Mi lista de blogs

viernes, 11 de agosto de 2017

TE PRESENTO A MI AMANTE

William Randolph Hearst fue un magnate del periodismo estadounidense que para 1935 era uno de los hombres más ricos del mundo. Hearst se dedicaba en particular al "periodismo amarillo", la prensa sensacionalista, y llegó a tener cerca de 40 millones de lectores en Estados Unidos y millones más en el mundo. Hearst tenía agencias de prensa, revistas como la femenina Cosmopolitan y hacía películas, además de ser poseedor de cadenas radiales.
       En 1934, de viaje por Alemania (ya hitleriana, y que gozaba por cierto de las simpatías del Readers Digest, conocido en español como Selecciones), Hearst se entrevistó con Hitler, ni más ni menos que interesado en "mejorar su imagen" en Estados Unidos. Se hizo un acuerdo para tal efecto, firmado por el ministro nazi de Propaganda, Joseph Goebbels, así que Hearst, a cambio de dinero, modificó por completo la política editorial de sus diecinueve periódicos. Los corresponsales de Hearst en la Alemania hitleriana recibieron la instrucción de retratar al nazismo de la mejor manera posible, so pena de ser transferidos u obligados a renunciar. Hearst también recibió préstamos de la Italia fascista de Benito Mussolini. En los periódicos del magnate estadounidense llegaron a aparecer artículos de Hermann Goering, segundo militar en importancia después de Hitler en la Alemania nazi.
      La principal ayuda de la prensa de Hearst consistió en hacer un retrato de terror de la Unión Soviética, por contraste con la imagen amistosa de Alemania. El Chicago American, por ejemplo, tituló el 18 de febrero de 1935: "Seis millones de muertos por el hambre en la Unión Soviética". El "material" venía de la Gestapo, la policía secreta del Estado nazi. Es la misma cifra que manejó Robert Conquest, un historiador que fue destapado el 27 de enero de 1978 como agente del Departamento de Desinformación -IRD de la policía secreta británica. En los '80, Conquest le subió a 14 millones el número de muertos por la hambruna en la Unión Soviética, Ucrania incluida.
      Hearst, quien por lo demás tuvo su papel durante la persecución macartista (anticomunista) en Estados Unidos después de la segunda Guerra Mundial, explicaba que el fascismo no era de temer, "porque sólo llega cuando un país es amenazado por el comunismo".

A VER A QUÉ HORA

 En un libro reciente, el periodista J.J. Lemus, a partir de una investigación muy exhaustiva, ha demostrado hasta qué punto no existe la me...