El presidente estadounidense Barack Obama se la ha pasado en el sueño americano, y no parece que el huésped de la Casa Blanca vaya a despertar. Insiste en dirigirse en sueños o como sonámbulo a una clase media que no es muy responsable que digamos: vive por encima de sus medios y, como el rico, pide que la rescaten cuando está en dificultades. Mientras le habla a la clase media, Obama favorece a los grandes intereses económicos -fue así con el Estado durante la segunda posguerra- y no hay impedimento para que otros sigan hundiéndose en la pobreza. En suma, la fuga hacia adelante consiste en la nostalgia de la Edad de Oro. Obama es un "nostálgico del pasado", como los comunistas rusos. Con todo y su clase media, el actual presidente estadounidense cree en lo que, dice, debe ser "una economía en que todos tengan una oportunidad justa, todos hagan la parte que les corresponde y todos se rijan con el mismo conjunto de reglas". !Claro que sí!
Por lo mismo, no hay motivo para hacer justicia y sancionar a la industria militar, que también debe tener oportunidades. Para que el Pentágono haga "la parte que le corresponde", el gasto militar estadounidense ha vuelto a subir desde 1998 (es decir, desde antes de los atentados del 11/S de 2001), y hoy, Obama gasta más en armas que en programas sociales. El gasto militar con Obama es más importante que durante los años de la guerra de Vietnam y con Reagan, y por ende, mayor que en plena Guerra Fría. Entre 2001 y 2011, sin que el actual presidente estadounidense frenara esta carrera, el gasto militar estadounidense creció en un 80 %. De hecho, aunque prometió que no habría escudo antimisiles en Polonia, Obama ya ha instalado una parte en ese país. Lo único que hizo Obama es cambiar el proyecto de escudo antimisiles para hacerlo más moderno y beneficiar a Lockheed Martin y Raytheon, antes que a Boeing, a diferencia del plan Bush Jr. Aunque haya sacado tropas de Iraq y prometa hacer lo mismo en Afganistán, Washington mantiene en ambos países a 240 mil contratistas, 80 % de ellos extranjeros: todo un ejército de mercenarios a cuenta de Estados Unidos. Obama no tiene ninguna intención de parar la carrera armamentista, con lo que está probado que no responde a una supuesta "amenaza soviética", ni al "terrorismo", en principio liquidado.
Como las reglas son las mismas para todos, es decir, que todos se merecen apoyo del Estado y no se trata de justicia de verdad, en los últimos años Estados Unidos destinó 16 billones de dólares en préstamos secretos -lo tuvo que revelar una auditoría de la Reserva Federal- para rescatar bancos y empresas, muchas veces los mismos causantes de la crisis que comenzó en 2008. Ahora, la Reserva Federal se prepara para una "inyección de liquidez" que proteja a los bancos expuestos a la especulación con derivados. Debe haber una justa oportunidad para los especuladores y para que, así, puedan seguir haciendo la parte que les corresponde, que es especular y llevarse dinerales.
Para que, a su vez, la clase media estadounidense tenga oportunidades justas y haga la parte que le corresponde, que es consumir (lo que beneficia a las empresas, por cierto, aunque chinas y otras), a Obama le agrada la idea de que los propietarios de vivienda refinancien su deuda, como le agrada que disminuyan los impuestos a esta misma clase. !Consumidor, a tu consumo!
Con lo que sobre (el 17 % del gasto federal total que va a programas sociales), podría ayudarse a los pobres -que siempre son un "sobrante" por atender- a que se ayuden a sí mismos, rascándose con sus pulgas. Tal vez se podría hacer algo con 50 millones de estadounidenses que viven en "inseguridad alimentaria" y con "food stamps" (y de los cuales, 17 millones pasan abiertamente hambre). Como el Pentágono, Wall Street y la clase media se merecen apoyo, millones de pobres en Estados Unidos se merecen que se les otorguen pulgas con las cuales rascarse. Un militar hace la guerra y debe ser apoyado (dándole una guerrita, por ejemplo); un especulador especula y debe ser apoyado (dándole instrumentos financieros y manteniéndole el mercado desregulado); un clasemediero consume y se merece todo el apoyo (otro shopping mall, que al fin y al cabo ya hay más en EU que escuelas...); muy bien, un pobre se rasca con sus pulgas y también se merece ayuda, del tipo "food stamps" para la adquisición de pulgas. Es más, con un programa como el descrito, Obama se merece la reelección, puesto que da a cada quien lo suyo, de tal forma que a cada quien le toca lo que le corresponde y todos se rigen por las mismas reglas, que consisten en que se satisfagan las necesidades de quien lo quiera. Viéndolo bien: ¿no había dicho alguien que había que darle a cada quien según sus necesidades?¿Y según sus capacidades? Al que es capaz de todo, hay que darle de todo, y al capaz de lo que sea, darle lo que sea. Ya vamos llegando a donde íbamos.
Que Estados Unidos vote Obama: no queremos mediocres, y Estados Unidos es un país de triunfadores. Que además, es el triunfo que se parece tanto, tanto a la utopía con la que todas y todos soñamos en nuestra infancia de izquierda. Guau. I like to live in America.
Mi lista de blogs
miércoles, 26 de septiembre de 2012
jueves, 20 de septiembre de 2012
¿ON TOY?
Zbigniew Brzezinski, gran estratega antisoviético y hasta hoy contrario a Rusia, escribió al poco tiempo de que se desplomara la Unión Soviética que el propósito de Estados Unidos debía ser: "mantener a nuestros vasallos en un estado de dependencia, garantizar la docilidad y protección de nuestros súbditos e impedir que los bárbaros creen alianzas ofensivas". Pues bien, Estados Unidos, en buena medida, lo ha conseguido. Los vasallos no discuten sus propios problemas, sino los de Estados Unidos (¿nos conviene Obama o Romney?); los súbditos se hacen proteger por los mismos tecnócratas que los subyugan (como sucede en Europa); y los bárbaros...pues muchos trabajan -como los chinos- para mantener el estilo de vida imperial.
Hace poco, algunos vasallos le hicieron decir al presidente Vladimir Putin lo que no dijo: el Kremlin no está autorizado a pronunciarse por un asunto interno de Estados Unidos. Entrevistado por Russia Today, Putin guardó las formas diplomáticas y dijo que Rusia trabajaría con cualquiera que gane la Casa Blanca.Si es un asunto interno de Estados Unidos, quiere decir que no lo es de Rusia. Así, Putin nunca dijo que prefería a Barack Obama, ni hizo campaña contra Mitt Romney, a diferencia de lo que ocurre en México, Cuba (donde Mariela Castro ha declarado que prefiere a Obama), parte del resto del Caribe y de Centroamérica (además de España, al menos en parte de la prensa). Cuando el candidato republicano Romney declaró que "Rusia es el enemigo número 1" de Estados Unidos, lo único que hizo Putin es prestar oído para confirmar que el escudo antimisiles en Europa sí tiene dedicatoria, aunque se oculte por parte de los demócratas. Romney es un loco, no un idiota. Obama es al revés (un idiota, no un loco), lo que lo vuelve simpático y aparentemente incapaz de hacer daño, algo muy propio de los idiotas. Tan es así que Putin tuvo un desliz y metió la pata al decir que Obama es una "persona genuina" y que "realmente quiere cambiar mucho, para mejor". Cierto: Obama ha dicho que "sí se puede", aunque no se sabe "qué" se puede (es lo de menos, salvo para elevar la deuda estadounidense a records históricos). Cierto, los idiotas siempre buscan mejorar, no quieren más que el bien y son muy auténticos, pero Putin no tiene razón para hacer declaraciones de vasallo, ya que Rusia no es ni vasallo ni súbdito, aunque más de un ruso ande perdido. Rusia sigue en el lugar de bárbaro cuya independencia, por relativa que sea, resulta molesta para quien cree que el mundo no es más que un lugar de dependientes, que existen únicamente para atender a la misma clase media que Obama quiere mantener en el profundo sueño americano.
Como sea, al menos en Occidente y muy en particular en Estados Unidos hay libertad de elegir, a diferencia de países bárbaros tipo Rusia o China. Quien se sienta muy libre puede detenerse a pensar: ¿qué es mejor para la presidencia imperial, un loco o un idiota?
Hace poco, algunos vasallos le hicieron decir al presidente Vladimir Putin lo que no dijo: el Kremlin no está autorizado a pronunciarse por un asunto interno de Estados Unidos. Entrevistado por Russia Today, Putin guardó las formas diplomáticas y dijo que Rusia trabajaría con cualquiera que gane la Casa Blanca.Si es un asunto interno de Estados Unidos, quiere decir que no lo es de Rusia. Así, Putin nunca dijo que prefería a Barack Obama, ni hizo campaña contra Mitt Romney, a diferencia de lo que ocurre en México, Cuba (donde Mariela Castro ha declarado que prefiere a Obama), parte del resto del Caribe y de Centroamérica (además de España, al menos en parte de la prensa). Cuando el candidato republicano Romney declaró que "Rusia es el enemigo número 1" de Estados Unidos, lo único que hizo Putin es prestar oído para confirmar que el escudo antimisiles en Europa sí tiene dedicatoria, aunque se oculte por parte de los demócratas. Romney es un loco, no un idiota. Obama es al revés (un idiota, no un loco), lo que lo vuelve simpático y aparentemente incapaz de hacer daño, algo muy propio de los idiotas. Tan es así que Putin tuvo un desliz y metió la pata al decir que Obama es una "persona genuina" y que "realmente quiere cambiar mucho, para mejor". Cierto: Obama ha dicho que "sí se puede", aunque no se sabe "qué" se puede (es lo de menos, salvo para elevar la deuda estadounidense a records históricos). Cierto, los idiotas siempre buscan mejorar, no quieren más que el bien y son muy auténticos, pero Putin no tiene razón para hacer declaraciones de vasallo, ya que Rusia no es ni vasallo ni súbdito, aunque más de un ruso ande perdido. Rusia sigue en el lugar de bárbaro cuya independencia, por relativa que sea, resulta molesta para quien cree que el mundo no es más que un lugar de dependientes, que existen únicamente para atender a la misma clase media que Obama quiere mantener en el profundo sueño americano.
Como sea, al menos en Occidente y muy en particular en Estados Unidos hay libertad de elegir, a diferencia de países bárbaros tipo Rusia o China. Quien se sienta muy libre puede detenerse a pensar: ¿qué es mejor para la presidencia imperial, un loco o un idiota?
lunes, 17 de septiembre de 2012
PLEASE DO NOT DISTURB
Cuba, cuando triunfó la Revolución en 1959, puso de moda en América Latina el anticomunismo, así haya sido al precio de falsificar la Historia y de desviar la atención de los fracasos reiterados del guevarismo y del "socialismo ponle ganas" en la isla, de tal modo que hoy resulta necesario enmendar la plana para salvar lo mejor, que lo hay, pero no es el fidelismo.
Las fuerzas prosoviéticas nunca fueron fuertes en América Latina, ni existió alguna teoría prosoviética partidaria de gobiernos "democrático revolucionarios". Los comunistas prosoviéticos muchas veces buscaron otra cosa, una "revolución democrático-burguesa", en el entendido de que América Latina seguía siendo bastante feudal en la primera mitad del siglo XX, y de que era necesaria una burguesía progresista, respetuosa de formas liberales mínimas. Nunca fue cosa de "socialismo a fuerza", ni de socialismo-ubre al estilo cubano, que no perdió ocasión de morder la mano soviética que le daba de comer.
Cuando los comunistas actuaron en pro de revoluciones "democrático-burguesas", he aquí lo sucedido, más allá de la carnicería de 1932 en El Salvador. En Guatemala, antes de la Revolución Cubana, fracasaron las reformas de Jacobo Arbenz. Los comunistas del Partido Guatemalteco del Trabajo finalmente optaron por la clandestinidad, y luego por la lucha armada, aunque con divisiones. Entre 1972 y 1983, dos secretarios generales y ni más ni menos que 19 miembros del Comité Central de ese partido fueron asesinados.
En Colombia, otro lugar con cierta fuerza comunista prosoviética, cuando miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, y comunistas formaron la Unión Patriótica, en los años '80, fueron reprimidos brutalmente. Cerca de 3,500 simpatizantes de esa Unión fueron asesinados. En 1987 fue ejecutado Jaime Pardo Leal, líder de la Unión, y en 1990 fue asesinado a su vez otro importante dirigente, Bernardo Jaramillo Ossa, de tal modo que la fuerza legal quedó descabezada, incapaz de postular candidatos a la presidencia.
En Chile, el gobierno de González Videla promulgó en 1948 una "Ley Maldita" que dejó fuera de los registros electorales a 40 mil personas, por comunistas. Desde 1947 se abatía una brutal represión contra trabajadores partidarios del comunismo. El Partido Comunista de Chile fue brutalmente reprimido por el pinochetismo
Fuera de estos casos, al triunfar la Revolución Cubana el comunismo latinoamericano (alguna vez fuerte en Brasil con Prestes, parcialmente en Costa Rica con Mora Valverde y en Cuba, antes, con el Partido Socialista Popular) languidecía, incluso en Bolivia, pese a la influencia en la Central Obrera Boliviana. Entre la aceleración armada y la negociación de todo (es decir, la revolución al modo "yo manejo como cafre"), el fidelismo contribuyó a liquidar lo que quedara de comunismo (Uruguay es una pequeña excepción), pero sin renunciar al anticomunismo como coartada para no mirar muchos de los errores en La Habana, y del fallecido "Barbarroja" Manuel Piñeiro en particular -un conspirador nato, y sin idea de nada que fuera política de verdad. El único líder comunista de importancia, el salvadoreño Schafick Jorge Handal, contribuyó a negociar la paz en El Salvador. Quienes superaron todos los errores de los luchadores sociales que pagaron con su vida la búsqueda de formas democráticas, y quienes ya han superado todo (hasta el capitalismo, la burguesía, el atraso y lo que sea) también podrían rendir cuentas. De vez en cuando.
Las fuerzas prosoviéticas nunca fueron fuertes en América Latina, ni existió alguna teoría prosoviética partidaria de gobiernos "democrático revolucionarios". Los comunistas prosoviéticos muchas veces buscaron otra cosa, una "revolución democrático-burguesa", en el entendido de que América Latina seguía siendo bastante feudal en la primera mitad del siglo XX, y de que era necesaria una burguesía progresista, respetuosa de formas liberales mínimas. Nunca fue cosa de "socialismo a fuerza", ni de socialismo-ubre al estilo cubano, que no perdió ocasión de morder la mano soviética que le daba de comer.
Cuando los comunistas actuaron en pro de revoluciones "democrático-burguesas", he aquí lo sucedido, más allá de la carnicería de 1932 en El Salvador. En Guatemala, antes de la Revolución Cubana, fracasaron las reformas de Jacobo Arbenz. Los comunistas del Partido Guatemalteco del Trabajo finalmente optaron por la clandestinidad, y luego por la lucha armada, aunque con divisiones. Entre 1972 y 1983, dos secretarios generales y ni más ni menos que 19 miembros del Comité Central de ese partido fueron asesinados.
En Colombia, otro lugar con cierta fuerza comunista prosoviética, cuando miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, y comunistas formaron la Unión Patriótica, en los años '80, fueron reprimidos brutalmente. Cerca de 3,500 simpatizantes de esa Unión fueron asesinados. En 1987 fue ejecutado Jaime Pardo Leal, líder de la Unión, y en 1990 fue asesinado a su vez otro importante dirigente, Bernardo Jaramillo Ossa, de tal modo que la fuerza legal quedó descabezada, incapaz de postular candidatos a la presidencia.
En Chile, el gobierno de González Videla promulgó en 1948 una "Ley Maldita" que dejó fuera de los registros electorales a 40 mil personas, por comunistas. Desde 1947 se abatía una brutal represión contra trabajadores partidarios del comunismo. El Partido Comunista de Chile fue brutalmente reprimido por el pinochetismo
Fuera de estos casos, al triunfar la Revolución Cubana el comunismo latinoamericano (alguna vez fuerte en Brasil con Prestes, parcialmente en Costa Rica con Mora Valverde y en Cuba, antes, con el Partido Socialista Popular) languidecía, incluso en Bolivia, pese a la influencia en la Central Obrera Boliviana. Entre la aceleración armada y la negociación de todo (es decir, la revolución al modo "yo manejo como cafre"), el fidelismo contribuyó a liquidar lo que quedara de comunismo (Uruguay es una pequeña excepción), pero sin renunciar al anticomunismo como coartada para no mirar muchos de los errores en La Habana, y del fallecido "Barbarroja" Manuel Piñeiro en particular -un conspirador nato, y sin idea de nada que fuera política de verdad. El único líder comunista de importancia, el salvadoreño Schafick Jorge Handal, contribuyó a negociar la paz en El Salvador. Quienes superaron todos los errores de los luchadores sociales que pagaron con su vida la búsqueda de formas democráticas, y quienes ya han superado todo (hasta el capitalismo, la burguesía, el atraso y lo que sea) también podrían rendir cuentas. De vez en cuando.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
HABLAR EN CUBA
No es muy recta la actitud del occidental que, de visita en Cuba, critica la pobreza que no ve en su propio país y al mismo tiempo corrompe, aprovechándose de ella. La única culpable no es la jinetera cubana (prostituta). También lo es quien se asume como "chulo".
Tampoco es positiva la actitud del que cree que la cultura en Cuba consiste en hacerse pasar por el portavoz de José Martí o el del "Che" Guevara en la Tierra, dando a entender entonces que, por este supuesto "ser", todo le es debido (al fin y al cabo, es el elegido de la Revolución).
Así como Fidel Castro tuvo la valentía de reconocer, hace algunos años, que la Revolución puede autodestruirse, Raúl Castro ha venido hablando en los últimos tiempos, muy frontalmente, de los problemas que hasta hace poco, en nombre de la "felicidad socialista", no podían ser tocados. No son problemas menores. Ni muy diferentes de varios de Occidente, con la diferencia de que en Cuba se plantean porque hay dificultades (mientras que en Occidente se ocultan, porque se prefiere nadar en algo así como un sentimiento oceánico colectivo, el Todo Azul).
La intelectual cubana Graziella Pogolotti (nacida en 1932) ha vuelto a plantear -en actitud muy constructiva- los problemas culturales de Cuba, que van desde el descuido del patrimonio y la desarticulación de la institución literaria hasta el abandono del libro y de la cultura comunitaria. Gran parte de estos problemas se debe a la propagación del ideal de consumo occidental, que se hace pasar por cultura. Es "el empleo de la cultura -dice Pogolotti- como instrumento apto para imponer un poder hegemónico mediante el uso de modelos de vidas, expectativas de futuro y de felicidad, así como generación de demandas de consumo". Así, "la manipulación de las conciencias, escribe Pogolotti, dirigida principalmente a jóvenes, consiste en convertir la realidad en espectáculo, diluir los valores de la alta cultura y de la cultura popular, estimular la aspiración a la uniformidad y socavar la sustancia de la Historia tanto como de la política a través de la exacerbación del individuo y del espíritu de competencia".
Este desastre, igualmente visible en el Este de Europa y los países de la desaparecida Unión Soviética (al grado de que prolifera la prostitución social), es especialmente grave entre jóvenes y entre mujeres, a quienes Occidente quiere comprar. ¿Cómo ocurre en Cuba? Según Pogolotti, "se construye una falsa imagen de Cuba en torno a la mulata sensual con las consecuencias morales y políticas derivadas que han llegado a comprometer el comportamiento de las autoridades del país con un supuesto comercio sexual".
Otro aspecto es el del uso de la religiosidad popular, también para fines de consumo: es la "mercantilización de la religiosidad cubana y de sus tradiciones folclóricas". ¿Qué es Cuba para el occidental? Irse a comprar mulatas y a dizque curarse con un santero.
El problema es que más de un cubano ha terminado por créerselo, así que "se produce una pacotilla que se constituye en modelo de gusto para los nacionales", y se proyecta hacia el exterior, como si fuera "muy cubano", espectáculo de ínfima calidad.
Las defensas son pocas. Pogolotti ha constatado que en Cuba escasea ya la vocación para el magisterio, y lo cierto es que sin educación, tampoco hay cultura. "En otros tiempos, escribe Pogolotti, a pesar de la modestia material de su condición, el maestro gozaba del respeto reverente de la comunidad (...) Ahora, otras profesiones tienen más brillo, mientras el profesor se convierte, entre los jóvenes y los familiares, en el gran culpable de las indisciplinas y los fracasos académicos, víctima a veces de hostilidad irracional". Y es que, en Cuba, como en Occidente, se ha propagado la percepción consumista de que, menos se piensa (y menos cultura y educación se tiene), más posibilidades hay de comulgar en la nueva religión del Todo Azul, en este sentimiento bonito donde cualquier conflicto es inmediatamente rechazado y cualquier principio de realidad visto cual estorbo al Placer en la Gran Pompeya Universal.
Tampoco es positiva la actitud del que cree que la cultura en Cuba consiste en hacerse pasar por el portavoz de José Martí o el del "Che" Guevara en la Tierra, dando a entender entonces que, por este supuesto "ser", todo le es debido (al fin y al cabo, es el elegido de la Revolución).
Así como Fidel Castro tuvo la valentía de reconocer, hace algunos años, que la Revolución puede autodestruirse, Raúl Castro ha venido hablando en los últimos tiempos, muy frontalmente, de los problemas que hasta hace poco, en nombre de la "felicidad socialista", no podían ser tocados. No son problemas menores. Ni muy diferentes de varios de Occidente, con la diferencia de que en Cuba se plantean porque hay dificultades (mientras que en Occidente se ocultan, porque se prefiere nadar en algo así como un sentimiento oceánico colectivo, el Todo Azul).
La intelectual cubana Graziella Pogolotti (nacida en 1932) ha vuelto a plantear -en actitud muy constructiva- los problemas culturales de Cuba, que van desde el descuido del patrimonio y la desarticulación de la institución literaria hasta el abandono del libro y de la cultura comunitaria. Gran parte de estos problemas se debe a la propagación del ideal de consumo occidental, que se hace pasar por cultura. Es "el empleo de la cultura -dice Pogolotti- como instrumento apto para imponer un poder hegemónico mediante el uso de modelos de vidas, expectativas de futuro y de felicidad, así como generación de demandas de consumo". Así, "la manipulación de las conciencias, escribe Pogolotti, dirigida principalmente a jóvenes, consiste en convertir la realidad en espectáculo, diluir los valores de la alta cultura y de la cultura popular, estimular la aspiración a la uniformidad y socavar la sustancia de la Historia tanto como de la política a través de la exacerbación del individuo y del espíritu de competencia".
Este desastre, igualmente visible en el Este de Europa y los países de la desaparecida Unión Soviética (al grado de que prolifera la prostitución social), es especialmente grave entre jóvenes y entre mujeres, a quienes Occidente quiere comprar. ¿Cómo ocurre en Cuba? Según Pogolotti, "se construye una falsa imagen de Cuba en torno a la mulata sensual con las consecuencias morales y políticas derivadas que han llegado a comprometer el comportamiento de las autoridades del país con un supuesto comercio sexual".
Otro aspecto es el del uso de la religiosidad popular, también para fines de consumo: es la "mercantilización de la religiosidad cubana y de sus tradiciones folclóricas". ¿Qué es Cuba para el occidental? Irse a comprar mulatas y a dizque curarse con un santero.
El problema es que más de un cubano ha terminado por créerselo, así que "se produce una pacotilla que se constituye en modelo de gusto para los nacionales", y se proyecta hacia el exterior, como si fuera "muy cubano", espectáculo de ínfima calidad.
Las defensas son pocas. Pogolotti ha constatado que en Cuba escasea ya la vocación para el magisterio, y lo cierto es que sin educación, tampoco hay cultura. "En otros tiempos, escribe Pogolotti, a pesar de la modestia material de su condición, el maestro gozaba del respeto reverente de la comunidad (...) Ahora, otras profesiones tienen más brillo, mientras el profesor se convierte, entre los jóvenes y los familiares, en el gran culpable de las indisciplinas y los fracasos académicos, víctima a veces de hostilidad irracional". Y es que, en Cuba, como en Occidente, se ha propagado la percepción consumista de que, menos se piensa (y menos cultura y educación se tiene), más posibilidades hay de comulgar en la nueva religión del Todo Azul, en este sentimiento bonito donde cualquier conflicto es inmediatamente rechazado y cualquier principio de realidad visto cual estorbo al Placer en la Gran Pompeya Universal.
lunes, 10 de septiembre de 2012
EN EL BOSQUE DE LA CHINA
Al presidente ruso Vladimir Putin no le ha resultado su proyecto euroasiático. Una ínfima parte del comercio entre Europa y Asia pasa por Rusia: uno por ciento, casi nada. El 51 % del comercio exterior ruso se hace con Europa, mientras que 24 % corresponde a la región Asia Pacífico. Moscú quiere ahora reorientarse hacia el Pacífico, habida cuenta de la crisis en Europa Occidental y la inestabilidad del euro.
Putin aprovechó el reciente Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, APEC, para recomendar la creación de múltiples monedas de reserva. La idea sería limitar el impacto desestabilizador de los derivados financieros, y el jefe del Kremlin considera, por lo demás, que "la existencia de una moneda de reserva global única supondría para su emisor la tentación permanente de usarla en beneficio propio". No es la primera vez que Putin sugiere pensar en alternativas al dólar, y China ha sido llamada a tomar parte en este proyecto. Sin embargo, Beijing no responde.
Gran parte del problema está en el supuesto de que China tiene algún proyecto. No: China "navega", pero no ha articulado una idea similar al plan euroasiático que perfiló Moscú, y que Estados Unidos se ha encargado de sabotear de múltiples maneras. Una porción no desdeñable de la dirigencia china está en la disipación más completa, viviendo en lujos insolentes, en la inmoralidad y llevando la degradación hacia abajo, a una sociedad entre molesta e igualmente grosera. A muchos occidentales, indignados por el tren de vida de la oligarquía rusa y su mafia, no les incomoda la corrupción entre los dirigentes chinos, aunque no es un asunto menor. Hay indicios de que la dirigencia china es mucho más disipada que la rusa, donde hay con Putin límites a lo que los ricos pueden permitirse (lo que los ha llevado con frecuencia a la oposición). El hecho es que China coopera mucho más con Estados Unidos que con Rusia. Y China es, con mucho, un país más corrupto que Rusia.
Parte del escudo antimisiles asiático, que incluye radares de alerta temprana, se desplegará en Japón y Filipinas (además de Sudcorea). No es nada más cosa de congelar a China en lo militar. Serguei Ryabkov, viceministro ruso de Relaciones Exteriores, declaró muy recientemente que Rusia responderá al escudo antimisiles estadounidense en Asia, y que tiene ramificaciones hasta Alaska. No es que China no cuente: es que nadie podría asegurar que China "tiene un plan".
Putin aprovechó el reciente Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, APEC, para recomendar la creación de múltiples monedas de reserva. La idea sería limitar el impacto desestabilizador de los derivados financieros, y el jefe del Kremlin considera, por lo demás, que "la existencia de una moneda de reserva global única supondría para su emisor la tentación permanente de usarla en beneficio propio". No es la primera vez que Putin sugiere pensar en alternativas al dólar, y China ha sido llamada a tomar parte en este proyecto. Sin embargo, Beijing no responde.
Gran parte del problema está en el supuesto de que China tiene algún proyecto. No: China "navega", pero no ha articulado una idea similar al plan euroasiático que perfiló Moscú, y que Estados Unidos se ha encargado de sabotear de múltiples maneras. Una porción no desdeñable de la dirigencia china está en la disipación más completa, viviendo en lujos insolentes, en la inmoralidad y llevando la degradación hacia abajo, a una sociedad entre molesta e igualmente grosera. A muchos occidentales, indignados por el tren de vida de la oligarquía rusa y su mafia, no les incomoda la corrupción entre los dirigentes chinos, aunque no es un asunto menor. Hay indicios de que la dirigencia china es mucho más disipada que la rusa, donde hay con Putin límites a lo que los ricos pueden permitirse (lo que los ha llevado con frecuencia a la oposición). El hecho es que China coopera mucho más con Estados Unidos que con Rusia. Y China es, con mucho, un país más corrupto que Rusia.
Parte del escudo antimisiles asiático, que incluye radares de alerta temprana, se desplegará en Japón y Filipinas (además de Sudcorea). No es nada más cosa de congelar a China en lo militar. Serguei Ryabkov, viceministro ruso de Relaciones Exteriores, declaró muy recientemente que Rusia responderá al escudo antimisiles estadounidense en Asia, y que tiene ramificaciones hasta Alaska. No es que China no cuente: es que nadie podría asegurar que China "tiene un plan".
miércoles, 5 de septiembre de 2012
PURO PAPA GALLO
"Psitacismo" es un síndome que consiste en usar palabras sin conocer su significado. "Psitacismo" viene del griego "psittakós", que quiere decir papagayo. Es casi regla general que el oficio de papagayo sea recompensado con mucha celebridad ("psittakós psikotikós") en la prensa, la radio y la televisión occidentales.
Las damitas punk de Pussy Riot consideran que el juicio que se les hizo fue "de tipo estalinista". Sin embargo: nadie las mandó a un gulag, ni nadie las obligó a firmar confesiones fabricadas, ni se las acusó de agentes del imperialismo japonés o británico, ni se las torturó, ni se las fue a buscar de noche sin cateo, ni están en la Lubianka, ni las van a fusilar, ni ninguna autoridad ha firmado la orden de darles el equivalente de una muerte civil, ni se les cruzó Beria. Nadezhda Tolokonnikova, una de las tres integrantes del Pussy Riot, se considera heredera de los "disidentes" de los años '30 del siglo pasado, que fue el peor periodo del terror bajo Stalin, un declarado antipussy (de hecho, escribió un manual contra la pussyburguesía, y a favor del pussy proletario: "Consideraciones leninistas sobre el imperialismo pussylánime"). Es decir que, después de Zinoviev, Kamenev y Bujarin, sigue la damita Tolokonnikova, toda una política, autora de libros de marxismo, compañera más entrañable de Trotski, lo que sea; al menos que esos tres grandes condenados por el terror estalinista hayan sido los precursores del marxismo lila, rosa, malva o lo que se parezca. En Occidente, no ha faltado quien lamente que el actual presidente Vladimir Putin "reviva las prácticas del estalinismo" -lo mismo fue a decir un muy libertario punketo cubano. Por si fuera poco, Putin la emprendió contra Tom y Jerry y los Simpson, prohibiendo este tipo de programas entre los niños rusos. Ya es el colmo del estalinismo, un terror que, como todos sabemos, quiso atentar contra Bugs Bunny, el Tío Gamboín y Señorita Cometa. Hay que cercar a Rusia con un "cordón sanitario" -como en Europa del Este en los años '30- para que ese temible represor no termine atacando a Tom, Jerry y Bart -nuestro más importante sociólogo y próximo Emérito por su trayectoria de excelencia, trascendencia y pertinencia.
Un escudo antimisiles, por favor: tenemos que protegernos. ¿Qué quiere decir estalinismo? Sangre, sudor y lágrimas. ¿Socialismo? Que no hay papel higiénico en el súper ni pornografía. Oh no, por favor, queremos libertad.
¿Qué quiere decir "estalinismo"? Represión. Nada más. A Putin le sembraron el caso Litvinenko: cuando se supo la verdad, Occidente no la difundió, ni difundió lo que se sabe sobre el asesinato de Anna Politkovskaya. Litvinenko fue mandado a matar por el magnate Boris Berezovski, inmiscuido en el caso Politkovskaya. Con las Pussy Riot, tampoco hay peor represión que en Occidente: en Francia, por ejemplo, la "degradación de un bien cultural expuesto en un lugar de culto" resulta en siete años de prisión y una multa de 100 mil euros. Basta una mala caricatura contra el Islam y Mahoma en un periódico danés para un linchamiento colectivo. Los partidarios de las Pussy Riot deberían saber por cierto que quienes las defienden legalmente en Rusia son gente cercana a Berezovski, un mafioso. Con tal de seguirle sin fin y por "sistema" a la palabrería contra Rusia, da igual ponerse del lado del mafioso causante de hechos sangrientos en Chechenia, asesino de nuestro adorado agente Litvinenko (otra película al estilo "oh Nikita, you will never know") y probable causante de la muerte de Politkovskaya. Además de libertad para profanar lugares de culto, exigimos, en nombre del antiestalinismo, libertad de asociarnos con el matón, el oligarca mafioso o el cártel que mejor nos plazca. Queremos ver libres a Tom y a Jerry, y que los Simpson no sean víctimas del bolchevismo, los rojos, los sangrientos bárbaros descendientes de Genghis Khan, las hordas de las estepas, los hunos, Atila, el autoritarismo, las Grandes Purgas, la KGB, las crueles y muy bellas (es el colmo) agentes como "Nikita" (sic), el sexo estilo Lyssenko, el oso que nos acecha desde su madriguera, el temible invierno, las Katiushas, el cosaco que baila con un cuchillo entre los dientes al ritmo demoníaco del "kazachov", el muy solvente (sic y supersic) zar Vlady, etcétera, etcétera, etcétera. ¿En qué canal vamos a salir?
Una pausa y volvemos...Nos vamos a un mensaje de nuestros patrocinadores.
Y al terminar, nuestro siguiente programa: What's your perversion?
Te mostramos el estalinismo al desnudo. Como siempre lo quisiste ver. No te vayas.
Transmitiendo las 24 horas en vivo desde Cuculandia.
Las damitas punk de Pussy Riot consideran que el juicio que se les hizo fue "de tipo estalinista". Sin embargo: nadie las mandó a un gulag, ni nadie las obligó a firmar confesiones fabricadas, ni se las acusó de agentes del imperialismo japonés o británico, ni se las torturó, ni se las fue a buscar de noche sin cateo, ni están en la Lubianka, ni las van a fusilar, ni ninguna autoridad ha firmado la orden de darles el equivalente de una muerte civil, ni se les cruzó Beria. Nadezhda Tolokonnikova, una de las tres integrantes del Pussy Riot, se considera heredera de los "disidentes" de los años '30 del siglo pasado, que fue el peor periodo del terror bajo Stalin, un declarado antipussy (de hecho, escribió un manual contra la pussyburguesía, y a favor del pussy proletario: "Consideraciones leninistas sobre el imperialismo pussylánime"). Es decir que, después de Zinoviev, Kamenev y Bujarin, sigue la damita Tolokonnikova, toda una política, autora de libros de marxismo, compañera más entrañable de Trotski, lo que sea; al menos que esos tres grandes condenados por el terror estalinista hayan sido los precursores del marxismo lila, rosa, malva o lo que se parezca. En Occidente, no ha faltado quien lamente que el actual presidente Vladimir Putin "reviva las prácticas del estalinismo" -lo mismo fue a decir un muy libertario punketo cubano. Por si fuera poco, Putin la emprendió contra Tom y Jerry y los Simpson, prohibiendo este tipo de programas entre los niños rusos. Ya es el colmo del estalinismo, un terror que, como todos sabemos, quiso atentar contra Bugs Bunny, el Tío Gamboín y Señorita Cometa. Hay que cercar a Rusia con un "cordón sanitario" -como en Europa del Este en los años '30- para que ese temible represor no termine atacando a Tom, Jerry y Bart -nuestro más importante sociólogo y próximo Emérito por su trayectoria de excelencia, trascendencia y pertinencia.
Un escudo antimisiles, por favor: tenemos que protegernos. ¿Qué quiere decir estalinismo? Sangre, sudor y lágrimas. ¿Socialismo? Que no hay papel higiénico en el súper ni pornografía. Oh no, por favor, queremos libertad.
¿Qué quiere decir "estalinismo"? Represión. Nada más. A Putin le sembraron el caso Litvinenko: cuando se supo la verdad, Occidente no la difundió, ni difundió lo que se sabe sobre el asesinato de Anna Politkovskaya. Litvinenko fue mandado a matar por el magnate Boris Berezovski, inmiscuido en el caso Politkovskaya. Con las Pussy Riot, tampoco hay peor represión que en Occidente: en Francia, por ejemplo, la "degradación de un bien cultural expuesto en un lugar de culto" resulta en siete años de prisión y una multa de 100 mil euros. Basta una mala caricatura contra el Islam y Mahoma en un periódico danés para un linchamiento colectivo. Los partidarios de las Pussy Riot deberían saber por cierto que quienes las defienden legalmente en Rusia son gente cercana a Berezovski, un mafioso. Con tal de seguirle sin fin y por "sistema" a la palabrería contra Rusia, da igual ponerse del lado del mafioso causante de hechos sangrientos en Chechenia, asesino de nuestro adorado agente Litvinenko (otra película al estilo "oh Nikita, you will never know") y probable causante de la muerte de Politkovskaya. Además de libertad para profanar lugares de culto, exigimos, en nombre del antiestalinismo, libertad de asociarnos con el matón, el oligarca mafioso o el cártel que mejor nos plazca. Queremos ver libres a Tom y a Jerry, y que los Simpson no sean víctimas del bolchevismo, los rojos, los sangrientos bárbaros descendientes de Genghis Khan, las hordas de las estepas, los hunos, Atila, el autoritarismo, las Grandes Purgas, la KGB, las crueles y muy bellas (es el colmo) agentes como "Nikita" (sic), el sexo estilo Lyssenko, el oso que nos acecha desde su madriguera, el temible invierno, las Katiushas, el cosaco que baila con un cuchillo entre los dientes al ritmo demoníaco del "kazachov", el muy solvente (sic y supersic) zar Vlady, etcétera, etcétera, etcétera. ¿En qué canal vamos a salir?
Una pausa y volvemos...Nos vamos a un mensaje de nuestros patrocinadores.
Y al terminar, nuestro siguiente programa: What's your perversion?
Te mostramos el estalinismo al desnudo. Como siempre lo quisiste ver. No te vayas.
Transmitiendo las 24 horas en vivo desde Cuculandia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
FANÁTICAMENTE MODERADOS
En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...
-
(de introducción, Inés Ochoa en el Teatro Nacional de El Salvador) El presidente salvadoreño Nayib Bukele no ha dejado de ser polémico. ...
-
El hecho de que Andrés López Obrador, presidente mexicano saliente, haya sido un luchador social se plasmó en su idea de cambiar la socieda...
-
La comparación de uno que otro país de América Latina con Puerto Rico tiene como fin destacar lo siguiente: la pérdida casi completa de sob...