Mi lista de blogs

lunes, 18 de noviembre de 2019

BRASIL: EL FASCISMO LIBERA A LULA (SIC)

Si el gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil es "fascista" o "neofascista", como ha llegado a decirse desde la izquierda pero también entre los autodenominados "liberales", resulta incomprensible que el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva haya recuperado la libertad, salvo que se haya querido evitar convertirlo en un Mandela. Algo pareciera no cuajar en la explicación sobre el gobierno de Bolsonaro.
     Lula fue condenado sin pruebas y este tipo de práctica se ha multiplicado. Tuvo lugar en Argentina con la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, en el Ecuador con el ex vicepresidente Jorge Glas y con el ex mandatario Rafael Correa, y se olvida que en el Perú con el ex presidente Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia. Lo extraño es que el asunto no acaba aquí: en efecto, en Estados Unidos, el presidente Donald Trump se ha visto sujeto al mismo tipo de procedimiento, desde un supuesto involucramiento con Rusia hasta el nuevo intento de impeachment con una dizque "trama ucraniana", lo suficiente para tratar de desgastarlo de cara a las elecciones de 2020. Trump también fue tildado de "fascista" o "neofascista" por las mismas fuerzas ya aludidas en el caso de Lula, de tal modo que lo que con éste no sería válido se justificaría plenamente contra el presidente estadounidense, aunque en rigor no haya cometido acto fascista ninguno. ¿Ahora resulta que todo el que no comulgue con el mainstream Demócrata es "un facha"?¿Acaso no revela este modo de proceder la intolerancia y al mismo tiempo la tontería de todo un espectro político que pareciera no haber visto jamás a un fascista de verdad? Por lo demás, ya no se acusa tanto de "populismo" como hasta hace algún tiempo, cuando se veían "populistas" por doquier y hasta el mismo Correa tuvo que leerse La razón populista de Ernesto Laclau por recomendación. Esto de "todos fachas" o "todos populistas" (en Uruguay, por lo demás, no comulgar con el Frente Amplio no significa automáticamente ser "facha") refleja el modo de descalificar dominante, eficaz y heredado de la Guerra Fría, cuando cualquier asomo de querer cambiar el capitalismo o por lo menos de reformarlo era "comunismo", sin que jamás se distinguiera, por lo demás, entre comunismo y socialismo. Hoy ya no se habla de ideología, más cuanto que todo el mundo se pretende pragmático, pero hay mucha más ideología de lo que parece, en lugar de análisis real. Los términos los dicta a sus vasallos Estados Unidos: todo, en el mundo de la información, tiene que ser llevado al extremo provocador, a la hipérbole, al superlativo, para escandalizar entre la audiencia y ganar en notoriedad, meganotoriedad, súpernotoriedad, ultranotoriedad, hípernotoriedad. Todo tiene que ser "monstruo", súper freak. Es uno de los motivos por los cuales la izquierda no tiene en realidad intereses propios que proponer, salvo excepciones: se trata más de una caja de resonancia que de una voz propia. En fin, que a falta de análisis, aquí queda en la foto Lula !liberado por el fascismo!

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...