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jueves, 11 de junio de 2015

UNA GUERRA MUNDIAL PARA DESINTEGRAR A RUSIA

En lo que parecía ser un extravagante artículo, en septiembre pasado, el periodista ucraniano Dmitri Sinchenko se imaginó una tercera Guerra Mundial con un sorprendente resultado, muy positivo para Occidente: la desintegración de la Federación Rusa, que por lo demás Sinchenko explicó con mapas precisos. Esta "información" de Sinchenko fue divulgada por Radio Free Europe y Radio Liberty.
    El mapa coincide curiosamente con lo expresado en su momento por estrategas de Estados Unidos. Rusia podría perder toda una parte de la frontera con Finlandia (cabe recordar que el litigio ruso-finlandés nunca quedó saldado del todo, en particular en Karelia); perdería además el norte del Caúcaso (esta amputación ya fue probada con las guerras de Chechenia); la región de Kaliningrado (que pasaría a la órbita europea);  el sur de Rusia (hacia Rostov del Don y Krasnodar, tierra de cosacos); Siberia central y oriental y el Lejano Oriente, que crearían un Distrito aparte, con algunas regiones con fuerte influencia de Mongolia y China, y la isla de Sajalín, que podría ir a dar a manos japonesas (Japón ha mantenido por lo pronto sus reclamos sobre las islas Kuriles). Desde luego, no es tan descabellado: equivale a volver a una situación de pre-implosión como la que sufrió Rusia durante la guerra civil de 1919-1921, antes de la fundación de la Unión Soviética, cuando los bolcheviques eran acosados por todos lados y las potencias extranjeras encontraban en territorio ruso cuanta quinta columna querían. El resultado sería así el mismo que el que tanto ha anhelado el halcón estadounidense Zbigniew Brzezinski, el gran mentor del presidente Barack Obama: una Rusia reducida a "Moscovia", un pequeño territorio europeo hasta los Urales, y una "Federación"siberiana, atraída hacia la órbita de una China plenamente capitalista -motivo por el cual Estados Unidos no ha precipitado ningún enfrentamiento con Beijing.
    Mahdi Darius Nazemroaya, quien dió a conocer este aparente delirio de Sinchenko, concluyó (en los portales de Rebelión y Globalresearch): "el objetivo último de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es  dividir (balcanizar) y pacificar (finlandizar) e incluso establecer un clima de eterno desorden (somalización) en ese vasto territorio, o al menos en una porción de Rusia y el espacio postsoviético, tal como se viene haciendo en Oriente Medio y el norte de Africa.  (...) Hacer pedazos a la Unión Soviética no ha sido suficiente para Washington y la OTAN. El fin último de EE.UU.  es prevenir el surgimiento en Europa y en Eurasia de cualquier alternativa capaz de desafiar la integración euroatlántica. Por esta razón la destrucción de Rusia es uno de sus objetivos estratégicos".
    A juzgar por el movimiento de pinza de la OTAN , por los sucesos en Ucrania y en Oriente Medio y algunos otros elementos más (incluyendo la "paz" con China), los llamados "aliados" distan mucho de haber renunciado a sus planes. Por lo demás, quintas columnas, entre la población rusa, las hay, pese a la abrumadora aprobación que tiene el mandatario ruso, Vladimir Putin.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...