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domingo, 1 de junio de 2014

CERO AMENAZAS RUSAS EN AMERICA LATINA

El 17 de mayo pasado, el canciller ruso, Serguei Lavrov, desmintió que Rusia tenga la intención de construir bases militares en América Latina. La especie se divulgó en medio de la crisis ucraniana y tal vez algunos creyeron que podríamos volver a tener nuestros "márgenes de maniobra", como se le llama a la extorsión del hijo que aprovecha el divorcio entre sus padres y busca un espacio para llevarse lo suyo sin mayor consideración por nadie. El asunto se remonta al maoísmo y su creencia de que la hierba sufre cuando dos elefantes -Washington y Moscú- hacen el amor, como sufre cuando pelean (en resumen: los hijos siempre sufren por tener padres y hay que resarcirse). Así que más de un analista latinoamericano se creyó que "Rusia está de vuelta" y se empezó a preparar para el tipo de "movimiento" que consiste en decirle a papá "me iré con mamá si no aflojas", y en repetirle lo mismo a mamá, solo que con papá como opción. "Margen de maniobra" es una palabra bastante elegante para lo que suele ser, sin más, "cálculo de conveniencia", especialidad del propietario criollo que no sabe de otra cosa de que "sacar ventaja" donde ve alguna vulnerabilidad -todo, sin muchos principios.
    Hace rato que América Latina abandonó toda idea de solidaridad y de principios en las relaciones internacionales. Así por ejemplo, nadie entre los que criticaron a las dos superpotencias por igual se acordó de defender a Yugoslavia, cuna del Movimiento de los No Alineados. Se hizo con éste lo que antes con la Unión Soviética: salir corriendo ante el caído, con alegato de "este muerto no lo cargo yo". Ninguno de los amigos de Libia -los hubo en América Latina- dijo algo cuando este país norafricano fue agredido. Es más fácil acercarse al presidente estadounidense Barack Obama -sea desde Montevideo, sea desde Brasilia- y, además, Washington está más cerca: vamos, como lo dicen algunos -eternos- funcionarios culturales cubanos, Estados Unidos es "nuestro" imperio. Sí, somos "sus" hijos de puta.
    El caso es obvio: ni Rusia ni China tienen ninguna vocación de dominación en las relaciones internacionales, a diferencia de Estados Unidos, por lo que tampoco se está discutiendo de "maniobras". China no tiene tampoco -ni piensa tener- ninguna presencia militar en América Latina. Si algún acercamiento hubiera con estos países (además del que practican con interés cubanos, unos cuantos nicaraguenses y algunos venezolanos), sería para fortalecer la cooperación, no para regodearse en la creencia de que no hay en el Hombre estado más natural que la guerra, y que nos corresponde nada más "voltear la tortilla" para ver "quién se las puede más".
     Los conversos, los ultras y los de extracción oligárquica en la izquierda de América Latina estuvieron muy cerca de volver a las "maniobras", como si no fuera suficiente con las que en la misma América Latina le costaron la vida a más de uno mientras otro se ganaba un puesto, en el nombre de una misma causa. Ni China ni Rusia vendrán a ninguna maniobra militar, ni parece que vaya a existir espacio para optar entre "imperialistas" y "social-imperialistas", o entre "capitalismo" y "capitalismo de Estado". !Esos de la vanguardia!... se quedaron en el pasado, el pasado de una ilusión.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...