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lunes, 9 de julio de 2012

CHECHENIA: SE LES CHISPOTEO


No pasó mucho tiempo entre el desplome de la Unión Soviética, poco después de la invasión a Panamá, y el inicio de hostilidades en el mundo musulmán, incluido el de la Federación Rusa.
Cuando se armaron las hostilidades en Chechenia, a mediados de los años '90 del siglo pasado, abundaron explicaciones sobre el problema de las nacionalidades en la ex Unión Soviética. Es un problema que ha existido, por cierto que desde antes de Stalin, si se considera lo conflictivo que fue el Caúcaso en tiempos del imperio zarista. En todo caso, hubo funcionarios soviéticos que advirtieron de la presencia de grupos armados en las fronteras de la todavía Unión Soviética, antes de que desapareciera. Entre quienes lo advirtieron estuvo Vladimir Kriuchkov, de la inteligencia soviética, KGB.
En plena guerra de Chechenia, la izquierda latinoamericana y quienes explicaban las cosas desde España tomaron el camino más fácil: el conflicto se debía al "autoritarismo" y casi "terrorismo de Estado" ruso, y a una actitud "imperial" (guión favorito de la derecha francesa, por ejemplo), parecía que contra un deseo muy legítimo de autonomía o hasta independencia. ¿Qué tal un nuevo Tercer Mundo dentro de ese frío y burocrático imperio?
Gracias a un documental reciente, "Plan Cáucaso", hoy es posible tener otra información. La primera guerra de Chechenia involucró directamente a un agente turco, Merrij Berkan Yashar, con nacionalidad chechena, pero perteneciente al hoy gobernante partido turco Akparti (Partido Justicia y Desarrollo), y ligado al Departamento de Estado estadounidense. Mediante empresas fantasma se financió la guerra e incluso la toma de Grozni, capital chechena, a mediados de los '90. En estas finanzas turbias estaban metidos oligarcas rusos, como Boris Berezovski, y los terroristas chechenos -atacaron en repetidas ocasiones a población civil rusa desarmada- fueron "promovidos" y alentados por el asesor del Pentágono estadounidense, Richard Perle, y un cercano a la Central de Inteligencia Americana, CIA, Charles Waterman. Es decir que, mientras la izquierda se ponía a discutir sobre "el socialismo que queremos" y a despotricar contra Rusia, Moscú era objeto de una agresión imperial, pero desde el imperio estadounidense y sus mercenarios de turno, Turquía,
los oligarcas rusos y los terroristas chechenos. No parece que incomode a nadie, hasta hoy, que quien dice combatir el terrorismo lo fomente, como ocurrió en Kosovo desde bastante antes del desplome de Yugoslavia. Pos total, ya qué.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...