Así sí, presidente |
Pues bien, alguien como Héctor Díaz Polanco, de la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena y supuesto latinoamericanista, ni se enteró: el botarate de la clique cubano-venezolana prefirió utilizar su twitter para decir dislates contra "la culta Francia" (?), cual típico colonizado, para celebrar que Cataluña pidiera perdón a los pueblos originarios de América por el genocidio de la Conquista (algo en lo que el papel catalán fue bastante secundario) y para seguir con expulsiones a la menor discrepancia (6 miembros de la bancada sinaloense de Morena a "proceso de oficio", por votar contra el matrimonio igualitario). Por lo visto, la intelectualidad de Morena sigue imponiendo lo "políticamente correcto", creyéndose la franquicia mexicana del partido Demócrata estadounidense, y apostándole de paso a los blanquitos tipo Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard (¿qué le pasa a Julio Astillero, es tlaxcalteca?) para una sucesión en verdad muy lejana. En cambio, en El Salvador, Bukele ha emprendido entre otras cosas la lucha contra la delincuencia organizada de las Maras (pandillas), buscando cortarles sus fuentes de financiamiento, sus vínculos con políticos y su acceso a la telefonía en centros penitenciarios. Como gesto de mínima gratitud, podría deseársele suerte, pero hay mayor interés en decirle al presidente estadounidense Donald Trump que es igual a Hitler (ya fue el turno del columnista de la clique Angel Guerra en el periódico La Jornada) que en ocuparse de la amistad con el mandatario del "pulgarcito de América". Como quiera que sea, hasta ahora Bukele ha mostrado un raro sentido común.