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lunes, 4 de noviembre de 2019

SOBREVIVIERON LAS CLASES MEDIAS...

Desde el año 2018, el número de habitantes en el mundo que pueden considerarse de clase media superó al de pobres: llegó a tres mil 800 millones de personas. Si bien la desigualdad crece, también es cierto que no todo el mundo, o casi, pierde en el capitalismo. La estimación del número de personas que integra la clase media se hizo a partir de 2010 y comprende, según el World Economic Forum (WEF o Foro Económico Mundial), a quienes gastan entre 11 y 110 dólares al día (por arriba de 110 están los ricos, por abajo, entre 2 y 10,99 dólares están los vulnerables y abajo de 1,99 quienes están en la pobreza extrema). Se considera que los miembros de la clase media pueden comprar bienes duraderos, como lavadoras, pagarse actividades de ocio y vacaciones y sobrellevar contratiempos como una enfermedad o estar desempleados cierto tiempo. En la actualidad, una persona escapa de la extrema pobreza cada segundo y en este mismo lapso cinco personas entran en la clase media en el mundo.
     Tratándose de una clasificación por ingreso, no dice mucho sobre la verdadera pertenencia de clase. Puede haber trabajadores dentro de esta clase media, puesto que, según los países, el valor de la fuerza de trabajo puede incluir "bienes de equipamiento" (no bienes de equipo) duraderos, como las mismas lavadoras o incluso como automóviles (un transporte para dirigirse al trabajo, que puede quedar lejos) o teléfonos celulares, sin que ello implique que la clase trabajadora se haya vuelto una "aristocracia obrera" o que se haya "aburguesado". Lo que cuenta es saber si es explotada y vende para ello su fuerza de trabajo. En el otro extremo de esta clase media puede haber pequeños propietarios de medios de producción (pequeña burguesía), y entre ambos polos el mundo de los prestadores de servicios que pueden ser productivos o improductivos. En las condiciones descritas, no es fácil prever hacia dónde se puede inclinar políticamente una clase media en realidad diversa.
      Con todo, hay otro elemento que entra en consideración y que sí permite cierta predicción. Según el mismo WEF, la clase media es considerada el motor de la demanda mundial (los pobres son muchos pero gastan muy poco). Las empresas se centran con frecuencia en la clase media, a la que se le atribuye buscar "diferenciación", porque es la que crece numéricamente: en 2020 alcanzaría cuatro mil millones de personas y cinco mil 300 millones diez años después (2030). En casos como los de China e India, los mercados de clase media equivaldrán en tamaño al mercado de clase media estadounidense. En este sentido, es probable que en la actualidad una parte importante de la clase media mundial sea sensible al modo de vida estadounidense, por excelencia modelo de clase media durante mucho tiempo. Esto implica, en particular, una actitud asistencialista hacia los pobres y el recelo ante los ricos "a lo Trump" (no son más de 100 millones en todo el mundo). Ese "asistencialismo" y la movilidad social ascendente, si imitan el modo de vida de Estados Unidos, pueden estar ligados a la "acción afirmativa" o "discriminación positiva" (preferencia en raza, religión, género o país de origen) en vez de la meritocracia (recompensa al trabajo no en igualdad de circunstancias sociales, una utopía, sino de oportunidades, que era lo que reclamaba el liberalismo del siglo XIX). Se crea así una auténtica adulteración del problema del trabajo en la clase media mundial y el eventual ascenso de gente sin verdadero mérito, pero "diferenciada" -para los "nichos de consumo"- y dispuesta a la mundanidad de la "acción afirmativa". La clase media mundial es "a lo Obama", no "a lo Trump", aunque ha sido muy insuficientemente estudiada: en América Latina probablemente tiende a oscilar y dividirse entre una clase media urbana reaccionaria y otra facción que sistemáticamente se toma, con tal de "diferenciarse", por la vanguardia del progresismo mundial y cosas por el estilo, sin demasiado esfuerzo ni conocimiento del mundo popular.

LO QUE HAY QUE TENER (THE RIGHT STUFF)

 La Internacional Progresista (IP) del político Demócrata estadounidense Bernie Sanders se ha tragado a buena parte del progresismo latinoam...