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domingo, 31 de agosto de 2025

ENRIQUE SERNA: CAPERUCITA EN LA ZONA ROJA

 Es probable que el señor Enrique Serna se haya encumbrado no desde la nada, como le ocurre a más de uno, sino por haber sido (no queda claro si sigue siéndolo) un muy buen escritor. Es igualmente probable que sea por esta calidad que Serna llegó a llevarse uno que otro premio. Andando el tiempo, sin embargo, se convirtió en otra cosa. Aunque reconoce que el mundillo literario en México es sumamente falso -sin darse cuenta de que no es el único mundo, ni el único en ser falso-, ahora el señor está desencantado: considera que con el tiempo hay que colocarse  una mordaza o que, de estarse en “la neta corrosiva”, se corre el riesgo de terminar en el panteón, el ostracismo o el manicomio. El tercero es poco probable, porque el loco no sabe que está loco. Al panteón va todo el mundo, y al ostracismo bastantes que prefieren la vocación a la salvaguarda de una reputación que puede ser, por lo demás, algo efímero. Si el panteón o el manicomio son un punto final, el problema del temido ostracismo es que no lo es, y puede implicar sufrir el coloquialmente conocido en México como "ninguneo".

     Lo del manicure de Serna es lo típico de la interpretación ambigua de la frase de Goya: “el sueño de la razón produce monstruos”. ¿Es el hecho de andar soñando con la razón, por lo que mejor renunciar a ella? ¿O es el sueño como el de una razón dormida? Serna constata que hay un mundo en el que la franqueza parece majadería. Al fin y al cabo, decir la verdad sería cosa de juventud, aunque no es tan seguro. Equivaldría a ingenuidad. Simplemente, amordazándose, o creyendo hacerlo, Serna sigue la pendiente de lo que parece llegar a criticar: el escritor, al mismo tiempo que “le entra”, por lo mismo es capaz de adular, golpear (¿cuál mordaza?) y de servir de mercenario a cambio de un pequeño espacio de adorno de letras, con frecuencia para ignorar muchas de las nacionales y dárselas "de mundo". No es el único caso. Serna ha dejado el mérito de lado. Cree que “su” mundo es “el” mundo. Y como no le espera ningún manicomio, ni el panteón, que se sepa, hace lo necesario para librarse del ostracismo:: “no hay de otra”. La “filosofía “ del antiguo régimen, y la justificación de la cooptación. Un muy buen escritor, de los mejores del México reciente (si no el mejor, en términos de oficio), se explica a sí mismo -mostrándolo en strip tease- la manera en que, antes que el ostracismo, prefirió que le “lleguen al precio” y trocar su oficio por el de mercenario ocasional de la pluma. No le incumbe más que a él, porque “su” mundo no es “el” mundo, ni SU deshonestidad es la “del mexicano”, como no es de todos creer que “todo se arregla” poniéndose al cosmopolitismo y contra “este pobre Mexiquito". Por algo se es un “mundillo". Y México no es "el mundillo" de unos pocos, por más que traten de monopolizar. En su casa. 

No es el conejito Duracell. No es “el y sus circunstancias “. Está extraviado en la circunstancia y es, desde ahora, circunstancial, como mucho de los medios. Si pudo haber consistencia, se acabó. Pero es probable que no de ahora. ¿O en el pasado Serna retrató una época, la de una parte de las clases medias a medio camino entre pretensiones oligárquicas y atracción por el lumpen? ¿Se puede agarrar a golpes al que no comulga con este decadentismo que se cree "el" mundo?

     La “neta corrosiva” era la de Serna, y era fácilmente encontrable en sus textos. Hay poco que hacer en el panteón, y es asunto que ni se plantea, porque el Hombre sólo se plantea los problemas que puede resolver. Tampoco el manicomio: no pasaría de no saber que se está en la pura ficción, pero no es el caso de Serna, que se acerca de la justificación de algo muy real . La “confesión “ del “no hay de otra” acerca a Serna, con apariencia de franqueza, pero sin el menor entendimiento de la hombría, al paso de lo barroco a lo cínico, luego de lo cual arriesga lo grotesco. Porque la verdad de los más añejos textos de Serna tal vez no sea la verdad del propio Serna. Solo se puede decir lo que El Wason: el que estés roto no te da derecho a romper.   

     ¿Nostalgia de la verdad? No es seguro. Más bien parece sin mayor disimulo que le llegó al escritor lo que cree que es signo de madurez: tener “con toda sinceridad” su propia escuelita de corrupción. Porque no le pasará lo que a Osmaní García, por la solemnidad de “ser alguien”, suficiente para no decir abiertamente: “ya me agarró la putería”. Sería para malcriaos, y la capital es de cortesanos en sus mundillos, pero que además, se toman en serio su “personaje”, el que es creado por adulación, endiosamiento, juego de vanidades y tráfico de favores, influencias e indulgencias. No es tan complicado, pese a una supuesta “nostalgia de juventud” y una "verdad" que en realidad siempre se busca, y no "está": es Enrique Serna que ahora se cree Enrique Serna. Para manicomio, el que sin serlo se cree rey o, como alguna vez escribiera el mismo Serna, no el que nada más “soñaba que era rey”. Y para parecer cuerdo, sin estarlo del todo, el que, siendo el rey, se cree el rey. Lo que es no la madurez, sino la consagración: de repente aparecen las “maneras” de "consagrado". “Nostalgia de la verdad” es, vaya, una manera de decir. Para aparentar ser verdadero, siendo verosímil, típico del servicio que presta el libertario. La misma manera de decir de los supuestos desencantados de la izquierda. Lo que no termina de decir Serna es que "la hora de las complacencias" suele terminar en cosas más fuertes que "netas corrosivas", en lo que el consagrado empieza a resbalar o, de plano, a los deslices. (da click en el botón de reproducción).



jueves, 28 de agosto de 2025

POBRE LEÑA DE PIRUL

 Reconocida por los medios de comunicación masiva, muy a pesar suyo, ya que buscan el escándalo para "causar impresión" y "vender" por sensacionalismo, la Ciudad de México (CDMX) ha seguido en la ruta de la mejora en la seguridad. Lo que dice alguna gente del presidente estadounidense, Donald J. Trump, como Stephen Miller (jefe adjunto del gabinete de la Casa Blanca), sobre la capital mexicana "tomada por cárteles" apenas cabe en la cabeza, ciertamente grande, del golpeador Héctor de Mauleón. En 2024, la tasa de homicidios dolosos por habitante en la CDMX se ubicó en 10 por cada 100 mil habitantes. En Chicago es de  21.3, y en Baltimore, de 35.4. Los delitos de alto impacto en 2025 en la CDMX siguen a la baja. Hay reducciones muy importantes en robos a taxistas, en robos en el Metrobús y en general en lesiones por arma de fuego. Miller anda mal -preparando presión del ala dura Republicana- cuando compara a la CDMX con algo "más peligroso que Chicago, Baltimore, Bagdad o Etiopía". Los resultados en la CDMX en decomiso de drogas muestran que se actúa en este terreno. Además de las cámaras con el programa "Visión 360", la nueva jefatura de gobierno ha buscado implementar más mejoras en los salarios de la policía y en un hospital específico para la policía misma, todo para lo cual se han obtenido recursos. Salvo al final de la jefatura de Miguel Ángel Mancera, la tendencia a la mejora de la CDMX en varios aspectos es notoria: ya no es ciudad de inmigración, lo es cada vez menos de oriundos de otros lugares del país y cada vez más de "capitalinos netos" que pueden querer a su ciudad, la suya, y no andar con ademanes de nostalgia campirana. No todo es negativo en las nuevas generaciones ni en el hecho de crecer en ambientes marcadamente urbanos, ya que la contraparte, parcialmente capitalista, es en algunos aspectos positiva, aunque se crean "citadinos" los de clases medias movedizas y en "bajada", como las de la alcaldía Benito Juárez, víctimas de sus propios prejuicios: como decía el escritor Martín Luis Guzmán, se quejan de lo que contribuyen a crear. Para más señas, se ubican dos bolsones de inseguridad: nada nuevo, el "barrio bravo" de Tepito, y el lindero sur de la CDMX con Morelos (en particular en la alcaldía Tlalpan).

        Luego del terremoto de 1985 y de la contaminación de entonces, empezó entre más de un universitario algo que, a diferencia de ahora, no era plenamente citadino, más allá de quienes salieron corriendo a Guadalajara, como algunos lo hacen ahora a Mérida. En efecto, a más de un universitario le dió por compartir tiempo con el estado vecino de Morelos, sin tener información de que judiciales despedidos seguían la misma ruta, y al rato Cuernavaca se volvió difícil. Hace rato que la otra moda era Tepoztlán, y se fueron agregando algunos lugares más, de Temixco a Cocoyoc. Con tan buenos resultados que en una de esas, en la grave descomposición de Morelos, fue asesinado el hijo de Javier Sicilia. Otros universitarios más escogieron cambiar departamentos modestos por casonas en los cerros de la CDMX, desde los '80, cuando era todavía Distrito Federal, yéndose a las cercanías del Ajusco, San Pedro Mártir, Olivar de los Padres y otras "alturas" rodeadas de pobres. Eran vistos como parte de la "buena servidumbre" que no toca al patrón de la hacienda o a la coronela de turno. Estas generaciones, todavía muy clientelistas, con espíritu de "grupo" y no de individualidad, agarraron Morelos y los cerros poniente y poniente-sur del Distrito Federal (de Alvaro Obregón a Tlalpan), desertando de las ciertas dificultades capitalinas, para facilitarse la compra de indulgencias y contubernios con intercambios de invitaciones a un lugar semi-citadino, semi-campestre, como si la antigua hacienda y sus costumbres fueran a prolongarse toda una eternidad, y como si tuvieran que hacer el ademán de darse "baños de pueblo", mientras iba cayendo en desuso Coyoacán, pese al espectáculo "tú sé mi Frida, yo seré tu Diego" para estadounidenses. Había que salir de la inseguridad capitalina, pero dándoselas de oligarca y haciéndolo valer en las relaciones de la universidad pública, que se anudaban no en el trabajo, sino "en casa de", como en los '70 en "el asado de". Fue movilidad social ascendente para algunos: no vieron otras tendencias y siguieron jugándole, pese a ciertos desmanes libertarios coyoacanenses o en la Roma (queremos tanto a nuestra criada...) o la Condesa. En pleno lance neoporfirista, estos universitarios se las arreglaron para mandar, con pocas excepciones, a sus hijos al exterior, de ser posible para que se quedaran allá y no volvieran; es más, también como signo de estatus, pra irlos a visitar. Neoporfiristas, en parte, por sus hábitos oligárquicos y por su apariencia open minded. Seguramente estaban huyendo de "este pobre Mexiquito". No alcanzaron a ver nuevas tendencias capitalinas, más allá del ademán libertario y de los desmanes californianos-sinaloenses de una parte de las clases medias decadentes. Todos habrían de coincidir a la larga en despotricar contra una ciudad que desde 1997 viró a la izquierda.

       Desde luego, el capitalino o "chilango" promedio sigue siendo un aprovechado y el tipo de persona que puede aprovecharse de la necesidad de alguien para hacerlo pasar señorialmente por las horcas caudinas de la "real gana", "según sea mi voluntad", porque "a mi nadie me...". Al mismo tiempo, estos no son hábitos de ciudad, y la CDMX ha ido tomando ya no fisionomía de prolongación de rancho, sino de urbe propiamente dicha, pese a un abandono proverbial del civismo. No se trata de alardear de obligar a "Cindy la regia" a comportarse en realidad como sinaloense y decir con soltura la palabra "verga". Se trata de que muchas pequeñas cosas enseñan desde principios de los 2000 a vivir la ciudad de otro modo: por disminución paulatina del tamaño de las familias, el tipo de uso del transporte y del espacio público (salvo en los colonias invadidos de perros y animales humanos), el cese de tanto ritual (se va al centro comercial y no a misa), el uso de los servicios y el fin del mariachi y la ranchera, pero también las limitaciones de hecho de quienes no tuvieron tantos privilegios como los de algunas clases medias en decadencia, pero aún creyéndose de "casa poblada", o en ascenso, como más de un universitario que sin duda no ve con buenos ojos nada que sea "austeridad", ni "republicana", porque en lo segundo hay más igualdad. Lástima por trepadores y nostálgicos de la trepadera entre los '80 y los '90 o en la segunda posguerra: incluso pese a ciertas pretensiones arquitectónicas, la CDMX, a fuerza de fisionomía cada vez menos rural y cada vez más citadina, abre la posibilidad de otro tipo de relaciones: las propias, ni cosmopolitas, ni provincianas, salvo en la atroz combinación de ambas cosas en los medios de comunicación masiva que toman sus ficciones por realidades, aprovechando los restos mitómanos de lo que fué. Al ritmo en que va el neoporfirismo de oposición, el cosmopolita-provinciano y oligárquico-libertario, el "Turiluchas", creyendo que el problema es con la vecindad de Gerardo Fernández Noroña, podrá llevar al turista a ver las últimas patadas voladoras de "Alito" Moreno y un PRI (Partido Revolucionario Institucional) en "caída libre" -por lo que parece creer en "luchas". De pena ajena, pretendiendo que es del PT -Partido del Trabajo, por más que la casa de Tepoz de Fernández Noroña sea de pretensiones poco imaginativas (da click en el botón de reproducción). 


                                                                                                                                                     

martes, 26 de agosto de 2025

COMO EN BOTICA

 Una de las cosas más difíciles de admitir entre universitarios actuales, más si de izquierda, es que el mundo indígena es, como el "pueblo", heterogéneo, para bien y para mal. Los pueblos originarios siguen siendo un porcentaje importante de la población sobre todo en Guatemala; es menos en Bolivia (menos del 40 %) y ni se diga en el Ecuador, donde desde hace rato existe por lo demás una "burguesía indígena" (o empresariado, si se prefiere este nombre) en el norte (provincia de Imbabura), alrededor de la relativamente próspera ciudad de Otavalo, cuyas artesanías se venden internacionalmente. Hace rato también que en el norte del Ecuador existen indígenas "letrados", como los de la familia Lema, aunque no es necesario "sacarse de la manga" una supuesta historia "milenaria", porque no existe.

       Hoy en Guatemala se ha formado también una "burguesía indígena", sobre todo en Quetzaltenango. Como en el Ecuador, donde hay cierta tradición de asociación indígena con intereses extranjeros, la hay en Guatemala en Totonicapán, con la USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional). Los pueblos originarios mayas de Guatemala se hicieron conocer en parte gracias a Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz (1992). Dado el año de este Premio, lo de los "500 años de resistencia" es erróneo: sí hubo pueblos originarios que resistieron, a veces por siglos, ciertamente, pero otros colaboraron con la invasión española, desde el actual México y la actual Guatemala hasta la actual Colombia, el actual Ecuador y el actual Perú. En la actual Guatemala, por ejemplo, fue ambigua la actitud de los cakchiqueles, como en el actual Ecuador la de los cañaris. Hay sí, resistencias aguerridas conocidas, como la de los yaquis (en el actual México) o los mapuches (actual Chile). Hay también pueblos originarios que fueron completamente o casi exterminados (lacandones) y civilizaciones que se derrumbaron (azteca e inca).

      El hecho es que Menchú terminó causando revuelo porque se demostró, en la llamada polémica "Menchú/Stoll", que la indígena se había inventado gran parte de su historia ante Elizabeth Burgos Debray, en Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia. El guatemalteco Mario Roberto Morales fue de los pocos que habló del asunto, que es más bien tabú, pese a que Burgos reconoció el trabajo de David Stoll. Menchú sí que supo de "narrativa" y "personaje", no de narración y personalidad, a diferencia de la olvidada boliviana Domitila Chungara, mucho más valiosa. Medio mundo se sirvió de Menchú, en un momento muy distinto al de Chungara. Apenas se toma distancia de Menchú, sobre la base del trabajo de Stoll, empieza la "censura no dicha" en el mdio universitario, que se sirve del "personaje" no tanto por interés por los pueblos originarios, sino para el fund raising, la "recolección de fondos" internacionales, por arriba, así haya que mitificar, como se hace con el "pueblo". Que Menchú mienta no importa: es "valor que se autovaloriza", sin importar la utilidad social (y no puede haberla mucha si se miente). En el origen, es en parte un problema de Cuba y del guatemalteco EGP (Ejército Guerrillero de los Pobres), que utilizaron a Rigoberta Menchú y justificaron cualquier cosa por "la causa". Sucedió en los '80, cuando Estados Unidos decidió volver por sus fueros en América Latina en nombre de "la diversidad": entonces te "acuerdas" de que eres primero indígena y después, si acaso, ser humano, por lo que el "ser indígena" y víctima otorga derechos y libertades sin que sea necesario ser persona. No faltará quien se haga de la vista gorda en nombre de la "otredad" para anular cualquier semejanza: en vez de tanto un blanco mo un indio son capaces de mentir, el segundo es inocente y el primero culpable. Tampoco es posible mencionar que hay pueblos originarios prósperos, o gente indígena contraria a algunos usos y costumbres inhumanos, como lo demostró la oaxaqueña Eufrosina Cruz. Gran parte de lo que se está haciendo sobre los pueblos originarios es ficción, aunque hay importantes excepciones, no escuchadas.

       No es raro que algunos indígenas se metan a curiosos "intercambios" internacionales. Así se echó a perder el boliviano Evo Morales, por el onegeísmo (por las ONGs, organizaciones no gubernamentales)  y la cercanía con estadounidenses acelerados, hasta reventar la izquierda boliviana: Morales se condujo no como el gran organizador sindical que fué, sino como cacique de feudo cocalero, por lo que no se justifica que el exvicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, recurra a la importancia del "líder carismático". No queda claro por qué se deba negar que entre los grupos indígenas hay caciquismo, y por algo la palabra "cacique" no es de origen español. Hay buenos trabajos -como en México, de Solange Alberro- que muestran la tendencia de los caciques a unirse con los españoles (alcaldes mayores), para "intermediar" y sacar provecho personal. Evo Morales fue, en parte, producto del onegeísmo de los '80 y '90, y da pena verlo defender al presidente estadounidense Barack Obama o a la señora Hillary Clinton al mismo tiempo que ataca al imperialismo. Las cifras dicen bastante: cerca de un 20 % de voto nulo, más algo arriba del ocho por ciento para Andrónico Rodríguez, ante quien Morales no supo ceder. Morales, encima, incapaz de proceder por ensayo y error, consideró que el voto a la derecha fue de castigo al presidente Luis Arce. No fue lo único: Morales dijo que si se imponía el voto nulo a los demás candidatos, en un 50 %, era como "triunfo de Evo". Según Rodríguez, lo que hizo la actitud de Evo Morales fue "confundir, desanimar, dividir y dispersar el voto popular", hasta "promover la victoria de la derecha"...y favorecer a Estados Unidos. Tal vez sea de "esencia" de ni sé qué y no historia, pero Evo Morales se equivocó como ser humano, y en parte por los que no lo quisieron ver como tal, sino como justamente "esencia", es decir, "poder encarnado".

       Lo anterior viene también a cuento por Vidulfo Rosales, abogado (indígena tlapaneco de Totomixtlahuaca, en la Montaña de Guerrero) de los padres de los "43" (de Ayotzinapa), en México, hasta hace poco y por 11 años. La ONG Centro de la Montaña Tlachinollan  es de las que recibió dinero opaco estadounidense a raíz de la Iniciativa Mérida, gracias a la mediación del magnate George Soros. Rosales era parte de dicho Centro, y se trató de dos cosas, para las cuales se utilizó a los padres de "los 43": de embestir al ejército mexicano y de encubrir lo que sabe Estados Unidos sobre lo sucedido con los de Ayotzinapa y el tráfico de droga desde Guerrero hacia Estados Unidos. Se supone que Rosales es indígena, así que no se puede decir nada, porque la maldad, mezcla de ignorancia y mala voluntad, dirá que está siendo atacado "por ser indígena", por lo que se puede cerrar el caso antes siquiera de abrirlo. El presidente Andrés Manuel López Obrador, de "colmillo" pero no deshonesto, afirmó que ya se sabe qué ocurrió en la llamada "noche de Iguala"; también se sabe que, desde los 80, Estados Unidos decidió servirse de la dizque "sociedad civil" y de la cooptación -muy bien lograda- de intelectuales y universitarios para debilitar al Estado nación. Como es igualmente sabido que desde hace rato los estadounidenses y su legión de antropólogos se dedicaron a hacer labor entre pueblos originarios (por ejemplo, con el Instituto Linguístico de Verano), a la maldad de unos se suma la credulidad de quienes se creen que "originario es bueno" (is beautiful, tal vez), por lo que ni siquiera cabe fijarse en qué es un indio como persona, no como "autóctono". Como se acaba "el patriarcado", la mamitis dicta que el indígena no sea semejante ni prójimo, sino un "otro" al que, como tal, se le debe pasar todo, así dé falso testimonio, quiebre una alternativa o sirva de tapadera de criminales. Vaya con "la otredad": es como "el interés superior de la niñez": el último de los malcriados es un ser de luz, un índigo, un guerrero resiliente o un intocable. Y ahora, el himno de "los 43"... (da click en el botón de reproducción).



domingo, 24 de agosto de 2025

CUANDO EL WIKIPEDISTA JDURBO, DE GUAYAQUIL, REINCIDE

 Al parecer, el wikipedista de Guayaquil, Ecuador, llamado Jdurbo (porque en Wikipedia no falta el anónimo), o no puede salir de un esquema manido (el machín y señora), o es pistolero de Erika Hanekamp, una Fitzcarraldo alemana en el país sudamericano convencida de que el sociólogo Agustín Cueva fue parangonable a Simón Bolívar con tal de que ella pueda creerse Manuelita Sáenz. Después de todo, como es cosa de mitómanos, frecuente en América Latina, cuando Agustín Cueva, ya enfermo, tenía que usar bastón, se hacía retratar imitando a Jorge Luis Borges (en lo de la pose con el bastón). Tal vez el miedo a la muerte sea, como sostiene alguno que otro estudioso, lo que lleva a la maldad, que consiste en deshumanizar, para lo que sirve el mito, aunque existe la expresión "no es más que un mito". Por algo será, y no se puede evitar que uno que otro, en vez de atender asuntos terrenales, se anticipe a la posteridad, comprándosela o comprando voluntades. En México, se dice coloquialmente que algunos se creen "paridos por Dios". Y por cierto que el hacendado bananero de la costa ecuatoriana tiene el hábito de mandar pistoleros a la menor discrepancia sindical, además de poner polvo blanco en los containers. Ya se explicó en parte lo que hace Jdurbo "de contrabando" para crear una "narrativa" y el "personaje" de Agustín Cueva. Si fuera posible, sacaría la camiseta de AC, la taza de AC, la cachucha de AC, la marca de banano AC, el bolígrafo de AC y el disco de AC. Sólo que es renta y no negocio.

     Jdurbo, sin ser invitado, consideró adecuado meterse a adornar con sus prejuicios la entrada de Wikipedia "Francoise Perus", para enaltecerla...como se acostumbra, relegándola a "dependiente de". Como la crítica literaria francesa (que no fue escritora nunca) consideraba que "cada quien es hijo de sus obras", no se mencionó originalmente a la familia, salvo al padre por su relación con la crítica literaria, oficio que pasó así de una generación a otra. Desde luego, como ya se hizo antes, no faltó quien quisiera hacer de la crítica literaria una "dependiente de", en este caso, de Agustín Cueva, por lo que fue "apuntado" como cónyuge...sin respetar las reglas de Wikipedia, que obligan a señalar fechas, lo que no se hizo. Para ser exactos, y salir también de la ambición de la señora Mabel Moraña, rodeada de gente "de fuste", Francoise Perus estuvo casada de 1962 a cerca de 1978, cuando se separó de Agustín Cueva, para divorciarse de él al poco tiempo. Francoise Perus pasó para algunos a ser no Francoise Perus, sino "la ex de", y el "maquillaje" de Wikipedia, al no poner fechas de matrimonio, por poco y convierte a Francoise Perus en "viuda de". Para resumir, no puede tener existencia propia, salvo, si el señor fue el mero machín, como la "señora de", para lo que sirve, de paso, omitir las fechas del Premio Casa de las Américas: siendo el de 1976 estando casada, pero el de 1981 no, se hace, como lo hiciera otro, el señor GUILLERMO NILS CASTRO HERRERA, omisión del segundo: luego entonces, el primero "te lo hizo tu marido" (ah sí, un gran favor). Como se dice en México, "así se hacen los chismes". El wikipedista Jdurbo llega tarde, porque, después de extraída la renta, el asunto es francamente menor, salvo que no quiera reconocer la individuación de cada quien y se empeñe en cosas de "dependientes", de hacienda, en el que la señora se gana su lugar como "señora de tal" -y con frecuencia, reduciendo al señor, al final, al "invisible de la foto", como dependiente cachivache de la señora, después de que el mero machín se haya dedicado a las "canas al aire" (otra expresión mexicana). Jdurbo se puede quedar creyendo en cargos menores; Francoise Perus no los puso por delante, aunque incomodaran a más de una señora ilegítima -como NORMA DE LOS RÍOS MÉNDEZ-, que por lo mismo creyó ver la paja en el ojo ajeno, como una ex directora en la universidad pública, que recurrió no sólo a la ilegitimidad, sino incluso a una intentona ilegal por lo que se conoce en México como "cosas de viejas" (y es que existen). Jdurbo es de lo más rancio y representativo del esquema oligárquico del patrón y la doña, aunque, para el caso, como se dice, anda meando fuera del cubo y fungiendo como deturpador (persona que lo afea todo). A ver si, para colmo, como se hizo en el Ecuador y más allá, el mérito de Francoise Perus se le cuelga como una medalla más al pecho de Agustín Cueva: para aparecer, así sea de lo más ilegítimo. Ahí se le deja al WIKIPEDISTA JDURBO SU BANANA:



sábado, 23 de agosto de 2025

Y DESMENTIDO...

 Hace poco, en este espacio se refirió que la señora Beatriz Gutiérrez Muller estaba por irse a vivir a España con "Chocoflán", Jesús Ernesto López Gutiérrez, su hijo. Resultó falso, aunque hubo demora en la aclaración. No era muy coherente con la "Cuarta Transformación", EN CASO DE AFILIACiÖN A MORENA o de simpatía por este partido, y no cabía el argumento de Luisa Alcalde, dirigente de MoReNa (Movimiento de Regeneración Nacional), en el sentido de que la señora es "libre de hacer lo que quiera". No exactamente, y es raro que Betty Muller diga "no estar en política", porque implicaría no entenderla: aunque no es así, participar en política, bajo la forma que se quiera, debiera ser una obligación, sobre todo si no se quiere ser "mal gobernado", porque lo que no es válido es decirse "apolítico" y pasarse el tiempo haciendo "antipolítica", salvo cuando es "política" en favor propio. Entonces no tiene caso meterse con "la derecha más rancia" a la hora del desmentido, porque es decir "no estoy en política pero sí lo estoy". Parte del problema es, para variar, mediático: era preferible tal vez no aclarar nada y que el asunto se cayera sólo, como iba a suceder, seguramente. Lo que hagan o dejen de hacer Betty Muller y "Chocoflán" con su vida no es asunto político, en el sentido de público, y da igual que vivan en Tlalpan, en la Ciudad de México, que en El Escorial, porque la señora no es funcionaria pública; dicho de otro modo, no es tema público, a reserva de que sea deseable participar en política, porque no es lo mismo que "lo público". Por lo demás, lo otro -el "perdón de España"- sí fue un sinsentido. Y la señora sí, es muy señora y ambiciosa. Como sea, hubo apresuramiento al dar por válido un bulo.

QUIZÁS, QUIZÁS, QUIZÁS

 El comportamiento de algunos líderes europeos y del "presidente" ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha vuelto un ejemplo de lo que en términos de ideología (si no se la confunde con propaganda) es un fenómeno de proyección/inversión, aunque no exactamente como mecanismo de defensa, sino, en el mejor de los casos, de hipocresía, a riesgo de que alguno termine creyéndosela. Es muy fácil: se le atribuye al otro todo lo que uno hace o calcula hacer.

       En la reciente reunión en Alaska, el presidente estadounidense Donald J. Trump y el ruso, Vladimir Putin, coincidieron en la posibilidad de poner un término al conflicto entre Ucrania y la misma Rusia, con Trump dispuesto a concesiones territoriales y a que Ucrania no entre en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Putin dijo que "ojalá Zelenski y la Unión Europea (UE) no saboteen el esfuerzo". Dicho y hecho, empezó el sabotaje.

       Para entender mejor el fenómeno ideológico, el asunto es más o menos como el del marido que llega a casa borracho y muy tarde, y sabe que está en falta, o que es culpable: se anticipa entonces a pretextar cualquier cosa para golpear a la señora, al menos que no le digan nada y se lo atienda. El pretexto es para culpar a la señora, de lo que sea, sabiendo de quién es la culpa.

      Ucrania se ha dedicado desde hace un buen rato a atacar territorio ruso. Pero "se" dice que Ucrania quiere garantías de seguridad para disuadir cualquier ataque ruso posterior a la guerra. En realidad, la que quiere garantías de seguridad para no seguir siendo cercada y amenazada es Rusia, por lo que ha pedido que la OTAN se detenga. Por lo demás, Putin fue a ofrecer las garantías referidas, para no avanzar hacia Sumy, Jharkov o Dniépropetrovsk.

      Resulta que "Putin no quiere el fin de la guerra", pero que Ucrania ha mostrado que no sólo no lo quiere, sino que intenta llevar la guerra hasta donde se pueda en territorio ruso. Cada vez que Rusia se defiende, resulta que es una "agresión". No querer atender y servir al marido borracho es "atacarlo" y ofenderlo, suficiente para arrancarse a más pleito o a golpes.

      La UE salió apresurada a decir que Putin pone "trampas", exactamente después de que, con una postura inamovible que no quiere negociar nada, "se" le pusiera una trampa a los mandatarios reunidos en Alaska: mientras Putin mostró no estar ávido de territorios, Ucrania y sus amiguis europeos hacen el ademán dizque soberano de querer recuperar lo perdido, para seguir desgastando a Rusia. Vuelta a la maldad: "Rusia está ganando tiempo " porque "no quiere negociar", cuando es exactamente lo que hacen Zelenski y amiguis. Se supone que Putin nada más "se ríe" e "incrementa la matanza", pero quien busca blancos civiles en Rusia es Ucrania, que trata no de reírse, sino, como se dice coloquialmente en México, "pitorrearse" de Rusia, porque se cree con "el derecho y la libertad" de hacerlo, por creencia en una supuesta "superioridad" y que, desde luego, es Rusia "la vencida" desde hace rato y como heredera de la Unión Soviética. Si la señora no consiente, se arriesga a una amenaza de madriza, como se dice también en México, para lo que hay que llenar Ucrania de armas. El fondo del asunto es que el señor se cree con "derechos y libertades" sobre la señora que, para colmo, "se pone agresiva" en vez de prestarse y preparar los chilaquiles, el caldito de camarón y las cervezas.

       Cada vez que Zelenski o más de un líder europeo y el jefe de la OTAN, Mark Rutte, abren la boca, es de lo más simple ideológicamente hablando: anuncian lo que hacen y calculan, atribuyéndoselo a Rusia. Del tipo del marido borracho que llega a que "su" señora está "histérica" o "loca". De flojera. Digamos que ganar la Guerra Fría no es nada más "pasarse de copas", que es en lo que está la OTAN, sino ponerse "mala copa", y encontrar encima gente de "expertís" que lo justifique: no se trata más que de "ideólogos" que tampoco se saben lo de "nada con exceso, todo con medida", o "si tomas, no manejes". A reserva de que, como ya lo advirtió Putin, a Trump "no se le deje hacer nada" (da click en el botón de reproducción).




miércoles, 20 de agosto de 2025

ENTRADA: AGUSTÍN CUEVA

 Wikipedia pretende ofrecer información neutral, verificable, relevante y enciclopédica, pero no escapa a prejuicios ni estereotipos porque los "wikipedistas" y los bibliotecarios que participan son seres humanos y, por lo tanto, "ellos y sus circunstancias", de las que con frecuencia no logran abstraerse, en lo que son muy de la época.

        La entrada "Agustín Cueva: sociólogo ecuatoriano", pese al esfuerzo hecho para que sea equilibrada, se volvió algo así como propiedad de un "wikipedista" bibliotecario de Guayaquil, principal ciudad del Ecuador, que tiene costumbres provincianas de clientela: busca "quedar bien" en su pueblito, creyendo que es, además, asunto de gloria y poder, con lo que sea. Como le "suena", el señor wikipedista, amparado por lo demás en un seudónimo, afirma que Agustín Cueva Dávila fue presidente de ALAS (Asociación Latinoamericana de Sociología), como si fuera relevante enumerar puestos, y sin precisar el periodo, limitado a pocos años (1981-85). Agrega que el biografiado fue jefe de la División de Estudios Superiores de la Facultad de Ciencias Políticas, de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), pero cita en nota que fue profesor de algo así...en la Facultad de Economía, de la misma UNAM. Wikipedia no corrige la incongruencia, pero, además, el provinciano está interesado en pegarle al biografiado el renombre de la UNAM sin importar la equivocación de Facultades, o el de ALAS sin importar el desprestigio de ésta y su final irrelevancia. Debe ser el equivalente del "primer ecuatoriano en la Luna" o en cantar en Broadway". Si triunfa el biografiado, triunfamos todos. Es decir, cuenta lo "internacional", así pueda ser la dirección de un kínder (el "Children a su madre" de Coyoacán). Al rato fue dueño de una heladería en México (la "Harry Postres"). Es poca la diferencia con Ítalo Estupiñán o Alex Aguiñaga. O dicho de otro modo: Agustín Cueva estuvo en el Pumas. Si en la banca o de portero o haciendo qué, es lo de menos.

      La segunda del provinciano es, desde luego, el apego a la moral y las buenas costumbres, lo que lleva a remplazar un "juntarse" con un "unirse", para que la señora Erika Hanekamp no aparezca como lo que fue, una amante, sino como "familia", otra vez para "blanquear sepulcros" (Mateo 23-27: 32). No es problema lo de la amante, sino la necesidad del wikipedista de Guayaquil de ser maestro de la Ley y de los fariseos. Alertada sobre el engaño, Wikipedia no toma en cuenta que el señor de Guayaquil, para hacer parecer a un ser maldito como un hombre de buenas costumbres, adulteró la redacción de la nota de referencia, copiada casi textualmente. Casi. Y lo de maldito, por lo demás, es para los peores, que no quisieron ver: cualquiera es libre de distanciarse de un familiar si éste es dañino, además intencionalmente, y no, como dice Elizabeth Caplés o como dicen otros, no se vale el "cómo dices éso de tu familiar" negando el "cómo tu familiar te hace éso". Los tiempos, afortunadamente, cambian. Por más que Wikipedia no quiera tomar nota de adulteraciones, cuando menos, dos, propias de alguien que tiene el hábito de engañar, para, como dice la definición, dar artificiosamente la apariencia de algo que no es. El biografiado no cuenta, sino servirse de él para darse legitimidad, con el favor del muerto, cuyas ideas, por lo demás, importan un comino. Al hacérsele un homenaje, así se recurra al engaño, se espera que desde ultratumba o entre compadres o comadres haya favores: como el de otros wikipedistas de bloquear la entrada para que el biografiado no se vea colocado en un lugar humano. Al rato lo habrán olvidado, como es lo propio de las clientelas pese a que aparenten otorgar inmortalidad y más de uno se crea Dios. Pasa hasta en las cantinas. Adiós.

VAMOS A ARMAR UN DESMADRE

 Es en gran medida un enigma hasta dónde la personalidad de la época puede conservar la conciencia de sus actos y de la responsabilidad, o v...