Mi lista de blogs

viernes, 29 de junio de 2012

EGO. TE ABSOLVO.

A finales de febrero del año en curso, unos 100 escritores -incluyendo a ecuatorianos, españoles y mexicanos- firmaron un manifiesto "por la libertad de expresión en Ecuador", y llamando a "hablar, escribir, criticar", en defensa de tan preciado derecho. Esos escritores ni siquiera parecieran saber que la palabra "crítica" supone discernimiento. Hay quien considera que la tarea primordial de la izquierda es la crítica -no la construcción ni la propuesta, ni el análisis-, y que la institucionalización "mata a la izquierda". Es el espíritu del 68. Así que algunos no paran de criticar lo que sea, con tal de administrar y dosificar la notoriedad ante la autoridad.
Los escritores del Manifiesto consideraron un "abuso de poder" que el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, haya decidido demandar por difamación a los autores de un libro, "el Gran Hermano", y de un artículo en el periódico "El Universo". En el libro se acusa a Correa de saber de los negocios ilícitos de su hermano.
El 30 de septiembre de 2010, el presidente ecuatoriano se vió involucrado durante algunas horas  en una situación confusa con fuerzas policiales: Correa alegó que era una intentona golpista. El autor del artículo de "El Universo" afirmó que el presidente ecuatoriano es "el Dictador", lo que no es, porque nadie le ha dado esta investidura, ni se la ha tomado por cuenta propia. Donde el asunto de volvió más grave es en la parte del artículo que, sin pruebas (ni siquiera hipótesis), acusó a Correa de ordenar "fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles y gente inocente". El articulista concluyó: "los crímenes de lesa Humanidad no prescriben". En suma: Correa fue llamado "criminal", ni más ni menos. Además, un "criminal" que la emprendió contra "gente inocente", aunque ese día fallecieron en los hechos dos policías, dos militares (ninguno puede alegar ser "inocente") y un estudiante. Nótese bien: no hay pruebas de que Correa haya ordenado fuego contra el hospital, contra civiles y contra gente inocente. Lo que el editorialista de "El Universo" sugiere es que el malvado Dictador, es de suponer que ebrio de poder, ordenó: "ábranme fuego contra toda la gente inocente que encuentren por aquí". O: "fuego a los civiles, pero ya". Un loco, en suma.
Los escritores llamaron a "disentir activamente de toda forma de acoso y limitación a la libertad de expresión", aunque quien acosó al presidente Correa, acusándolo de criminal, fue el editorialista de "El Universo". No era desmesura llamar asesino al mandatario ecuatoriano: según el Manifiesto, la desmesura estuvo en el monto de la indemnización solicitada en la demanda de Correa. Tampoco hubo despropósito del periódico: el despropósito fue "jurídico", también por parte de Correa.
Ya invertidos los papeles, puede que no voluntariamente, los 100 famosos acusaron a Correa de pedir una indemnización de un monto muy alto para "obtener un rápido enriquecimiento personal". ¿Pruebas? Ninguna, así que se trató de una nueva difamación. El mandatario del Ecuador siempre dijo que ese monto estaría destinado al proyecto ambiental Yasuní-ITT.
Atacar a Correa -negándole voz, porque es "aburrido"- se ha vuelto corriente entre intelectuales "críticos" y contrarios al "autoritarismo". Hay quien se queja de que Correa insulta a los ecuatorianos: ¿pero acaso los llama criminales? Cada vez que hay pruebas, la crítica esconde la mano, aunque ya haya tirado la piedra.
El artículo 18, sección tercera de la Constitución ecuatoriana, señala como derecho de todo ecuatoriano: "buscar, recibir, intercambiar, producir y difundir información veraz, verificada, oportuna, contextualizada, plural, sin censura previa de los hechos, acontecimientos y procesos de interés general, y con responsabilidad ulterior". Simplemente, el editorialista de "El Universo" violó la Constitución, al igual que los autores de "El Gran hermano". Quienes procedieron así encontraron a unos 100 famosos listos para proceder como si el hecho de ser escritor diera derecho a fueros e impunidad, a nombre de una muy religiosa -por sacrosanta- libertad. !Religión y fueros!
Vaya. Que viva España.



Pues

¿EL MAL MAYOR, UN MAL MENOR?

 Ningún comportamiento humano está exento de errores, aunque el clientelismo frecuente en América Latina presenta dos problemas: el temor a ...