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jueves, 2 de julio de 2015

LA INDUSTRIA (CONSAGRADA) DE LOS PAYASITOS MALVADOS (y 4)

"Payasos malvados", los ha llamado recientemente Roman Nosikov en el portal ruso Odnako. Malvados porque lo suyo fue una "acumulación primitiva" que entre 1985 y el año 2000 -según Nosikov- consistió en saquear la Unión Soviética y luego Rusia de manera despiadada, con crueldad.
    La payasada seguramente está en la exhibición de la autosatisfacción por lo "conquistado" y en la ostentación en los medios de comunicación masiva. Pudo parecer sorprendente, pero fue a fin de cuentas la culminación de las tendencias que Nikita Jruschov puso en marcha. Hay que ver a Jruschov en documentales de la época, enojado por no poder visitar Disneylandia, por ejemplo: el entonces líder soviético es un histrión que, entre broma y broma, golpea con maldad. Es el ejemplo acabado de la patanería, la grosería y la permisividad del revolucionario encumbrado sin mérito, el fanfarrón. Es el mismo que previamente, en un alud de mentiras, antes de enterrar al capitalismo enterró en 1956 el pasado soviético.
     Es la actitud predominante, un estilo revolucionario y de hijo de apparatchik.  "La situación con la cultura patriótica en Rusia es paradójica -escribe Nosikov. No hay otro país donde el desprecio por la patria se considere el requisito de la gente decente". Pero era igual en Jruschov: iba a "alcanzar, sobrepasar y sepultar" -ser el primero en todo- después de haber colocado una lápida sobre décadas de logros, dificultades y sufrimientos.
     Por lo demás, como lo muestra Nosikov, parte de la crueldad está en exhibir sistemáticamente la "cultura" del inframundo, la delincuencia, el bandidaje, héroes de los medios de comunicación y sus series televisivas (y ciertamente fueron los "héroes" de la economía sumergida que desde Jruschov comenzó a crear "otra clase" en la Unión Soviética). El antipatriotismo es indispensable -dice Nosikov- para suprimir la voluntad del otro, el saqueado, alguien que debe saber que es un cero a la izquierda, una "catástrofe antropológica",
     Ahí están, finalmente, todos los beneficiarios del saqueo del Estado de Bienestar con la sonrisa de mercado ante las cámaras (o las redacciones) y el veneno imparable contra el mismo Estado de Bienestar del que se beneficiaron, mientras algunos otros -creyentes- perdían. Después de todo, Jruschov odió el sistema en el que ascendió con exceso de celo -hasta en la época de terror- y de adulación para algunos "jocosa".

A VER A QUÉ HORA

 En un libro reciente, el periodista J.J. Lemus, a partir de una investigación muy exhaustiva, ha demostrado hasta qué punto no existe la me...