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miércoles, 11 de marzo de 2015

¿EL INTELECTUAL TIENE QUE ESTAR EN LA CALLE?

Bueno, así lo consideran algunas "Mummies May Square". Parece muy lógico, frente a la embestida del enemigo en la calle. Si el enemigo está en la trinchera, el intelectual tiene que estarlo también. "No más cartas, no más comunicados, tenemos que ser nosotros en la calle". La cosa no es tan nueva: de hecho, no son pocos los intelectuales de izquierda que, por andar en la calle (la de La Amargura o cualquier otra), o en marcha con los creadores, o en todo lo que trascienda, no aguantan ni un minuto la tediosa búsqueda de una idea, la que sea. Bueno, si el imperio quiere acción y no tiene ideas, démosle acción y no nos perdamos en pendejadas de cubículo. He aquí a la izquierda con el odio al intelectual -al académico, ni se diga: nadie pasa a la Historia sentado frente a un escritorio, mirando marchitarse una planta y marchitarse al colega de al lado. Compañeros: recordemos, con Camilo Torres, que todo debate se acaba donde empieza el combate (que en el caso del venerable Camilo terminó por lo demás a la primera emboscada). No importa: aquí no se debate, se combate.
      Está claro, A Venezuela no la dejan en paz y en Argentina pareciera que a la presidenta Cristina Fernández quisieron sembrarle un caso. No es necesario perderse en cartas ni en comunicados. Hay que "hablar fuerte y claro". Otra cosa es decir: "Dilma Rousseff es acusada de corrupción por sectores de la derecha". !Y es acusada porque Brasil es parte del grupo BRICS, que incluye al mismo Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica! La izquierda puede hacer ideología, incluso en la calle, con las frecuentes faltas de lógica propias de la ideología. Destituir a "Dilma" seguramente no es el camino. Otra cosa es robar -y no poco, ni en solitario, como sucede en Petrobrás- y decir que no es robo, sino acción "contrahegemónica" y "de resistencia" !Ni quien lo dude!. Compañero: yo no estaba robando, yo estaba preparándome con mi familia para construirme una trinchera -de lujo, eso sí- ante los ataques del enemigo, que están redoblaos, olé. Y quien me reproche algo está contra Dilma, los BRICS y la Humanidad entera, punto. La izquierda también sabe servirse de las culpas ajenas para evadir responsabilidades propias Y cuando actúa así, la izquierda también sabe hacer ideología. Un "intelectual" en un cubículo puede ser más inofensivo que un compañero en acción manejando los fondos de una gran empresa estatal.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...