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jueves, 29 de abril de 2021

MÉXICO: GRACIAS, INGE...

 Quien haya conocido tiempos dizque "gloriosos" del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México (se recuerdan los del presidente Luis Echeverría, pero mucho menos los muy corruptos aunque al parecer intocables del mandatario José López Portillo entre 1976 y 1982) seguramente tenga en mente los procederes de la policía judicial: por ejemplo, llegar una media hora tarde a un banco asaltado, con los ladrones ya lejos, para agarrar a alguno que otro transeúnte del rumbo como "culpable". En otra dimensión, está retratado en la película Presunto culpable (2011). Alguien que no tiene absolutamente nada que ver es agarrado en la calle para ser presentado como culpable de un homicidio del que ni estaba al tanto. La práctica de agarrar "indios" (inocentes) para hacer un "castigo ejemplar" se remonta hasta la Colonia y se encuentra en Crónicas de Indias. La otra es la de "sembrarle" un delito a alguien: colocarle por ejemplo estupefacientes sin que se de cuenta para luego "encontrárselos" y extorsionarlo. Se puede sembrar de todo jugando sobre la necesidad y el miedo: sembrar falsos testigos, por ejemplo. Más si en México no existe la presunción de inocencia en el trato interpersonal: todos hemos pecado o tenemos cola que nos pisen...

      En estos días, el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, habló de buscar con la Secretaría de Gobernación (Segob) una fórmula para que sea liberado Israel Vallarta, con 15 años de cárcel por un delito que no cometió, el de secuestro. No queda claro por qué hay que promover un incidente de "desvanecimiento de pruebas", dado que el expediente es tal cúmulo de contradicciones e inverosimilitudes que el lugar en la cárcel deberían ocuparlo todos los que por X o Y motivo se prestaron. Es el mismo caso, cabe recordarlo, de la francesa (algo repetido hasta el cansancio en un país xenófobo con los extranjeros "débiles" y malinchista con los extranjeros "fuertes") Florence Cassez, alguna vez novia de Vallarta, y quien obtuvo su libertad -no su inocencia, lo que es grave- en 2013.

      Siempre se supo, por el mismo expediente y por investigaciones periodísticas minuciosas (en particular de Emmanuelle Steels y de Anne Vigna) quiénes eran los secuestradores del caso: José Fernando y Marco Antonio Rueda Cacho, y su primo Edgar Rueda Parra. Si las pistas conducían hacia ellos, a partir de cierto momento curiosamente se desvanecen y no son molestados. Después de todo, son protegidos de la policía, para ese entonces la Agencia Federal de Investigación (AFI) y tienen, como algunos testigos sembrados, la posibilidad de largarse a Estados Unidos.

      La detención de Cassez y Vallarta fue otra cosa: un capricho y pedido de Eduardo Margolis Sobol, empresario y persona ligada al Mossad israelí (servicio secreto), a Genaro García Luna, entonces secretario de Seguridad Pública, en venganza por un asunto de negocios perdido ante Sébastien, hermano de Florence Cassez, y a quien ayudó Vallarta. Nadie molestó a Margolis. El ingeniero mecánico García Luna, de origen pobre, acomplejado, quien creció como informante de policías judiciales, cayó en Estados Unidos por otra cosa, sin demasiado escándalo tampoco en México: colaboraba muy, pero muy alegremente durante el sexenio de Felipe Calderón, si no es que desde el de Vicente Fox (ambos de Acción Nacional, de derecha) con un gran cártel de la droga, el de Sinaloa, o con dos (también el de los Beltrán Leyva). Bastaba con leer el trabajo periodístico de Anabel Hernández. Sorprende la cantidad de periodistas que acusaron a Cassez, y luego a Vallarta, sin meter jamás sus narices en el expediente ni en los informes serios y detallados del caso. Simplemente, García Luna se prestó a la venganza de Margolis a cambio de que le permitieran, usando a Cassez y Vallarta, un montaje que demostrara la supuesta eficacia de la AFI en la lucha antisecuestros. Pese a los reportajes de Anabel Hernández, García Luna permaneció fuera de toda sospecha, incluso para quien fuera jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Angel Mancera. Es más, el mismo López Obrador confesó no haberse dado cuenta de que México operaba como un narcoestado, algo que por lo demás se remonta a los sexenios de López Portillo y Miguel de la Madrid. El problema no parece nada más de injusticia e impunidad: parece de sordera y ceguera.

     En hundir a Cassez, en particular, intervino Isabel Miranda de Wallace. Esta persona, amiga de García Luna, aprendió muy bien lo que Steels llama "el teatro del engaño", típico  de países latinoamericanos. Consiguió que fueran a la cárcel, torturándolas, varias personas -entre ellas Brenda Quevedo Cruz- acusadas del asesinato de su hijo (Hugo Alberto Wallace), sin que el hecho haya existido, a reserva de que después el "muerto" haya vivido por un tiempo indeterminable (tenía problemas con la justicia por contrabando y narcotráfico, según testificó su novia Vanessa Bárcenas). Dos años después de muerto, Hugo Alberto todavía hacía llamadas. Con diferencias, los trabajos periodísticos de Anabel Hernández, Ricardo Raphael y Guadalupe Lizárraga ( pese a sus desavenencias) han acreditado las mentiras de la señora Isabel Miranda de Wallace, quien fuera candidata de Acción Nacional a la jefatura del Distrito Federal (ahora Ciudad de México). Contra lo que dijo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero (quien ya echada a andar le colgó dos secuestros inexistentes más a Vallarta), sí se abrió en la Procuraduría (Fiscalía) General de la República un caso contra la señora: hasta ahora, consiguió salir del agua sin mojarse, al declararse el “ no ejercicio de la acción penal”,y por cierto que también fue inexplicablemente defendida por una horda que incluyó a Mancera. Para colmo, López Obrador declaró, al hablar de Brenda Quevedo: "no es nada contra la señora" (Miranda de Wallace). Naciones Unidas, a través de su Grupo contra La Detención Arbitraria, recomendó en efecto que Brenda Quevedo fuera liberada. Increíblemente, Quevedo tuvo que comenzar 2021 tramitando un amparo por el incumplimiento de la resolución de Naciones Unidas. Ni el fiscal general mexicano, Alejandro Gertz Manero, ni Sánchez Cordero parecen haberse interesado demasiado en este caso que tiene a varios inocentes en la cárcel desde hace años.

     Queda un "detalle". El periodista Carlos Loret de Mola se disculpó ante la opinión pública por no saber que García Luna había hecho un montaje sobre la supuesta liberación de gente "secuestrada" por Cassez y Vallarta. Loret mintió y lleva 15 años haciéndolo: durante toda la transmisión el 9 de diciembre de 2005, la periodista Laura Barranco le estuvo advirtiendo en 13 ocasiones-hay constancia de ésto- que era un montaje y que la transmisión debía detenerse, amén de que se estaba involucrando a una ciudadana francesa (Cassez), todo violando la presunción de inocencia. "No me di cuenta que era un montaje", adujo Loret de Mola. De manera increíblemente equivocada -otra vez- por parte del gobierno actual, Barranco no pudo dar su testimonio en la conferencia de prensa matutina ("Mañanera") de López Obrador. En el programa de Loret de Mola que transmitió el montaje de García Luna, participó la pareja de aquél, Azucena Pimentel, productora de Televisa en 2005. Es parte del equipo del actual vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas. López Obrador aseguró que será investigada. En realidad, era la oportunidad para acabar con la carrera de Loret de Mola, como lo sugirió Barranco, en la medida en que aquél no para de mentir -es un "mentiroso consagrado", al decir de Barranco- y lo hizo delante de autoridades judiciales, sin ser objeto de sanción, como lo hizo notar Vallarta.Para Barranco, Loret de Mola debería estar vetado "de por vida" en "todo lo que tenga que ver con difusión de la información". Pero no es seguro que lo competente y eficaz sea el signo del actual gobierno de México. Ya ha sido dicho, "toca de oídas", salvo excepciones, por lo que de vez en cuando es afinado y con frecuencia desafina. Hasta ahora, aunque aún quede por ver, los delincuentes -mentirle a una autoridad judicial es delito-, como Miranda de Wallace y Loret de Mola, pueden incluso dictarle al gobierno lo que tiene qué hacer, mientras no se mueve demasiado para devolverles algo de vida a inocentes y por lo demás reiteradamente torturados. No: encima hay que buscar argucias leguleyas. Da la impresión, por lo demás, de que en el país de la oralidad ni los jueces se meten a leer los expedientes.Todo es al "dicen por ahí..."... (Foto: el inge algo distraído).



martes, 27 de abril de 2021

CUBA: Y RAÚL NO ES RAÚL, SINO TU PAPÁ

 El vídeo (esta vez para hispanohablantes) que se presenta a continuación es una buena muestra de los problemas de la Revolución Cubana. Otra buena muestra es la forma en que se resolvió el reciente 8avo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC). Al rendir su último informe como primer secretario de esta organización, Raúl Castro consideró necesario separar las funciones del partido de las del gobierno. De otro modo, se corre el riesgo de hacer del PCC una escalera obligada para trepar en puestos gubernamentales. Los hay listos, a la espera nada más de que la llamada "generación histórica" -la que hizo la Revolución- haga el favor de salir de escena. De inmediato y en un sentido contrario a lo considerado por el secretario saliente, se volvieron a mezclar los asuntos del partido y del gobierno al ser nombrado el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, primer secretario del PCC. No es difícil saber, por ejemplo, que a los "lobitos" les incomodó el nombramiento de segundo secretario, hace tiempo, para el "histórico" José Ramón Machado Ventura, al grado de soltar incluso la especie venenosa de que su apellido era el mismo de un dictador de Cuba (Gerardo Machado, para no mencionar a Esteban Ventura, un gran asesino al servicio de otro dictador, Fulgencio Batista). Esto fue dicho por miembros del PCC.

      Raúl Castro fue clave en la organización de la Revolución Cubana, en particular de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), y luego en la tentativa de institucionalizar el proceso, mientras Fidel Castro iba en sentido contrario y consentía un culto a la personalidad que acabó durando medio siglo (el tiempo de "Fidel" en el liderazgo de la isla), superando con creces al de Stalin en la Unión Soviética. Todo ésto se hizo por parte de gente...opuesta desde luego al culto a la personalidad y muy abierta a las denuncias del mismo que se hicieron en 1956 en el XXavo Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). De Armando Hart a Roberto Fernández Retamar, no estaría de más tal vez enumerar algún día a quienes se hicieron vitalicios en nombre de la "originalidad" anti-estalinista de la Revolución en la isla. Mientras tanto, a Raúl Castro le tocó sacar a su país de más de un apuro. Ahora, más allá de una apertura económica que algunos "lobitos" esperan con ansias, aunque es bienvenida, Raúl Castro logró consolidar la institucionalización de la Revolución, y con la nueva Constitución Díaz-Canel no podrá eternizarse a la cabeza del Estado.

      En principio, quien se quiere acercar a una mujer que le interesa no le dice:

      -!Oyeme, lo que más me gusta de tí es tu hermana!

Los cubanos, alejados del culto a la personalidad (nunca se ha denunciado nada parecido en la isla) tienen cierta dificultad para no caer en la grosería: el vídeo sugiere de entrada que lo mejor de Raúl fue todo lo que hizo por Fidel. ¿Lo mejor de Raúl fue Fidel? Los valores que se le reconocen a Raúl Castro son ciertos. También lo sería que en alguna ocasión llegó a expresar su descontento con el lugar que le asignaban algunos...como su hermano, quien por lo demás era un histrión y abrazó un marxismo-leninismo del que nunca supo gran cosa, mientras que Raúl Castro se enroló temprano en las Juventudes Comunistas. Como sea, pocos entre las "vedettes" culturales de la isla se detuvieron en las conquistas de Raúl Castro: no hay manera de terminar con una repetición incesante de frases de "Fidel" y de Martí (José), que tienen algo, como se dice, para toda ocasión.

     El otro asunto llamativo es que, como ocurre con frecuencia en América Latina, la vida pública se concibe como prolongación de la familiar. No falta entonces quien crea que Raúl Castro ha sido como "su abuelito" o "su padre". Es de desear que los candados establecidos por Raúl Castro eviten en el futuro estas comedias de enredos dando paso a formas de poder más impersonales, aunque siempre extremadamente difíciles de lograr en América Latina, donde se suele marchar a la adulación o la zalamería para tener derechos en el reparto (de favores, puestos, etcétera...). Afortunadamente, a la larga prevalecerá probablemente lo que Raúl Castro cimentó, si la capa burocrática intermedia lo permite y no da un golpe mortal. Esta capa es fácil de reconocer: no puede sino decirle a la muchacha en cuestión !oye, lo que más me gusta de tí es lo que dijo Fidel de tí y lo que escribió Martí de tí! ¿Qué, no es patanería? Quien haya leído los discursos de Raúl Castro habrá notado las diferencias con una parte del funcionariado cubano y sus epígonos en la cosa nostramericana. Cuba no es ajena a la tradición latinoamericana de utilizar la palabra para "marear el punto". Porque lo que dice el video no es que "Raúl es Raúl", sino que es "el hermano de Fidel" y el abuelito, el papi, el tío o el hermano de sabrá Dios cuánto cubano hay por ahí. De la honestidad de Raúl Castro para tratar los problemas internos, de manera abierta, con franqueza, nada, ni un eco: el socialismo fidelista y martiano, que en realidad no pasa de cierto antiimperialismo y tiene las taras del subdesarrollo, usa la palabra para acallar y evitar cualquier asomo de desacuerdo. Las cosas no se dicen: los ex cancilleres cubanos Roberto Robaina y Felipe Pérez Roque deben saberlo, las cosas “ se cocinan”, y no se hablan públicamente. Se “hablan en casa de...” y de espaldas al pueblo. Como sea, ya se sabe que Raúl es Fidel...


domingo, 25 de abril de 2021

EU, CON LOS DERECHOS Y LAS LIBERTADES...DE DELINQUIR

A raíz del juicio al policía estadounidense Derek Chauvin, se ha podido establecer con mayor precisión qué conducta tuvo el negro George Floyd el día de su muerte, en la ciudad de Minneapolis, Estados Unidos.

     Floyd entró a una tienda a comprar un paquete de cigarrillos. Pagó con un billete falso, pero ahora se sabe que no fue denunciado de inmediato. El encargado de vender, un muchacho llamado Christopher Martin, fue a buscar a Floyd, afuera de la tienda, para avisar de lo ocurrido. El negro no hizo el menor caso. Estaba en un coche con un proveedor de drogas, un  dealer. Es sólo después de que Floyd no hiciera caso que desde la tienda se llamó a la policía. No queda claro por qué la policía debiera haberse ido sin hacer nada ante varios asuntos de delincuencia, pero aquí empieza "el liderazgo de América" del que presume el presidente estadounidense Joseph Biden. En el juicio de Chauvin, el dealer encontró los suficientes subterfugios para escapar a cualquier declaración y no ser investigado. En cuanto a los dueños de la tienda, de origen palestino, recibieron un buen número de amenazas de muerte y Martin prefirió no volverse a presentar a trabajar. Martin se sintió culpable al grado de declarar casi que por su culpa ocurrió lo que ocurrió: "si no le hubiera aceptado el billete a Floyd, esto no hubiera sucedido”, dijo. Nadie ha dicho que no se pueda pagar con un billete falso y la "gente cabreada" de Black Lives Matter se encargará de que se haga otra ley, la de la calle: no te metas con un negro.

      El jurado hizo a un lado los antecedentes de Floyd, que ya había delinquido en Texas, incluso poniéndole una pistola en el vientre a una mujer embarazada para amenazarla en un asalto. La actual pareja de Floyd, un completo irresponsable que no se ocupaba de sus hijos, reconoció que ambos eran adictos a los opioides y que Floyd ya había sido internado por ello. No es el dato interesante: en 2019, poco antes de ser arrestado, Floyd sufrió una crisis hipertensiva y estuvo cerca de un infarto por drogas, algo que lo tuvo al borde de la muerte. Le pasó, digamos, algo que podría interpretarse como similar a lo más reciente. Al jurado le importó un comino. Esta vez, resulta con todo que Floyd llevaba en el cuerpo dosis de fentanilo triples a la dosis fatal (se trata de una droga 50 veces más peligrosa que la heroína y que afecta en el cerebro los centros responsables de la respiración). El fentanilo afecta la respiración y puede provocar un paro respiratorio. La droga también provoca movimientos agresivos y lo cierto es que Floyd no quiso entrar en la patrulla al ser arrestado, alegando ser "claustrofóbico" (lo que no le impedía estar con su proveedor en otro carro). Dicho sea de paso, se estableció que Floyd acostumbraba "tomarse unas pastillitas" en caso de arresto, tal vez para "bajarse los efectos".

     La autopsia dice que Floyd murió de un ataque cardíaco (más precisamente, cardiopulmonar, que es lo que provoca una sobredosis de Fentanilo). No se encontraron "presiones amenazantes para la vida", no en el cuello ni que pudieran bloquear la respiración. La manera en que el policía Chauvin tenía la rodilla puesta en el cuello de Floyd no amenazaba su vida. Por lo demás, Floyd se cargaba también en su cuerpo morfina y metanfetaminas. La secuencia de lo que le ocurrió a Floyd es la típica del Síndrome de Delirio Excitado, que puede terminar en la muerte.

     Los policías que arrestaron a Floyd llamaron a los paramédicos desde antes de que corrieran los minutos finales para su muerte. La desorientación que mostró al tratar los policías de meterlo en la patrulla ya estaba presente cuando el de la tienda le dijo a Floyd lo del billete falso. Cuando se dió el reporte desde la tienda a la policía, se advirtió que Floyd parecía intoxicado. Chauvin no hizo nada fuera de protocolo, aunque pudo haber una que otra modificación (sentar a Floyd en un muro, etcétera) dado el estado del drogado.

     Los jueces tuvieron encima toda la presión del lumpen de la calle y de los políticos "contra el racismo", de tal modo que, por el simple hecho de ser negro, un delincuente puede llegar a héroe y, por el de ser blanco, un agente del orden cumpliendo su deber (no lo es ser un dulce) puede ser tratado como un delincuente. Ningún juez querrá ser objeto del trato que da Black Lives Matter a quienes no se congracian con los negros.

      Apenas llegado al gobierno, el presidente estadounidense Joseph Biden, quien por cierto llamó a la familia de George Floyd, se reunió con ella en Houston, Texas, y rezó "por el veredicto correcto" (gran prueba de la independencia judicial estadounidense frente al Ejecutivo, sin duda muy respetuoso...), devolvió a los programas escolares dos cosas que el anterior mandatario, Donald Trump, había quitado: la insoportable teoría de género y la riesgosa teoría racial crítica. Biden llamó "un paso gigante contra el racismo sistémico" una sentencia contra Chauvin que más parece una coartada para la delincuencia, así se pueda decir, desde otro punto de vista, que Floyd fue víctima del sistema que lo empujó a ser un pobre tipejo. Desde que Biden formó su gabinete, festinando a las minorías, alguien recordó que la democracia es para la mayoría, sin que deban omitirse aquellas. Contra todas las creencias, el territorio de Estados Unidos es un país de mayoría abrumadoramente blanca, de hasta 81 % de la población si se cuentan los latinos blancos.

      Huelga decir que los autodenominados "demócratas liberales" y la izquierda progretaria coincidieron en "rezar por el veredicto correcto", así se trate de un acto inhumano. Y es que lo humano o inhumano se decide ahora en estos casos, simplemente, por el color de la piel. Un policía negro matando a un delincuente blanco es tal vez el mayor acto de humanidad. ¿no? Porque ha estado sucediendo sin la protesta de nadie. 

      Para que no se crea que hay aquí racismo "sistémico", da click en el botón de reproducción:


 





jueves, 22 de abril de 2021

EU: ELEGIR A UN ASESINO, FOR SURE...

 

¿Chistoso, verdad? Es Joseph Biden, a quien se festinó en masa porque había que parar a como diera lugar a Donald Trump. No hay quien no de por sentado que Biden es un hombre muy democrático, o al menos alguien más tratable que Trump. No hay nadie para decir de Biden que es imperialista, cosa que Trump no era, en los hechos. Pronto no habrá nadie tampoco para hacer ver la costumbre Demócrata estadounidense del fraude o estafa.

      Biden acaba de estafar a los estadounidenses y "al mundo" al decir que "su" país se va de Afganistán. Se retirarán las últimas dos mil 500 tropas formales, pero ya se sabe que se quedarán o llegarán miles de "contratistas de seguridad" o, dicho de otro modo, mercenarios al servicio de Estados Unidos. Se calcula que serán entre seis mil y 20 mil, cifras muy superiores a las de los soldados que se retiran. Ya se están agrandando dos bases militares para recibirlos. Una parte de quienes se van no regresarán a Estados Unidos. Serán redesplegados en Siria, donde se les están ampliando pistas de aterrizaje en la región kurda. Esto es conocido desde que entró Biden a la Casa Blanca. Estados Unidos tampoco se irá de Siria, contra lo que era el deseo de Trump.

     Es sabido desde hace rato que parte de los terroristas del Estado Islámico (EI) está en Afganistán. Está siendo entrenada por los estadounidenses. Se trata de un riesgo para la estabilidad del Asia Central, en particular la ex soviética. Los estadounidenses están buscando apoyos "de inteligencia" para "futuras acciones en la región", según lo reconoció el general Kenneth McKenzie Jr., jefe del Comando Central de Estados Unidos. El apoyo se está buscando en India, que parece ser el país dispuesto a cooperar.

      Cabe recordar que fue Rusia, no Estados Unidos, que derrotó al EI en Siria. El EI tuvo en su momento el apoyo de políticos estadounidenses tan reconocidos como el senador John McCain, quien se entrevistó con los terroristas, al mismo tiempo que la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, siempre supo que Arabia Saudita, país aliado de Estados Unidos, apoyaba al EI. El presidente Barack Obama no movió un dedo para sancionar estos apoyos al terrorismo. Ahora, Biden se prepara para alentar al EI en Afganistán.

     Ni siquiera es su noche de debut y despedida. Con Biden, Estados Unidos vuelve a antiguas prácticas, puesto que se intentó hace poco asesinar al presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, en una operación que habría involucrado a la Central de Inteligencia Americana (CIA) y a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés). En la intentona estuvieron involucrados bielorrusos que también tienen la nacionalidad estadounidense. Es de suponer que tampoco es algo que deba llamar la atención. Los medios de comunicación masiva occidentales ya decidieron sobre la manera de "pensar", o más bien de hacerla de fonógrafos: Biden es un gran Demócrata y Lukashenko El Ultimo Dictador de Europa, en una visión del mundo que no pasa de las caricaturas o de las aventuras de un tal Borat. En todo lo enumerado, la estafa consiste en obtener una ganancia haciendo creer al mismo tiempo a otros algo erróneo. Después de todo, el presidente estadounidense que más tiempo estuvo en guerra, Barack Obama, recibió el Premio Nobel de la Paz. La "opinión pública" occidental ya no está en capacidad de ir más allá de la superficie de las cosas, tratándolas con frivolidad y calculando que, después de todo, si hay conflicto no le tocará. Ocurrirá sin duda en Oleoductistán.

Por si a alguien le interesa, una vieja canción de la república de Dondestán, please da click en el botón de reproducción.



    

    

martes, 20 de abril de 2021

RUSIA, EL BIEN CONTRA EL MAL Y EL SILENCIO...

 En las condiciones actuales, seguramente haya que "entender", o más bien justificar, el comportamiento del presidente estadounidense Joseph Biden hacia Rusia. Se puede entrar sin problema en alguna versión del Bien contra el Mal: Biden es La Democracia (e incluso el progretariado latinoamericano ya lo está festejando porque es supuestamente "el fin del neoliberalismo"), mientras que el presidente ruso Vladimir Putin es La Autocracia, suficiente para tocar el son a cuyo ritmo hay que bailar. No se ha visto mayor solidaridad de nadie con la Federación Rusa en estos días en que el mandatario estadounidense desplegó el arte de la provocación de tipo más o menos fascistoide, a cuya cabeza se puso Ucrania. Lo lamentable es la falta de reciprocidad: no es poco lo que algunos países de América Latina han recibido de Rusia, y hasta podría decirse que lo recibido es más o menos del tamaño de la ingratitud ambiente. Ya que Biden parece "todo incluido", se trataría entonces de quedar incluido, nunca fuera, así haya que sacrificar a otro y cualquier asomo de convicción.

     Biden firmó una orden ejecutiva declarando ni más ni menos que la Emergencia Nacional por "las acciones de Rusia", ahora por intentar "interferir en las elecciones de 2020" y "por ofrecer incentivos a personas que asesinen a soldados americanos en Afganistán", algo que desestimó la propia comunidad de inteligencia estadounidense. Hace rato que se puede vender cualquier creencia sin tener que respaldarla en pruebas, o incluso contra las existentes. No se las pide, tampoco.

     Dado lo decidido por Biden, suponiendo que decida él (que es en todo caso un hipócrita consumado), Estados Unidos volvió a recurrir a sanciones contra Rusia. La portavoz de la Casa Blanca estadounidense, Jen Psaki, no deja de ser el hazmerreír de los rusos: denunció "las agresiones de Rusia en la frontera con Ucrania", lo cual supone que los rusos se están disparando una bala en el pié, así "porque sí", puesto que no hubo denuncia de agresión más allá de la frontera, es decir, en Ucrania. La soldadesca de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) puede pasear 40 mil hombres en las fronteras occidentales rusas, pero Rusia no puede tener tropas en su propio territorio, donde mejor le plazca. Si mañana la Federación Rusa estaciona tropas a la mitad de Siberia, se le pedirá que "se aleje de Kazajstán", a lo mejor. Los medios de comunicación masiva occidentales, tan fraudulentos como el sistema que los gobierna, ya ni siquiera se preocupan demasiado por la lógica.

      Lo que las nuevas sanciones intentaron es un fuerte golpe financiero contra Rusia que tampoco fue denunciado. En efecto, se prohibió a compañías e instituciones financieras estadounidenses adquirir títulos de deuda pública rusa denominados en rublos. Nada inocente, esta medida buscó provocar salida de capitales y debilitamiento del rublo, enlentecimiento del crecimiento e inflación -para crear descontento entre la población. Se conjugan varios tipos de presión: la "social", buscando fabricar una oposición "civilista" (Alexei Navalny), la militar (con despliegues provocadores de la OTAN), la económica (con sanciones como las descritas) y la política (aislamiento internacional), en un tipo de guión que se practica desde hace mucho, mucho tiempo (por ejemplo desde el periodo 1987-1989 en Panamá, o luego contra Iraq o Yugoslavia). La creencia es que se puede "hacer colapsar" a Rusia como se hizo con la Unión Soviética (salvo en la idea de quienes creen que la mató un tirador solitario, Mijaíl Gorbachov por ejemplo). No parecen fijarse los estadounidenses: la deuda pública rusa es una de las más confiables y de menor riesgo del mundo, y está detentada en un 80 % por inversionistas nacionales. Un "enfriamiento general", como el previsto por la administración Biden para Rusia, no forzosamente se dará en las finanzas rusas, que podrían en cambio alejarse más del dólar y del sistema de pagos (transferencias interbancarias) SWIFT.

      Sin la menor protesta de nadie, Occidente estuvo años apostándole, hasta la administración Obama, a un escudo antimisiles cuyo verdadero propósito era descabezar nuclearmente a Rusia. Todo quedó inservible con las armas hipersónicas rusas y su notable superioridad. Al parecer, no es una disuasión suficiente, y menos ahora que Biden retomó el proyecto de "Gran Area" para mantener también sometidos a europeos y japoneses. Biden llegó a pedir a todas las empresas participantes abandonar el proyecto gasífero Nord Stream 2, de suministro de gas ruso a Alemania (vía el mar Báltico y obviando la ruta ucraniana), amenazando con nuevas sanciones. La obra está en su tramo final y no parece que Alemania vaya a renunciar a ella, aunque los europeos muestran una muy grave incapacidad para salir del vasallaje ante Estados Unidos. Como era de esperarse, Biden no abrió dos frentes a la vez. Después de la reunión en Anchorage, Alaska, se reanudaron negocios entre chinos y estadounidenses y se hicieron acuerdos entre ellos contra el cambio climático.

      Queda que Biden declaró el retiro de las tropas estadounidenses de Afganistán, de tal modo que además aparecerá como "pacifista", ocultando lo necesario: cuando se anunció la retirada de Iraq se dejaron en este país suficientes instalaciones y "contratistas" para seguir con el control y armar incluso luego asuntos tan peligrosos como el del Estado Islámico. La prensa estadounidense asegura que Estados Unidos mantendrá en Afganistán una fuerza de operaciones especiales clandestinas, contratistas y agencias de inteligencia. Biden habrá hecho fraude otra vez. Es la especialidad Demócrata. Nos quedamos con Alla Pugacheva, tiempos soviéticos (da click en el botón de reproducción), cosa de aguantarse la hipocresía estadounidense.





 

    


domingo, 18 de abril de 2021

CUBA: NO ES FÁCIL...

 Raúl Castro se retiró del cargo de primer secretario del Partido Comunista Cubano (PCC) con la capacidad que siempre lo ha caracterizado: la de ser, según lo dijo alguna vez el analista Salim Lamrani, el "primer disidente de la isla". Fidel Castro era distinto: se creía Fidel Castro, lo que sin duda no era poca cosa, y nunca faltaba la puesta en escena, al mismo tiempo que el rétor solía dárselas de profeta y fallar regularmente (la deuda externa latinoamericana, por ejemplo, se pagó varias veces, y "nuestros pueblos" no "hicieron erupción"). No deja de resultar simpático que los herederos del XXavo Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), de 1956, no puedan pensar e ir más allá de repetir al infinito cualquier frase de "Fidel" o de Martí (José). En Casa de Las Américas, por ejemplo, el encargado, Abel Prieto, es incapaz de hablar del pueblo o de los trabajadores: vive en las citas de los próceres, los amigotes y las eternas efemérides, con una representación completamente ornamental de la cultura.

      En su informe al 8avo Congreso del PCC, Raúl Castro dejó planteados problemas. Criticó la política de cuadros y señaló que "no pocos cuadros se creen imprescindibles y no crean reserva", lo que, agreguemos, genera dificultades para el relevo intergeneracional (después de todo, Fidel Castro estuvo en el liderazgo cubano mucho más tiempo que Stalin en el soviético, 50 años). "Hay falta de capacidad para movilizar a los colectivos, débil trabajo hacia los subordinados, e insuficiente cultura comunicacional para motivar, comprender, participar y debatir con los trabajadores". Ya se ha dicho: éstos se han ausentado de los principales portales cubanos seguramente en parte porque, como otros socialismos, el cubano ha sido una fábrica de una capa complicada de clasemedieros capaces de cualquier cosa por estatus. No se rigen por ninguna meritocracia, que aquí también levanta ámpula: "incluso, dijo Raúl Castro, se detectan casos en los que se promueven personas a cargos de dirección sin haberse comprobado su capacidad para ejercerlos. También hay una débil intencionalidad para mejorar la composición de la cantera de cuadros". Desde el sexto Congreso se ha buscado la incorporación de cuadros más jóvenes, pero no siempre ha sido posible. Al parecer, se llega a promover gente por otros criterios que por el del mérito en el trabajo y sin consideración por quienes crean la riqueza. Tal vez opera con mayor fuerza la creencia de que, tratándose de un país quiérase o no dependiente y subdesarrollado, la riqueza sólo puede venir de afuera, a comenzar por las remesas o el turismo...

     La lucha ideológica no va de lo mejor, y se puede decir que se nota en los portales cubanos. "Aunque nuestros medios de prensa mantienen su apego a la verdad, afirmó Raúl Castro, todavía hay triunfalismo, estridencia y superficialidad". Están en la inmediatez, según el informe de Raúl Castro, y tienden a confundirla con la objetividad, como sucede por lo demás en el mundo capitalista. El otro riesgo señalado es el de la difusión de cualquier cosa por redes sociales y la necesidad de cierta seguridad en este terreno.

     Parte de la solución puede estar en una clara separación entre asuntos de partido y asuntos del Estado, sin duda para evitar el carrerismo a través del PCC. "El partido debe concentrarse en sus obligaciones, dijo Raúl Castro, y no inmiscuirse en lo que no le corresponde, como asuntos del Estado o de las instituciones del gobierno". No puede haber suplantación de funciones y, agreguemos, el Estado está para ser dirigido y no para concursos de oratoria y alabanzas a los líderes para ganarse favores. El partido está ante todo para poner el ejemplo y sugerir soluciones, en competencia con los sectores no partidistas de la sociedad.

      Raúl Castro fue más lejos, puesto que está claro desde el comienzo que con la mentalidad heredada del régimen prerevolucionario algunos han interpretado de manera muy particular el socialismo, que no es el "Estado de bienestar": así, "hay que borrar la dañina noción surgida bajo el paternalismo, donde Cuba es el único país donde se puede vivir sin trabajar. El nivel de vida de los cubanos deberá estar marcado por los ingresos legales que reciben y no por subsidios y gratuidades indebidas". Los ingresos, agreguemos, pueden ir dependiendo del trabajo y no de la capacidad para hacerse de relaciones en el centro de trabajo. Debería valer para detener el pésimo espectáculo que dan algunos periodistas y funcionarios cubanos que ya no tienen más que una "lengua de madera" para andar de protocolo en protocolo. La zalamería puede confundirse con la lealtad.

     No hay secreto: "persisten efectos de burocracia y deficiente control de los recursos, lo que causa corrupción", pero además "chapucería e improvisación".

     El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, tuvo recientemente un lapsus que mostró que confunde política con gestión. Ciertamente se puede tratar de ser más eficientes y de incursionar en la iniciativa privada, dentro de ciertos límites, pero nada remplaza un trabajo -es un trabajo- ideológico que en Cuba ha sido por lo general débil, salvo por la responsabilidad de algunos sectores de la población. Es de lamentar que las palabras y las acciones de Raúl Castro se hayan tenido que hacer con frecuencia a contra corriente. 

      La siguiente resolución del 8avo Congreso no es cosa menor: "asegurar que el trabajo y la laboriosidad  constituyan valores morales cardinales y que la aplicación del principio de distribución socialista con arreglo a la calidad y la cantidad del trabajo posibilite que esta sea la vía fundamental de satisfacción de las necesidades".

      Sobre la actitud de una parte de la población, lo que afirmó un delegado al Congreso del PCC muestra mucho: "ante la falta de recursos, la tendencia a pedir, en vez de generar". Por su parte, la crítica de arte Graziella Pogolotti expresó en estos días: "en el ámbito de la cultura, los fuegos artificiales y los efímeros íconos del entretenimiento sustituyen, con su tentador facilismo, la práctica sistemática del pensamiento creador". No se trata de constatar cosas "históricas", al estilo de Díaz-Canel, quien ya tiene la enfermedad estadounidense de la exageración, ni de tapar, como lo hará más de uno, los asuntos planteados con "Fidel y Martí"para seguirle chupando la sangre al entorno crédulo ante el héroe . Se trata de trabajo y laboriosidad, y éso es contrario a la costumbre de creer que las palabras, si no crean la realidad como por acto de magia, al menos permiten "sobrellevarla" con goce. Es de esperar que en la estela de Raúl Castro (foto, abajo) surjan quienes sean capaces del reconocimiento y el planteamiento frontal de los problemas a resolver. Citas ajenas las puede leer o copiar hasta un niño.



    

   

viernes, 16 de abril de 2021

ELECCIONES SUDAMERICANAS

Antes de pasar a los resultados de las recientes elecciones presidenciales peruanas, no estaría de más señalar cómo el periodista cubano Angel Guerra, "Guerrita" para sus amigos, se tomó la atribución de pedir cuentas por la derrota del progresismo en el Ecuador. El periodista de La Jornada, diario mexicano, le reprochó al progresismo no "emplearse a fondo" para ganarse a "los indígenas", sin saber al parecer que hay agrupaciones indígenas simpatizantes del ex presidente Rafael Correa y que la supuestamente "admirable" Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) no lo es todo, aunque se acercó, mediante gentuza como el violento líder Jaime Vargas, a la candidatura progresista de Andrés Arauz. No se puede escribir en este tono, menos cuando ni siquiera se sabe que Quito, la capital ecuatoriana, no es una ciudad indígena: "los líderes de la Revolución Ciudadana deben una explicación a sus seguidores, al pueblo ecuatoriano y a tantas y tantos que fuimos solidarios con su fuerza política". "Guerrita" ni siquiera conoce las organizaciones indígenas ecuatorianas: los líderes de la CONAIE, Jaime Vargas y Leónidas Iza, pidieron no apoyar al pseudoindígena Yaku Pérez. Pachakutik (Movimiento de Unidad Plurinacional)  no es la CONAIE, ni tampoco Ecuarunari (Movimiento de los Indígenas del Ecuador). No es que no haya un "análisis autocrítico" de los indígenas y que "ojalá y lo escuchemos pronto". Es que no hay unidad indígena e insistamos que los hay partidarios de Correa, o incluso ligados al Partido Comunista del Ecuador, desde José Agualsaca Guamán hasta Luz Guanotuña. Más allá de las provincias de Bolívar, Cotopaxi, Cañar y Azuay, no sería tan sencillo interpretar el voto de la sierra como "voto indígena contra el progresismo", y Correa llegó a sugerir incluso que el fuerte voto de Quito para Lasso pudo haber sido de rechazo a la alianza entre Vargas y Arauz.

      A raíz de las elecciones en el Perú se perfiló una segunda vuelta entre el candidato de izquierda popular y socialista Pedro Castillo y Keiko Fujimori, la hija de Alberto Fujimori. Ollanta Humala, esta vez, no sabía ni quién era Castillo. La candidata progresista era desde luego de clase media y apoyada por el Grupo de Puebla, Verónika Mendoza. Dicho Grupo se quedó callado sobre Castillo, se entiende que porque no es del "club", aunque cabe resaltar que fue otra la actitud -de felicitación- del ex mandatario boliviano Evo Morales. De inmediato, The New York Times dijo cómo pensar: se trata de "dos males", por lo que tal vez los peruanos tengan que escoger el menor, y a saber cómo puede interpretarse ésto. 

     El mismo portal de izquierda de Alainet que reprodujo la andanada a la vez soberbia e ignorante de "Guerrita" publicó una extraña evaluación de Castillo: "tiene errores y limitaciones, consideró Ricardo Jiménez sobre esta izquierda popular-. (...) Que pueden ser graves y deben cambiarse, como su rechazo al enfoque de género y los derechos de la diversidad sexual (...).Que reflejan, además, las limitaciones de su ancha base popular que todavía tiene estos prejuicios y desconocimientos". Es falso: el programa de Perú Libre, de Castillo, tiene un apartado sobre "la mujer socialista", aunque rechaza el feminismo, en especial el de las señoras de clase acomodada. Por otra parte, no queda claro por qué debería hacerse propia la agenda de los Demócratas estadounidenses, que en democracia gobiernan para las minorías, siendo que este tipo de régimen político es el de las mayorías, a juzgar por el voto. ¿O no? No queda claro por qué una izquierda popular y socialista tendría que ocuparse de los problemas de un porcentaje muy muy bajo de la población (en Europa, alrededor de un 6 % de la población es LGBTTTIQ+, contando con una fuerte participación de los situados en la franja de edad entre 26 y 34 años). Contra lo que pudiera pensar alguien como "Guerrita", no se trata de aliarse con el primero que pase, y por cierto que Castillo no hizo tampoco mayor circo sobre los indígenas pese a su importancia en el Perú.

     Pedro Castillo, quien no es para nada de "extrema izquierda", tuvo altas votaciones en la sierra peruana, superiores al 50 % en Apurímac, Ayacucho, Huancavélica y votaciones de más del 40 % en Cajamarca y Puno. Se trata claramente de un añejo problema social que divide al campo de la ciudad y sobre todo de la capital, Lima. Lo que se le puede ir encima a Castillo en la segunda vuelta es una alianza terrible de las derechas: Keiko Fujimori, pero también el añejo Hernando de Soto y otros. Aquí abajo puede verse la votación peruana reciente, y desde luego que Fujimori puede intentar gobernar dándole la espalda a gran parte del país. Queda abajo algo de música popular peruana (da click en el botón de reproducción), para alegrarse.


 



 


miércoles, 14 de abril de 2021

ECUADOR: I AM BAD

Como ya se había dicho aquí, no hay nueva "oleada" ni "retorno cíclico" del progresismo en América Latina. El binomio progresista Andrés Arauz-Carlos Rabascall perdió las elecciones presidenciales ecuatorianas del 11 de abril frente al banquero Guillermo Lasso, de CREO (Creando Oportunidades).

     Lo que vuelven a mostrar los resultados electorales es la existencia de una profunda división social, que no pueden negar ni discursos como los de Lasso ni repeticiones como las de Arauz sobre los "adversarios" en vez de "enemigos", siendo que los partidarios del ex mandatario Rafael Correa han sido tratados por el gobierno de Lenín Moreno como enemigos, sin poder recurrir siquiera al Derecho. Queriendo "recorrerse al centro", Arauz probablemente sumó errores, como el de aliarse con el violento líder indígena de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Jaime Vargas. El día de su derrota, Arauz, cercano al Grupo de Puebla y miembro de la Internacional Progresista, se declaró "socialdemócrata", luego de haber multiplicado los guiños de ojo a Estados Unidos. Es un hecho que, pese a la brutal persecusión sufrida (y con varios dirigentes en el exilio, algunos de ellos muy capaces, como el ex canciller Ricardo Patiño), los simpatizantes de la Revolución Ciudadana no reiteraron en el objetivo del "socialismo del siglo XXI" ni tampoco mayormente en la denuncia frontal y antiimperialista del grado de injerencia estadounidense en los asuntos internos del Ecuador, al grado que con Moreno pareció estar gobernando en buena medida "la embajada".

      Lasso se ganó a poco más de la mitad de la población, pero poco menos de la mitad estuvo a favor de Arauz. Correa lamentó que el binomio Arauz-Rabascall perdiera Quito, la capital ecuatoriana, donde el voto para el señor banquero fue muy importante, cerca del 64 %. Pero hay algo que Correa sabe, a juzgar por entrevistas que ha dado: persiste en el Ecuador la tradicional división regionalista entre sierra y costa, de tal forma que cuando gobernaba el mismo Correa se llegó a reprocharle el "exceso de monos" (costeños) en el gabinete. Hace mucho rato que estudios socioeconómicos detallados han mostrado que la sierra centro-norte ecuatoriana es retardataria, y agreguemos que refractaria a la franqueza, que toma por "violencia" y "confrontación". Cabría lamentar más bien  en esta ocasión que el progresismo, a diferencia de ocasiones anteriores, haya perdido las provincias del Azuay y Loja, "capitales culturales" del Ecuador, en la sierra centro-sur, donde uno de los ganadores fue en realidad el voto nulo al que llamó el ex candidato pseudoindígena Yaku Pérez (Carlos Ranulfo Pérez). Mientras el voto nulo llegaba a casi dos millones en la justa del 11 de abril, Pérez siguió lanzando ataques descerebrados contra "esa izquierda populista" por la que se inclinó un 47 % de los votantes, casi la mitad. El voto nulo al que llamó Pérez fue histórico, al pasar de cerca de un 10 % habitual a 17 % (el voto nulo y Arauz empataron en la provincia del Azuay). Pérez admitió que gran parte de los votos para él en la primera vuelta fueron a parar a Lasso en la segunda, a pesar de que no todos los indígenas son contrarios a Correa. Como sea, si la sierra y la Amazonía se pronunciaron por Lasso (el voto nulo fue igualmente importante en bastiones indígenas serranos como Cañar, Bolívar y Cotopaxi), toda la costa, incluyendo la provincia del Guayas, además de la siempre radical Manabí, se inclinó abrumadoramente por Arauz, pese a ser éste quiteño y Lasso, guayaquileño. Dos cosas merecen anotarse: el progresismo será la primera oposición en el Congreso, pero habrá problemas por el alto número de representantes que colaron los indígenas. Como hubo desde la primera vuelta habilidad para dispersar el voto con tal de restarle fuerza a Correa, el voto para Xavier Hervas (Izquierda Democrática) se fue en la segunda vuelta a Lasso.

     Parte del triunfo de Lasso fue francamente el de la tontería. Lasso, al igual que Pérez y Hervas en la primera vuelta, se apoyó mucho en las redes sociales, incluyendo Tik Tok, un lugar no muy apto para razonar, pero sí para payasadas haciendo pasar al banquero por Michael Jackson. De Abdalá Bucaram a Alvaro Noboa, el Ecuador tiene cierta tradición de histrionismo grave entre los políticos. Lasso se asesoró con el ex estratega de campaña del argentino Mauricio Macri (y alguna vez del colombiano Pablo Escobar), el ecuatoriano Jaime Durán Barba, que articuló el #AndrésNoMientasOtraVez y el "Encontrémonos" en algo así como "todos unidos contra Correa". Durán Barba es el artista de las campañas dizque políticas basadas en la mercadotecnia y la "focalización de grupos", con la firme creencia de que hay que hacer de lado "las palabras que transmiten ideas" para privilegiar "las imágenes que transmiten sentimientos", dado que "los humanos somos simios con pretensiones cartesianas" (Durán Barba es autor entre otros del libro El arte de ganar. Cómo usar el ataque en campañas electorales,  que no excluye los golpes bajos). Seguramente no sea raro que Durán Barba venga del anarquismo y el izquierdismo, ni que Lasso haya logrado sumar algo de Izquierda Democrática y del indigenismos supuestamente de izquierda.Durán Barba trabajó para los presidentes derechistas mexicanos Vicente Fox y Felipe Calderón  y para Jamil Mahuad, presidente de Ecuador que a finales de los años 90 remató el sistema financiero del país. En las elecciones recientes, 60 % de los votantes tenía entre 16 y 29 años: sería una verdadera lástima que hayan votado por Bad, de Michael Jackson, en Tik Tok, todo para un banquero del Opus Dei.

      No queda claro por qué el progresismo se ha estado recorriendo tanto al centro Demócrata al estilo estadounidense, ni siquiera socialdemócrata, y arriando banderas, mientras, por ayuna de capacidad de gobernar que esté, la derecha ha conseguido crear sentido común de época, a diferencia de la izquierda. Lo cierto es que la renuencia del progresismo a considerar un debate cultural es marcada, y el programa de Arauz en este terreno era un desastre. Pero en fin, ahora ya hay un poco más de variedad en la música ecuatoriana, como lo prueba la siguiente canción esmeraldeña, protagonizada por algún familiar de la fiscal del Estado, Diana Salazar Méndez, y de una increíble profundidad emocional en el mensaje, piruetas aparte (da click en el botón de reproducción):



domingo, 11 de abril de 2021

COVID 19: LA CIENCIA, MU, LA MISMA CIENCIA, MU...

 Es difícil olvidar cómo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se puso a ulular "¡pruebas, pruebas, pruebas!" al principio de la epidemia de SARS-Cov-2, en enero de 2020. La idea no venía exactamente de la OMS, sino del hospital Charité de Berlín, en Alemania, apoyado por la Fundación Bill y Melinda Gates. Un año más tarde, la misma OMS reconoció que las pruebas de polimerasa de transcripción inversa en tiempo real (rR-PCR) no paran de arrojar falsos positivos a ciclos de amplificación superiores a 35 Ct. En este caso, la prueba detecta únicamente "señales" que no se pueden vincular forzosamente con el virus infeccioso. Según la OMS, todas las pruebas a un ciclo de 35 o superiores son simple y llanamente inválidas, lo que quiere decir que el número de contagiados por el SARS-Cov-2 está sobreestimado. El umbral de 35 Ct (ciclo umbral) o más fue el sugerido por la OMS, porque es la norma en muchos de los laboratorios de Estados Unidos y Europa. Claro, se supone que la OMS es La Ciencia. Para colmo, la OMS ha sugerido ahora, para salir del apuro, "repetir la prueba", una imposibilidad científica. Habría que agregar, si de sobreestimación se trata, los muertos con la Covid, que murieron de otra cosa (no de Covid), mientras se obligaba -se demostró por ejemplo hace tiempo en Italia y fue un escándalo- a los médicos a poner por causa de fallecimiento "Covid". De igual modo, habría que agregar los muertos de hospitales estadounidenses recompensandos por admitir "pacientes Covid", aunque no lo tuvieran. Por lo visto, se trató de amplificar al máximo el problema, lo que no quiere decir que la forma de llevarlo en un país como México, por ejemplo, no haya sido un desastre. ¿Todavía nadie se atreve en México a comparar con Haití que lleva meses con cero muertos?¿O con las cifras llamativamente bajas de fallecidos de un país como Argelia que usa hidroxicloroquina, mientras el gobierno mexicano no dió cuenta abiertamente de uno que otro ensayo que se llevaba a cabo con este fármaco, y por lo demás nadie le pidió rendir cuentas, mucho menos desde la oposición que no cree más que en La Ciencia?

      Otro medicamento ha estado dando muy buenos resultados contra la Covid 19, al grado de poder parar la infección en unas 48 horas (y de hecho se está usando en algunos hospitales mexicanos): la ivermectina, un antiparasitario sin mayores efectos secundarios, muy benigno. Satoshi Omura, científico japonés que descubrió alguna vez este medicamento, y por lo demás acreedor al Premio Nobel de Medicina 2015 (es un poquito más que Tony Lazcano, inventor de la manera de llenarse los bolsillos en nombre de La Ciencia), ha dicho que no usarlo sería lo mismo que haber renunciado a la penicilina una vez descubierta y probada. Al igual que la hidroxicloroquina, la ivermectina es a fin de cuentas menos tóxica que el paracetamol. Hasta hace poco había ya 92 estudios a favor de la ivermectina, con menos polémica que en el caso de la hidroxicloroquina. Pues bien, desde finales de marzo la OMS recomendó usar la ivermectina...sólo en ensayos clínicos, el equivalente de prohibirla. De paso, según sitios Web oficiales del gobierno de México, grupos de especialistas o expertos de este país se apresuraron a desaconsejar el uso e la ivermectina, como desaconsejaron para colmo el antibiótico azitromicina, eficaz contra la Covid 19 junto con la hidroxicloroquina, y en algunos casos solo. La afirmación provino de un Panel Multidisciplinario de Expertos (PME) de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE, son encantadoras estas siglas así de largas). Saben más que los Premios Nobel japoneses (Omura hizo un estudio favorable a la ivermectina con tres científicos japoneses más) y los mejores infectólogos del mundo, como el profesor francés Didier Raoult.  El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, también consideró que faltaban "evidencias" sobre la ivermectina, pese a lo dicho en sentido contrario por la Secretaría de Salud de la Ciudad de México.

     Esta gente que sólo promueve soluciones “seguras”no tuvo empacho en seguirle con la vacuna de AstraZeneca, que resultó limitada para su uso en varios países europeos, porque se estableció (por parte de la Agencia Europea del Medicamento, para los creyentes en La Ciencia) la relación entre aquélla y casos de trombosis. En España, por ejemplo, la vacuna fue prohibida para menores de 60 años. El enredo no deja de ser simpático: se utilizará la vacuna en un grupo de edad en el cual la efectividad es del 8 %. Francia, que usará la vacuna en los mayores de 55 años, ha tenido la gentileza de reconocer, por boca de su presidente, Emmanuel Macron, que en este grupo de edad la vacuna no sirve. Lo dicho: si hay que inyectarse néctar de durazno de marca para el negocio, no faltará ni quien lo recomiende ni quien se lo crea si hay lucro de por medio. ¿Qué pasará con la segunda dosis? En Francia y Alemania se ha sugerido darla con Pfizer o Moderna. Ahora bien, los medios de comunicación masiva globales se han cuidado de dar cierta información: por ejemplo, que en la Unión Europea, hasta finales de marzo, la vacunación había provocado cerca de 4 mil muertes y casi 163 mil accidentes, con un alto porcentaje correspondiente a Pfizer. Datos similares existen para Estados Unidos: en comparación con el primer cuarto de 2020, un 6000% (!) más de muertes por vacunación en el primer cuarto de 2021, o más muertos por vacunación en los últimos tres meses que en los últimos diez años. En México, se decidió seguir tranquilamente -aquí, puro macho- con la vacunación con AstraZeneca y con lo que caiga, incluyendo vacuna hindú: los accidentes no serían más que éso y, como el lenguaje es el de la ganancia, "los costos no superan los beneficios" (será seguramente cosa del candidato a vacuna saber si se arriesga a caer del lado del costo o del beneficio, siendo que en México ni siquiera se hace lo que en Alemania, evaluar los riesgos por el historial del paciente). México actuó como le corresponde a cualquier Estado cuasi Libre Asociado, dejando a los médicos al garete y sin mayor orientación, descalificando oficialmente los tratamientos probados existentes, comprando fármacos ineficaces e incluso peligrosos como el Remdesivir, no investigando seriamente mayor cosa y guiándose a ojos cerrados por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) estadounidense. En ésto, aunque a su manera, la Secretaría de Salud no se distinguió de una oposición que, atención, pidió a gritos La Ciencia sin indagar nada. Hablando de vacunas, México lleva registro de las reacciones adversas: la única que tiene 0 casos graves es la Sputnik V (por cierto, las autoridades médicas chinas ya reconocieron que la efectividad de las vacunas del país asiático es baja, por lo que las van a "mezclar"). Cabe agregar la cantinfleada del experto en microbiología y enfermedades infecciosas de la universidad pública: "la mejor vacuna es la que te toca" (!órale!: si no te toca, aunque te pongas, y si te toca, aunque te quites...).

      No se puede insistir ni presentar pruebas al infinito si se llega a formatear masas enteras, por ejemplo con el "milagro de la vacuna" (¿por cierto, ya saben los creyentes que se tendrían que estar vacunando cada año o cada dos años?). Lo que queda por saber es qué de esta crisis sanitaria, de duración incierta, puede ser y será utilizado para proyectos para nada conspiratorios -el líder del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, dijo claramente que estamos ante una "gran oportunidad"- y sí ligados a un nuevo intento del sistema económico vigente por salir de su atolladero (porque ni siquiera consiguió salir del todo del golpe de 2008). Si no existiera la religión del corona, habría que inventarla.

Lo mismo, mu...(da click en el botón de reproducción)




jueves, 8 de abril de 2021

ONU: ¿QUIÉN DECIDIRÁ?

 Los "demócratas liberales", hoy aferrados al presidente estadounidense Joseph Biden, y parte de la izquierda, en particular la progresista (aunque no se puede excluir a los ultraizquierdistas, contrarios a todo extractivismo), sin duda coinciden en llevar adelante la agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas (ONU), una agenda destinada a lograr pronto el "desarrollo sostenible".

     Las metas de la agenda suenan entre simpáticas y utópicas, pero lo cierto es que en junio de 2019, de manera poco difundida, se alcanzó un acuerdo entre la ONU y el Foro Económico Mundial (FEM) de Davos para "acelerar el cumplimiento de la '2030'". Así las cosas, alcanzar el "desarrollo sostenible" no es algo que dependería fundamentalmente de la acción de los Estados. Pasaría a depender de las grandes corporaciones transnacionales. En otros términos, habría que evitar fiarse de lo que es retratado, como lo fue en su momento la "globalización", como el "bien de la Humanidad" a la sombra del "progreso" y de la "técnica", o de lo que algunos pseudomarxistas malinterpretan como "desarrollo de las fuerzas productivas". La "globalización" no es tan natural como la lluvia y el sol. El "desarrollo sostenible" no es tampoco un objetivo natural ni el modo obligado de "salvar al planeta" sólo porque el diseño parece venir de lo más alto, Naciones Unidas. El acuerdo mencionado más arriba significa, ante todo, hacer pasar por lo más natural los intereses particulares de las grandes corporaciones transnacionales, y desde luego que hay gente dispuesta a creérselo.

     El acuerdo de asociación estratégica entre la ONU y el FEM otorga a las empresas transnacionales un acceso preferente al sistema de Naciones Unidas. Esto implica, de entrada, que no se le piden responsabilidades al sector privado, sino que éste va "piloteando" las decisiones de los Estados. Los líderes empresariales se convierten en "consejeros en la sombra" de las presidencias de los departamentos de la ONU. Dicho de otra manera, son representantes de empresas transnacionales los que se ubican como asesores claves de los jefes de departamento de Naciones Unidas. Las empresas son parte de los mecanismos de gobierno. Por lo visto, ahora está de moda hasta lo más alto la "asociación público-privada". Insistamos, ahora no estará de más preguntarse qué interés empresarial está detrás de lo que se hace pasar por la "salvación de la Humanidad", y no faltará desde luego quien diga que este objetivo requiere de la movilización de cantidades gigantescas de "dinero", como si se estuviera hablando de "dinero" y no de "lucro". O dicho también así: se pierde la garantía de que las corporaciones transnacionales no vayan a lucrar con los grandes problemas de la Humanidad, presentándose incluso como la "única garantía" de salir adelante . Ya está visto con el accionar de los grandes negocios farmaceúticos con la epidemia de SARS-Cov-2, al precio de "formatear" la reacción de cantidades importantes de población gracias al apoyo de los medios de comunicación masiva. Por si fuera poco, se crea algo así como un "fascismo inverso" en nombre del "antifascismo": cualquiera que ponga en duda esta forma de operar la agenda 2030 está contra el "interés común", en nombre de alguna "teoría de la conspiración".

     Precisemos que no se trata de ninguna "conspiración", sino simplemente del hecho de que los negocios están hechos para hacer negocios, de la misma manera en que las vacas están hechas para ser ordeñadas (si no, pruebe el lector a ordeñar a su vecino o a algún familiar), los coches para rodar (pruebe a rodar en vaca) y sí, la lluvia para mojar (pruebe a cantar bajo el aguacero sin empaparse). Esta es la ley, no la tontería dicha alguna vez por el líder sudafricano Nelson Mandela en el sentido de que no se puede negar la globalización como no se puede negar la lluvia y el sol. En este caso, no se trata más que de un llamado a "adaptarse y sacar provecho", que es lo mismo que hace el FEM con la agenda 2030. De ahora en adelante, puede saberse que son objeto de negocio: la pobreza (más consumidores para las empresas); el hambre y la seguridad alimentaria (en manos de la agroindustria); la salud (para Big Pharma); la energía (como negocio del corporate greenwashing); el crecimiento económico (que traduce la acumulación de capital); la infraestructura (gubernamental para el sector privado); el cambio climático (otro "nicho" para William Gates); los océanos y los bosques, la desertificación y la diversidad biológica ("sustentablemente negociables", porque el capital también necesita reproducirse y no es tan suicida como parece); la paz, la justicia y las instituciones (manejados como empresas), las ciudades y comunidades sostenibles (internet para todos y para los beneficiarios de "democratizarlo" ampliando el mercado), el trabajo decente (desde casa para negocio de la high tech), la reducción de las desigualdades (para crear más mercados), la educación de calidad (venta empresarial de "competencias"), etcétera. Al momento del acuerdo, el FEM priorizó algunos "focos": cambio climático, salud, cooperación digital, igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, educación y "competencias"...Lo anterior no excluye el financiamiento a la Agenda 2030 en su conjunto.

     En fin, la idea, o más bien la creencia, es que no hay aspecto alguno de la vida en el planeta que no sea "negociable", es decir, que pueda quedar al margen del chantaje del negocio, en este caso de las grandes corporaciones transnacionales. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, fue advertido por centenares de organizaciones sobre el peligro de esta "captura corporativa" del organismo. Por lo demás, seguramente más de uno no se dé cuenta de que busca la solución entre quienes crean los problemas. La enajenación también existe. (En la foto, Guterres al momento de la firma con el líder del FEM, Klaus Schwab).




martes, 6 de abril de 2021

AVERIGUACIÓN, ESTILO MEXICANO

 Bien informado (alguna vez entrevistó para un libro a Fernando Gutiérrez Barrios, encargado por mucho tiempo de la Seguridad en México), el periodista mexicano Gregorio Ortega Molina, autor del elucidante libro Crimen de Estado, que muestra el pacto entre el narcotráfico y el oficialismo en México en los '80, presentó hace un par de años a sus lectores la información recibida sobre el asesinato del candidato priista (del PRI, Partido Revolucionario Institucional), Luis Donaldo Colosio, el 23 de marzo de 1994. Este asesinato fue una manera de "refrescarle la memoria" al mandatario Carlos Salinas de Gortari, quien se estaba yendo "por la libre" y rompiendo un pacto de tiempos de Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda y Crédito Público en los años '60, en los sexenios de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz. ¿El pacto? Tener un férreo control financiero sobre México, con la anuencia de los organismos internacionales para el caso. A Ortega le compartieron que en el asesinato de Colosio hubo una "complicidad generalizada de todo el país", acusando al candidato de ser un "traidor futuro", seguramente que al pacto financiero, y tal vez a la prometida entrada al Primer Mundo que pervirtió a México. Debían hacerse las exequias de la Revolución Mexicana. La "técnica" del asesinato fue la de "la cobija": "ensarapada" la víctima, todos apuñalan a una para que todos queden involucrados...sin que nadie resulte responsable. Salvo el que no alcance a apuñalar.

      De hecho, desde tiempo atrás los presidenciables salían de la secretaría de Hacienda o de Programación y Presupuesto y eran coordinadores de campaña de sus antecesores. José López Portillo había sido secretario de Hacienda del presidente Luis Echeverría. Miguel de la Madrid, ya con estudios en Harvard, estuvo en Programación y Presupuesto, y también Salinas de Gortari (Harvard). El turno era para Ernesto Zedillo (Yale), así que hubo que "corregir a Salinas"cuando nombró a Colosio. No está de más recordar que ya desde esa época coincidían "demócratas liberales" y gente de izquierda. Elena Poniatowska se había quedado esperando explícitamente a que el elegido fuera el de Hacienda, Pedro Aspe, mientras Pedro Miguel (Arce Montoya), periodista del rotativo de izquierda La Jornada, lamentaba que Salinas hubiera escogido a alguien que bien podía haber sido el carnicero de la esquina. En un texto de Letras Libres, "Los idus de marzo", Enrique Krauze no dejó en su momento de lamentar cierta "falta de gusto" de Colosio y sugirió que la bondad y la ternura no se avienen con el poder (Colosio era “ demasiado bueno, tal vez”).El candidato no daba el ancho. Krauze le insinuó a Colosio que se hiciera a un lado. Hubo más: "Scherer y yo convinimos, dice el texto de Krauze, en un plan para el regreso (de un viaje del autor a España): nos reuniríamos con Colosio y procuraríamos convencerlo de retirar su candidatura". Los "demócratas liberales" y la izquierda coincidían en más: el texto de Krauze admitió que éste se inclinaba por Manuel Camacho Solís, como lo hacía sin tapujos aquélla, por lo demás con la idea de que se mantuviera a Aspe, a partir de una idea simplista, pero que buscaba que el "reparto" se ampliara. Como Porfirio Díaz -y era algo que se decía abiertamente-, Salinas supuestamente había sido un gran impulsor de la economía, pero faltaba la "reforma política", tal vez para que cupieran más en la aparente abundancia. Gregorio Ortega tiene el buen tino de saber que el asesinato de Colosio no fue un asunto de pleito entre viejas, con perdón de la expresión, sino algo en lo que intervino la razón de Estado. Como lo tituló en el periódico El Heraldo el mismo periodista y escritor, "Colosio debía morir".

       Desde 1987, un año antes de que Salinas de Gortari se hiciera de la presidencia y al salirse del PRI, el político Porfirio Muñoz Ledo había dicho a la revista Proceso lo mismo sugerido por Ortega. A la sombra de Ortiz Mena, primero desde puestos administrativos subordinados y luego como agente indispensable de las decisiones económicas, el "grupo financiero" dio un golpe de partido, tomó por asalto el PRI y luego dio algo así como un golpe de Estado silencioso. Se llegó a la simbiosis entre el gobierno y el grupo financiero que pretendió perpetuarse en el poder. Raúl Salinas Lozano, padre de Salinas de Gortari y cuya hermana, Patricia Salinas Lozano, era la esposa de Ortiz Mena, habría dicho en octubre de 1987, "destapado" el candidato (Salinas de Gortari): "lo logramos, nos tardamos 20 años pero llegamos". Tenían por lo demás la intención de quedarse por décadas, 25 años según Aspe. Alguien había acompañado el ascenso:   entre 1981 y 1982, Salinas de Gortari, director del IEPES (Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales) del PRI, durante la campaña de De la Madrid, se llevó consigo a José María (Joseph Marie) Córdoba Montoya. Este mismo fue asesor de la campaña de Salinas de Gortari y luego jefe de la Oficina de la Presidencia, copiada del Chief of Staff estadounidense. Córdoba Montoya también fue asesor de Salinas de Gortari en los años en que estuvo en Programación y Presupuesto. Zedillo le dedicó su tesis de doctorado a Córdoba. Por lo demás, Luis Téllez Kuenzler, jefe de la Oficina de la Presidencia con Zedillo, fue luego asesorado como presidente de la Bolsa Mexicana de Valores por Córdoba. Está claro que se "corregía" a Salinas, acusado por el mismo Téllez de haberse robado "la mitad de la partida secreta". La misma acusación la hizo De la Madrid para ser rápidamente callado.

      Con el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador se logró la desclasificación del expediente Colosio. En su momento, la Fiscalía Especial para el caso Colosio interrogó, entre otros, a Zedillo, Córdoba, Salinas, Manlio Fabio Beltrones (quien dijo haber sabido que se preparaba un atentado contra Colosio), Camacho y Echeverría. Pareciera que no se investigan las declaraciones contradictorias: lo son la de Salinas y Echeverría y la de Camacho y Córdoba. En un careo en 1997 con Cuauhtémoc  Cárdenas, Córdoba Montoya negó tener la influencia que se le atribuyó con Salinas. Córdoba pudo contradecirse sin mayor consecuencia: adujo no haber ocupado cargos para los cuales requiriera la nacionalidad mexicana (se nacionalizó en 1985), reconoció no ser "doctor" por la universidad de Stanford durante buena parte del tiempo que se le atribuyó el título, no le dio  mayor importancia a su relación íntima con la narcopolicía Marcela Bodenstedt Perlick -pese a todo lo que se reveló después y sus alcances- ni con el prófugo secretario particular de Salinas, Justo Ceja, etcétera...

      La actual secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, prácticamente negó que se pueda reabrir el caso Colosio, salvo "pruebas supervinientes", y terminó de agregarle folclore al asunto: habría sido tan bien llevado por el fiscal Luis Raúl González Pérez que se sabría incluso gracias a especialistas universitarios "la manera en cómo estaba el sol y cómo se movía". Así pues, ninguna pista condujo a nada, más que a un asesinato sin mayor móvil. Curiosamente, la fiscal Olga Islas había dejado abiertas 14 líneas de investigación, con dos que llevaban una al grupo Omega (parte del equipo de seguridad de Colosio y nunca interrogado) encabezado por Fernando de la Sota (ex agente de espionaje estadounidense)  y otra a Jorge Antonio Sánchez Ortega, integrante del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). De la Sota y Sánchez Ortega mintieron en sus declaraciones, pero tampoco fueron mayormente incomodados. Como se sabe, en un crimen la pregunta no es "¿quién se beneficia?", sino "¿de qué manera estuvo el sol y cómo se movía?". El fragmento de abajo de Colosio, fragmento poco conocido, muestra cómo el candidato aspiraba a recuperar desde abajo el legado de la Revolución Mexicana. No se necesita ser brujo para entender que circulaba en sentido contrario al del "grupo compacto" de tecnócratas que habían dado el golpe desde el sexenio de Miguel de la Madrid, cuando el programa económico fue hecho por Salinas y los juniors tomaron las calles, incluso literalmente con el Mundial de Fútbol de 1986(da click en el botón de reproducción).


 


    


domingo, 4 de abril de 2021

BRASIL EN SU CARNAVAL

 No es seguro que haya una vuelta de la "ola progresista" en América Latina, pero así lo quieren creer sin ningún análisis algunas personas como el brasileño Emir Sader. No hace mucho, el Frente Amplio salió del gobierno en el Uruguay y recientemente el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) sufrió un gravísimo descalabro en El Salvador. Como sea, una de las cartas de alguien como Sader parece ser el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aunque no esté claro hasta aquí si se presentará en las próximas elecciones del gigante sudamericano.

      No está de más recordar que, para gente de la derecha mexicana como Jorge G. Castañeda, Lula era hace tiempo "la izquierda correcta" de América Latina frente a la "izquierda incorrecta" del venezolano Hugo Chávez. Para más señas, Lula visitó en su momento a la secretaria mexicana de Desarrollo Social, Rosario Robles, para apoyar su Cruzada Nacional contra el Hambre. A decir verdad, aunque sacó a millones de brasileños de la pobreza, Lula también favoreció enormemente a los ricos con la política financiera y contribuyó a reprimarizar la economía, destruyendo la industria, lo que mostró muy bien en su momento la estudiosa francesa Myléne Gaulard. En materia política, Lula buscó en el Foro de Sao Paulo la expulsión de fuerzas comunistas y liberales, como la figura colombiana de Piedad Córdoba, según lo denunciara el líder comunista dominicano Narciso Isa Conde. Habiendo sido obrero, lo de Lula no es el trabajo, sino que suele ser la política, y mal entendida.

     En efecto, Lula dijo hace poco que el actual presidente brasileño Jair Bolsonaro está cometiendo "el peor genocidio de la historia" brasileña con su política contra el coronavirus. Lula dijo que Bolsonaro gastó millones en el medicamento hidroxicloroquina "aunque está demostrado que no servía". Lula no declaró con criterio propio (y es llamativo hasta qué punto tampoco lo tiene Sader). Simplemente repitió una carta "a gritos" de intelectuales brasileños que acusaron a Bolsonaro de "irracionalidad fascista" y de "política genocida que pone en peligro a la civilización". Si Bolsonaro fuera fascista, Lula no estaría para contarlo, o estaría contándolo en el exilio. Genocidio fue desde la Colonia el avance de los colonos en la Amazonia. El problema con Bolsonaro es otro, ya que entre otras cosas le bloquearon de mil y un formas, incluyendo graves denuncias judiciales, el uso de la hidroxicloroquina hasta llevarlo a retroceder. Curiosamente, si se observa la ciertamente alta curva de muertes por la Covid 19 en Brasil, tal vez no sea posible desligarla de los vaivenes en el uso de hidroxicloroquina. El gobierno de México nunca aprobó este fármaco y tampoco tiene un papel muy brillante que digamos, aunque hay doctores mexicanos que usan aquel con éxito. Por lo demás, está probado con estudios y estadísticas que la mortalidad por el virus es significativamente menor en los países que usan la hidroxicloroquina que en los que la rechazan. Lula ya está en la creencia de que se debe parlotear con superlativos e hipérboles (de la misma manera en que el presidente mexicano Andrés López Obrador saca no se sabe bien de dónde que el pueblo mexicano es "el más politizado del mundo"). Lula llegó a decir recientemente que el juicio que se le hizo fue "la mayor mentira jurídica en 500 años". A este ritmo, pudo haber dicho que "en milenios" sin faltar necesariamente a la verdad.

      Para variar, puede encontrarse la coincidencia entre los autonombrados "demócratas liberales", los que veían "políticamente correcto" a Lula, y los ululantes cubanos: Angel Guerra, "Guerrita" para sus amigos, escribió en el periódico mexicano La Jornada que Bolsonaro es una "amenaza para la salud global" y que "nuestros hermanos brasileños sufren un holocausto". Si lo primero es por la "mutación brasileña", también hay entre otras una sudafricana sin que nadie acuse a Sudáfica de ser una "amenaza global". En cuanto a la palabra "holocausto", tiene la connotación de un sacrificio religioso, pero seguramente Guerra la usa por usarla. Ya que el "analista" cubano habla de vacunas, seguramente no ignore que el Brasil de Bolsonaro fue presionado por Estados Unidos para no adquirir la vacuna rusa Sputnik V. No importa: Bolsonaro, el del genocidio y del holocausto, tiene con estas palabrotas que ser juzgado en algún Nuremberg...o ceder el paso en las próximas elecciones a Lula. No es que Bolsonaro sea ninguna maravilla, antes al contrario, y ni siquiera llegó a la presidencia muy limpiamente que digamos, al hacer una campaña con falsedades por WhatsApp. Es que sería mejor no apostar a ver quién es el más mañoso y capaz de ponerse "histeriquito" (como con todo tino llamaba el corresponsal de La Jornada, Eric Nepomuceno, a Bolsonaro), a costa de hacerle perder sentido a las palabras. Ya bastante hay con la descomposición social que vive Brasil -que Nepomuceno describiera muy bien- desde antes de que algunos creyeran que la solución es alguna forma de "mano dura" desde arriba. Tampoco lo es la demagogia galopante. Pero Lula se lanzará "si es necesario". Mejor algo más antiguo (da click en el botón de reproducción).



jueves, 1 de abril de 2021

MEXICO: UN MITO CAIDO

El finado Luis González de Alba fue probablemente quien dejó el mejor testimonio sobre el movimiento estudiantil mexicano de 1968 en Los días y los años, y quien se acercó al supuesto enigma de lo ocurrido el 2 de octubre de ese año en otro texto, Tlatelolco. Aquella tarde. Con todo, llama la atención que a partir de cierto momento, teniendo todos los elementos para hacerlo, habida cuenta de la apertura de archivos, ninguno de los líderes haya querido pronunciarse sobre el conjunto de lo acontecido, ni sobre hallazgos de primera importancia como los conseguidos y descritos por la historiadora Angeles Magdaleno Cárdenas. Los intelectuales que sacaron la renta del 68, como el populachero (antes que popular) Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska, cuya deshonestidad intelectual y soberbia fueron descritas como tales por González de Alba, no quisieron reconstituir los hechos cuando ya era posible tener elementos suficientes para hacerlo con mayor objetividad. Unos se llevaron las palmas, y no fueron quienes hicieron el trabajo más valioso (tampoco se incluye aquí al académico Sergio Aguayo, quien como el líder estudiantil Raúl Alvarez Garín optó contra las evidencias por seguir con la persecusión al ex presidente Luis Echeverría). Es tal maraña que quien quiera informarse de manera simple ni siquiera puede contar con los sesgos de distintas entradas de Wikipedia sobre el tema.

     Ya se ha dicho que el presidente mexicano en 1968, Gustavo Díaz Ordaz, tanteó al general Marcelino García Barragán, para entonces encargado de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), sobre la posibilidad de suspender las garantías constitucionales, es decir, sobre un golpe de Estado. Díaz Ordaz no fue el único. El embajador de Estados Unidos en México en aquella época, Fulton Freeman, le hizo la misma propuesta a García Barragán, y fue rechazado tajantemente. Dicho sea de paso, los expedientes del Archivo General de la Nación muestran cómo los militares mexicanos se opusieron durante la presidencia de Miguel Alemán Valdés a la instalación de bases militares estadounidenses en Cozumel y La Paz y luego a integrarse a un cuerpo armado "multinacional" contra el "comunismo" en América Latina.

     García Barragán pidió el 2 de octubre de 1968 capturar "sin muertos ni heridos" a los líderes estudiantiles presentes en Tlatelolco. El ejército se fue acercando a la plaza de las Tres Culturas con magnavoz para llamar a la gente a dispersarse pacíficamente, y no hubo cerco, al grado que simple y llanamente la parte de atrás del edificio Chihuahua quedó descubierta, por lo que muchos escaparon por este lado una vez iniciada la balacera. El asunto dista mucho de acabar en el hecho de que el jefe del Estado Mayor Presidencial, Luis Gutiérrez Oropeza, a espaldas de García Barragán, colocó a una decena de francotiradores que dispararon contra la multitud. Curiosamente, en páginas oficiales el actual gobierno de México no ha querido pasar de este hecho. No es lo mismo colocar a diez francotiradores que a cerca de 300, que fueron los puestos por un grupo paramilitar del Departamento del Distrito Federal (DDF) el 2 de octubre de 1968 en varios edificios de Tlatelolco. El autor intelectual de la intensa balacera, que dejó 43 muertos (12 de ellos estudiantes), y resultó básicamente contra el ejército, fue el jefe del DDF, el general Alfonso Corona del Rosal.

      Desde que comenzó el movimiento estudiantil de 1968 hubo choques fomentados por provocadores. No faltó la infiltración de grupos priistas (del Partido Revolucionario Institucional, PRI) en los centros de educación superior y para azuzar conflictos, con tal de sacar alguna ventaja, metieron las manos incluso gobernadores, como el de Sinaloa, Leopoldo Sánchez Celis, cuyo hijo formó un grupo de porros y pistoleros ("Grupo Sinaloa") que ya en 1966 obligó a renunciar al rector universitario Ignacio Chávez. La Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales (DIPS) de la Secretaría de Gobernación, a cargo de Luis Echeverría, sabía de estos grupos de choque (uno de ellos lo fomentaba Manuel Bartlett Díaz), pero desconocía lo que ocurría en el DDF de Corona del Rosal. Es la Dirección Federal de Seguridad (DFS) la que pudo dar con rastros del grupo paramilitar De la Lux auspiciado por Corona del Rosal (incluyendo la pista del provocador Sergio Mario Romero Ramírez, El Fish, ligado a la caída de Chávez y muy pronto presente en 1968).

     Con la sucesión presidencial cercana, para 1969, Corona del Rosal buscaba desplazar a sus posibles contrincantes, entre ellos Echeverría, quien, según pruebas documentales, era mal visto por Estados Unidos, a diferencia del primero. Desde un principio, Corona del Rosal, quien controlaba por ejemplo organizaciones de estudiantes en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), estuvo echándole leña al fuego del problema estudiantil.

     Es posible pensar que lo ocurrido haya llegado hasta conocimiento de García Barragán, quien alcanzó a tener un agrio intercambio con Corona del Rosal, acusándolo de no soltar toda la verdad.

     La imagen -porque no es idea- que tiene el lópezobradorismo del 68 está completamente deformada, sin contar con el hecho penoso de que, en algún momento, la intelectualidad favorable al actual presidente de México parecía pasar por Monsiváis y Poniatowska. Lo que se hereda a las nuevas generaciones es una imagen distorsionada del régimen priista, del movimiento estudiantil de 1968, de algunas personalidades como Luis Echeverría y de las contradicciones de la historia mexicana reciente, para privilegiar la mitomanía y la caricatura. Basta con ver lo que dice la página oficial de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien a juzgar por su testimonio (tenía seis años en 1968) creció en esa mitomanía -de la mano de líderes como Raúl Alvarez Garín y Félix Hernández Gamundi- y la total simplificación del juicio de realidad. Por cierto, el mandatario Andrés Manuel López Obrador, de quien se puede reiterar que la cultura no es para nada su fuerte, dijo de Monsiváis que era "el intelectual más consistente de todos los tiempos". Pues tal vez, pero sin ninguna honestidad valiente. (En la foto, la Poni)


 


 


    

TIEMPO DE....¿SEÑORAS?

 A reserva de lo que dé a conocer Ricardo Raphael, muy buen conocedor del caso, Isabel Miranda de Wallace es una mujer de antología que llev...