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jueves, 6 de enero de 2022

UNA DURA BATALLA POR LA DEMOCRACIA, FOLKS

 Después de haberse robado las elecciones presidenciales, en parte gracias a que el Poder Judicial quiso evitar que el asunto pasara a mayores, Joseph Biden, el actual mandatario estadounidense, se lanzó a defender la democracia contra la "insurrección armada" contra el Capitolio el año pasado. Nunca existió tal "insurrección armada" ni, como lo dijo antes Biden, algún intento de "golpe de Estado". Tampoco hubo lo que Biden llamó una "carnicería". Es un poco extraño que un presidente estadounidense nada inocente utilice estos términos, ya que si en algo son expertos los gringos es en golpes de Estado, insurrecciones armadas a modo de provocación y "carnicerías". 

      Al parecer, se sigue tratando, con muchas complacencias y contubernios, de dejar definitivamente fuera de juego al hoy ex presidente Donald Trump, quien no anda tan desorientado, puesto que acusó a Biden de hacer teatro político. De hecho, fue en buena medida teatro lo que tuvo lugar en el Capitolio hace un año. Cabe recordar que fue Trump quien pidió a sus simpatizantes que salieran del lugar y llamó a la Guardia Nacional para detener el "evento", que tiene bastante de espectáculo interesante.

     Estados Unidos tiene unas 16 agencias encargadas de la seguridad nacional, bajo distintas formas. En el año 2001, ninguna fue capaz de detectar el supuesto desvío de aviones que tuvieron todo el tiempo de salirse de ruta para ir a estrellarse contra las Torres Gemelas en Nueva York, dejando de lado otro chiste, el del Pentágono. El año pasado, grupos extremistas de derecha habían expresado abiertamente en redes sociales su intención de "marchar sobre el Capitolio". Nadie detectó nada en redes, como si Estados Unidos no tuviera ciberseguridad, pero lo mejor es que nadie, tampoco, tomó ninguna medida de precaución. De la misma manera en que los supuestos aviones pasaron como Pedro por su casa, los vándalos lo hicieron en el Capitolio, luego de anunciarse desde un mes antes, según The Wall Street Journal, que se entera de más que 16 agencias de seguridad juntas. El policía retirado Theortis Jones dijo que "les permitieron hacer lo que hicieron"; la congresista Demócrata Zoe Logfren dice que la policía del Capitolio llamó a la Guardia Nacional, pero se sabe que es falso. Por lo demás, una vez recibida la llamada, en un principio el Pentágono rechazó la solicitud de enviar tropas al lugar. Dos días antes, según The Washington Post, el Pentágono había dado la orden de desarmar a dicha Guardia. Fue Trump quien consiguió que se moviera. Durante los hechos, ningún líder Demócrata llamó a resistir el "golpe de Estado" o "insurrección armada", ni Biden, ni los ex presidentes Barack Obama o William Clinton. 

     Por cierto: hay cámaras de seguridad en las calles aledañas al Capitolio. No impidieron que unos dos mil vándalos se lanzaran al Capitolio, y éso que se habla aquí de centenares de cámaras, colocadas después del 11/S. Dos días antes, la jefatura de policía del Capitolio pidió más hombres. Le fueron denegados, y hay que considerar que el Distrito de Columbia (DC), lugar de los hechos (Washington), es completamente Demócrata.

     Quienes le creen todo a Estados Unidos deberían preguntarse si no están en manos del equivalente del ejército soviético, que le permitió sin percatarse de nada al alemán Mathías Rust sobrevolar la Unión en una avioneta Cessna en 1987 hasta aterrizar ni más ni menos que en la Plaza Roja de la capital, Moscú (un vuelo de un piloto de 19 años a través de 750 kilómetros sin ser incomodado por nadie). Al menos que en Estados Unidos se trate de otra cosa. 

     Amigo de Clinton (y de Trump), el pedófilo y depredador sexual Jeffrey Epstein se suicidó. De la Unidad de Navy Seals que supuestamente mataron a Osama Bin Laden, 22 miembros de 25 murieron en lo que los propios medios occidentales llamaron "un supuesto accidente de helicóptero". Hay, claro está, más de un policía del Capitolio que se suicidó: para ser más exactos, hasta la fecha han sido cuatro, a uno de los cuales los Demócratas le agradecieron el haber "arriesgado su vida" seguramente que para salvar a la democracia, y luego desaparecer sin pena ni gloria. No importa mayormente: lo que le ocurre a Estados Unidos no es más que una serie de coincidencias desafortunadas, todo en medio de una lucha por el Bien. En cambio, lo que le ocurre a un país como Kazajistán se lo tiene bien ganado por "autocrático": deben respetarse los Derechos Humanos de quienes incendian edificios oficiales, vandalizan lo que encuentran a su paso y además deguellan policías.

   Por cierto, ¿por qué está probado que algunos policías del Capitolio se estuvieron tomando selfies con los intrusos?¿Y por qué está filmada toda la actuación del ex-marine y agente del FBI (Oficina Federal de Investigación) Ray Epps, incitando a tomar el Capitolio pese al rechazo de los seguidores de Trump? Nadie lo ha molestado, como tampoco a los hombres de capucha negra -también filmados- sembrados para vandalizar el Capitolio mientras los simpatizantes de Trump los increpan y les preguntan si son de Antifa. ¿Por qué no se ha investigado en lo más mínimo a los tres grupos (ScaffoldCommander, BlackSkiMask y el de Epps) que actuaron concertadamente para atraer a la gente de Trump hacia el Capitolio y armar la provocación?¿O se quiere acusar al grupo de extrema derecha Proud Boys infiltrado hasta en su liderazgo por el FBI? En fin, puede seguirse creyendo en que hay que unirse en torno al Bien. Feliz vanidad (da click en el botón de reproducción).



LO QUE HAY QUE TENER (THE RIGHT STUFF)

 La Internacional Progresista (IP) del político Demócrata estadounidense Bernie Sanders se ha tragado a buena parte del progresismo latinoam...