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miércoles, 25 de junio de 2014

EL "GRAN MEDIO ORIENTE" ESTADOUNIDENSE

Documentos desclasificados en Estados Unidos prueban que la "primavera árabe" fue en buena medida fabricada desde Washington, mediante generosas ayudas a organizaciones no gubernamentales, en el mismo estilo de las "revoluciones de colores" que permitieron conquistar para Occidente, de modo duradero, Serbia, Georgia, Ucrania y Kirguistán, en un arco que va desde los Balcanes hasta el Asia Central, pasando por el Caúcaso. Como dice con ironía el periodista Alexandre Latsa, parece que el presidente ruso, Vladimir Putin, tuvo el desatino de poner a su país justo en medio de una colección de bases militares estadounidenses -¿es que quiere la guerra, o qué?.
     El plan estadounidense fue el Middle East Partnership Iniciative (un informe del Departamento de Estado estadounidense), en el que Washington diseñó distintas estrategias para derrocar a los gobiernos del norte de Africa y otros. Este plan data ni más ni menos que del año 2002 y utilizó la cobertura de dizque "sociedades civiles" locales. Las embajadas de Estados Unidos en el mundo árabe se encargaron de gestionar el otorgamiento de fondos. Los primeros países-blanco en el documento fueron Yemen, Arabia Saudí, Egipto, Túnez y Bahrein. Un año más tarde, el Departamento de Estado estadounidense agregó Libia y Siria a la lista. En casi todos estos países, la misión estadounidense tuvo éxito, aunque el aliado de Washington en Egipto debía ser, en principio, la organización Hermanos Musulmanes. Desde el año 2011, Estados Unidos creó una "coordinación de transiciones" para el "Gran Medio Oriente", un viejo sueño estadounidense que no ha estado lejos de concretarse, y esta "coordinación" quedó a cargo de William B. Taylor, para más señas embajador de Estados Unidos en Ucrania durante la "revolución naranja". La presencia de Taylor confirma que hay vínculos entre lo que sucede en el Este europeo, en el arco de las "revoluciones de colores" y en el "Gran Medio Oriente", no muy lejos de donde, para volver a Latsa, un despistado Putin colocó a Rusia.
    La única pieza que falta por desestabilizar es Argelia. Por si se ofrece, se creó en este país la organización "Barakat" (!Ya basta!), una copia del Otpor serbio (Resistencia), en caso de que el gobierno argelino de Abdelaziz Buteflika -un hombre que en el pasado tuvo a raya a los islamistas- se equivoque o muestre fisuras.

A VER A QUÉ HORA

 En un libro reciente, el periodista J.J. Lemus, a partir de una investigación muy exhaustiva, ha demostrado hasta qué punto no existe la me...