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miércoles, 1 de julio de 2015

LA INDUSTRIA DE LOS PAYASITOS MALVADOS: JRUSCHOV (3)

Antes de la llegada de Nikita Jruschov al gobierno, en la Unión Soviética estaba permitida y existía -en una escala no tan despreciable- la pequeña producción mercantil (el mercado en pequeña escala), desde el koljós (la pequeña granja agrícola) hasta el taller y la pequeña cooperativa artesanal en las ciudades. El Estado no estaba reñido con el mercado.
      Cuando Jruschov tomó el poder, confundió socialismo con Estadolatría -en franca megalomanía- y estatizó lo que encontraba a su paso, comenzando por la granja agrícola, para priorizar la gran unidad colectiva, el sovjós, y meterse a planificarlo todo, puesto que había que "alcanzar y sobrepasar" al capitalismo, al estadounidense en particular, produciendo gracias al plan "más de todo".-
    El resultado fue que el mercado sobrevivió, pero en la ilegalidad, por lo demás tolerada. Es a partir de finales de los años '50 y principios de los '60, en plena época de Jruschov, que comenzó a aparecer el robo de propiedades del Estado (en distintas escalas), la "ordeña", para mantener negocios privados que terminaron en algunos casos por involucrar a grandes clanes familiares. Para sobrevivir, los saqueadores estilaban el soborno de los dirigentes del partido, así que todos salían ganando, a cada quien según sus necesidades: el que robaba y el que dejaba robar, haciéndose de la vista gorda, al mismo tiempo que Jruschov eliminaba la ley que obligaba a denunciar a funcionarios inmiscuidos en la corrupción. Incluso estaba metido Frol Kozlov, primer ministro y secretario del Comité Central del partido oficial, un borrachín que, éso sí, hacía discursos espléndidos sobre todo lo que el socialismo había conseguido "alcanzar y sobrepasar". La Unión Soviética terminó en "Estado de Bienestar" en el cual, con ingenio, se podía "ordeñar la vaca" robando y  sobornando, con la participación de los de abajo y los de arriba.
     Así se instaló lo que según Alexander Gurov, ex oficial soviético de policía, llamó la "norma moral del saqueo", de tal forma que a la vuelta de los años ya era posible hablar de los "nuevos ricos de Brezhnev". Ese fue en gran medida el "Estado de Bienestar" soviético que todavía hoy llega a ser idealizado, aunque con Brezhnev las tendencias desatadas por Jruschov prosiguieron, llegando a involucrar a millones de personas en la "economía sumergida". Todo ésto lo conocieron muchos de quienes viven hoy en Rusia y que nacieron en la inmediata posguerra. En ningún texto marxista o leninista dice que el socialismo deba ser "el Estado", menos si éste es una tierra de nadie a ser asaltada tumultuariamente, pero vaya que el payasito tenía su ingenio para "alcanzar y sobrepasar".

FANÁTICAMENTE MODERADOS

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