La Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dada a conocer hace poco por el mandatario de ese país, Donald Trump, se antoja mucho menos belicosa que otras estrategias del pasado, y está enfocada ante todo a la economía, más que a las dimensiones política y militar. Por primera vez en mucho tiempo, Estados Unidos ha renunciado en el papel a verse a sí mismo como la potencia por encima de todo el mundo, aunque no renuncie, textualmente, a "impulsar la influencia estadounidense". No hay excepcionalismo ni reivindicación de la "nación indispensable", ni tampoco confusión entre "global" y "estadounidense". En efecto, la nueva Estrategia habla de defender valores e intereses estadounidenses, no globales. En el pasado, los primeros se hacían pasar por los segundos, y medio mundo -en particular entre los vasallos, como los llamó el extinto "halcón" Zbigniew Brzezinski- se creía "cosmopolita" adoptando en realidad los valores estadounidenses. No es lo mismo ser "ciudadano del mundo" que de Estados Unidos.
La nueva Estrategia desliza algo curioso: "reconstruiremos la fortaleza militar estadounidense para asegurar que no haya otra mayor". Algo no va. Y podría haber alguna fuerza mayor a la estadounidense.
Hay desafíos designados: los terroristas yihadistas, las organizaciones delictivas transnacionales (en particular de narcotraficantes) y "dictadores regionales que propagan el terror, amenazan a sus vecinos y procuran obtener armas de destrucción masiva" (¿Norcorea e Irán?). Pero además, la Estrategia deja de lado la engañifa de que Estados Unidos no trae nada con China y Rusia. Se trata ahora de "potencias revisionistas (...) que utilizan la tecnología, la propaganda y la coerción para imponer un mundo que representa la antítesis de nuestros intereses y valores" (se entiende que estadounidenses). No se trata de potencias que estén desafiando a "la comunidad mundial" ni nada por el estilo, sino de una contradicción (¿hasta dónde?) entre valores e intereses nacionales.
La Estrategia deja de hablar por los demás, por el mundo entero, para hablar por Estados Unidos, con un dejo defensivo más que de ofensiva. Falta -y no es cosa menor- que todos los intereses creados en las últimas tres décadas y que el complejo militar-industrial se den cuenta de que la superpotencia de la Guerra Fría está topándose con ciertos límites
Mi lista de blogs
FANÁTICAMENTE MODERADOS
En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...
-
(de introducción, Inés Ochoa en el Teatro Nacional de El Salvador) El presidente salvadoreño Nayib Bukele no ha dejado de ser polémico. ...
-
El hecho de que Andrés López Obrador, presidente mexicano saliente, haya sido un luchador social se plasmó en su idea de cambiar la socieda...
-
La comparación de uno que otro país de América Latina con Puerto Rico tiene como fin destacar lo siguiente: la pérdida casi completa de sob...