A reserva de lo que agregue la Inteligencia Artificial, la Web fácilmente se llena de falsedades que responden al hecho de que las noticias -y muchos de los comentarios a las mismas- están hechas por grandes intereses económicos. Muchos de éstos están hoy contra el presidente estadounidense Donald J. Trump, así que noticias y comentarios deben encontrar a la vez la manera de golpearlo y de hacer ganancia, que es lo que está en boga con el chantaje o la extorsión generalizados. Se trata de "extraerle" concesiones a Trump dándole a entender que el necesitado es él, sobre todo si supuestamente "va contra el mundo": así, por ejemplo, la mayoría en el Congreso estadounidense es exigua y depende de la posición de unos pocos (cerca de tres), por lo que se apuesta a que en algún momento se creen ya las condiciones de bloquear al mandatario. Se trata de explotación, es decir, de ganar sacando provecho de la necesidad real o supuesta de otro, para lo que de ser necesario se lo coloca en esta posición, como lo ha estado haciendo la UE (Unión Europea); y hecha la extorsión del "plus", sacarle lo máximo. La extorsión existe porque la coacción está en la necesidad del otro, para lo que hay que hacerle sentir a Trump que depende de los demás.
Más de un comentarista tiene la misma creencia de que todo es explotar y ganar. El señor Enrique de la Madrid, hoy ex priísta, se hace necesitar, obtiene una "firma" y pasa a buscar ganar algo de lo que escribe, después de descalificar cualquier objeción, denegada de entrada. Es muy sencillo: el proteccionismo es malo, y el libre comercio es bueno. De entrada, es una falsedad: no hay potencia que lo sea sin haber pasado por un fuerte proteccionismo, que se conoce desde el alemán Friedrich List ("protección de las industrias en la infancia") y llega hasta las demostraciones recientes del sudcoreano Ha-Joon Chang. La idea de De la Madrid es que, protegidas, las industrias dejan de innovar al no tener competencia. Si están protegidas, dice ¿para qué mejorar? Esta es la idea con la que comenzó papi en 1986 y siguió el seductor de la patria en 1994: el libre comercio obliga a ser competitivo...o perecer. Pero, previamente, las empresas pueden ser competitivas en el mercado nacional protegido, por distintos motivos. Ejemplos no faltan. Lo contrario es darwinismo: la "sobrevivencia del más apto", con frecuencia al margen de las condiciones de competencia. Normalmente, se compite en condiciones de un mínimo de igualdad o de equidad. Ahora bien, también se puede hacer lo que el seductor de la patria y su modernización "pasiva" y de fachada: ponerse a competir con uno 200 veces más fuerte que uno. Al menos el Plan México tiene la idea de reparar en parte los estragos, pese a una dirección contradictoria: el libre comercio, aunque benefició a una parte de la población, terminó de liquidar la autosuficiencia alimentaria y de hundir a la pequeña y mediana empresa, por lo que por lo menos desde el libre comercio el desempeño de la economía mexicana es pésimo y no se resuelve ninguno de los grandes problemas sociales nacionales. Todo el arte está en el "dualismo" que es de lo peor en la ciencia social, y que hace parecer no que las cosas están vinculadas, sino que hay un súper México que ha sabido competir -cuando con frecuencia ni siquiera es ya mexicano, como pasó con muchas empresas que tuvieron que asociarse con externas-, y otro México que "le tiene que echar más ganas" o sabrá Dios qué, como si no fuera justamente la competencia extranjera que le impidió desarrollarse. Pese a algunos progresos de la autodenominada "Cuarta Transformación", décadas de libre comercio, pese a la fachada descrita, no han hecho que México siga siendo un país de gente en su mayoría pobre (pese a la reducción 2018-2024), con poca clase media, una escasa pero insultante riqueza, marcadas desigualdades regionales, etcétera?¿Por qué las cosas no mejoraron en cuatro sexenios (1994-2018) y siguen siendo difíciles de resolver?¿O es que la respuesta está en el mismo De la Madrid y su competencia, en el sentido de que para que unos ganen otros deben perder? Es el problema cuando se es a la vez soberbio o arrogante e ignorante: simplemente los 200 veces más débiles se quedaron en el camino, por lo que se dice que los adalides del libre comercio sabían lo que hacían. Está "siendo dicho"" por el mismo De la Madrid.
Luego de atribuirle "sustitución de importaciones" a Trump, De la Madrid cree que está ante "el tonto más grande del mundo", "todo por defender un modelo de sustitución de importaciones que fracasó en América Latina". Más ignorancia: Estados Unidos no es América Latina. El "modelo" de industrialización por sustitución de importaciones fracasó por depender de las exportaciones (es decir, de mercados externos) para importar maquinaria, por falta de una adecuada inversión en investigación y desarrollo), de disciplinamiento educativo y, para más señas, porque como el mercado interno estaba protegido, entró cualquier cantidad de empresas transnacionales para aprovechar las circunstancias y contribuir a bloquear el desarrollo de las industrias nacionales. Es erróneo que el problema fuera que "todo era estatal" y que "lo nacional no sabía competir". Para quienes apuestan a fomentar "inversión extranjera para el mercado nacional", como en la automotriz, es el riesgo de repetir un error pasado salvo que cuando menos haya una eficaz transferencia de tecnología.
La tercera es que Estados Unidos "carece de mano de obra", entre otras cosas por "los ataques a la inmigración", "principal fuente de trabajadores". Entre legales e ilegales, los inmigrantes en Estados Unidos representan 13.5 % de la población. Hay en serio gente que cree que los estadounidenses están urgidos de beaners.
Lo más simpático es que "Kike" escribe contra el "autoengañarnos". Si no está engañando, y puede que sea el caso, está escribiendo con los estereotipos suficientes para "quedar bien" y subirse a la ola de la extorsión: los gringos están muy necesitados, no pueden sin nuestra mano de obra; tampoco debieran apostarle a "esos modelos", de seguro porque "nos necesitan"" dado que somos su principal socio comercial, por lo que mejor seguir compitiendo todos contra todos; y el proteccionismo no sirve, aunque al cabo de treinta años de libre comercio estemos medio refundidos (si no es que desde antes, dada la apertura de "papi" en 1986). Por cierto, seríamos una gran potencia si no se nos atravesara a cada rato un imprevisto externo, como los mexicas eran algo realmente colosal hasta que llegaron los españoles. Además, cuando no es éso, es "el mal gobierno". Bueno, entonces quienes antes eran gobierno ahora gritonean "muera el mal gobierno", dizque para lograr un cambio. Mejor ver lo que pueda haber de positivo o de negativo en el Plan México y de posible y alcanzable. O no se aprendió nada de nuestro Querido Líder, Enrique Peña Nieto, y una de sus memorables frases: "no me despierto cada mañana pensando cómo joder a México". Lo más grave de la "expertís" y la comentocracia es que tampoco: se despierta cada día pensando cómo lograr algo en beneficio propio, de ser necesario compitiendo. Parcialmente, el plan México contiene puntos positivos, pese a que puede entrar en contradicción con los proyectos de inversión extranjera y a reserva de saber si los polos de Bienestar tendrán una matriz nacional o foránea. Ya no es exactamente la horda detrás del nearshoring para bochorno incluso de la autodenominada "Cuarta Transformación". Por cierto, lo de que el periodismo debe ser "siempre crítico con el poder" no justifica la frecuente extorsión de los medios de comunicación masiva, "soldados del negocio" (mercenarios). Por cierto: ni a la presidentA, Claudia Sheinbaum, ni a la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, pese a las limitaciones de ambas, se les encontrará ni un "centavo partido por la mitad" mal habido. (da click en el botón de reproducción).