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jueves, 6 de julio de 2017

ESPECIE DE...

Hace algunos años, no tantos (por lo menos hasta la década de los '70 del siglo pasado), no se estilaba, mucho menos con la frecuencia de hoy, hablar de "la especie", en referencia a los habitantes del planeta. Hoy no escasean las preguntas sobre "la sobrevivencia de la especie", el "futuro de la especie", etcétera, de un modo claramente darwiniano. ¿Está "apta" la "especie" para sobrevivir? Es posible pensar, por lo demás, que dentro de la "gran especie" hay distintas "especies", para beneficio del "pluralismo". Dicho sea de paso, al hablarse de "especie" se deja suponer que se está en "evolución", como todas las especies, y no en "revolución", algo que no ocurre "en todas las especies", salvo en la humana.
      Hasta los años '70, en efecto, muchos preferían hablar de "la Humanidad", con mayúscula. ¿Iba a sobrevivir la Humanidad a un conflicto nuclear, por ejemplo? Hoy, muy llamativamente, casi nunca se habla de "la Humanidad", ni se dice de alguien que tiene "humanidad" (con minúscula), sino que se menciona su "lado humano", como si el otro fuera animal -lo propio de la especie biológica. Así, tal o cual "dejó ver su lado humano", o tal o cual tiene "un lado muy humano". Esta forma de hablar asocia "lo humano" con el Bien, aún cuando el siglo XX demostró que el ser humano -no la especie- es capaz de los actos más inhumanos, de comportarse peor que un animal (ningún animal crea cámaras de gas para matar en serie, industrialmente, por ejemplo).
      Se habló de "Humanidad" cuando existió la idea de que el ser humano se distingue por su capacidad para hacerse consciente y emanciparse -del comportamiento inhumano- y cuando el peligro del aniquilamiento nuclear requería un grado de conciencia muy alto para evitar lo peor., lo que se logró gracias al periodo de Mijaíl Gorbachov en el liderazgo soviético.  Cuando había Humanidad, era además en común, por la destrucción mutua asegurada (MAD, por sus siglas en inglés) en caso de guerra nuclear. La vuelta a "la especie" es a la "sobrevivencia del más apto", incluso en caso de conflicto nuclear, por lo que "la especie" busca deshacerse de "los más débiles", o los que cree tales. Se perdió de este modo la idea de una Humanidad compartida entre iguales, para que quede claro que, al mismo tiempo que unos creen ser más aptos que otros ("excepcionales", "indispensables"), en realidad pueden estar mostrando que son más inhumanos, o simplemente humanos inhumanos a quienes, por lo demás !los vasallos reclaman liderazgo! La vuelta a "la especie" es así, desde los privilegiados, una petición -aunque recubierta de moralina o incluso involuntaria- de deshumanización. !Vaya evolución!

A VER A QUÉ HORA

 En un libro reciente, el periodista J.J. Lemus, a partir de una investigación muy exhaustiva, ha demostrado hasta qué punto no existe la me...