En una entrevista reciente, la periodista Laura Barranco dió elementos que la hacen pensar que el también periodista Carlos Loret de Mola, hoy una de las cabezas de lanza de la oposición mexicana, sabía en diciembre de 2005 que la escenificación de la captura de los supuestos "secuestradores" Florence Cassez e Israel Vallarta era un montaje. Sería el motivo por el cual Loret hizo caso omiso de los mensajes de Barranco al momento sobre la violación a la presunción de inocencia de Cassez y Vallarta. Si es así, Loret mintió ante la Justicia mexicana -que se lo permitió- al decir que "no sabía que era un montaje", y de haber mentido, se trataría de un delincuente impune.
El actual gobierno mexicano aún no ha conseguido liberar a Vallarta, pese a que lo prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador. Hay otros casos, notoriamente el de Brenda Quevedo Cruz, involucrada en el presunto "secuestro" de Hugo Wallace Miranda, y ante la cual la Fiscalía General de la República (FGR) ha demostrado una inoperancia total.
La Fiscalía no pudo proceder contra Isabel Miranda de Wallace, madre del supuesto "secuestrado".- Resulta que Hugo Alberto Wallace Miranda no tiene ese nombre, sino que es Hugo Alberto León Wallace, hijo de Carlos León Miranda. Después de julio de 2005, cuando Hugo Alberto León habría sido secuestrado y asesinado, aparecieron pistas de que se encontraba con vida: habló con la madre de su segunda hija, con su mejor amiga, fue visto con otra pareja...Hay muchos testimonios que sugieren que Isabel Miranda, protegida de los gobiernos derechistas de Acción Nacional, del hoy encarcelado en Estados Unidos secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ex candidata del mismo partido a la jefatura de gobierno del Distrito Federal, a la cabeza de la organización Alto al Secuestro y premiada gubernamentalmente por su "activismo", fabricó tres expedientes para ocultar la desaparición de su hijo sin que haya mediado secuestro alguno. Antes de ocultarse, Hugo Alberto León robaba coches y vendía droga desde el colegio Aztlán, propiedad de su madre. Según el periodista Ricardo Raphael, estaba asociado con el cártel de los Beltrán Leyva, en particular con Edgar Valdez Villarreal, La Barbie. El asunto no suele mencionarse en México, pero Valdez era informante de la Agencia para el Control de Drogas (DEA) estadounidense, si es que no también de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), también de Estados Unidos.
La oposición mexicana no parece muy preocupada por la suerte de García Luna, ni por las andanzas de la señora Miranda de Wallace, síntomas de que la seguridad mexicana estuvo a cargo de delincuentes, en un asunto que llega hasta lo denunciado por la periodista Anabel Hernández: el contubernio del gobierno de Felipe Calderón, de Acción Nacional, con autoridades estadounidenses para favorecer al cartel de Sinaloa. Aquí se detienen como siempre las cosas, como se detienen en una extraña mezcla de reverencia y temor ante Miranda de Wallace, a la que dejó ir la fiscalía de Alejandro Gertz Manero.
Luis Cárdenas Palomino era el segundo de a bordo de García Luna, y hoy está también tras las rejas. Es de Cárdenas Palomino la mano que sujeta bruscamente el cuello de Israel Vallarta en el montaje y, según Laura Barranco, es un tanto extraño que Loret no haya pedido un movimiento de cámara al momento en que Vallarta estaba siendo ostensiblemente obligado a hablar bajo presión física.
Ni Calderón ni su predecesor, también de Acción Nacional, Vicente Fox, han respetado, a diferencia de los ex presidentes priístas, la regla del sistema mexicano de no intervenir terminado el sexenio propio. El asunto no es de "la guerra contra el narco" ni de personalizarlo todo en la figura presidencial: hay cosas que se paran cuando podría mostrarse que los gobiernos de México estuvieron en manos de delincuentes, varios de ellos ya probados, y con vínculos con Estados Unidos (García Luna, al parecer, no entendió las instrucciones que tenía que seguir y se fue por cuenta propia, al grado de involucrarse la policía federal en un extraño suceso a tiros contra funcionarios de la embajada estadounidense en la carretera a la ciudad de Cuernavaca, cerca de la capital mexicana).
Loret conduce "Latinus", el principal programa de oposición al gobierno de López Obrador, sin que la FGR logre concretar una investigación abierta al grupo que está detrás por peculado y lavado de dinero probados. Cabe enfatizar que la FGR de Gertz Manero ha ido más por gente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), hasta donde parte del grupo "Latinus" es del "clan Madrazo", que de Acción Nacional, al igual que la UIF (Unidad de Inteligencia Financiera) pésimamente conducida por Pablo Gómez, tal vez por algo que no es "judicialización de la política", sino "politización de la Justicia". Esto querría decir que los jueces no pueden con la presión social ni mucho menos de los medios de comunicación masiva, y es así que también se ha politizado el caso Ayotzinapa. La ruta marcada es que el PRI aparezca de tal manera como "dictadura" que quienes sean que estén en su lugar parezcan forzosamente "democráticos", así se trate de delincuentes como los de Acción Nacional o de gente inoperante para gobernar. La fauna que se salió del PRI, desde Beatriz Pagés hasta José Narro Robles, tampoco está muy de buen ver que digamos, antes al contrario: envenena una y corrompe otro todo lo que tocan. Loret logra ambas cosas a la vez. Y el dominio de "Latinus" es "us" (US).