Mitterrand. Lo que no quiere el PCF es la deriva identitaria.  Fabien Roussel, secretario general del PCF, estuvo el 19 de mayo en una manifestación de apoyo a la labor de los policías frente a sus agresores en los barrios más humildes. La cuestión de la seguridad no debiera ser un supuesto "tema de la derecha". Por cierto, la única agrupación que no apoyó el reclamo de los policías fue LFI, que tal vez considere "racista" denunciar las reiteradas agresiones con arma blanca o peor contra las fuerzas del orden, impedidas de replicar. Según Roussel, "la seguridad es un derecho fundamental" y, por lo demás, se deben retomar las cuestiones sociales más allá de las luchas de sexo, religión, raza y parecidas que ha adoptado Mélenchon. A diferencia de Estados Unidos, hay rechazo en Francia a convertir el país en una yuxtaposición de ghettos. En principio, la discusión no debería ser sobre si los hombres pueden tener regla o sobre  el "racismo sistémico", ni hay por qué adoptar la visión de un mundo en "guerra cultural" como la propuesta por los estadounidenses, al estilo descabellado de un portal como Project Syndicate

    Mélenchon no tardó en reaccionar contra Roussel: al parecer, lo que suceda con el obrero, el agricultor, el funcionario, el maestro de escuela o el artista no es de la incumbencia de LFI, cuando con tal de agarrar votos se prefiere negar la infiltración  incluso del crimen organizado a través de la inmigración más reciente y a la sombra del europeísmo (ahí está como muestra la familia delincuente de Assa Traoré controlando no sólo a los vecinos temerosos del barrio, sino también a los medios de comunicación felices de la patronal). Según Ian Brossat, portavoz del PCF, la verdad de Mélenchon, por lo demás alguien henchido de vanidad y altanero, es que "no se interesa por los problemas de las categorías populares y se enreda en debates que no interesan a nadie". Salvo a ciertas minorías, cabría agregar. No deja de resultar curiosa la alianza progresista latinoamericana con Mélenchon, mientras los autodenominados "demócratas liberales" se aferran a Macron, el cosmopolita que no duda en despotricar contra Francia a cada ocasión que se le presenta.

(Foto: Mélenchon por todas partes)



miércoles, 19 de mayo de 2021

COLOMBIA: ¿QUÉ ES QUÉ?

 Colombia se ha puesto de moda, como si una parte de la "opinión pública" internacional, hasta donde la hay, acabara de descubrir que la oligarquía local no es muy suave en sus modos. Simplemente, tiende a matar. La moda tiene que ver con una apuesta apenas disimulada a favor del líder centro-izquierdista Gustavo Petro, algo en lo que coinciden procubanos y progresistas, como los del Grupo de Puebla. No está de más señalar que este Grupo no dijo nada de los resultados de las elecciones chilenas, como tampoco antes de las peruanas, y parece practicar la endogamia, repitiendo siempre a los mismos de la pasada "oleada" progresista, que ni siquiera saben bien a bien lo que dicen: así por ejemplo, la ex mandataria brasileña Dilma Rousseff estuvo en la Ciudad de México para quejarse de las "desigualdades milenarias" (?) en América Latina, como si se supiera algo del tema por ejemplo entre los olmecas o las tribus de la Amazonía antes de la llegada de los portugueses. Es el discurso Demócrata en pleno.

     En estos días cayó en combate Jesús Santrich (Seuxis Pausias Hernández Solarte), guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)-Segunda (Nueva) Marquetalia. Santrich probablemente no tenía por qué haber vuelto a la clandestinidad y no es de descartar que haya sido muerto por mercenarios colombianos en una zona binacional Colombia-Venezuela. Rodrigo Londoño, alias Timochenko, ex líder de las FARC y ahora dirigente de Comunes, declaró: "sinceramente me da pesar que haya terminado así, independientemente de que nos traicionó cuando nos la jugamos por la paz. Si no lo hubiera hecho de seguro podría haber contribuido mucho, pero su locura lo llevó a terminar así". 

     Esta manera de Londoño de expresarse es inaudita. Hace poco tiempo, Santrich, uno de los negociadores de los Acuerdos de Paz de La Habana en 2016, había sido acusado de vínculos con el narcotráfico, una vieja cantinela. A la larga se supo que la acusación le fue sembrada al futuro congresista (el mismo Santrich) por el fiscal Néstor Humberto Martínez. Las evidencias estaban en audios que la Fiscalía colombiana se negó a entregar a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP). Incluso Petro declaró que se había tratado de una trampa contra Santrich, que la pagó con cárcel y riesgo de extradición. En la trampa participó la DEA (Administración para el Control de Drogas, por sus siglas en inglés) estadounidense. En una reunión en una casa que el gobierno colombiano le había puesto por seguridad a Santrich se traslapó una discusión sobre proyectos productivos con frases de la gente de la DEA por encima de la charla real, tratando de incriminar al mismo Santrich. De hecho, Petro contribuyó a las revelaciones sobre las intenciones de funcionarios de la Fiscalía para incriminar con estos "métodos" a varios líderes de las FARC. En el asunto se estaba tratando de involucrar también a otro líder de las FARC y negociador de los Acuerdos, Iván Márquez, a través de su sobrino Marlon Marín. Márquez tuvo que regresar también a la clandestinidad. 

     No queda claro a qué traición se refiere Londoño, puesto que, en los hechos, es a Santrich y a Márquez a quienes se traicionó. Londoño no sabe donde está: debería entender cuidadosamente lo que quiere decir Eduardo Cifuentes, presidente de la JEP, cuando declara que "los excombatientes entregaron las armas. Ahora deben entregar la verdad y han comenzado a hacerlo". En efecto, Londoño ha comenzado a entregar su verdad, llevando entre otras cosas a que la cúpula de las FARC sea imputada por secuestro.

     En todo ésto, la difusión sobre el contenido de los Acuerdos de Paz ha sido nula, y pocos pueden tener idea de su alcance: promueven formas de Reforma Agraria sin las cuales difícilmente puede enrumbar Colombia al desarrollo. Petro, ex guerrillero del M-19 (Movimiento 19 de abril), ha dicho que opta por un "capitalismo democrático". Petro ha dicho igualmente que no propone un programa de izquierda, y mucho menos socialista, porque según él "éso no funcionó". Seguramente no se equivoca Petro cuando afirma que "el problema de Colombia es que no se ha desarrollado el capitalismo". Lo que fascina es sin duda toda la idealización de la clase media por parte de este ex guerrillero. Como sea, es el capitalismo realmente democrático el que no podría construirse sin un cumplimiento cabal de la Reforma Agraria contenida en los Acuerdos de Paz de 2016, para quitarle el poder a la narco-oligarquía colombiana. Es un problema similar, contra las oligarquías, el que está en juego en un país como El Salvador, en otro como Perú (donde hace falta una segunda Reforma Agraria) y probablemente también en Chile. El regodeo de la clase media en sí misma es otro asunto. Lástima por Londoño, y ojalá se termine de entender que, así como reprime en las ciudades, la oligarquía colombiana ha estado dispuesta a "ponerle conejo" a los firmantes de los Acuerdos de Paz. Es dicha oligarquía la apasionada de la traición. Para lo demás, la intelectualidad de la cosa nostramericana, que incluye a los ultraizquierdistas y antiextractivistas como el uruguayo Raúl Zibechi, puede seguir mirándose en el espejo y creer que una banda de jóvenes millennials conseguirá no nada más el fin del uribismo, sino la salida de la colección de bases militares que los estadounidenses tienen en Colombia. Sobre la relevancia de los Acuerdos de Paz y problemas como el que viviera Santrich injustamente no dirá ni pío. A ver si hay alguna manera de que la narco-oligarquía colombiana deje de seguir matando. Música, maestro (da click en el botón de reproducción).




lunes, 17 de mayo de 2021

CHILE: OTRA SORPRESA...

 Para quienes alguna vez aspiraron a ello, ya pudieron pisar las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentada, parafraseando al cantautor cubano Pablo Milanés. Lo pudieron hacer desde hace rato, con el retorno a la democracia en Chile. A raíz de las protestas de 2019 ocurrió otra cosa. La derecha y la extrema derecha chilenas (básicamente Renovación Nacional-RN y Unión Democrática Independiente-UDI), con el presidente Sebastián Piñera, cedieron en casi todo con la fe puesta en que, de sesionarse para redactar una nueva Constitución, distinta de la pinochetista de 1980, podrían bloquear los artículos incómodos con un tercio de representantes. Pues bien, ni éso lograron, por lo que los bloqueos no podrán tener lugar (Vamos por Chile, justamente de la derecha y extrema derecha, obtuvo apenas 37 escaños de los 52 necesarios para influir en el contenido de la Carta Magna). La oligarquía fue hecha a un lado.

     Es un poco pronto para echarse a correr por las grandes alamedas y hacer retórica con palabras del presidente Salvador Allende, muerto a raíz del golpe de Estado de Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973. Por algún motivo, Chile e incluso algunos intelectuales del progretariado creyeron en una tradición democrática chilena fuerte inexistente:  De la suerte corrida por José Manuel Balmaceda a la matanza de Arturo Alessandri, pasando por el exterminio de los mineros de Iquique, Chile distó de ser un oasis democrático. El análisis tuvo que ser hecho entre otros por el fuerte Partido Comunista de Chile (PCCh) entre sus exiliados en Alemania Oriental, después del golpe contra Allende. Chile ha tenido tradición de luchas obreras, pero no las bases de propiedad para un régimen sólidamente democrático.

      Lo que sucedió en la elección de este 16 de mayo para gobernadores, concejales, alcaldes y para la Convención Constituyente (la encargada de redactar una nueva Constitución) es, primero, que hubo una alta abstención (casi un 60 % del padrón electoral). La participación fue especialmente baja en los municipios pobres y populares: desde 2019 se dijo que se trataba de una revuelta de clase media. Lo segundo es que los socialistas y sus aliados (los partidos de la Concertación) no recibieron mayor votación. La lista Apruebo quedó con 25 escaños (con un particular descalabro para la Democracia Cristiana) por debajo de los comunistas y el Frente Amplio (28 escaños, lista Apruebo Dignidad), pese a los frecuentes desbarres de ambos al exigir a como diera lugar paridad de género, escaños para los pueblos originarios (tendrán 17 asegurados) y tuitear para "todes", como estila ahora la ex líder estudiantil Camila Vallejo Dowling. 48 escaños fueron en realidad para candidatos independientes (independientes a secas, independientes "no neutrales", Lista del Pueblo, Nueva Constitución), dándole un carácter más ciudadano que partidista al ánimo de cambiar las cosas. Eso sí, el PCCh le arrebató Santiago, la capital, a la derecha, al imponerse la candidata Iraci Hassler a Felipe Alessandri (UDI-RN) con cerca del 40 % de los votos. Por este motivo, es erróneo decir que "no ganaron los partidos tradicionales", contra lo que aseveró por ejemplo el periódico mexicano La Jornada, o hacerse de la vista gorda como el portal progresista Alainet. Los tradicionales que no ganaron fueron los de la Concertación, y el mensaje pudiera ser que una parte de la sociedad chilena se cansó de las componendas, es decir, de las formas de hacer política oligárquicas que también han permeado a la izquierda, en particular la no comunista, por décadas, incluyendo a Cuba (aunque lo único que notó el portal oficial cubano Cubadebate fue el triunfo de Hassler y no el hartazgo ciudadano).

     No se trata de las grandes alamedas porque nadie está proponiendo el socialismo, a lo sumo el "vivir bien", y además algunos están demasiado cerca de intereses "a la estadounidense", pero si se logra dejar de hacer política al estilo oligárquico -politiquería, al fin y al cabo- ya será un logro, histórico para Chile. El silencio progresista y del Grupo de Puebla (que condenó junto al mandatario estadounidense Joseph Biden al presidente salvadoreño Nayib Bukele) no deja de ser llamativo. El "progresismo" ha perdido en el Uruguay, el Ecuador, El Salvador y ahora en Chile, sin que todo sea negativo (salvo el Ecuador). Se queda el cantante chileno Víctor Jara (da click en el botón de reproducción):



viernes, 14 de mayo de 2021

QUÉ FEO ES EL TOTALITARISMO, ¿NO?

 Al reunificarse las Alemanias poco después de la caída del Muro de Berlín, en 1989, empezaron todas las fantásticas "revelaciones" sobre la República Democrática de Alemania (RDA), socialista: tal parecía que en ese país todo el mundo espiaba a todo el mundo a través del Ministerio para la Seguridad del Estado (STASI). Con esta campaña de "revelaciones" se omitió que en la RDA hubo una desnazificación efectiva.

     El problema oculto es que no puede decirse lo mismo de la muy democrática República Federal de Alemania (RFA), más allá del hecho, conocido, de que bastantes altos jerarcas nazis encontraron refugio en Sudamérica, notoriamente en la Argentina populista de Juan Domingo Perón, pese a que se quiera negar en la intelectualidad progresista. En más de un aspecto, los regímenes populistas no estuvieron desligados del nazi-fascismo. Por cierto, refugiado en Sudamérica, Josef Mengele, el "Angel de la Muerte" del campo de concentración de Auschwitz, pudo viajar tranquilamente en 1956 a Gunzburg, en Alemania, para visitar a su familia, sin usar siquiera una identificación falsa, ya que la RFA le facilitó todo. Convertido en ciudadano argentino, Mengele pasó a Paraguay y luego a Brasil, sin ocultar demasiado su identidad. No es lo único: mediante la Operación Paperclip y otras relacionadas, un mínimo de 700 científicos nazis (hasta mil 600 según fuentes rusas) fueron llevados a trabajar a Estados Unidos después de la guerra. El cerebro de la operación fue Allen Dulles, abogado del abuelo de George W. Bush, Prescott Bush, un aliado estadounidense de los nazis. No faltaron jerarcas nazis en el programa espacial estadounidense: Kurt Debus, miembro del Centro Espacial Kennedy (y antiguo integrante de las SS nazis, "escuadras de protección" que debían ser la "élite racial"...y policíaca), Arthur Rudolph, diseñador del cohete del Apolo II, o Wernher von Braun, Ingeniero Jefe en la NASA.

      De acuerdo con el Libro marrón,  publicado en 1965 por el Frente Nacional de la RDA y a cargo de Albert Norden, nunca muy difundido, altos jerarcas nazis -más de dos mil- pudieron ocupar sin ser molestados cargos de relevancia en la RFA: Walter Scheel, ni más ni menos que presidente de este país (1974-1979), antes vicecanciller federal y también Ministro de Asuntos Exteriores, alguna vez condecorado con la Cruz de Hierro del régimen nazi y miembro del partido nazi desde 1942; Heinrich Lubke, presidente de la RFA entre 1959 y 1969, diseñador de campos de concentración nazis que llevaban su firma;  Kurt Georg Kiesinger, canciller federal entre 1966 y 1969, se había afiliado tempranamente al partido nazi y durante la guerra trabajó en el departamento de radiodifusión del Ministerio de Asuntos Exteriores, a cargo de Joachim von Ribbentrop; o Hans Globke, jefe de gabinete del canciller Konrad Adenauer de 1953 a 1963, y uno de los encargados de "Asuntos Judíos" durante el régimen nazi. En la RFA ocuparon el cargo de Ministro Federal para Personas Desplazadas, Refugiados y Víctimas de Guerra el miembro del partido nazi Theodor Oberlander, considerado uno de los arquitectos de la "solución final", y el juez de las SS en Polonia, Hans Kruger. Cabe señalar que la inmensa mayoría de los casos denunciados por Norden fueron corroborados después de la reunificación alemana, y se supo que faltaban nombres. En un principio, en 1967, la RFA intentó impedir la difusión del libro. En 2011, investigaciones del Parlamento alemán ratificaron mucho de lo denunciado por el Libro marrón y encontraron aún más.

     No se trata de casos aislados o que se les hayan escapado a las autoridades germano-occidentales. Después de todo, hasta el nazi austríaco Kurt Waldheim, ligado al campo de concentración de Jasenovac (entre otras "hazañas") y condecorado con la Medalla de la Corona del Rey Zvonimir por el régimen croata ustasha aliado de los nazis, fue de 1972 a 1981...secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU).. Waldheim, miembro de un cuerpo paramilitar nazi durante la guerra (SA-ReiterCorps) todavía alcanzó a ser presidente de Austria (1986-1992). Ninguna revelación pudo tumbarlo de ningún lado.

     Simplemente sucede que en Occidente no se quiso hacer una desnazificación en serio, y es probable que el asunto haya llegado más lejos, puesto que hay aspectos de la mentalidad nazi-fascista que no desaparecieron del todo. Desde luego, este es el tipo de asuntos que no son abordados nunca por quienes ven "fascistas" y "populistas" por doquier, ni por quienes no dudan en lanzarse contra el "totalitarismo soviético", a nombre de una equivalencia (fascismo=comunismo) que en realidad no les importa a quienes la usan para infundir miedo (comunismo=fascismo, es lo que tratan más bien de endilgar), yendo cada vez más lejos en su reelaboración de la Historia. Jamás hablarán del Libro marrón, como tampoco dirán que, al igual que más de un intelectual de los años '80 para acá, el ideólogo nazi Alfred Rosenberg quiso borrar del mapa desde 1921 los ideales de la Revolución Francesa, como el historiador ex comunista francés  Francois Furet, hasta desembocar en El pasado de una ilusión. Ensayo sobre la idea comunista en el siglo XX. A juzgar por el rostro de Furet (foto), pues es algo muy cool.


 

 

martes, 11 de mayo de 2021

COVID, COVID, COVID...

 El capitalismo de la estafa, para el que son tan duchos los estadounidenses, sigue su marcha mientras algunos lo toman por el del verdadero "rostro humano", por la cantidad de gente de la que quiere ocuparse.

     En México, la epidemia de la Covid 19, incluso con sus variantes, ha estado bajando regularmente desde enero del año en curso, según lo han reconocido las autoridades . Así las cosas, la baja podría tener que ver con una inmunidad natural, a título de hipótesis, aunque lo cierto es que prácticamente no tiene nada que ver con la vacunación, que avanza lentamente. Si acaso, un trecho de la baja de casos de contagio entre los adultos mayores tendría que ver con la aplicación de vacunas, pero la baja es notoria y pronunciada entre los menores de 60 años también. Que se sepa, las autoridades sanitarias no han presentado ninguna explicación para esta baja ya sostenida, siendo que por lo demás, al decir del subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, se esperaba una "tercera ola" (sobre todo después de Semana Santa) que nunca tuvo lugar. Quienes ponen por delante "La Ciencia" no tienen en realidad mayores explicaciones, incluyendo a los "expertos" de la oposición mexicana que no hacen sino repetir a su manera lo último dicho por alguna autoridad estadounidense o gran farmaceútica. ¿Ya saben que la mortalidad en Estados Unidos es mayor en los estados con confinamiento estricto que en los desconfinados? Ni siquiera es seguro que “ los expertos”repitan correctamente, puesto que en Estados Unidos las vacunas no han pasado de ser "medicamentos experimentales" y oficialmente dejarán de serlo -cuando se hayan terminado los ensayos requeridos- como mínimo en enero de 2023. Es imposible afirmar que se trata de vacunas "seguras": en el caso de AstraZeneca, se mezclaron las fases de ensayos clínicos y no se llegó bien a la fase III. Da un poco de lástima ver en varios países latinoamericanos a candidatos progresistas ofrecer vacunas como dulces a los niños a la salida de la escuela. Dicho sea de paso, es probable que el gobierno mexicano debió explicar con qué tratamiento se curaron varios de los funcionarios contagiados, incluyendo el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque ello indica que estos tratamientos sí existen y son eficaces. Incluso para el también contagiado Hugo López-Gatell.

     Desde luego, se puede uno quedar a la espera de que alguien explique por qué Haití casi no ha tenido muertes en la epidemia. Si en un principio fue obligatorio andar con cubrebocas en bancos y supermercados, ya ni éso. Nadie sigue las recomendaciones, no hay ninguna "sana distancia" y tampoco está rebasado en nada un sistema de salud desde luego que de lo más precario. Ninguna explicación. "La Ciencia" no se va a detener en Haití.

     A estas alturas se ocultan datos y estudios valiosos para evaluar la situación. Países que han visto caer los contagios y las muertes con la vacunación, como Israel y Gran Bretaña, ya los habían tenido a niveles igualmente bajos sin la aplicación de la vacuna, según lo demostró el Consejo Científico Independiente francés. En el primer país, la vacunación colocó la mortalidad al nivel...del otoño 2020. ¿Por qué Portugal, que ha vacunado muy poco, tiene una mortalidad como la de Israel, que aplicó la vacuna ya a todo el que se dejó?¿Por qué en países que han vacunado mucho, como Hungría, Serbia o Chile, la mortalidad ha subido desde el inicio de la vacunación?¿Por qué se tiende a ocultar los datos de mortalidad postvacunación de Israel?¿Por qué en los Emiratos Arabes Unidos la mortalidad se duplicó después de la vacunación? Lo anterior puede sugerir una evolución natural de la epidemia al margen de una vacunación con pocos efectos.  Se sabe además que algunas vacunas occidentales no protegen contra variantes como la brasileña o la sudafricana.

     Entretanto, se ocultan sistemáticamente los datos de muertes ligadas a la vacunación, e incluso sucede por ahí que la gran empresa farmaceútica Pfizer/BioNTech le carga un poco la mano de accidentes a AstraZeneca (que los tiene) para tapar que, en esta materia, es Pfizer que bate todos los récords, mientras sigue haciendo presión sobre autoridades estadounidenses y sobre la Unión Europea para que le compren "la" vacuna. Pfizer, con unos dos mil 500 accidentes mortales en algunos países seleccionados hacia finales de abril, ha tenido entre tres y cinco veces más muertos que AstraZeneca y Johnson&Johnson (20 veces más por parte de Pfizer en Estados Unidos). Pfizer tiene un 70 % de efectos secundarios, lo que no se había visto nunca en ninguna vacuna (es de dos a tres veces más que con la vacuna contra la gripe). En suma, la causa podría estar en la tecnología que más se presume, el ARNm. Tampoco se menciona que 57 científicos solicitaron a distintos gobiernos del mundo la interrupción de las vacunaciones con una explicación perfectamente bien detallada sobre los efectos nocivos de las vacunas de ARNm (mensajero). Se ha insistido en que no se trata de vacunas, sino de terapias génicas o de terapias con vectores de vacunas. En algunas vacunas se conoce por lo demás el componente que puede desatar reacciones alérgicas (polietileno glicol o glicol de polietileno), llevando a choques anafilácticos y a trombosis graves y/o mortales.

     Entretanto, ha reinado el mayor silencio sobre la efectividad de los tratamientos. El hecho es que la vacunación masiva tampoco va viento en popa a nivel internacional, incluso pese a los intentos de algunos países por crear "pasaportes Covid". Ante un asunto que bien visto sigue teniendo de estafa, se ha vuelto a poner en duda el origen del SARS-Cov-2, no que se haya tratado de un complot, pero sí -es hipotético- de que se le haya escapado por accidente a un laboratorio sino-estadounidense, lo que no quiso desmentir la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

     Sería agradable que alguna gente se abstuviera de presionar socialmente a favor de la vacuna, siendo que ésta es voluntaria, y que en todo caso, tal vez no debiera ir más allá de los grupos de riesgo (y sin incluir la vacunación de ARNm). En campañas de miedo como la reciente a partir del contagio y las muertes en India, se ha dicho poco de la irresponsabilidad del primer ministro de extrema derecha hinduísta Narendra Modi, favorito del presidente estadounidense Barack Obama en su momento, y de la política seguida en un país federal, donde las decisiones recaen en cada estado: por contraste con el desastre de Maharashtra, donde se encuentra Mumbai (Bombay), Uttar Pradesh logró durante un buen tiempo tener la epidemia a raya con el uso incluso profiláctico de ivermectina (Uttar Pradesh es el estado más poblado de India, con unos 240 millones de habitantes) y Kerala consiguió con su gobierno comunista (entiéndase población educada y preparada ante una contingencia para actuar con disciplina, y servicios de salud en buen estado, no derruidos por el capitalismo "a la Modi") mantener el problema controlado . Ya no es difícil sorprender a las grandes agencias noticiosas, que están detrás de la elaboración de la noticia, en flagrancia tendenciosa.



domingo, 9 de mayo de 2021

MÉXICO: ¿EL PODER POR EL PODER?

 ¿Se puede dejar guiar la historiografía por los rumores de la calle? No debería ser así, pero sucede. Así se armó en México la ficción del Maximato, y hasta hace poco tiempo, parte de la intelectualidad cercana a la actual oposición mexicana e incluso al Partido Revolucionario Institucional (PRI) se dejó llevar por el ánimo de demoler toda autoridad, más si ligada a la construcción del Estado nacional.

      El presidente Plutarco Elías Calles (1924-1928), al que ahora algunos "teóricos" políticos de la inteligencia progresista acusan de "autoritario", no estuvo detrás de la muerte de Alvaro Obregón en 1928. Ante los rumores de la calle que lo inculpaban, Calles dejó la investigación del asesinato en manos de obregonistas, para lo cual el general Roberto Cruz fue sustituído para la indagatoria como Inspector General de Policía por el muy obregonista Antonio Ríos Zertuche. Calles no aprovechó para seguir en el gobierno, sino que argumentó que era tiempo de pasar de un país de un hombre a otro de instituciones y leyes por lo que, como les encanta decir a los estadounidenses, dió un paso al costado. Tampoco fue quien designó al sucesor. El presidente interino Emilio Portes Gil (1928-1930) fue nombrado por el Congreso, y era por lo demás obregonista. Las Memorias de Portes Gil nunca fueron demasiado cálidas para Calles, y el sindicalismo de Luis N. Morones favorable al segundo fue demolido por el primero (laborismo, cromismo). Si Portes Gil llamó muy temporalmente a Calles como secretario de Guerra y de Marina (por apenas unos meses en 1929) para perseguir la rebelión escobarista, fue porque el general Joaquín Amaro, a quien le correspondía la tarea, quedó incapacitado por un grave accidente en un ojo. ¿Qué decían los rumores de la calle sobre la muerte de Obregón? "Cálles-e". ¿Y sobre el presidente interino? "Según te Portes, Gil". Contra la información que abunda en Internet, Calles nunca se "autoproclamó" Jefe Máximo de la Revolución, sino que fue la ocurrencia de un periódico capitalino llamarlo así, seguramente porque los aduladores nunca faltan. Calles tampoco puso al candidato del Partido Nacional Revolucionario (PNR), Pascual Ortiz Rubio. El candidato de Calles era Aarón Sáenz y al supuesto "Jefe Máximo" le significaron que Sáenz, demasiado cercano a los empresarios (de Monterrey en particular), podía dividir a la "familia revolucionaria", por lo que el supuesto Jefe Máximo cambió de parecer empujado, entre otros...por Lázaro Cárdenas, quien algún día reconocería en sus memorias que ya con Ortiz Rubio, Calles no conseguía la cohesión de los distintos intereses de la "familia revolucionaria". La influencia "callista" sí se hizo sentir como sea durante la presidencia de Ortiz Rubio, incapaz de gobernar a raíz de un atentado que lo cimbró psicológicamente. Para cuando Ortiz Rubio renunció (había sido presidente dos años, e hizo por lo demás alguna que otra cosa encomiable), el escritor Fernando Benítez reconoció que la influencia de Calles había ido menguando. El siguiente presidente interino, Abelardo L. Rodríguez, giró instrucciones por escrito a su gabinete para que se abstuviera de pasarse el tiempo consultando al supuesto Jefe Máximo. A lo sumo, el "poder tras el trono" tuvo fuerza por dos años de los seis que debió haber gobernado Obregón. Pero Ortiz Rubio era "el nopalito" (por baboso) y el que actuaba "apascualado": la calle decía al mirar el castillo de Chapultepec, residencia oficial, "el presidente vive aquí, pero el que manda vive enfrente", en referencia a la casa de Calles en la colonia Anzures. Luego terminaría Calles exiliado por el presidente Lázaro Cárdenas, de quien, para la anécdota, Abelardo L. Rodríguez decía que era sensible a la adulación y a los chismes.

     Jorge Ibarguengoitia (Los relámpagos de agosto) y otros (como Federico Campbell) quisieron de alguna manera "torcer" el sentido de la figura de Hilario Jiménez (Calles) en La sombra del caudillo, de Martín Luis Guzmán, para dar a entender que la creación del Estado mexicano moderno se basó en hechos de sangre y casi mafiosos. A finales de 1927, Francisco R. Serrano y Arnulfo R. Gómez, contrarios a Obregón, fueron pasados por las armas sin juicio, el primero en Huitzilac, entre la ciudad de Cuernavaca y la capital mexicana. Calles se vió envuelto en el asunto. Serrano le había planteado a Calles "disolver las Cámaras" con ayuda del ejército para evitar la reelección de Obregón, pero se trataba de un método tal, por razones obvias, que el presidente se negó. Por otra parte, el Congreso había aprobado la reelección constitucional para abrirle la puerta a Obregón, pero con oposición de los callistas, y en alguna ocasión Calles le confesó a Joaquín Amaro su aversión a la reelección del mismo Obregón. Más allá  de una conspiración con parte del ejército para asesinar a Obregón, Calles y Amaro, la orden de matar a Serrano la dió Obregón, aunque la orden escrita la haya dado Calles. Al ser recibido el cadáver de Serrano, que distaba de ser "el pobrecito", en el castillo de Chapultepec, un testigo dijo de Calles: "tengo la impresión de que estaba profundamente asqueado en esos momentos...". ¿Y cómo no? Estaba en una disputa en la que ni Obregón ni Serrano renunciaban a las armas para dirimir diferencias políticas. Lo demás es Historia: llamado a fabricar por escrito un falso "Consejo de Guerra Sumarísimo" por Calles y Amaro, José María Pacheco se negó. Era el padre del escritor José Emilio Pacheco. Y lo cierto es que Calles y Amaro a aquél simplemente lo dejaron ir...Roberto Cruz, el inspector de Policía, afirmó que Calles difícilmente habría aceptado ejecutar a Serrano y hubiera preferido desterrarlo, pero que la presión ineludible fue de Obregón. Por lo demás, gente ligada a los sucesos y que los precipitaron (como el gobernador del estado de Morelos) fue al poco tiempo cesada por Calles. La recreación académica de una época no puede ser la de los rumores de la calle sobre las personalidades del momento.

     No hay "70 años del PRI", aunque sea porque el ideal de Calles para el PNR, fundado en 1929, no excluía la competencia política. La puerta al presidencialismo y a la corporativización de las masas la abrió Cárdenas con el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), y el PRI, con su derecha política incluida, se creó en 1946, 17 años después del PNR, lo que ya hace menos de 70 años. Sí es posible creerle al último presidente priísta, Enrique Peña Nieto (quien parece haber estado para efectos protocolares): "no me levanto cada mañana pensando cómo fregarme a México". Si el presidente de Acción Nacional, Felipe Calderón, tuvo sus razones para actuar como lo hizo, deberían ser consideradas (ahí está el libro Decisiones difíciles), así se refuten. Aunque le falta autoridad y no pierde ciertas costumbres de activista, que no van con su investidura, tampoco es posible pensar que el actual mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, no es más que el enésimo enfermo de poder llegado a la silla presidencial en Palacio y al mismo tiempo el último de los ineptos. No se puede orientar el análisis y el debate por los rumores de la calle, o incluso de lo que se le quiere hacer decir a la calle, por ejemplo desde los medios de comunicación masiva. Hasta el doble Emérito y partidario del presidente estadounidense Joseph Biden (y de López Obrador), el historiador mexicano Lorenzo Meyer, debería detenerse a revisar el origen del ingenio El Mante (menos corrupto de lo que parece, según estudios históricos fehacientes) antes de darlo por prueba del interés de "los sonorenses" por "los negocios" en tiempos de Calles (la cuenta de Twitter de Meyer refleja fallas sistemáticas de apreciación de las cosas, por lo demás), siendo que "los sonorenses" no actuaban al unísono ni eran por cierto todos escuela de "disimulo y picardía", contra lo que dice...el sonorense Ignacio Almada Bay, que pareciendo "conocedor" le presta cosas algo fantásticas a Calles supuestamente en las bancas del puerto de Guaymas como dormitorio. ¿Se trataría de investigar o de buscar supuestas "pruebas" del prejuicio establecido? Los resortes de los hombres en el poder no se reducen forzosamente al poder por el poder, aunque pueda ser algo frecuente, incluso entre los rumores de la calle, ni se diga en la petulancia de los medios. Las razones de Estado también existen y pueden no ser maquiavélicas ni contrarias a la ética. Y las humanas, igualmente, para bien o para mal, así que a oír algo de música...sonorense por ejemplo (da click en el botón de reproducción). !Lo muy nuestro!



viernes, 7 de mayo de 2021

EL SALVADOR: BUENO, ¿Y QUÉ?

 En estos días, a raíz de medidas que serán comentadas enseguida, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, fue criticado, de muy mala manera, si es que no fue más bien atacado y descalificado. En algo reproducido por el periódico mexicano Reforma, Andrés Oppenheimer se preguntó si Bukele no es "un nuevo dictador" en América Latina. En el periódico salvadoreño digital El Faro, por lo demás con mentiras, se acusó al mandatario de El Salvador de actuar "a la manera de los dictadores tropicales" y de estar "matando la República". The New York Times llamó a Bukele "autócrata" y no faltó quien lo comparara además con Hugo Chávez. "Autócrata", como lo indica la palabra (auto-cracia) es la persona que gobierna para sí misma y se aplicaba sobre todo para los zares en Rusia. No queda claro qué quieren decir quienes han comenzado a ver zares por doquier. Lo cierto es que Bukele no es Arturo Armando Molina ni Carlos Humberto Romero, por mencionar tan sólo a dos dictadores "modernos" de El Salvador, que no dudaron en matar. Tampoco es Maximiliano Hernández Martínez, el dictador salvadoreño en 1932, año de la Matanza, quien consideraba que era peor matar a una hormiga que a un hombre, porque el segundo tenía una oportunidad de reencarnar que la primera no. Al parecer, cualquier cosa es buena con tal de sugerir que Bukele no es democrático, y que debe ser tratado en consecuencia. Más allá de ésto, las palabras están perdiendo cada vez más su sentido. ¿Hay estado de excepción en El Salvador?¿Hay represión con muertos, desaparecidos o exiliados?¿Hay el equivalente del militar asesino Alberto Chele Medrano, precursor de los escuadrones de la muerte?

     ¿Ha habido un golpe de Estado o un "autogolpe"? A decir verdad, tampoco. La Asamblea Legislativa salvadoreña, dominada ampliamente por Nuevas Ideas desde los últimos comicios legislativos, decidió destituir al fiscal general Raúl Melara, ligado al partido de extrema derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), y a los magistrados de la sala constitucional de la Corte Suprema. Contra lo que miente El Faro, el poder legislativo está facultado con el mandato constitucional para hacer las destituciones que hizo. Como lo recordó Bukele, es el tipo de medidas que toma cualquier ganador de las elecciones, por ejemplo en Estados Unidos: el mandatario estadounidense nombró a la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch; Donald Trump nombró a William Barr, y Joseph Biden nombró a su vez a Merrick Garland. En El Salvador, los cambios ni siquiera fueron directamente por nombramientos desde la presidencia, sino desde la Asamblea Legislativa. ¿Qué sentido tuvo que la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, la emprendiera contra el actual gobierno salvadoreño, en dos ocasiones, diciendo que Bukele "debe responder" por lo hecho?¿Entonces Estados Unidos debe responder por quitar a Barr? Si tanto le preocupara a Washington, capital estadounidense, el estado de la Justicia en América Latina y el asunto tan llevado y traído de los "pesos y contrapesos", hace rato que debió aislarse al gobierno ecuatoriano de Lenín Moreno, por ejemplo, que liquidó el estado de Derecho. Nada más que lo que Moreno hacía para perseguir a la Revolución Ciudadana y favorecer a la oligarquía, no se hace en El Salvador, donde por mandato popular la ley debe enfilarse a castigar a los corruptos, así se resista la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), que en el pasado no aceptó ni los tímidos intentos de Reforma Agraria de Molina.¿Alguien ha hecho notar la orden de captura contra Norman Quijano (ARENA, ex candidato presidencial y ex presidente de la Asamblea Legislativa), con "la fe puesta en Dios" para ver si se libra de las acusaciones de fraude electoral y asociación con pandilleros?¿Alguien ha hecho notar el éxito de la reciente Operación Monarca en Zacatecoluca, para detener a alcaldes acusados de corrupción?¿O de la Operación Montaña, para frenar el contubernio de políticos y crimen organizado en Sonsonate?¿O la nueva ley FODES (Fondo para el Desarrollo Económico y Social), para que los municipios que reciban dinero no lo usen discrecionalmente (para enriquecimiento personal, campañas electorales y un pequeño resto para pavimentar un callejón), sino que garanticen un 75 % de gasto en obras para la comunidad? Al parecer, y aunque diste de ser perfecto, hay coherencia en el gobierno de Bukele, salvo que se prefiera esta forma de impartir justicia (he aquí una audiencia en San Salvador, capital salvadoreña):


De manera absolutamente lamentable, y contraria a la ley, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, consideró necesario pedir "respeto para la Constitución salvadoreña" (a la que el gobierno de Bukele no le estaba haciendo nada) y para la "separación de poderes". Curiosamente para la izquierda progresista que se sumó a la condena contra Bukele, fue China quien recordó que las relaciones entre países, de acuerdo con Naciones Unidas, deben regirse por la no injerencia en asuntos internos. En respuesta a Estados Unidos, Bukele dijo: "estamos limpiando la casa, y éso no es de su incumbencia".

     Una nueva pausa:


No se peleó una guerra en El Salvador en los años '80 para compartir el poder con la oligarquía. Tampoco tiene sentido, por parte del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), acusar a Bukele de "fascista", como lo sugirió por ejemplo Norma Guevara, dirigente de esta organización, pero sin comentar el grandioso nepotismo de unos 20 líderes de esta izquierda cuando estuvo en el gobierno. Bukele no le ha hecho tomar aceite de ricino a ninguno de los cuatro representantes que le quedaron al Frente en la Asamblea, ni se ven las chimeneas de cámaras de gas en Usulután, ni hay corporativización barata de las masas en las Juventudes Bukelistas, la Central de Trabajadores Bukelistas y la Confederación Nacional de Campesinos Bukelistas.

      Es probable que, allende su mala simpatía por el comandante guerrillero Joaquín Villalobos, tenga razón el escritor salvadoreño Geovani Galeas. Si no se tiene el concepto de algo, no se puede ver algo, de acuerdo con la antigua sabiduría china. Así las cosas, sin el concepto de "buey", alguien no puede reconocer en el campo a un buey y decir "he aquí un buey", con tales y tales propiedades (cuernos, patas, etcétera). Si se ha tenido por décadas la creencia de que la política, además de no ser para el pueblo, es cosa de resolver las diferencias a tiros o de componendas y clientelas, no se puede reconocer lo que no es politiquería, porque se confunde política y politiquería. En este caso, no se puede interpretar lo que hace Bukele más que como la enésima maniobra para beneficio personal y no como política de verdad y al servicio del soberano, el pueblo. En el caso de Estados Unidos probablemente se trate de otra cosa, dada la inclinación de los Demócratas por el fraude. Como sea, de acuerdo con el ex comandante del FMLN Dagoberto Gutiérrez, es la lucha anti-oligárquica la que está moviendo a El Salvador. Aquí un poco de música de Ahuachapán, El Salvador (click en el botón de reproducción).



martes, 4 de mayo de 2021

MÉXICO: BLABLABLAR NACIONAL...

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dió a conocer recientemente que su gobierno está trabajando en la reelaboración de libros de texto gratuitos para darles un sentido más humanístico e impulsar -ésto es más dudoso- el amor al prójimo (¿hay que amar al empresario Claudio X. González, por ejemplo?). Esta medida iría en el mismo sentido que la distribución de la Cartilla moral de Alfonso Reyes y luego la elaboración de la Guía ética para la transformación de México, que a duras penas sorteó pifias "libertarias". Con una "revolución de las conciencias", según López Obrador, se podría lograr que los cambios que busca introducir el actual gobierno mexicano queden "en el pensamiento". El mandatario mexicano ha sido claro desde el principio sobre la importancia de cambiar mentalidades, pero no ha tenido mucho eco, ni siquiera entre sus propios partidarios, que están más ocupados en politiquería.

     Debe quedar claro que esta costumbre no es para nada ajena a la intelectualidad autodenominada "demócrata liberal", que por décadas ha acaparado el poder cultural, y que no está dispuesta a soltarlo, para lo que se ha atrincherado en los medios de comunicación masiva. Basta ver las cuentas de Twitter de algunos (Enrique Krauze, pongamos por caso) o ciertos programas de televisión para darse cuenta de que en el fondo subsiste la tradición oligárquica, hoy ciertamente de "mafia del poder": las cosas se hacen en "la familia grande", es decir, en un círculo reducido y endogámico, incapaz de abrirse a "lo otro" y de reconocerlo en su alteridad. Cuando esto "otro" despunta, es antidemocrático, porque curiosamente los llamados "demócratas liberales" tienen clara conciencia de lo que es un monopolio a no soltar. Durante décadas, caudales de dinero de por medio, dos grupos intelectuales, Letras Libres y Nexos, buscaron copar la vida cultural mexicana. Los mismos nombres y amigotes se repiten al infinito y sin sentido del límite, al grado de que el acaparamiento crea sensación de impunidad. De este modo, hoy se puede decir cualquier cosa, como cuando Roger Bartra, de origen marxista y converso desde su paso por universidades estadounidenses en la segunda mitad de los años '80, dice de López Obrador que es "retropopulista" o "populista de derecha". Las palabras "evocan" pero no remiten a ningún concepto preciso. Siendo de origen marxista, Bartra debería saber que el populismo implica un Estado corporatista (que no existe de ninguna manera en el México de hoy) que es una forma degenerada del socialismo de Estado y próxima en más de un rasgo al fascismo. Es lo de menos: invitado a debatir fuera de su cenáculo y a otra cosa que a oír el eco de su propia importancia, Bartra no puede y se vuelve despectivo, como pudo constatarlo el periodista Hernán Gómez Bruera.

      El problema está en que, por un asunto de un tal vez inveterado complejo en el terreno, López Obrador no puede ver que los intelectuales del lópezobradorismo repiten la misma actitud, alejados por lo demás y para variar del pueblo, algo que viene de la época colonial y que los hace preferir los hábitos cortesanos (a lo mejor de la llamada "corte de los halagos"), según demostrara el estudioso estadounidense Richard Morse, predilecto...de Enrique Krauze. ¿En serio se cree que un pueblo como el mexicano se preocupa de lo que crean o dejen de creer Krauze, Castañeda, Aguilar Camín y otros? Pues lo mismo sucede con los intelectuales del lópezobradorismo, y no cambia por el hecho de que Francisco Paco Ignacio Taibo II esté convencido de que ser populachero es lo mismo que popular. Los resultados de Taibo II al frente del Fondo de Cultura Económica (FCE) no han sido buenos, más allá, por cierto, de haberle entregado la revista El Trimestre Económico a otra camarilla, simplemente de otro signo, pero al fin y al cabo camarilla. La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, jura y rejura en su cuenta de Twitter que "la cultura es la herramienta más poderosa para cualquier transformación social", pero no se pasa de cierta "gestión" y de la creencia de que esa cultura no es asunto de creación colectiva latente por despertar, sino de unos cuantos figurones...y hasta vedettes como Mon Laferte, para terminar de desbarrar. Es la misma creencia de los autodenominados "demócratas liberales", siempre a la caza de "nombres". Como los socialistas chilenos cuando Salvador Allende llegó al poder, la consigna pareciera "ahora nos toca a nosotros". Ahí está para muestra la sonrisa desvergonzada de quien tiene la actitud de cowboy vendiéndole whisky a apaches despistados: copando a morir en la televisión y la universidad pública, al grado de la majadería (baste recordar el altercado con la escritora Sabina Berman), despunta John M. Ackerman Rose, quien ni siquiera es "intelectual" (¿cuál es su obra?), haciendo relaciones públicas "revolucionarias" con gran frenesí. El Instituto de Formación Política del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa) no funciona mayormente. Es que las cosas no pueden funcionar si se trata nada más de manosearse felices entre unos "10 intelectuales", según los contó López Obrador. Dussel se la pasa a Ackerman, Pedro Miguel se la pasa a Rafael Barajas, Héctor Díaz Polanco a Taibo II...Encima, López Obrador considera como "intelectuales", además de a una bola de moneros, a personas que no lo son, como Epigmenio Ibarra con sus interminables provocaciones. ¿Lo que pasa? Que, a diferencia por ejemplo de Gómez Bruera, y sin que se trate de comulgar con nadie, el peligro no son los leales, sino los incondicionales del líder, incapaces de hacerle ver al lópezobradorismo sus errores (como por lo visto no hay nadie para decirle a un Roger Bartra o a otros "nombres" de los "demócratas liberales" que pudieran estarse equivocando). El lópezobradorismo tampoco se abre al debate con otros: igual descalifica a los "chayoteros" y se acabó. Lo que prueba lo anterior es la ausencia, de lado y lado, de cultura ciudadana y del espacio público, para el debate y por ende para otra cosa que para "agarrar para sí", que es lo que hacen Ackerman, Taibo o Epigmenio Ibarra, mientras difícilmente se puede defender a un plagiario como Fabrizio Mejía (y mal autor, a juzgar por su retrato de Fernando Gutiérrez Barrios en Un hombre de confianza). Para su mala fortuna, López Obrador no parece asustarse de los incondicionales. Después le hacen lo que Elenita Poniatowska: acusarlo de dividir al país en sus conferencias de prensa matutinas ("Mañaneras") con la palabra "fifí" y al "repetir siempre lo mismo". !Qué delito! Tampoco son buenas influencias las muy, muy cercanas y tal vez tampoco críticas: ahí está López Obrador pidiéndoles perdón a los mayas, en un gesto innecesario, por una guerra de castas en Yucatán a mediados del siglo XIX en la que aquéllos, al menos en parte, se dejaron utilizar por los ingleses...

       Ahí está el problema. La historia mexicana sufrió en los últimos sexenios bastantes manoseos de los "demócrata liberales", dispuestos a destruir la idea misma de Estado nación en nombre del cosmopolitismo (tan bien practicado por Letras Libres, por ejemplo). Sin darse cuenta de que hay un Estado nación por defender, la "intelectualidad" lópezobradorista igual puede colarnos por enésima vez a Francisco Villa y Emiliano Zapata, para nuevos reduccionismos. La sola idea de "Cuarta Transformación" es simplista, además de pretenciosa. Hay que esperar resultados y el tiempo dirá...López Obrador ha dicho, con razón, que ojalá hubiera más gente joven creando cultura en el país, como en tiempos del vasconcelismo. Lo cierto es que no la hay: es el saldo del mal llamado "neoliberalismo", del alejamiento generalizado de la intelectualidad de los problemas del país, y de la incapacidad de la izquierda intelectual para salir de la búsqueda de la "trascendencia" para pretender dar un servicio...que seguramente, como en los señoritos del "otro lado", se considera algo que rebaja...Ya lo han advertido algunos simpatizantes de López Obrador: no se está creando nada que vaya más allá de una figura y un sexenio, y no deja de ser lamentable. Sobre todo que no hay mucho qué reivindicar del lado de quienes creen que es "antidemocrático" no comulgar con su acaparamiento del poder cultural.

     Francisco J. Múgica, revolucionario preferido de López Obrador, decía que la política debía dejar de ser "éso" que se hace "entre políticos" para pasar a ser "éso" que se hace entre el gobierno y el pueblo. La cultura debería dejar de ser "éso" que se hace entre unos cuantos intelectuales.



domingo, 2 de mayo de 2021

PERU: NEGRITO EN EL ARROZ...

 Las últimas elecciones presidenciales en el Perú dieron la sorpresa: las ganó el socialista (marxista-leninista) y mariateguista Pedro Castillo, un simple maestro de pueblo, que ahora irá a la segunda vuelta contra quien resultó en el segundo lugar, Keiko Fujimori, hija del ex presidente peruano Alberto Fujimori.

     Llama la atención que, cuando las cosas son de abajo para arriba, aún con dificultades y contradicciones, los de enmedio no se mueven. Pese a la postura del ex presidente boliviano Evo Morales (sindicalista como Castillo, y también directamente procedente del pueblo) y curiosamente la del ex mandatario uruguayo José Mujica, el progresismo latinoamericano, encarnado hoy en buena medida por el Grupo de Puebla, no ha movido ni un dedo por Castillo, aunque éste haya partido como favorito en las encuestas. Tampoco ha habido nada del lado cubano o venezolano. Por lo visto, el pueblo está bien mientras le "gestionan" sus asuntos los de enmedio, pero no cuando toma las riendas y se convierte en sujeto activo de su destino. La candidata fallida del progresismo, Verónika Mendoza, no ha ido muy lejos en su apoyo a Castillo y tampoco el nacionalista Ollanta Humala.

      El escritor Mario Vargas Llosa definió a la derecha latinoamericana: primero delincuentes que comunistas. Keiko Fujimori, formada en Estados Unidos, casada con un estadounidense, ya ha estado en la cárcel y está siendo aún investigada por corrupción en el escándalo Lava Jato, ya que la actual contendiente habría recibido dinero ilícito de Odebrecht para la campaña electoral de 2011. No muchos se han encargado de recordárselo. El asunto del "comunismo" es una pura etiqueta contra Castillo: no ha existido ni existe en la actualidad ningún país comunista en el mundo, lo que ha existido es socialismo de Estado (mientras que Castillo propone una "economía popular con mercados") y ni Cuba, ni Venezuela ni Nicaragua son inspiración del candidato peruano, por lo que no cabe hablar de "castrochavismo", menos si Fidel Castro y Hugo Chávez están bajo tierra, que se sepa. Castillo se ha manifestado más cercano a las vías de desarrollo -comprobables por cualquier organismo internacional- del Ecuador del mandatario Rafael Correa y de Bolivia (es exactamente lo que reconoce Vargas Llosa). No tiene ningún sentido afirmar que Castillo es de "extrema izquierda", como no sea para arrancarle concesiones, y es penoso insinuar un "golpe de Estado" para pararlo, como lo hace el escritor. Quien contraste la toma de postura de Vargas Llosa ("Asomándose al abismo") con el programa de Perú Libre (de Castillo) podrá asombrarse de las mentiras del escritor. Es falso que Castillo no defienda a la mujer: llama a no desvalorizarla reduciéndola a la prostitución o la trata y a la imagen de "portadora de enfermedades de transmisión sexual". Aunque Castillo no esté a favor de la homosexualidad o del matrimonio igualitario, es falso que rechace por completo el aborto: simplemente no quiere que se use como método anticonceptivo. Es igualmente falso lo dicho por Vargas Llosa de que Castillo está contra la minería, puesto que apoya el extractivismo dentro de ciertos límites y tiene propuestas para legalizar la minería ilegal. Castillo no ha hablado en ningún momento de "socialismo del siglo XXI", ya que nadie persigue esta idea, ni siquiera en Venezuela y más allá de la cabeza del profesor Heinz Dieterich Steffan. Nadie se ha apresurado tampoco a recalcar la importancia que podría tener una segunda Reforma Agraria (propuesta de Perú Libre) para el simple desarrollo del Perú, ni las ideas en materia de salud y más aún de educación, pésima en el Perú de hoy al grado de tener al país en el sótano de la comprensión lectora (!último lugar mundial!).

     De una vez: no es "terruco" (terrorista) por definición quien busca un auténtico cambio social. De adolescente y joven, Castillo fue rondero, es decir, miembro de las rondas campesinas que protegían al pueblo del terrorismo de Sendero Luminoso y de la guerrilla del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).

     No queda claro si se trata de "todos por el mal menor", como llamó Vargas Llosa a Keiko Fujimori, o de saber leer, informarse y votar por programas, siendo que el de la hija de Alberto Fujimori, dispuesta a golpear de la peor forma,  no hace más que terminar de regalarle el Perú al sector privado. Hace rato que Rafael Correa demostró que "Estado vs mercado" es algo mal planteado: en porcentaje del producto interno bruto (PBI), el gasto público es más cercano al ideal de los mal llamados "neoliberales" en Bangladesh (15%), Chad (19%) o Sudán (18%) que en  Noruega (58 %), Finlandia (56 %), Francia (62%), Alemania (51%) o Bélgica (60%). Perú, claro está, se encuentra más cerca de Sudán (21 %). El programa de Castillo muestra que ha comprendido muy bien la "chatarrización" que implica pasar al sector privado asuntos como los de la educación, la salud y la seguridad, pero las cifras no dejan lugar a dudas: así como Lima, la capital peruana, es favorable a morir a Keiko Fujimori, a la derecha no le molesta demasiado tener un Sudán detrás de la fachada de abundancia con sus sirvientes.

      Cabe señalar que de acuerdo con la Constitución actual del Perú, que data del "autogolpe" de Alberto Fujimori y sus secuelas (1993), el Estado no puede hacer mayor cosa, además de que se anuló toda referencia a la Reforma Agraria y a la garantía de estabilidad laboral, lo que puede contrastarse con el programa de Perú Libre. Castillo ha llamado a una nueva Asamblea Constituyente.

     En todo caso, si es por los medios de comunicación masiva, el Perú es libre de seguir por rutas como por ejemplo la del comunicador Diego Acuña, quien antes de las elecciones nunca entrevistó a Castillo, por la simple y sencilla razón de que durante toda la entrevista “ concedida”el periodista se ocupó de engañar al actual candidato. La primacía del "mercado" sobre el Estado no pasa de ser una engañifa. Nos quedamos con música del Perú (da click en el botón de reproducción).




    

TIEMPO DE....¿SEÑORAS?

 A reserva de lo que dé a conocer Ricardo Raphael, muy buen conocedor del caso, Isabel Miranda de Wallace es una mujer de antología que llev...