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martes, 25 de diciembre de 2018

ZIZEK EN EL CORO

En una reciente entrevista con el periódico español El País, el renombrado filósofo esloveno Slavoj Zizek (fotos) afirmó que "la gente está drogada, dormida", y que "hay que despertarla".

    
    
     Zizek es la clase de intelectual que hace malabares con la experiencia comunista y cayó en el garlito del periódico entrevistador, el cual le atribuyó al leninismo la creencia de que "tanto peor, tanto mejor" o, como se ha dicho en otros lugares, de que "lo bueno de 'ésto' es lo malo que se está poniendo". Pues bien, Zizek contestó: "Lenin sostuvo que la guerra era buena porque traería la revolución". En este caso, Lenin, quien hizo la Revolución de Octubre en 1917, un año antes de que terminara la primera Guerra Mundial, habría dejado que continuara.
     Muy por el contrario, la consigna de la Revolución Rusa fue "!Pan, Paz y Tierra!". En la Paz de Brest-Litovsk, a principios de marzo de 1918, Lenin, con tal de obtener tranquilidad para el bolchevismo, estuvo dispuesto a ceder territorios del Imperio ruso tan importantes como Ucrania y Finlandia, además de Polonia y Lituania y otros más. Algunos de estos territorios, como Finlandia, ya no habrían de volver ni siquiera a manos soviéticas. Lenin estuvo dispuesto a sacar de la guerra al naciente sovietismo prácticamente a cualquier precio, y contra las opiniones de gente como León Trotski o Nikolai Bujarin. Otra cosa es que la guerra haya caldeado los ánimos en Rusia a favor de la Revolución, como ocurriría después con China y la ocupación japonesa.
     En el tercermundismo, en cambio, sí existió la creencia errónea de que "crear dos, tres, muchos Vietnam", como dijera Ernesto Che Guevara, era el camino a la revolución, que debía hacerse a tiros. La Revolución Rusa fue relativamente pacífica, por contraste. Cabe agregar que, de igual modo, el leninismo nunca creyó que "a mayor pobreza, mayor revolución", a diferencia por ejemplo del fidelismo cubano o del mismo guevarismo. La creencia en un "tanto peor, tanto mejor" parece ser característica del Tercer Mundo, que por cierto ya no lo es, porque ya no hay "Segundo Mundo" que se reivindique como tal (no es el caso de China). Como sea, Zizek se suma a la tendencia dominante -que es una adicción- a criticar una caricatura del marxismo-leninismo y creer que ya está. Y ni siquiera es algo muy original para alguien que se precia de extravagante.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

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