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martes, 14 de enero de 2014

YO TE ASEGURO QUE YO NO FUI

El sistema en el que vivimos es inocente, y además, vela por todos los inocentes del mundo, que son bastantes.
    -el animal, por ejemplo: no tiene culpa de nada y debe ser defendido de cualquier forma de maltrato. La causa de los animales es la de la defensa del inocente e indefenso que suele ser agredido por el ser humano, un depredador. El animalito es sagrado: diga "no" a la cacería y a la cantante Lucerito, una bestia que caza animales (tampoco vaya a conciertos de Thalía, que es igual de bestial).
     -vamos, la naturaleza: dicen que se está vengando de todo lo que le hemos hecho, por éso hay cambio climático. La naturaleza es inocente y como tal, sagrada: si hay un tsunami, de seguro es porque algo hicimos los humanos, pecadores. Defendamos a la Pachamama. Es hora de que volvamos a la naturaleza, y que le demos derechos (en Ecuador, los tiene, aunque el proyecto del Yasuní no lo defendió mucha gente a nivel internacional). Amigo, no espere más: vaya y abrace a un árbol.
     -usted lo sabe, y si no lo sabe, lo intuye: sí, la mujer es inocente y, como la naturaleza, da la vida. Promueva la causa de las mujeres y empodérelas, que ellas son la Vida. Suelen dárselas de Inmaculadas y son, además de inocentes, sagradas -empezando por mi madre y por la madre de mis hijos.
     -los indios: mire, ellos ya estaban aquí cuando usted llegó, y seguirán aquí para cuando usted se vaya, porque ellos, a los que usted llama "salvajes", son habitantes eternos de la Tierra que nos muestran la comunión (como su madrecita y la madrecita de sus hijos lo hacen comulgar con su familia, como Dios manda): ellos, los aborígenes o pueblos originarios, son parte de la naturaleza y, es más, los hay que a usted no quieren contactarlo porque el hombre blanco los aniquila. Los indios, además de "naturales", son sagrados y, ya lo habrá notado, inocentes. Llevamos más de 500 años violándolos en su sagrada comunión con la floresta.
    -y claro, ya era hora: a partir de abril, los niños (desde luego: inocentes y sagrados) podrán poner denuncias en la Organización de Naciones Unidas (ante el Comité de Derechos del Niño), de manera individual o en grupo, de acuerdo con un nuevo protocolo del organismo internacional.
    Toda esta lista tiene en común lo señalado y algo más, la pureza. Si usted es blanco y trabajador, lo más seguro es que usted contamina. Además de trabajar, pague la reparación del daño en el origen: adopte un árbol ("mi madre y yo lo plantamos", etcétera...), un niño, un indio o una india (déle voz en algún testimonio, como a Rigoberta), un animal y, desde luego, adopte a su señora. Empodérelos a todos y, sobre todo, termine de entender que, además de no ser culpables por lo que hacemos nosotros, pecadores, ni los animales, ni los árboles, ni los niños, ni los indios ni su Santa Madre ni la Madre de sus Hijos son responsables de nada. Son la vida más pura, como el mercado y el sistema en que vivimos, inocente, guiado por una mano que nadie ve ni puede ver, y que funciona como la Divina Providencia. Hay para todos (los que no están en pecado). El paraíso en la Tierra, se puede.

NACIDOS DE ESTE LADO

 Parte de la libertad de los libertarios es despertar lo que cada uno es en su inalterable naturaleza: un aspirante a salvaje, un pandillero...