Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, a un medio de comunicación masiva dedicado a golpear le cayó un regalo: por casualidad o no, un piloto de la fuerza aérea universitaria, experto en grosería maliciosa y en que la cultura mexicana descanse en Paz, se encontró un supuesto plagio de la ministra Yasmín Esquivel, en ese momento candidata a la Suprema Corte. el asunto quedó mediáticamente atornillado: "la ministra que plagió". Así, el piloto y los medios de comunicación masiva ya tenían la sentencia antes del proceso, y así se puso a andar la universidad pública. Nadie iba a partir de ningún proceso, ni de ninguna presunción de inocencia, puesto que la sentencia mediática ya estaba y la condena servía ostensiblemente para fines políticos: relegar a una ministra afín a la autodenominada "Cuarta Transformación", y por lo demás casada con un empresario de los favoritos del presidente. El proceder torcido estaba en no esperar a una indagatoria seria y con tiempo, y dar la apariencia de interés académico cuando no le importan al aviador -parte de un grupo- ni al del medio de comunicación. Ahí estaba la malicia. Ante el giro que tomaron las cosas, Esquivel obtuvo una resolución para bloquear a la universidad pública. Una cosa es que se tomaran medidas antiplagio; otra, que se llevaran las cosas dando por hecho que Esquivel había plagiado y que su directora de tesis se dedicaba indebidamente a "hacer circular" los trabajos de los alumnos. El problema es que a dicha directora se le rescindió el contrato ANTES de que en la universidad se hubiera concluido el proceso de Esquivel. La malicia mediática era "eres culpable hasta prueba de lo contrario". Prueba que por lo demás apareció: a finales de 2023, Edgar Báez se declaró culpable de haber "tomado algunas partes" del trabajo de Esquivel, que por lo tanto no era culpable. Ni el piloto, ni el medio, ni la universidad se inmutaron ni consideraron prueba lo dicho por Báez. Dicho sea al pasar, lo narrado no exime a Esquivel de lo hecho en la universidad Anáhuac ni a la directora de andar paseando trabajos. El problema está en saber si es del orden de la Justicia o del orden de la suplantación de ésta por el poder mediático.
Pasado el tiempo, la directora demandó a un par de funcionarios por daño moral y ganó. El asunto no es nada más si la directora "paseaba trabajos" o no, sino si tal daño moral existió: es de suponerse que sí, por las medidas tomadas contra la persona antes de una investigación exhaustiva y porque, al menos en el caso de Esquivel, hubo una difamación ("no quema, pero tizna"). ¿Las autoridades universitarias no conocen las leyes? Es posible demostrar que, en todo caso, se sirven de ellas a modo y saben cuando menos de discrecionalidad y chicanadas. Por lo demás, en el caso de Esquivel, era necesaria una precaución adicional, estando en el asunto de la Corte alguien que es parte de la estructura universitaria, lo cual dejaba entrever conflicto de interés. Como ya se dijo, la malicia estuvo en disfrazar de académico un asunto de calumnia, bajo el supuesto de que la academia es un lugar "sagrado"" (que no siempre es). No queda claro si se persistió por ignorancia, por miedo o por mala fe: en todo caso, debió hacerse lo que hizo a su modo Esquivel, parar para que no hubiera quien quisiera sacar ventaja política del asunto. Los asuntos políticos son de la sociedad política, no de una universidad que debía resolver un problema de saber y no lo hizo, al menos no en el arranque de la indagación, cuando incluso los títulos de las tesis -de Esquivel y de Báez- sugerían que el segundo no sabía lo que hacía. Era necesario deslindar el problema del mediático y del político. Pero el asunto académico comenzó a ser parasitado por los medios y por la búsqueda de vantajas políticas, tratándose por lo demás de medios privados. En su grosería maliciosa, el piloto universitario no defendió la autonomía de la universidad. Por algún motivo, tal vez el que hace que descanse en Paz, el mentado miembro de la fuerza aérea universitaria sabe lo que es ganarse la impunidad a cambio de hacer favores, típico asunto de clientela que no es "demócrata liberal". El mismo aviador se justificó con una productividad académica propia no de la academia, sino de una fábrica de tornillos, para disfrazarse encima de "importante", cuando en la misma universidad lo que hace el de al lado no le importa a nadie.
Así salieron "indignados y preocupados" unos 300 académicos para volver a hacer lo mismo: disfrazarse de académicos para protestar por el dictado que obliga a la reparación del daño moral, si bien los dos funcionarios tienen cauces legales para protegerse. Los "indignados" hablaron de "asunto político" y de ""venganza personal". Los abajofirmantes, los que protestaron por el "asunto político" arropados de Niños Héroes de la academia, son muchos...gente ligada a un grupo claramente identificado que no entiende que la universidad no es de aquél, sino que repite de una u otra manera lo que critica. El mismo que sale a criticar un "asunto político" que no es, es el que dice que la universidad no es asunto de poder, sino de saber: pues que se rebata el punto, a saber, si hubo o no daño moral, y no que se pase a especular sobre Esquivel y la reforma judicial. Lo de "tomar las cosas a personal" fue lo que, ya se ha dicho que sabrá Dios por qué motivos, hicieron los que se ensañaron con Esquivel -y de refilón, la directora de tesis- sin investigación seria previa, ni mucho menos exhaustiva. Así, un grupo político -entiéndase una clientela- y algunos francamente errados actuaron políticamente para "indignarse y preocuparse" por un "asunto político" que no es, sin siquiera darse el trabajo de contestar sobre el punto judicial. Que el mundo se presente al revés y que no falten alienados -que atribuyen a los demás su propia conducta, la única que conocen o dan por válida, la clientelista- está de risa si no fuera porque algunos de los abajofirmantes dejan dudas sobre sus motivos para no percatarse de que es un asunto...político, es decir, de grupo o clientela, y con la aparente creencia de que, si acaso, uno se autoengaña, también puede tomarle el pelo a los demás, que seguramente no hurguen en más de una estafa en el listado de Niños Héroes de la academia. Hablan de "venganza política" porque es su criterio. (da click en el botón de reproducción).