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sábado, 30 de noviembre de 2024

Y QUE SE AVIENTAN A LO MARY POPPINS

 Ahora que predominan los medios de comunicación masiva y las redes, es frecuente que no se hable para decir algo, lo que incluso se empieza a evitar, sino para impresionar, "causar sensación", algo por lo demás muy estadounidense: la menor cosa es "grandiosa" e "histórica". Es lo que se ha hecho con el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) y con "la multipolaridad". Muchos políticos repiten y recitan porque, yendo de un lado a otro y ante los medios, para no perder "visibilidad", no tienen mucho tiempo de enterarse de lo que dicen, sino que se sirven de "expertos" sin cuidar demasiado de que éstos tengan criterio propio. En medio de tanta "sensación", en realidad la tendencia es a la inercia y a la deriva, más si el "público", convertido en audiencia, no ha recibido ni la menor educación para orientarse en la Web, las redes o incluso para usar un celular. Si, como decía el estudioso francés Bernard Stiegler, la técnica es un pharmakon, resulta que puede ser un remedio o un veneno. Y es lo venenoso lo imperante, por el sesgo sistemático de "causar sensación" antes que razonar o argumentar. Así que ahora es "histórico" que, a través de los BRICS, el mundo va a la "multipolaridad", porque es "lo que suena" o, para decirlo en cubano, "éso que anda". La siguiente es anti-Trump, puesto que, entre otras cosas, Donald J. Trump dijo que si los BRICS desdolarizan, les pondrá aranceles en grande. Los BRICS acaban de incorporar a Cuba, en la reunión de Kazán (Rusia), luego de haber sumado previamente a otros más: Egipto, Irán, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos.

      Rusia le pone enjundia al grupo BRICS, aunque en realidad parece alguna reminiscencia tercermundista, de remplazo, ahora que ya no hay Tercer Mundo. En población, China e India acaparan todo el grupo como elefantes en cristalería, y también en porcentaje del producto interno bruto (PIB-paridad de poder de compra). Los demás están de adorno, Rusia incluida, salvo en producción de petróleo. Pareciera que Rusia se busca cierta diversificación ante las sanciones occidentales. Como sea, los BRICS no son "el fin de Occidente", salvo que no se sepa dónde quedan Brasil y Sudáfrica, para no decir que parte de la misma Rusia. Para China, que no se desvive por el grupo, es un "amortiguador", porque los principales socios de los chinos son Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Japón. Y por ende, no los BRICS, ni el "Sur global". El tamaño no hace la potencia: Estados Unidos, salvo en ciertos terrenos, es el gran imperio militar del mundo, en términos ofensivos; aunque la proporción del dólar haya bajado en los intercambios internacionales, ha sido a favor del euro, y muy detrás, del yen. El yuan chino no pasa del tres por ciento. El mundo financiero es occidental. Los BRICS no llegan ni al 30 % del comercio internacional, y gran parte del grupo corresponde a China. Que China tenga el primer lugar comercial del mundo, en disputa con Estados Unidos, no quiere decir que tenga lo máximo: China representa cerca del 15 % del comercio internacional. Así que los BRICS podrían ser C+BRIS. Unidad ideológica no hay ninguna, política tampoco, pese a los esfuerzos rusos, y económica no mucha. Los principales socios comerciales de China son la UE, Estados Unidos y Japón, y en particular los dos primeros, muy por encima de Japón. India y Rusia vienen algo detrás. Rusia, en cambio, tiene por principales socios a China, Turquía e India. La única realmente "desoccidentalizada" es Rusia, entre cuyos principales socios están, además, Belarús y Kazajistán. India tiene entre sus principales socios comerciales a Estados Unidos y parcialmente a China. Parte de la imposibilidad de parar las fantasías de unos y otros tiene que ver con la manera de hacer las cuentas: en el comercio de China, en particular en materia de exportaciones, ¿cuál es la parte de empresas nacionales y cuál la de transnacionales de Estados Unidos, la UE y Japón? La feria del "está creciendo" o "está decreciendo" no sirve de gran cosa si se confunden a cada momento números absolutos y relativos (¿en relación con qué?). México se cree que el TMEC (Tratado México Estados Unidos Canadá) es el mayor acuerdo comercial del mundo, y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, lee cifras de comercio por minuto en este bloque como quien es adicto a un casino de Las Vegas, porque todo es "más" y "dinero". El mayor bloque es el RCEP (Asociación Económica Regional Integral). Otra vez, China, más de la mitad del RCEP. Para simplificar, Trump, que privilegia la economía y sobre todo el negocio sobre el cálculo geopolítico y la maniobra entre potencias en busca de "márgenes para maniobrar", sabe que ni México ni los BRICS son lo que creen ser, y que el meollo es China y la Tríada (Estados Unidos, la UE y Japón), si de lo que se trata es de competencia y competitividad. Para el caso, Rusia no cuenta mucho.

       Hay en parte, en Trump, la nostalgia de la súperpotencia. En otros, pareciera que la del tercermundismo, y en otros más la creencia de que Rusia es algo así como la Unión Soviética y China "la gran alternativa del gran salto adelante", y no lo que es: un enano monetario y financiero y un país dependiente de la Tríada, y que lo sabe muy bien. Ni siquiera se trata nada más de la manufactura del "taller del mundo", ya que el 70 % de las inversiones extranjeras en China se orientan al sector de servicios. Es un mar de inversiones asiáticas (Taiwán, Singapur, Corea del Sur, Japón) seguidas de estadounidenses y alemanas, británicas y francesas. Por el porcentaje ya citado, China no está "invadiendo" el mundo, ni de lejos. China es de los países del mundo que más atraen inversión extranjera directa (después de Estados Unidos), y el más importante del mundo en desarrollo;  tampoco hay "invasión" de inversiones chinas, aunque el mensaje de Trump para América Latina es frenar la entrada de capital chino. Lo que no queda claro es hasta dónde, a diferencia de Estados Unidos, China tiene un sistema productivo realmente propio (aunque el estadounidense se deshace, en cierta medida), porque de otro modo pone el mal ejemplo de una apertura descocada. Entonces no queda claro cuál es el propósito de los BRICS: porque, salvo Rusia, la mayoría de los demás no son ningún ejemplo de soberanía económica. Los BRICS, "sensaciones" aparte, no tienen una capacidad como la que alguna vez tuvieron los No-Alineados, o incluso por un periodo la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), en los '70. En fin, parece que es contagioso: si uno por ahí anda con la MAGA (Make America Great Again), otro se cree el "regreso de la potencia rusa" (que como tal nunca ha existido, porque el imperio zarista era más bien malón) o el "regreso del imperio del Medio", China. La cosa es que sea de lo más "sensacional", con la diferencia de que, si Trump quiere que vuelva, los Demócratas, se les nota en la expresión, se creen absolutamente sensacionales. Y se complementan. (da click en el botón de reproducción).



YO NO ME LLAMO JAVIER

 No es muy fácil saber qué es el "pueblo", aunque en él resida la soberanía, al decir de diversas Cons tituciones, la estadounide...