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miércoles, 28 de enero de 2015

EU-RUSIA: ¿PERO QUE TANTA PRISA CON LA TERCERA GUERRA MUNDIAL?

Algunos analistas latinoamericanos -como Borrón y Cuenta Nueva- o cercanos al vanguardismo latinoamericano -como Buenaventura de Todos los Santos- parecen haber descubierto que Estados Unidos se las trae con Rusia y que por lo mismo podría estallar una Tercera Guerra Mundial. Las razones serían geopolíticas, de belicismo y a veces económicas. No es seguro que este modo de ponerse al "ahí viene el lobo" permita desentrañar lo que está en juego. Y no es forzosamente locura ni afán de "dominio mundial" por poder y porque al mundo no lo rige otra cosa, según la sociología y dizque la Biblia.
      Lo que impera en Estados Unidos es economía y no política ni guerra: las dos segundas suelen subordinarse a la primera, aunque las cosas pueden cambiar. Ponerse a alertar sobre la Tercera Guerra Mundial sin análisis extenso sirve para que el "sentido común de la época" salga con una chinoiserie:
     -si el problema no tiene solución ("vamos a morir todos"), ¿para qué te preocupas?
     -si el problema tiene solución (no va a morir "nadie"), ¿para qué te preocupas?
El asunto de ponerse al Apocalipsis sirve con mucho a que la Gran Clase Media Universal siga calculando en los términos descritos, cuyo resultado -en términos de cálculo y cuentas- es éste: francamente, el problema me importa un carajo, sobre todo mientras no me afecte a MI. Estados Unidos no está calculando una guerra que lo afecte a USTED (si, !a usted!): no, calcula que el afectado sea el ruso, lo que, la verdad sea dicha, tiene sin el menor cuidado al grueso de la población occidental (NOSOTROS) e incluso de otras latitudes, si el costo de que Estados Unidos mantenga su "hegemonía" -y el clasemediero universal su indiferencia humana- lo paga otro (cualquier otro, aunque el "tiro al ruso" es fácil, reflejo largamente aprendido). Estados Unidos no está calculando ninguna Tercera Guerra Mundial, sino abaratar los costos de lo que considera su hegemonía. No es ninguna locura, desde el punto de vista económico, esa de devaluar al enemigo para adquirirlo barato.
     Mucho hay de superchería. En una locura que haría de la Cuarta Guerra Mundial una con "piedras y palos", como decía Einstein, no cabría lugar para el capitalismo: no habría a quien explotar ni mercados para hacer ganancias. Habría que deducir que Estados Unidos y el capitalismo están dispuestos a suicidarse como sistema con tal de eliminar a Rusia. Suena "lógico" por poder; pero no tiene pies ni cabeza desde el punto de vista económico.
     No se trata de profetizar ni paz ni guerra. Por lo pronto, no todo es asunto de poder y es probable que haya un cálculo en la agresión contra Rusia, un cálculo económico antes que la "voluntad de poder"o de dominar por dominar, o porque el capitalismo es el "Imperio del Mal" o reaganadas por el estilo. La chinoiserie sirve para seguir desentendiéndose del prójimo ("que se joda mi vecino mientras no me afecte a mi"). Y los locos saben, como ocurre en el manicomio que es el mundo actual, que una cosa es estar loco y otra muy distinta ser un pendejo, a lo que nadie está dispuesto.
      Si mañana un loco sale desnudo a la calle gritando "maten al ruso", "maten al ruso", la profesión de psicoanalista seguramente obligue a preguntarse por qué el chiflado dijo éso y no salió gritando "préstame a tu hermana", "préstame a tu hermana". Es lo mismo con la apertura con Cuba: lo que parece una "ocurrencia" del mandatario "progresista" estadounidense Barack Obama o alguna de sus "locuras históricas" antisistema es todo, menos una idiotez en la que esté ausente todo cálculo.
        !A ver si ya dejan de gritar!

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