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domingo, 26 de octubre de 2014

¿DILMA? ¿UN BRASIL CORRUPTO?

Cierto, es peor que nada para los pobres -muchos de ellos del nordeste- que aún esperan que les llegue más bienestar. Los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), de 2003 a la fecha, han sacado a entre 36 millones y 40 millones de personas de la pobreza, según las cifras, además de haber reducido el desempleo y llevado a la práctica programas sociales como "Bolsa Familia", "Mais-Médicos" (con una generosa ayuda cubana, por cierto) y "Minha Casa, Minha Vida". El nordeste brasileño concentra el 51 % de las familias favorecidas por "Bolsa Familia", subsidio mensual de unos 25 dólares por persona que reciben en total 14 millones de familias en pobreza estructural.
     Al mismo tiempo, lo que se ha dedicado a hacer Brasil es lo mismo que Luiz Inacio Lula da Silva en los Foros de Sao Paulo: prestidigitación, y no muy lejos de la deshonestidad. Como lo ha escrito Luciano Wexell Severo en el portal de Rebelión, el PT brasileño ya no ha llevado a cabo mayores acciones para la formación de conciencia política e ideológica y no hay demasiado contacto real con el pueblo. "(...) Se apostó- considera este analista- por (...) una esterilización que refleja la (...) 'flacidez ideológica' de la dirección del partido (...) Se trata de una 'izquierda' rara que no entiende ni asume el nacionalismo antiimperialista. Incluso por éso no tiene un Proyecto Nacional". ¿Brasil llevó la batuta latinoamericanista? No, ni con Lula. La tuvo Venezuela mientras vivió Hugo Chávez y ahora la tiene Cuba, como acostumbrado.Y tan no tiene proyecto nacional que un país con un buen grado de desarrollo industrial ha vuelto a ser ante todo primario-exportador, importador de lo que sea (chino y demás, y hasta de café tostado) y distribuidor de lo ajeno. ¿Mejora de los indicadores sociales? Anota Luciano Wexell Severo: "en realidad ocurre lo siguiente: se amplían las oportunidades de los brasileños más pobres vía acciones paliativas de transferencia de recursos oriundos de la permanente desnacionalización del país". El PT vende Brasil a todo lo que da y reparte unas migajas de la venta entre los pobres.
     Y, como es costumbre criolla, cobra comisión por vender, que las piedras caen desde arriba y no se ha visto nunca que lo hagan desde abajo: desde la malversación de fondos en Petrobras hasta financiamientos a partidos por parte de las mayores empresas brasileñas de la construcción, la corrupción prosigue. ¿Qué, Dilma copió en los exámenes? La respuesta deshonesta es: "puede ser, pero Aecio también estuvo copiando" (Aecio Neves, opositor socialdemócrata de Rousseff), Y es cierto, también en otras partes del espectro político hay corrupción (no la inventó el PT), pero es deshonesto por parte del PT excusarse así, salvo que se busque llegar a la conclusión de que, como "todos somos corruptos", no hay anormalidad ninguna.
      El ex presidente Fernando Henrique Cardoso acusó al PT de tratar a los brasileños de ignorantes. "Dilma" se enojó y replicó que no, que el pueblo brasileño "es experto, informado y con ideas propias". Si así fuera, no sería necesario irle a tomar el pelo como lo hizo Lula al darle el espaldarazo a Rousseff: el mañoso exsindicalista, en Pernambuco, declaró: "en el Nordeste ya hemos oído, leído y visto las ofensas que nos hacen...A veces nos agreden verbalmente como los nazis agredían en los tiempos de la II Guerra Mundial". Lula, el ignorante, viéndole la cara al nordestino ignorante: !Aecio es nazi! (¿El que no salte es nazi?). Pero en realidad el de las tretas sí es hábil, por ignorante que sea: "Ellos son intolerantes, dice de sus contrincantes. El otro día yo decía que son más intolerantes que Herodes, que ordenó matar a Jesucristo para evitar que se convirtiera en el hombre en que se convirtió" (sí, aunque Herodes finalmente quedó en segundo lugar en votos, pese al apoyo de la Dalai Lama del Amazonas). Y sigue el mañoso imparable: "Y ellos quieren acabar con el PT, con nuestra presidenta, humillarla, calificarla de irresponsable. Todo ésto sólo lo puede hacer un hijito de papá". !Un violador de sirvientas!, le faltó espetar. Demagogia pura, de mala muerte, de un tipo "flácido ideológico". En todo caso, Rousseff verá si saca adelante la reforma política anticorrupción prometida o pospone el asunto otra vez.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...