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miércoles, 13 de noviembre de 2019

BOLIVIA: EN ESTA PRIMAVERA...

Que se entienda de una buena vez, una parte de la sociedad boliviana al parecer no quiere desarrollo, o lo que es más, lo confunde con cierta prosperidad del oriente, donde se encuentra la ciudad de Santa Cruz. Bolivia no estaba en el camino del extractivismo o la "reprimarización", sino de la industrialización de materias primas (como el litio). Como sea, la salida del ahora ex presidente Evo Morales coincidió no con una fiesta, sino con una orgía democrática, durante la cual se le metió mano de lo lindo a la Constitución: la senadora Jeanine Añez se autoproclamó presidente interina de Bolivia atentando contra los artículos 161, 169 y 410 de la Carta Magna. No había suficientes diputados, faltaba quórum, así que la autoproclamación tuvo lugar en la Asamblea Legislativa abierta en el Senado. Y de inmediato llegó la felicitación del expresidente y segundo lugar en las elecciones, Carlos Mesa.
      Llama la atención que para Mesa, no se haya tratado de ningún golpe de Estado, así fuera "medio blando", sino de lo que quiso llamar, muy de moda, una "primavera democrática". "Seamos claros, tuiteó Mesa el 11 de noviembre, en Bolivia no se ha producido ningún golpe de Estado, sino una legítima y masiva movilización ciudadana, una auténtica primavera boliviana democrática". No está de más señalar que Mesa usó como trampolín electoral al Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), una escisión del Partido Comunista de Bolivia (Marxista-Leninista) que en algún momento llegó a sostener creencias cercanas a las de Sendero Luminoso en el Perú y del que fue parte la presidente boliviana Lidia Gueiler (1979-1980). El FRI es considerado curiosamente una agrupación de derecha dado el tipo de alianzas que viene haciendo desde hace tiempo (en especial con el empresario Samuel Doria Medina, quien también se apresuró a felicitar a Añez). De alguna madriguera salió también el "analista" y ex exiliado ultraizquierdista en México, Carlos F. Toranzo Roca, para sostener que Morales no representaba a los indígenas, sino al gen (!) autoritario del sindicalismo (!), y que se había construido "un museo propio" (una verdad a medias) y un "palacio propio" (una falsedad), todo para CNN (Cable News Network). En fin que, con primavera, ultraizquierda, ciudadanía impoluta y cosas por el estilo, sólo faltaba que Mesa felicitara a "los jóvenes y las mujeres" para completar la "revolución de colores", lo que hizo (tuit del 10 de noviembre "a Bolivia, a su pueblo, a los jóvenes, a las mujeres....". !La demagogia completa, pero el gran estilo del vasallo Demócrata! Al parecer, Mesa no se dió cuenta, porque, atención, no lo mencionó jamás, que fue el militar de aquí abajo (foto), Williams Kalimán, quien le "sugirió" a Morales largarse. Kalimán (sic) fue agregado militar en Estados Unidos entre 2013 y 2016, como Vladimir Yuri (sic) Calderón, comandante de la policía, fue agregado policial en Washington, capital estadounidense, hasta diciembre de 2018. Para Mesa, lo único que hicieron las fuerzas armadas fue prácticamente negarse a reprimir y pasarse "del lado del pueblo", algo no inusual en las "revoluciones de colores".
Mesa, como Carlos "Toranzón Satánico", acusaron a simpatizantes de Morales de violencia, aunque la quema de urnas y luego, ya más grave, la quema de casas (incluida la de la hermana de Morales) fue obra de los hasta hace poco opositores. El mejor estilo de la "revolución de colores" lo puso el cruceñista (presidente del Comité Cívico de Santa Cruz) Luis Fernando Camacho (foto, abajo), protofascista, quien llegó a La Paz, capital política boliviana (donde quiso esperarlo Carlos Mesa) con una Biblia y un pedido de renuncia para Morales que fue a depositar en plena provocación en la antigua sede de gobierno. Mesa negó que quiera dividir a Bolivia (por cierto que Añez era representante autonomista del Beni, también en el oriente), pero tuiteó un agradecimiento especial al departamento de Santa Cruz. Desde su exilio brasileño, Branko Marinkovic, cruceño (ex presidente del Comité Cívico de Santa Cruz), de origen croata-montenegrino y quien con mercenarios balcánicos y el croata-boliviano Eduardo Rosza Flores buscó la separación de Santa Cruz en 2008, felicitó tanto al "Gran Camacho" (o "Macho Camacho")....como a Mesa. Vaya, la izquierda se esperaba una nueva orgía progresista y se despertó con una "primavera" o "revolución de colores" en Bolivia, donde los cruceñistas tal vez se inspiren del himno fascista croata de aquí abajo (da click en el botón de reproducción).

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...