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jueves, 4 de septiembre de 2025

ÚLTIMA ENTRADA: AGUSTÍN CUEVA DÁVILA

 Ante el reiterado intento de impunidad del wikipedista ecuatoriano Jdurbo, se impone primero la siguiente precisión: como lo han venido demostrando diversas personalidades en redes sociales reconocidas, se está terminando la época en la que, en la familia, debía ser esta el primer lugar de “aprendizaje” del ocultamiento de los problemas en nombre de la “unión “ del “clan”, lo que permitía, dentro de la familia misma, el “aprendizaje” de la impunidad de unos y de la sumisión de otros. Se acaba el tiempo del uso de los lazos de sangre como coartada para dejar impunes los abusos: para los "cómo atreverse a decir eso del propio padre", está el "cómo atreverse a hacerle eso al propio hijo", ya que una de dos, o se trata efectivamente de lazos de sangre, o se trata por encima de éstos de abuso y dominación, aprovechando la privacidad para el ocultamiento. No sirve de mucho alegar "no haber sabido" cuando no se quiso saber.

     Está el que se presenta como amigo y considera que, como tal, no puede criticar a su amigo. Curiosa concepción de la amistad en que entre amigos no se dice la verdad, sino que se oculta en aras de la amistad, o no se quiere saber, a riesgo de dejar en el error al amigo "protegido". Es una forma de engaño, porque la amistad -¿o es complicidad?- funciona como coartada para ocultar lo que incomoda. Y está el que dije: "claro, como el muerto ya no está para defenderse". Nuevo error: el problema no siempre es el muerto, sino los que se cuelgan de él para obtener algún privilegio o ventaja personal. Para ello, hay que deformar la realidad, seguir en el ocultamiento y crear un mito, lo suficientemente grande para que, desde ultratumba, sirva para engrandecimiento propio. Así haya que seguir recurriendo al engaño, e incluso a costa de otros y de los hechos. O incluso, cayendo en la actitud de “eliminar a los testigos”, como lo hace el wikipedista Jdurbo con Marco Paladines Valarezo. O con cualquier atisbo de decir que Erika Hanekamp fue amante de Agustín Cueva estando casado ( hábito por lo demás añejo, y que incluyó a Isabel Bustos, “la bailarina”, y Erika Doring).  Ni que fuera el primer adúltero, ni algo fuera de lo común entre “señores”, salvo que la esposa debía aguantar y ser sumisa a cambio de lograr el estatuto de “señora de”. Casos abundan. No hay por qué asumir la actitud oficial cubana: si José Marti es “el apóstol “, luego entonces no pudo tener amantes. Siendo por lo demás que Agustín Cueva no fue José Marti. Más allá de sus capacidades intelectuales, Cueva Dávila era, como muchos de sus pares, alcohólico y mujeriego. En el Ecuador, bajo los auspicios del señor Iván Égüez, citado de los favoritos de Jdurbo. Se dirá, para desplazar e invertir las cosas, y como lo hiciera notar Jesús Silva Herzog Márquez, que no es negativo andar bebiendo y de mujeriego. Lo negativo está en decirlo. Aunque lo señalado no sea el mejor ejemplo de padre. No importa. El hijo es el conflictivo. Un hijo de su madre, para simplificar. Y con una “madre falito”. Una simple proyección e inversión sin averiguación de nada.

     La muerte: coartada, de nuevo, aunque no impida sacar la "renta" del difunto. No es que el muerto "ya no está para defenderse", sino que hay que defenderse de quienes, en nombre del muerto, en vez de dejarlo descansar en paz lo utilizan para guerras propias o para ser los mercenarios de guerras ajenas, o de simples estereotipos, que giran, entre otras cosas, en torno a que una mujer o un hijo no pueden desafiar el machismo y los contubernios que encuentra, para lo que entonces no quedan muchas opciones; o la "dependiente de", o el "dependiente  de", o si no, la "mala mujer" que se sirve del hijo, nunca, ni por asomo, el "mal padre" -esto no existe- que se sirve del hijo en su guerra contra la mujer. A riesgo de pasar al "hijo conflictivo". La realidad es lo de menos: apenas algo en lo que hallar un pretexto para seguir en la reproducción de un esquema. Pero el tiempo del "mero machín" y "la señora" ha comenzado a irse. POR ENCIMA DE LOS ROLES ESTÁN LAS PERSONAS. No lo entienden ni los libertarios que quisieron desentenderse del "súperyó".

      Así que, aunque Wikipedia haya borrado la información, Agustín Cueva Dávila hizo sus tres obras más importantes durante su primer matrimonio, y no es que él le hizo un libro a la esposa; es algo que se puede probar cronológicamente, y sin restarle importancia a las ideas de Cueva (debidamente citadas por su primer esposa). Suficiente para no adjudicarle a Cueva Dávila premios inexistentes, aunque a raíz de los de su primera esposa, haya sido ÉL el invitado como jurado en Cuba. Vaya "Casa" la de "las Américas": salvo que se asuman como "doñas" para el último rescate de la hacienda, se trata en las mujeres de menores de edad o de personas a quienes no se les puede reconocer existencia adulta propia, o se les tiene que regatear hasta el último día, sino es que incluso después. Así con las "señoras del clan" o del latinoamericanismo encima, y sin excluir hombres inconsistentes, al mismo tiempo arrogantes e incapaces de defender nada, como el señor C. Bagu, cuyo padre se encuentra en él origen de los extravíos de la teoría de la dependencia, y su esposa, de la actitud cerril que hace del “maternalismo “ lo mismo que el “paternalismo” en el sistema de clientela: alternar desde arriba (siempre) la “caridad que humilla” (Arendt) con la opresión a la independencia de criterio. “Coopela, o cuello”.

     Dos cosas: no asumimos aquí existencias clánicas y sumisas, a costa de la integridad, como las ostentadas por algunas personas de la universidad pública, y solicitamos que, si consideran impropio no ser sumiso y adecuada la impunidad, se retiren de la lectura de este blog quienes no quieran saber que el sociólogo ecuatoriano Agustín Cueva le robó a su propia madre y a su propio hijo decenas de miles de dólares para gastarlos en mujeres y en alcohol, nada extraño en un latinoamericano. Sépase que, para quien hace este blog, dicho sociólogo terminó como un ser maldito, así no interese aquí maldecirlo, porque aquí mismo no se busca ese poder y se hizo lo que se consiguió en Wikipedia para destacar el conjunto de una trayectoria intelectual (que en el Ecuador no se quiso reconocer integralmente, más allá de repeticiones provincianas: un libro clásico del autor fue reiteradamente ignorado). De nueva cuenta: quienes estén siguiendo al “hijo de” y no quieran saber, sepan que este blog permite detectar por estadísticas y geolocalización a varios de sus lectores no oficialmente suscriptores. 

    La prueba de lo dicho más arriba es posible de detectar o de rastrear en un hecho inusual: un libro de Agustín Cueva en el que, al mismo tiempo que se había consumado el robo, se retiró toda dedicatoria a familiares directos, hijo, madre y compañera. Cualquiera que lo desee lo puede constatar con solo cotejar ediciones en secuencia. No hay delincuentes perfectos. La desaparición de la dedicatoria no se justifica por segundas nupcias, porque un padre puede divorciarse de su esposa, pero no divorciarse de su hijo y de su madre. O entonces se trata de otra cosa: en efecto, de un robo. Por un impulso del momento, el muy señorial “porque me da la gana” (“hágase mi voluntad, en la Tierra como en el cielo”), para que de lo segundo se encarguen Jdurbo y otros más , al grado de que las “certificaciones” de nacimiento del hijos son de Casa Eguez y de la última amante. Ahí les dejo un desmadre.

     Jdurbo, wikipedista ecuatoriano, inventó, sobre la base de información de Fernando Carrera Testa, recibida personalmente de Erika Hanekamp, tres cosas: un diploma de estudios superiores en Francia que no existió, por lo que a su regreso de Francia al Ecuador en 1963, Agustín Cueva no hizo sino titularse en Licenciatura. No tuvo Maestría ni cursó nunca ningún estudio de doctorado. Esa es una información falsa. La prueba de ello está en dos artículos de la Web, uno de Carlos Figueroa Ibarra y otro anterior de Mauricio Schoijet. en los que, atribuyéndolo a motivos “políticos”, reconocen que el sociólogo ecuatoriano no fue admitido en el Sistema Nacional de Investigadores mexicano. Lo que no mencionan es el asunto de los títulos, que no tiene que ver con con exilio ninguno, sino con estudios inexistentes, pero que no impidieron la corrupción del rector Pablo González Casanova y la de una dependencia de la universidad pública en los ‘70, para darle a Agustín Cueva emolumentos ajenos al grado real de estudios y a alguna situación política en realidad inexistente en 1972. Una pena para quienes esperaban un protagónico en algo así como “Agustín Cueva: la leyenda”. Por lo demás, la calumnia -que “algo queda”, de lo que se jactaba Agustín Cueva- fue detectada y se tienen indicios sobre quienes, por conveniencia, se hicieron eco. Hasta los que parecieron deslindarse, pero sin renunciar a su “opción preferencial por el poder” y los “rumores” de más de un exiliado y de las “señoras de la casa” dispuestas a propalarlos. Normalmente, se actúa en función de lo que son las personas, no en función del "dicen que" o del "se dice". También están detectados prácticamente todos los que, creyendo ser muy duchos con el "disparo, luego 'viriguo", prefiriendo al conocimiento directo actuar a las espaldas, viéndolo como algo "natural" en la persecusión de "intereses" y la obtención de "derechos y libertades".

      Por lo demás, Guadelupe Teresinha Bertussi, de segundas nupcias de Agustín Cueva, se benefició de dinero obtenido por éste de una propiedad que no era suya, sino de su primera  esposa, por lo que se le dio en este segundo caso forma legal a un despojo: tampoco nada especialmente raro en América Latina, donde se da cierta apariencia legal al saqueo. En sí, no es raro en América Latina que quien se las da de miembro de la Corte - en este caso, la latinoamericanista- tenga algún saqueo en su haber y sea así en realidad ilegítimo. Cuando la tuvo, la riqueza de Agustín Cueva, destinada a comprar voluntades y a acallar conciencias (muy latinoamericano, también) , fue obtenida despojando a la familia. En México se le llamaba aeste tipo de personas “amantes de lo ajeno". Con la malicia suficiente para hacer pasar a las víctimas de los robos por "mala mujer" y "tipo conflictivo". Que se sepa ha que Agustín Cueva era alcohólico, mujeriego y ladrón es un sacrilegio: el mismo sistema clientelista que destruye en vida, al perder a la gente, la deshumaniza ya muerta, al mitificarla. A Jdurbo, como a Erika Hanekamp, ni siquiera les importa la obra de Agustín Cueva, salvo en lo que permita a todos cubrirse de gloria; el contenido es lo de menos, e igual podrían ser cómics. Que dijo, quién sabe, pero era alguien importante, y que por lo mismo podía “otorgar importancias”.

       Jdurbo se ha beneficiado de impunidad reiterada en Wikipedia para actuar como pistolero de un difunto y de una viuda inexistente, puesto que Erika Hanekamp no lo es y le corresponde a Bertussi. Jdurbo se ha comportado sin legitimidad alguna, por lo que, dada la protección de la que se beneficia en Wikipedia, resulta difícil impedir que publique y difunda engaños, a  instancias de Erika Hanekamp, que se llevó un departamento de lujo -convertido en casa de juego de “cuarenta@, ya que al patrón también le gusta, al igual que el poker-por cuenta de servicios de enfermería, contribuyendo a otro despojo al hijo del sociólogo, y que se compró así la “gran vida”, más con tres robos seguidos -en suma- que con un sueldo por trabajo: una casona en Tlalpan, en la Ciudad de México, con dinero saqueado a la primera esposa, y otra en la Baquedano en Quito, en el Ecuador, más el dispendio previo a costa de la madre y el hijo., por decenas miles de dólares. Que no se tome por rencor ni nada parecido: a la Balzac, es nada más un tipo social, el del "pequeño potentado" que sienta sus reales y su voluntad partiendo de despojar a otros. Tampoco se crea que es rareza que sea en familia. Ya que se trata de "narrativa", únicamente son algunos episodios más de la telenovela, que no pone en cuestión lo que pueda haber de ideas en el patrón.

    Únicamente podemos a estas alturas tratar de que los perjuicios del wikipedista Jdurbo queden limitados, pese a que se trató de llegar con el a un trato que no perjudicara a Agustín Cueva, como lo perjudicaran muy gravemente las decisiones funerarias de Erika Hanekamp, con tal no de atender al biografiado, sino beneficios personales en el Ecuador. El daño será que la telenovela sobre “la herencia” se quedará sin espectadores, por más que los requiera la maldad, como requiere de codiciar y destruir el valor de otros. Cuando te la sabes de oídas, no te enteras ni de quién es Catalina Creel y la confundes con la "servidumbre" a la que le haces algo de "caridad". Como sea, "ladrón que roba a ladrón"...Se lo dejé al tiempo..

     El clientelismo no funciona sobre afectos verdaderos: no lo es adular para “quedar bien” y hacerlo en busca de ventaja para sí, como lo hace Jdurbo; no es ningún honor a la amistad estar rodeado de aduladores en espera de favores, y no honra a nadie comportarse como buitre en casos de herencia. Así, únicamente podemos remitir a quienes tengan intereses en algún episodio más a la página de discusión de la entrada “ Agustín Cueva”, por si cupiera algo más que no sea borrado. Tal vez no sea posible evitarle a nadie las consecuencias de sus actos . Como ya se ha dicho, solicitamos que se alejen las personas que por algún motivo quieran sentirse “dependientes” del “poder del gran señor”, o no saldar sus deudas, porque aqui no sea trafica con influencias ni favores. No nos podemos así hacer responsables de engaños, aunque ya están señalados los orígenes. Tampoco es posible garantizar que Wikipedia cumpla con lo que dice ser, pese al interés que suele presentar. Para quienes quieran “otra”, a seguirle en casa propia. Que como dice Carin Leon: en este perfil no rogamos. Ojalá que sea entendido quien, creyéndose dueño de vidas y haciendas, terminó como en el cuento de Laura Farina. Por último, y aunque solo por causa de fuerza mayor se ha abordado el tema de la entrada de Wikipedia en este blog, tal vez haya quien repruebe que “se tomen las cosas a personal”, aunque uno sea uno de los asaltados y calumniados. ¿Si es con uno la cosa, no es personal? Si alguien es asaltado en la calle, a lo mejor nada más falta que quien roba agregue: “n’hombre, no se lo tome a personal. Estamos haciendo esto por necesidad", o por “just because”.Pero: ¿de quién era el dinero robado? Con la pena: frente a gente como Jdurbo, no se puede apoyar al biografiado para que salga con decoro de lo que no es decoroso. 

La tesis de Fernando Carrera Testa, quien fue engañado por Erika Hanekamp en algo que dejó huella, se encuentra en el repositorio de la UNAM con el título “Agustín Cueva más allá del mito: por una democracia tercermundista”. La comprobación de que Agustín Cueva intentó en dos ocasiones entrar al Sistema Nacional de Investigadores, siendo en ambas rechazado, se encuentra en la Web en un artículo del señor Carlos Figueroa Ibarra, bajo el título “¿Peligra el Sistema Nacional de Investigadores?”, y el supuesto señorial de que, donde hay dinero, es “natural” que pueda ser botín de los “encomenderos del otro lado” (al decir de Juan Rulfo). De igual forma, el dato está en Mauricio Schoijet, “Background and Reasons for the Lawsuit against the Sistema Nacional de Investigadores”. Schoijet ya está bajo tierra y el sistema señorial ya no tiene el poder de antes, aunque no se resigne. En rigor, el tema tratado aquí no es del interés de prácticamente nadie, salvo viejos creyentes en las clientelas. La información correcta sobre los estudios superiores de Agustín Cueva Dávila es ;pese a la enésima invención sobre el biografiado y una relación con los tzantzicos que nunca existió, la de Ana María Larrea Maldonado, por lo demás de carácter enciclopédico y fácil de encontrar en la Web (Enciclopedia Latinoamericana, salvo para Jdurbo, quien comete el frecuente error de tomar la buena voluntad por debilidad, otro “clásico “ latinoamericano ).

        Quien quiera quedarse con los efluvios espirituales de Agustín Cueva Dávila, casi prócer de la sociología y mártir de malas personas (las que no se someten)- y considere de mal gusto hablar de gángsters, adelante para la próxima celebración, si la hay: nada más sepan que el respeto al derecho ajeno, de Benito Juárez, el "Vienemerito" de las Américas, también vale como lo siguiente, que es EL DERECHO AL RESPETO AJENO. Hablar de "se trata de venganza" cuando se hace un poco de justicia es parte de la telenovela, y la coartada es la del sentimiento -del estilo "el que se enoja pierde"- cuando no hay ni resentimiento, ni rencor, ni odio, ni venganza, ni nada realmente personal, al menos no a fondo, sino un mínimo de justicia, por más que se la rebaje a lo "justiciero" como lo que "no lleva a nada" (“no te la quieras dar de…. “).No se trata del último impulso, sino de considerar que hay algo más que el olfato del poder, real e ilusorio a la vez. Hay cosas que, por ser de familia, muy personales y de vida o muerte, por así decirlo, si se entablan peleas para el aniquilamiento moral, no se hacen, como disponer al antojo de vidas ajenas. Retirándose, por favor, y a hacer dramas a otra parte, porque es suficiente para alguien finalmente endeble echarse con el botín una maldición encima e intuyendo la culpa, creerse que son cosas del destino y no de opciones no enmendadas porque, a diferencia de la soledad, la clientela es mala consejera ("ver, oír, callar"). Deja mal acompañado. Hasta la tumba. Porque ahí muere. No habrá “vine a Quito porque me dijeron que aquí vivió mi padre, un tal Agustín Cueva”. 



LA SECTA DE GEORGES GASTAUD

 El Polo de Renacimiento Comunista en Francia (PRCF) fue creado a principios de los años 2000, en gran medida a iniciativa del señor Georges...