Un asunto más delicado indica que Bolivia sufrió un intento de hackeo al sitio de escrutinio definitivo el 20 de octubre, día de las elecciones, por lo que se bloqueó su visualización desde el extranjero. Ocurrió cuando faltaba menos del 3 % para completar el recuento. Son las autoridades bolivianas las que se vieron obligadas a impedir el acceso desde servidores desde el extranjero. La página del escrutinio estuvo anunciando: "Error 1020. Acceso denegado. Este sitio web utiliza un servicio de seguridad para protegerse de ataques online". De acuerdo con otras denuncias, publicadas reiteradas veces en la Web, el sitio electoral boliviano sufrió hackeos en un intento por distorsionar los resultados. La lentitud en los resultados del conteo rápido y aparentes cambios en las cifras pudieron deberse así al problema de los intentos de hackeo.
Resulta interesante señalar que Marcel Guzmán de Rojas, responsable técnico del conteo mediante la firma Neotec y por cierto que alguien cercano al antiguo opositor Carlos Mesa, afirmó que "nadie podía decir de una forma convincente si hubo fraude o no". Guzmán de Rojas descartó que haya habido "inversión de los resultados": dijo que hubo consistencia entre las proyecciones y los resultados. Con todo, el gerente de Neotec lamentó la decisión de suspender temporalmente el conteo. Guzmán de Rojas señaló que no hubo corte de electricidad, pero sí de Internet, por lo que "alguien intervino el router" del edificio donde se realizaba el conteo preliminar. Al quedarse sin internet, los equipos se quedaron sin acceso a las actas que debían llegar al sistema de conteo rápido preliminar (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares, TREP).
Neotec Ltda. ya había participado en el referéndum de 2016 y en elecciones primarias en enero de 2019. No queda claro por qué Evo Morales no habría hecho fraude desde el referéndum de 2016 si su intención era "perpetuarse en el poder", "convertirse en dictador", etcétera. En realidad, mientras Morales y sus partidarios buscaron sacar a Bolivia del atraso desde hace años, los antiguos opositores, como si se tratara de algo "espontáneo", confundieron al presidente depuesto con Idi Amín o Jean-Bedel Bokassa, con típicos reflejos de vasallos, que por lo demás sí quieren democracia, siempre y cuando sea la forma de "sondear" para que no cambie nada, mucho menos la incómoda "cuestión social". Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense, declaró tranquilamente: "admiramos al pueblo boliviano por defender su Constitución, su democracia, sus elecciones libres, justas y transparentes".
(en la foto, sheik Evo Morales a todo lujo con su hija Evaliz, obligada a salir de Bolivia y objeto de acusaciones en realidad absurdas de "enriquecimiento ilícito").
