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viernes, 22 de noviembre de 2024

EL QUE LO DICE LO ES

 El grueso de las noticias que se dan en el mundo occidental carece de la lógica más elemental. Como parte del conflicto en Ucrania, que se reduce al Este ex ucraniano, la misma Ucrania decidió aventurarse a atacar territorio ruso. Una cosa es defenderse de un ataque, y otra ir a meterse al territorio del otro para agredirlo. Suponiendo sin conceder que haya en el Este ex ucraniano una agresión rusa, no justifica que Ucrania ataque territorio ruso, y ni siquiera por cuenta propia, sino por encargo de "socios y aliados".

      Parte del asunto está en que, simplemente, Ucrania ya perdió la guerra, además de que el Este y Crimea ya ni siquiera son ucranianos. Es una pura fantasía querer recuperar para Ucrania esos territorios, más allá de incursiones vanas que lo que logran, sobre todo, es el sacrificio inútil de gente ucraniana. 

      El "suponiendo sin conceder" tiene que ver con que, durante años, antes de intervenir, Rusia, a diferencia de Ucrania, NO quiso anexarse el Este ucraniano sino que se respetaran los acuerdos de Minsk para que dichos territorios permanecieran en Ucrania, aunque con autonomía. Francia y Alemania reconocieron que no querían mayor cumplimiento de acuerdos de nada, sino "ganar tiempo"", lo que contribuyó a que los ucranianos, en vísperas de la intervención rusa, se estuvieran preparando para volver a quebrantar lo acordado y masacrar a más habitantes de las regiones de Donetsk y Luhansk. Este es el motivo por lo que Rusia, luego de una espera y un cumplimiento de años, corrió el riesgo de meterse en el Este ucraniano: ANTES de la incursión rusa, Francia y Alemania no cumplieron lo pactado. Tampoco lo hizo Ucrania. Ni importa en lo más mínimo la secuencia de los hechos, y por ende, la razón de Rusia: impedir que soldadesca ucraniana y fuerzas neonazis siguieran matando por MILES a habitantes del Este ucraniano, en algo preparado. El montaje está en colocar el inicio del problema en la operación rusa, que aparece como una "agresión", y que sirvió para proseguir con sanciones y desinformación para intentar quebrar al gobierno ruso. No hay manera, para un occidental promedio, de meter algo de orden si todo el tiempo se les presentan los hechos sacados de contexto y fuera de su secuencia: entonces resulta que el presidente ruso, Vladimir Putin, es un "peligro", y no faltan quienes repitan no queda claro si por ignorancia, mala fe o ambas cosas, entendiendo "mala fe" por "fe", pero en gente que presenta un montaje -es decir, algo falseado- como verosímil y creíble, aunque no sea verdadero. A este ritmo, pareciera que se trata de desdibujar las fronteras entre ficción y realidad para hacer pasar la ficción por la realidad o, lo que es más, por "evidencia". No habrá medio alternativo que logre plenamente su cometido mientras no deshaga el montaje.

     Habiendo perdido la guerra, al lanzar sus "flamantes misiles" sobre territorio ruso, por cierto que con poco éxito, cerca de Briansk, el problema está en saber el motivo de la acción: pareciera que provocar, porque se trató de una decisión de poca o nula efectividad militar. Se trataba de que Rusia "reaccionara", lo que hizo: como fue atacada, contratacó. Se volvió a repetir lo mismo "hasta la naúsea", como se dice, porque Putin introdujo una ligera variante en una doctrina militar que considera el uso del arma nuclear en caso de que se ponga en juego la existencia misma del Estado ruso, con lo que implica de soberanía territorial. La variante implica que, si Ucrania, alentada por sus "socios y aliados", llega a poner en peligro el Estado ruso, siendo aquélla "un país no nuclear ayudado por un país nuclear", puede simple y llanamente recibir un ataque nuclear preventivo si lanza una ofensiva que suponga un grave peligro para el Estado ruso. Como ni Ucrania ni los occidentales tienen esa capacidad, salvo que se extralimiten en armar a Ucrania, Putin no varió mucho la doctrina oficial, pero como mencionó la palabra "nuclear", se cortó nuevamente la secuencia y se presentó lo que no es, puesto que la respuesta rusa NO fue nuclear ni creó el peligro de ninguna guerra mundial. No se entiende como el atacado es presentado como el agresor, puesto que Rusia contestó "en espejo", y nada más. Lo que significa la variante de Putin incumbe a Ucrania: que no se le ocurra meterse a fondo en el espacio ruso porque recibirá una respuesta nuclear. Ucrania puede tener la seguridad de que sus "socios y aliados" no la defenderán, porque la escalada significa la segunda opción: no jugar a los ataques nucleares entre europeos para entretenimiento estadounidense, sino apuntar al dueño del circo, que para el caso es Estados Unidos. Se llegaría a un punto de tensión similar al de 1962, con desventaja militar estadounidense, de lo que no se entera a la "audiencia" occidental que, por lo general, no está al tanto de lo que representan las armas hipersónicas rusas.

     En ninguno de los casos se avizora el Fin del Mundo.. Vuela parte de Ucrania o queda Estados Unidos cerca de ser volado, y para el caso, si gusta responder, ya nada tiene caso, entonces sí. A veces hay gente no muy fijada que, con tal de acorralar a alguien, no se da cuenta de que está acercándose a un callejón sin salida. Rusia no contestó al ataque ucraniano con las supuestas "armas grandiosas" con NADA NUCLEAR, simplemente porque el ataque de Ucrania fue de un ridículo que no puso en riesgo la existencia del Estado ruso. El problema se orienta entonces a otra parte:  no parece probable que se impida a Trump asumir  el cargo en enero; además de aguantar al senil presidente estadounidense Joseph Biden y al neonazi Volodímir Zelenski, él sí dispuesto a escoger entre volar el planeta o volarse la tapa de los sesos (es lo típico de un nazi), hay que esperar a ver qué otra ocurrencia tiene Occidente para salir de la derrota con la mejor imagen y las mejores relaciones públicas, es decir, convenciendo a la gente de que una derrota es una "gran victoria" y de que el callejón sin salida es una gran autopista. No vaya a ser que la población occidental se dé cuenta del fraude.

        El agravante de tener que esperar a que Occidente termine de salir del ridículo está en que los Demócratas e imitaciones son gente con la que no se puede hablar, y que es, además, obtusa, porque se tiene que atener a una "imagen", y para ello, con tal de no caerse, repetir cosas del estilo "mamá, Putin me pegó", o "Putin se puso muy intenso", o "mírenlo eh, mírenlo eh". Tampoco son muy democráticos: si gana Trump, desde ya se las están ingeniando para usar el poder contra el gobierno, acusando al ganador de "no democrático" (da click en el botón de reproducción).





FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...