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jueves, 10 de febrero de 2022

COVID-19: ALELUYA

 El asunto del virus SARS-Cov-2 siguió hasta la fecha en el mismo tenor con el que se fue llevando desde el comienzo, con el agravante de que pudiera haber suficientes elementos para pensar que se trata de una creación de laboratorio y no de algo estrictamente natural. El hermetismo sobre este último punto es muy fuerte.

     En México, los pronósticos siguieron siendo estrafalarios. Alejandro Macías, el "zar de la influenza" (qué ocurrencia de llamar a la gente "zar" en un clima tan rusófobo como el actual) había pronosticado hace poco que, al ritmo que iba, la variante Omicron del virus llegaría a contagiar a la mitad de los mexicanos. México tiene casi 130 millones de habitantes. Al 4 de febrero, el país con más casos de Omicron en el mundo era el Reino Unido, con unos 354 mil casos confirmados (por cierto, en tiempos recientes, el 80 % de los fallecidos por la Covid 19 en el Reino Unido tenía el esquema completo de vacunación). Al 10 de febrero, el acumulado de contagios en México era de poco más de 5 millones, de los cuales la inmensa mayoría se recuperó.. De principios de enero al 9 de febrero se contagiaron en México casi 25 mil personas.

     El experto de la universidad pública urgió a la vacunación. Sin embargo, sorprende que entre los países que más vacunaron haya el mayor número de contagiados (como por ejemplo Israel, con poco más de 8 mil casos). Algunos estudios científicos han mostrado que, a mayor vacunación contra la Covid-19, más casos de Covid-19 por millón de habitantes y más muertes asociadas a la Covid-19, también por millón de habitantes. En otros términos, aunque la vacunación haya podido reducir formas graves de la Covid 19 (y no siempre fue el caso), no impidió los contagios, y a nivel internacional, es en los países con menor vacunación donde hubo menos contagios y defunciones. No hay que ir tan lejos: en Haití está vacunado apenas el uno por ciento de la población y no sucedió nada apocalíptico. Se dejó de clasificar correctamente: ya habiendo tirado la toalla, el subsecretario mexicano de Salud, Hugo López-Gatell, reiteró que con Omicron las hospitalizaciones y defunciones fueron mayoritariamente de gente no vacunada, pero sin precisar si se trataba de grupos de riesgo. La vacunación se convirtió en religión.

     Es en este contexto que, hasta el 10 de febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) seguía sin aprobar la mejor vacuna, la Sputnik V, pese a las peticiones de la Federación Rusa. En nombre de la "evidencia" científica, en México se quiso armar un escándalo por el uso de un kit con ivermectina y azitromicina para contagiados. La gente de La Ciencia y de las "evidencias", a la que debería preguntársele por sus conflictos de interés y lecturas (más allá de los libelos de Big Pharma) no pudo hallar una relación entre la distribución de dicho kit en la Ciudad de México y la caída drástica, en el tiempo que se utilizó, de las hospitalizaciones y defunciones (además de que en un país muy desarrollado, como Japón, se demostró sin problema la utilidad de la ivermectina contra el virus). No se trató de curar, sino de vacunar, pero además de privilegiar ciertas vacunas. Con tal de obtener la aprobación, Pfizer ocultó datos como el siguiente: en las pruebas clínicas de la vacuna, todos los bebés de madres embarazadas murieron. Se puede poner el grito en el cielo porque hubo una supuesta "experimentación" con "algo antipiojos", la ivermectina, y quedarse callado ante el hecho de que las vacunas Pfizer y Moderna, de ARNm, fueron aprobadas de emergencia, incluso en el paraíso estadounidense, estando a título experimental, lo que significa tranquilamente que fueron experimentadas en la población. Las vacunas de Pfizer. Moderna y AstraZeneca no reunieron los criterios clínicos para ser parte de las "evidencias", pero en cambio ganaron mercados.  Tal vez todo el mundo quiera casa en Houston y vacaciones en Aspen como premio por no creer más que en lo que dicta Big Pharma y no decirle al público la verdad de las cosas.

      Lo que hubo en países como Estados Unidos (que no utilizaron la vacuna Sputnik V) fue una marea de eventos adversos como reacción a la vacunación. En ese país murieron luego de recibir la vacuna más personas que en la guerra de Vietnam: por lo bajo, poco más de 50 mil personas, contabilizadas por Medicare y Medicaid. Esto era apenas para septiembre del año pasado. Para entonces, en Estados Unidos poco menos de un millón de personas había tenido eventos adversos con las vacunas (más de seis millones y medio de efectos adversos en el mundo). Para enero de 2022, ya se habían acumulado más de mil publicaciones científicas serias sobre los efectos adversos serios de varias vacunas, es decir, potencialmente letales y en buena medida ligados a lo que ya habían denunciado algunos científicos: la capacidad de la "proteína espiga" (spike) para dañar el sistema inmunológico. Las vacunas de ARNm vienen acompañadas de un regalo para los creyentes en las marcas estadounidenses: óxido de grafeno, un tóxico.

      No hay mucho en qué insistir. Un sistema basado en los negocios está para hacer negocios. ¿Cuál es el secreto? Ninguno, sólo que es tan evidente como la carta de Edgar Allan Poe: no se ve porque se la tiene justo delante. Ya hay más tratamientos eficaces contra la Covid-19, aunque se mantienen a precios de oro, sin prisa por popularizarlos. Hay manera de probar que la hidroxicloroquina, la ivermectina e incluso una suplementación como la de Quercetina+Zinc son útiles. No son medios de comunicación masiva dedicados ellos también a los negocios que dirán lo que ocurre con las vacunas de ARNm, ni que abrirán la boca sobre el hecho de que, hasta estos días, la OMS haya decidido no aprobar la Sputnik V. Si hay alguien que cree que la garantía de lo humano de algo está en que sea negocio, aunque sea porque "es la época" que lo dicta, nada le impide perseverar en la creencia. No es más que éso. O algo así como un aleluya (da click en el botón de reproducción):




LO QUE HAY QUE TENER (THE RIGHT STUFF)

 La Internacional Progresista (IP) del político Demócrata estadounidense Bernie Sanders se ha tragado a buena parte del progresismo latinoam...