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martes, 4 de febrero de 2025

A LO BUITRE

 Dos procesos progresistas en Sudamérica han entrado en crisis: el de Ecuador y el de Bolivia, aunque por motivos diferentes.

     En Bolivia, Evo Morales no ha negado los cargos por los cuales lo busca la Justicia local. Cabe decir que el hecho de que Morales haya podido tener relaciones sexuales y un hijo con una menor, de 15 años, no debe sorprender demasiado en el mundo campesino, en el que este tipo de cosas ocurren. Morales evadió la Justicia y se encuentra refugiado en su feudo cocalero de El Chapare, sin que nadie en la izquierda hable de lawfare. El presidente boliviano, Luis Arce, aún no se ha postulado, pero Morales está arriesgando la unidad al pretender lanzarse por cuenta propia, sin salir del personalismo. Si acaso, dos cosas podrían evitar un grave descalabro por división en el MAS (Movimiento al Socialismo): una negociación entre "facciones" a favor de Andrónico Rodríguez, y el hecho de que la derecha, pese a tener una gran oportunidad enfrente, no logra salir de su mezquindad, también por personalismos -ya se adelantó el hombre de la CIA (Central de Inteligencia Americana), Jorge Tuto Quiroga-, mientras otros están ligados a la intentona golpista de 2019 contra Morales -Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa (aunque se hizo a un lado), además del millonario Samuel Doria Medina. No queda claro qué hay contra Arce, más allá de ciertos casos de corrupción: es entendible que el actual mandatario boliviano haya buscado acercarse a las clases medias, mal estudiadas, y que no son homogéneas. Resulta poco probable que el actual mal funcionamiento de la economía boliviana sea cosa de Arce, el artífice del buen desempeño anterior, ya que el presidente no tendría interés en sabotear sus propios logros. Ante la ausencia o el bajo perfil del ex vicepresidente Álvaro García Linera, el MAS da la impresión de estar dividiéndose sin "cabeza pensante" visible, y sin que se haya entendido que "lo indígena" no está exento de problemas, por si alguien cree que es lo principal de "Evo" y no su capacidad organizativa. Más allá de personalismos, no es sencillo saber qué está en juego como proyecto en la disputa entre Morales y Arce -que no es el equivalente de Lenín Moreno en el Ecuador, quien traicionó. Morales ya tiene el antecedente de haber manoseado la ley para presentarse en 2019 y su "mística" no sirve de gran cosa. El problema está en saber si la izquierda puede proseguir sin personalismos y sus respectivas clientelas, lo que no logra la derecha, salvo que se vaya a un estado de resquebrajamiento más o menos crónico, lo que se expresa por lo demás en la vaguedad de las plataformas y su empeño en no remitir a nada que no sea demagogia ("Primero la gente", "Bloque de Unidad", etcétera). Los lemas son cada vez más propios de la mercadotecnia y no de la política.

        Lo que ocurre en el Ecuador es lo de siempre: la dispersión del voto que perjudica a la Revolución Ciudadana (RC), que lanza a Luisa González, y beneficia a Daniel Noboa, en medio de un auténtico carnaval de siglas y 16 candidatos  ("Construye", "Amigo", "Creo", "Avanza", "Suma", etcétera), a reserva de ir a segunda vuelta, y a pesar de que González encabeza la que es en realidad la única fuerza nacional. Noboa no ha sabido gobernar y el Ecuador sigue en gran medida como Estado fallido, con violencia e inseguridad y precariedad económicas, y en parte con sectores -empujados por los medios de comunicación masiva -obtusos en su ánimo contra el ex presidente Rafael Correa, en un rencor reconcentrado y envidioso propio de no pocos ecuatorianos: irse al diablo llevándoselo todo consigo, no sin crueldad. 

      En los dos casos, el de Bolivia y el del Ecuador, Estados Unidos, antes de que asumiera Donald J. Trump, hizo labor de zapa, y no ha salido tan mal. En el Ecuador, parte de lo lamentable es la buena cantidad de grupúsculos de izquierda metidos a dividir el voto (Partido Socialista Ecuatoriano, Izquierda Democrática, Pachakutik), además de los habituales de la CIA (Sociedad Patriótica, Democracia Sí). Repiten la misma y algunos no se la saben, o es que ya es disco rayado. Oportunidades de tener Estado nación no las habrá a cada rato, o es que para más de uno "Estado" y "nación" no son más que "la patria del tongo", entiéndase del reparto, así sea de los restos.- (da click en el botón de reproducción).



YO NO ME LLAMO JAVIER

 No es muy fácil saber qué es el "pueblo", aunque en él resida la soberanía, al decir de diversas Cons tituciones, la estadounide...