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martes, 14 de enero de 2025

AY, FUCHI

 Desde antes de que tome posesión, el globalismo, autodenominado "demócrata-liberal", el ""centro" que incluye a la "izquierda" y el "izquierdismo", que para el caso pone la parte de "libertad", han optado por hacerle al presidente electo de Estados Unidos, Donald J. Trump, la vida imposible, como sucedió en su primer mandato, incluso desde flancos republicanos. La creencia de base es que Trump es "irracional", lo que no quita, como ya se ha dicho, que tenga un aspecto majadero propio de un país, Estados Unidos, que prácticamente no conoció de modales, menos los aristocráticos, salvo en parte los sureños propios de Lo que el viento se llevó y Clark Gable con Scarlett O'Hara. Sucede sin embargo que la majadería mencionada sirve de coartada para quienes, también en algo bastante estadounidense, no tienen empacho en hacer fraude, algo ya descrito por el economista John Kenneth Galbraith, aunque no sea el único.

      Ya ha habido ocasión de puntualizar dos cosas. No queda claro por qué el portal Rebelión, diverso y frecuentemente con INFORMACIÓN ÚTIL, llega con uno de sus autores a sugerir que hay que tomar tan en serio a Trump que puede tener lugar una intervención militar en México. Lo propio de Trump, al menos en su primer mandato, no fueron para nada las intervenciones militares, y por cierto que, de paso, fue el presidente Barack Obama, cómplice del mandatario mexicano Felipe Calderón, el que puso en marcha la operación Rápido y furioso, para traficar ilegalmente dos mil armas de fuego a México y "rastrearlas", en lo que también estuvo Hillary Clinton. El operativo fracasó. Trump enviará a México un embajador "duro", porque el interés está en la migración y el tráfico de droga, sin que se sepa por qué Estados Unidos, como ya se ha dicho, debiera tolerar la inmigración ilegal que hoy, de paso, sirve a narcotraficantes, que también son mexicanos, así encuentren contubernios en Estados Unidos. Es tan legítimo como los aranceles, si se trata de evitar pérdida de puestos de trabajo en Estados Unidos por un problema de un alud de importaciones baratas, que afectan el empleo de los trabajadores estadounidenses, no por ningún asunto racial, sino de diferencias salariales que debieran dar un poco de verguenza a los países de mano de obra barata, disfrazada de "ventaja en el mercado" (comparativa o competitiva). Se le llama "ventaja competitiva" a salarios para "muertos de hambre" y "agresión" al intento por proteger el salario y el empleo de los trabajadores nacionales, que como blue collars votaron masivamente por Trump. Tendría que pasarse a que lo que no es "una" supuesta "racionalidad", única, de libre comercio (libre movimiento de capitales, más bien), es "irracional". Lo segundo es que en Panamá no es secreto el uso del Canal para favorecer a unos en detrimento de otros: en todo caso, Estados Unidos conserva la facultad legal de injerencia en el Canal, ya se ha dicho que por la Enmienda DeConcini. Trump no se está sacando nada de la chistera. Por lo demás, es sabido que su estilo es el de empujar las cosas a cierto extremo y luego, negociar. Ya uno que otro político canadiense pidió que se cese de hablar de Canadá como apéndice de Estados Unidos, aunque económicamente LO ES, y se ridiculizó la idea de cambiar el nombre de "Golfo de México" por "Golfo de América", que responde a la idea que tiene Trump sobre la explotación de los recursos de este espacio marítimo, de gusto entre otros de los texanos. Las jurisdicciones marítimas en el Golfo están fijadas, cuando menos desde 1978, y allá Estados Unidos si en su parte le quiere poner "Aguas del Trump Tower". 

     No es competencia por ver quién entiende peor las cosas: el presidente venezolano, Nicolás Maduro, propicio a entender mal, y con un país igualmente proclive a cierta majadería, ya salió con que quiere "liberar a Puerto Rico", a lo que la gobernadora local respondió airada, para pedir protección de quien dijo que la isla es "basura". Nótese el reflejo anexionista, el predominante en Puerto Rico: no el de defender la isla por sí misma, en la que Maduro no tiene nada qué hacer, sino de correr a pedir protección gringa, exactamente como más de un mexicano, por ejemplo Carlos Ramos Padilla, locutor que curiosamente desde los '90 (!) pedía protección de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) para el istmo de Tehuantepec en caso de "guerra nuclear" (vaya....). La majadería de Trump es coartada o licencia para no decir que sí, en México hay criminales y asesinos, salarios míseros y, si ha de hacerse caso de verdad al hoy ex presidente Andrés Manuel López Obrador, gente que ha tenido que emigrar no por gusto, sino por falta de oportunidades, que corresponde a México crear, no a Estados Unidos; para no decir que sí, Puerto Rico no tiene hoy sentido nacional; y que sí, desafortunadamente, desde 1977 (lo que motivó la renuncia de un diplomático como Julio Yao, quien ha explicado cómo el actual presidente panameño, José Raúl Mulino, ha actuado inconstitucionalmente al permitir bases militares estadounidenses en suelo panameño, lo que por lo demás retrotrae al Plan Mérida y lo negociado para el libre comercio México-Estados Unidos), Estados Unidos conserva ciertos derechos sobre el Canal de Panamá.

      Lo que Rebelión sí recogió es que, simplemente, Groenlandia acababa de pedir su independencia cuando salió Trump a hablar de comprarla (no de invadirla), y que las mismas autoridades de la isla ofrecieron acercarse de Estados Unidos. De la misma manera en que no se está discutiendo la soberanía panameña, sino una política de peajes para el transporte marítimo, que involucra a China, Groenlandia interesa para controlar una parte del Ártico, no sólo por cuestiones militares que no son nuevas, frente a Rusia, sino por un deshielo que ha facilitado el transporte marítimo por la región, y que también involucra las "rutas chinas", porque es más corto pasar por ese círculo polar que por Suez. El primero de enero de 2025, el primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, expresó que quería que el lugar se independizara de Dinamarca, a lo que el canciller de esta nación, Lars Lokke Rasmussen, contestó que era VÁLIDO si la población lo deseaba. No fue que Trump tuviera "otro delirio mesiánico", sino que, en lo suyo, vió una ocasión de negocio ahora que las capas de hielo polar retroceden y China anda fabricando rompehielos.

       El asunto de "vendo mi cuerpo, pero no mi alma", es conocido como de los más antiguos del mundo, así que amanecieron con el "alma soberana" quienes encuentran normal, porque no dicen nada, que la OTAN y la UE (Unión Europea) se traguen todo lo que encuentran a su paso en Europa del Este. Encima, hay que aguantarse que en vez del oficio más viejo del mundo, se hable de un servicio como cualquier otro, voluntario y no apadrinado. Querer suprimirlo o limitarlo es intolerante, contrario a una fuente de empleo e ingresos, y una falta de respeto al alma lírica. Lo "feo" de Trump, como es sabido, es que no tiene nada de lírico, por lo que tampoco es adepto a enseñar al "alma infantil" el "menú de opciones de género" que no es sino "por amor". Vamos: este millonetas no lleva el peace and love que los otros...imponen de ser necesario a cañonazos.



YO NO ME LLAMO JAVIER

 No es muy fácil saber qué es el "pueblo", aunque en él resida la soberanía, al decir de diversas Cons tituciones, la estadounide...