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sábado, 21 de septiembre de 2024

CAPULINA Y CARÍN EN EL DESIERTO

 Alguna gente ya mayor en el estado de Sonora considera que quizás el último gobernador más o menos decente del estado fue Samuel Ocaña (1979-1985). Con el gobernador Manlio Fabio Beltrones (1991-1997) ya fue otra cosa, así se tratara del "señor elegante", por la ostentación, en más de una construcción oficial. Este derroche no correspondía con la crisis que estaban viviendo ya agricultores y ganaderos del estado. Luego de Beltrones, siguió el descalabro "PRIAN", desde Armando López Nogales (1997-2003) hasta Eduardo Bours (2003-2009)  y Guillermo Padrés Elías (2009-2015), quien fue incluso a dar a la cárcel. El saqueo del erario y la dilapidación fueron tan graves que poco pudo hacer Claudia Pavlovich, cercana a Beltrones, y el gobernador del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa), Alfonso Durazo, recibió una entidad totalmente en quiebra. Como decía el grupo musical Laberinto, de Ciudad Obregón, había sido "como un remate de feria o de carnaval: con un alegre principio, y triste final". No faltó quien perdiera la cabeza por la "circulación de dinero", cuando menos desde el gobernador Beltrones, lo que coincidió con cierta difusión de la gastronomía local, en particular a través del más tarde alicaído Palominos, que llegó a la capital mexicana, y con una creciente urbanización. Hermosillo dejó de ser el "bonito pueblito sencillo" de antes y fue posible ver el terrible descalabro de un centro histórico aunque pequeño, como el de Guaymas. Ni quien se acordara, en el festín, de lo que alguna vez había representado Sonora para la historia de México. Algunas cosas han cambiado con el youtuber Alejandro Carrizales o con Ranchoel17, pero no puede asegurarse que MoReNa haya logrado revertir el gran deterioro del estado, que se anunciaba incluso en cierta crisis desde antes de Ocaña, con el rechazo de la inmigración, en los '80. Los sonorenses quisieron creer que la cosa era gente de fuera del estado, pero no poca del estado mismo se extravió.

      Para más señas, el narco se fue metiendo al estado, haciéndolo violento, como ocurre desde hace tiempo con Obregón/Cajeme, donde se metió el cártel de los Beltrán Leyva, dejando sus señas en casas abandonadas de Ciudad Obregón, por ejemplo en la avenida del Náinari, que da a la laguna del mismo nombre. Luego fue el puerto de Guaymas. En tiempos de Padrés Elías, del partido Acción Nacional, las avionetas pasaban alegremente cerca de río Sonora para llevar droga a Estados Unidos, sabiendo todo el que lo quisiera oir que eran los cargamentos del Chapo. No eran la felicidad de la gente, que vivía temerosa, al mismo tiempo que se aceleraba la extracción minera que un buen día terminó en el desastre del derrame tóxico del río Sonora. ¿Todo el mundo sabía de las avionetas menos la autoridad del lugar? Un freno se puso en la fronteriza ciudad de Agua Prieta capturando al suegro de Joaquín Guzmán. Pero los problemas siguieron en el sur y en el desierto de Altar, complicándose con el tráfico de migrantes. ¿Gente venida de afuera, como a la larga "Los Chapitos", de los que todo el mundo conoce la localización?¿Se les quitó el estorbo de Rafael Caro Quintero y el cártel de Caborca? Es lo que de alguna manera dijo la película "Somos", sobre la tragedia de hace algún tiempo en el norte carbonífero de Coahuila: gente que llegó de afuera, pero que logró complicidades en el arribismo social de más de uno adentro. 

     El problema es de ya larga data, considerando por ejemplo que el "Señor de los Cielos", Amado Carrillo Fuentes, fue capturado en 1989, para ser dejado en libertad en poco tiempo. Existen en causas penales testimonios sólidos de que algunos políticos intercedieron para que Carrillo fuera liberado. Y para su desgracia, uno de esos políticos fue Beltrones. Después de todo, en uno de los barrios lujosos de Hermosillo, Pitic, Carrillo Fuentes se hizo construir una casa que sólo un ciego podía no ver, puesto que era prácticamente de una cuadra, pero con fantasiosos minaretes (!). "Asuntos de grupo" podían pesar tanto como cierta tradición institucional. "Asuntos de grupo" en los que Beltrones tuvo que ver, sin decir la verdad y negando en particular el "videodedazo", al momento de la muerte del candidato priísta (PRI-Partido Revolucionario Institucional) Luis Donaldo Colosio. Lo "revolucionario" se había acabado bastante antes, por lo menos desde que el presidente José López Portillo (1976-1982), dijo en medio de una gigantesca corrupción -que nadie le cobró- que era el "último presidente de la Revolución". Afortunadamente Arturo Durazo pudo haber sido el último jefe "revolucionario" de la policía de la capital mexicana, originario de Sonora (Cumpas). Simplemente, "asuntos de grupo" fueron liquidando -y más de un sonorense no fue ajeno al jolgorio libertario- lo "institucional", con las reglas que suponía como garantía de estabilidad. Al grado de llegar a asuntos de familia o de "clanes", a los que no fue ajeno Beltrones. La denuncia en su contra la hizo notar el hijo de Jesús Gutiérrez Rebollo, César Gutiérrez. Gutiérrez Rebollo tuvo la mala fortuna de descubrir cómo la familia del presidente Ernesto Zedillo, a través de su esposa, Nilda Patricia Velasco, estaba metida a fondo con los Amezcua colimenses, los "reyes de las metanfetaminas". El militar fue a dar a la cárcel para que pudiera cumplirse el principio de "las buenas conciencias", logradas con un muertito escondido o "silenciado". Así procedía Zedillo (1994-2000), y agencias estadounidenses estuvieron muy metidas en la fabricación del caso a Gutiérrez Rebollo, mientras el mismo Zedillo acataba la iniciativa de ir desplazando al PRI.

      Beltrones es Sonora en transición, y no siempre de la mejor manera, para "hacer circular dinero" creando ilusión de que habrá "para todos" al margen de que sea o no merecido. Alfonso Durazo es la extraña continuación de esa "transición" eterna: la "prosperidad compartida" no entre mexicanos, sino con más inversión extranjera, a riesgo de que no quede mucho de institucional, salvo  en el ademán de Capulina (mote del senador sonorense), y de nacional  el clan (el "grupo" como tótem) con food stamps.(da click en el botón de reproducción)



LA VIRGENCITA DE CHIQUINQUIRÁ Y SUS MILAGRITOS

 Quienes se hacen llamar "demócratas liberales" y sus partidarios, como el escritor mexicano Enrique Serna, convencido de que todo...