El mandatario estadounidense Donald Trump anunció hace rato su deseo de que Estados Unidos se vaya de Siria, pero el establishment y el Estado profundo estadounidenses parecen tener otros planes.
Hace ya un tiempo que Estados Unidos tiene presencia militar en el norte de Siria, en una región bajo dominación kurda, en particular del Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo) y sus "comunas", que tienen influencia anarquista y ecológica estadounidense, la de Murray Bookchin. Ahora Washington ha instalado un sistema de radares, tres, en las localidades de Tal Baidar, Ayn al Arab y Sarrin, además de tener por ahí 13 radares portátiles y fijos. Estados Unidos podría desplegar además en la misma zona escudos antimisiles, en particular en Al Hasaka y Rmeilan. Por lo pronto, el despliegue de los radares cubre un área de 26 mil kilómetros cuadrados que conforman también una zona de exclusión aérea. Desde las posiciones descritas, Estados Unidos tiene la capacidad para intimidar y/o provocar a Siria, Turquía, Rusia e Irán.
Al mismo tiempo, Estados Unidos no ha abandonado las posiciones que tiene al sur de Siria, hacia la frontera israelí y jordana. Tropas de Estados Unidos están en Al-Tanf, donde hay grupos del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL) y del Frente Al Nusra, lo que confirma por enésima vez el apoyo de Washington al terrorismo. Los extremistas también están en el campo de refugiados cercano de Rukban, donde hay 75 mil desplazados, alrededor del aeródromo estadounidense de Al-Tanf. Cabe señalar que el terrorismo ha usado desde el principio del conflicto a población civil como escudo. Normalmente, en Al-Tanf únicamente pueden estar tropas sirias. La base militar estadounidense en el lugar ocupa unas 34 millas. En suma, Estados Unidos ha estado "camuflajeando" a terroristas entre la población civil.
Las bases militares estadounidenses en Siria están operando sin el permiso de Damasco, capital del país árabe. Cabe señalar que Naciones Unidas no ha tocado en ningún momento a Estados Unidos por este proceder, y es tan extraño como el silencio de la izquierda internacional sobre la agresión contra Siria. Claudio Katz, por ejemplo, escribía a principios de 2017 sobre la "tragedia siria", que le parecía un enfrentamiento entre "dos bandos igualmente reaccionarios": "es tan equivocado justificar los crímenes del gobierno, como ignorar la confiscación reaccionaria de la revuelta". El autor, hasta el momento, no ha podido mostrar en qué y cómo el gobierno sirio reprimió la "primavera democrática". Ni tuvo tiempo de hacerlo que ya le habían colado al terrorismo.
Mi lista de blogs
jueves, 30 de agosto de 2018
miércoles, 29 de agosto de 2018
¿QUIEN GOBIERNA EN LA ONU?
En Palmira, Siria, hay ruinas que han sido declaradas patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés). Ahora resulta que el organismo de Naciones Unidas se negó a colaborar en la reconstrucción del sitio, asolado por la guerra, por una directiva secreta emitida desde el Departamento de Asuntos Políticos de la Secretaría onusiana, a cargo hasta hace poco del estadounidense Jeffrey Feltman, el "número 2". Lo anterior motivó al canciller ruso, Serguei Lavrov, a preguntarle al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el portugués Antonio Guterres, quién dirige la institución internacional.
La directiva secreta dentro de la ONU fue emitida en octubre pasado, y Feltman salió del organismo en marzo. La orden prohibió darle ayuda a Siria hasta que no inicie una "transición política", algo en que Naciones Unidas no puede intervenir. ¿La ONU se está rigiendo por decisiones colegiadas, como las del Consejo de Seguridad, o por directivas secretas al servicio de una sola potencia? Filippo Grandi, alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), condicionó también la ayuda para el regreso de los refugiados sirios a casa. Siria había preparado el regreso de un millón de desplazados. Cabe señalar que el presidente ruso, Vladimir Putin, pidió ayuda a Europa para que los refugiados sirios puedan regresar a sus hogares, y no para que sean acogidos en suelo europeo. Algunas estimaciones cifran los refugiados sirios hasta en cinco millones.
Feltman, remplazado por su compatriota Rosemary Di Carlo, ocupó entre otros cargos el de embajador de Estados Unidos en Líbano (2004-2008) y desde julio de 2012, ya en la ONU, redactó un plan de capitulación de Siria. El mismo Feltman sirvió al Departamento de Estado estadounidense cuando lo jefatureaba Hillary Clinton. Feltman aterrizó con un cargo en la Fundación Naciones Unidas, creada en 1998 por Ted Turner, fundador de CNN (Cable News Network), como organismo de caridad en Estados Unidos para asesorar a la ONU en la solución de "problemas globales". Es aparentemente lo que Feltman estuvo haciendo de manera algo obscena.
La directiva secreta dentro de la ONU fue emitida en octubre pasado, y Feltman salió del organismo en marzo. La orden prohibió darle ayuda a Siria hasta que no inicie una "transición política", algo en que Naciones Unidas no puede intervenir. ¿La ONU se está rigiendo por decisiones colegiadas, como las del Consejo de Seguridad, o por directivas secretas al servicio de una sola potencia? Filippo Grandi, alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), condicionó también la ayuda para el regreso de los refugiados sirios a casa. Siria había preparado el regreso de un millón de desplazados. Cabe señalar que el presidente ruso, Vladimir Putin, pidió ayuda a Europa para que los refugiados sirios puedan regresar a sus hogares, y no para que sean acogidos en suelo europeo. Algunas estimaciones cifran los refugiados sirios hasta en cinco millones.
Feltman, remplazado por su compatriota Rosemary Di Carlo, ocupó entre otros cargos el de embajador de Estados Unidos en Líbano (2004-2008) y desde julio de 2012, ya en la ONU, redactó un plan de capitulación de Siria. El mismo Feltman sirvió al Departamento de Estado estadounidense cuando lo jefatureaba Hillary Clinton. Feltman aterrizó con un cargo en la Fundación Naciones Unidas, creada en 1998 por Ted Turner, fundador de CNN (Cable News Network), como organismo de caridad en Estados Unidos para asesorar a la ONU en la solución de "problemas globales". Es aparentemente lo que Feltman estuvo haciendo de manera algo obscena.
lunes, 27 de agosto de 2018
SREBRENICA: DE CARNICEROS Y CASINOS
En el Memorial de Potocari está inscrito que en el municipio de Srebrenica, al que pertenece dicha localidad, poco más de 8 mil musulmano-bosnios fueron ejecutados por tropas serbio-bosnias al mando del "carnicero de los Balcanes" Ratko Mladic, condenado en noviembre pasado a prisión perpetua por "genocidio" en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (ICTY, por sus siglas en inglés).
No hubo nunca "genocidio", en la medida en que en el lugar de los hechos, los serbio-bosnios, que habían capturado en julio de 1995 a muchos musulmano-bosnios, dejaron ir a mujeres y niños, por lo que no existió voluntad de exterminar a todo un pueblo como tal, aunque el ICTY haya hablado, por cierto que muy al pasar, de que también fueron ejecutados "niños pequeños, mujeres y ancianos". Mladic dijo no haber dado orden de nada y que el asesinato en masa de hombres se cometió a sus espaldas. Cabe señalar que las tropas serbio-bosnias respondían no al ejército yugoslavo, en plena desintegración, sino al Ejército de los Serbios de Bosnia.
En el Tribunal se cruzaron las informaciones de distintos juicios, en salas diferentes, incluyendo el juicio al líder serbio-bosnio Radovan Karadzic. La información cruzada arrojó contradicciones. Varios de los testigos reconocieron saber en realidad muy poco de los hechos, y menos aún del número de muertos. Pero lo más relevante es que se sumaron fosas comunes al vapor, incluyendo las de las víctimas del crimen con víctimas de enfrentamientos armados entre los dos ejércitos, el serbio-bosnio y el musulmano-bosnio. Aparecieron más muertos en fosas comunes del Camino de Cancari que en la fosa común principal de la granja militar Branjevo, donde hubo gente detenida. A lo largo de dicho Camino hubo enfrentamientos en los cuales se reportaron cientos de muertos. La sala que juzgó a Karadzic nunca logró poner orden en el asunto de las fosas comunes: cuáles eran de muertos en combate y cuáles de prisioneros de guerra ejecutados fuera de las leyes de combate. Finalmente, el ICTY rebajó tranquilamente la cifra de muertos en el "genocidio" de Srebrenica a poco menos de 5 mil, dejando en el aire el asunto de determinar si los muertos eran por combates o por ejecuciones de prisioneros. Reportajes serios cifran los muertos en tres mil 900.
El extinto germanófilo José María Pérez Gay llegó a escribir en el periódico mexicano La Jornada: "la historia del ejército popular yugoslavo comenzó con la lucha guerrillera contra los nazis y termina con el genocidio de su propia población". ¿Acaso no es una bella forma de escribir, retórica eso sí? Lo es, pero también representa la más refinada mala fe. Mientras tanto, los medios de comunicación occidentales se dedicaron a contar los muertos de Srebrenica como quien está en una casa de apuestas en Las Vegas. Debe ser que también hay escritura de casino.
No hubo nunca "genocidio", en la medida en que en el lugar de los hechos, los serbio-bosnios, que habían capturado en julio de 1995 a muchos musulmano-bosnios, dejaron ir a mujeres y niños, por lo que no existió voluntad de exterminar a todo un pueblo como tal, aunque el ICTY haya hablado, por cierto que muy al pasar, de que también fueron ejecutados "niños pequeños, mujeres y ancianos". Mladic dijo no haber dado orden de nada y que el asesinato en masa de hombres se cometió a sus espaldas. Cabe señalar que las tropas serbio-bosnias respondían no al ejército yugoslavo, en plena desintegración, sino al Ejército de los Serbios de Bosnia.
En el Tribunal se cruzaron las informaciones de distintos juicios, en salas diferentes, incluyendo el juicio al líder serbio-bosnio Radovan Karadzic. La información cruzada arrojó contradicciones. Varios de los testigos reconocieron saber en realidad muy poco de los hechos, y menos aún del número de muertos. Pero lo más relevante es que se sumaron fosas comunes al vapor, incluyendo las de las víctimas del crimen con víctimas de enfrentamientos armados entre los dos ejércitos, el serbio-bosnio y el musulmano-bosnio. Aparecieron más muertos en fosas comunes del Camino de Cancari que en la fosa común principal de la granja militar Branjevo, donde hubo gente detenida. A lo largo de dicho Camino hubo enfrentamientos en los cuales se reportaron cientos de muertos. La sala que juzgó a Karadzic nunca logró poner orden en el asunto de las fosas comunes: cuáles eran de muertos en combate y cuáles de prisioneros de guerra ejecutados fuera de las leyes de combate. Finalmente, el ICTY rebajó tranquilamente la cifra de muertos en el "genocidio" de Srebrenica a poco menos de 5 mil, dejando en el aire el asunto de determinar si los muertos eran por combates o por ejecuciones de prisioneros. Reportajes serios cifran los muertos en tres mil 900.
El extinto germanófilo José María Pérez Gay llegó a escribir en el periódico mexicano La Jornada: "la historia del ejército popular yugoslavo comenzó con la lucha guerrillera contra los nazis y termina con el genocidio de su propia población". ¿Acaso no es una bella forma de escribir, retórica eso sí? Lo es, pero también representa la más refinada mala fe. Mientras tanto, los medios de comunicación occidentales se dedicaron a contar los muertos de Srebrenica como quien está en una casa de apuestas en Las Vegas. Debe ser que también hay escritura de casino.
viernes, 24 de agosto de 2018
KOSOVO: ¿LA AYUDA HUMANITARIA?
Kosovo es hoy un protectorado. Debe ser el único lugar del mundo donde la calle Bob Dole cruza el bulevard Bill Clinton. Y quienes "liberaron" este territorio han vuelto para hacer simple y llanamente negocios, con el argumento de que llevarán prosperidad a los kosovares.
Una empresa fundada por la señora Madeleine Albright, la Albright Capital Management, ha estado pugnando por hacerse del 75 % de la compañía estatal de comunicaciones kosovar, PTK. Ejecutivos de una compañía hermana, el Albright Stonebridge Group, ya detentan una parte de IPKO, competencia de PTK. Cabe recordar que Albright, Demócrata de origen checo (su nombre es Marie Jana Korbelová), fue secretaria de Estado estadounidense de 1997 a 2001. Los bombardeos contra Yugoslavia tuvieron lugar en 1999. Mientras hace negocios en Kosovo, Albright fustiga al actual mandatario estadounidense, Donald Trump, y alerta contra "la vuelta del fascismo" en un best seller, Fascism:a warning (Fascismo: una advertencia). En el año 2004, la señora Albright se volvió consejera especial del jefe de equipo de IPKO, Akan Ismaili.
Wesley K. Clark lidereó los bombardeos contra Yugoslavia y fue jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa. Ahora es un general retirado del ejército. Clark es jefe de Envidity, una empresa canadiense de energía que busca explotar el carbón de lignito kosovar para producir combustible sintético. "Vamos a emplear gente, proveer entrenamiento, crear exportaciones y ayudar al crecimiento del país y a su desarrollo como democracia", promete el flamante hombre de negocios.
James W. Pardew fue negociador estadounidense durante la guerra de Kosovo. Fungió como enviado especial del presidente William Clinton. Ha cabildeado a favor de determinados consorcios y contra otros en procesos de venta en Kosovo. Para construir la infraestructura de un tramo de carretera de Pristina, capital kosovar, a la frontera albanesa, la empresa ganadora Bechtel, estadounidense y asociada con la turca Enka, obtuvo la ayuda de Mark Tavlarides, director legislativo del Consejo de Seguridad Nacional durante los bombardeos de 1999 y la intervención militar en Kosovo. Tavlarides trabaja con el grupo Podesta, que logró importantes contratos de comunicaciones en Kosovo. El grupo fue fundado por John Podesta, jefe del staff de la Casa Blanca en el segundo periodo de William Clinton.
La primera vez nunca se aparecieron a decir que destruirían el lugar, sino a brindar "ayuda humanitaria", así fuera a cañonazos. La segunda vez no se aparecieron a declarar que saquearían Kosovo y explotarían a los kosovares, ya que ningún hombre de negocios se presenta así, sino a "desarrollar la democracia y ayudar al crecimiento económico, trayendo prosperidad". Lo cierto es que el negocio parece redondo.
Una empresa fundada por la señora Madeleine Albright, la Albright Capital Management, ha estado pugnando por hacerse del 75 % de la compañía estatal de comunicaciones kosovar, PTK. Ejecutivos de una compañía hermana, el Albright Stonebridge Group, ya detentan una parte de IPKO, competencia de PTK. Cabe recordar que Albright, Demócrata de origen checo (su nombre es Marie Jana Korbelová), fue secretaria de Estado estadounidense de 1997 a 2001. Los bombardeos contra Yugoslavia tuvieron lugar en 1999. Mientras hace negocios en Kosovo, Albright fustiga al actual mandatario estadounidense, Donald Trump, y alerta contra "la vuelta del fascismo" en un best seller, Fascism:a warning (Fascismo: una advertencia). En el año 2004, la señora Albright se volvió consejera especial del jefe de equipo de IPKO, Akan Ismaili.
Wesley K. Clark lidereó los bombardeos contra Yugoslavia y fue jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa. Ahora es un general retirado del ejército. Clark es jefe de Envidity, una empresa canadiense de energía que busca explotar el carbón de lignito kosovar para producir combustible sintético. "Vamos a emplear gente, proveer entrenamiento, crear exportaciones y ayudar al crecimiento del país y a su desarrollo como democracia", promete el flamante hombre de negocios.
James W. Pardew fue negociador estadounidense durante la guerra de Kosovo. Fungió como enviado especial del presidente William Clinton. Ha cabildeado a favor de determinados consorcios y contra otros en procesos de venta en Kosovo. Para construir la infraestructura de un tramo de carretera de Pristina, capital kosovar, a la frontera albanesa, la empresa ganadora Bechtel, estadounidense y asociada con la turca Enka, obtuvo la ayuda de Mark Tavlarides, director legislativo del Consejo de Seguridad Nacional durante los bombardeos de 1999 y la intervención militar en Kosovo. Tavlarides trabaja con el grupo Podesta, que logró importantes contratos de comunicaciones en Kosovo. El grupo fue fundado por John Podesta, jefe del staff de la Casa Blanca en el segundo periodo de William Clinton.
La primera vez nunca se aparecieron a decir que destruirían el lugar, sino a brindar "ayuda humanitaria", así fuera a cañonazos. La segunda vez no se aparecieron a declarar que saquearían Kosovo y explotarían a los kosovares, ya que ningún hombre de negocios se presenta así, sino a "desarrollar la democracia y ayudar al crecimiento económico, trayendo prosperidad". Lo cierto es que el negocio parece redondo.
miércoles, 22 de agosto de 2018
RUSIA: ¿SE ALEJARA DEL DOLAR?
Cada vez que impone nuevas sanciones a Rusia, con el motivo que sea, Estados Unidos congela activos rusos en suelo estadounidense y se queda así con lo ajeno. Dicho de otra manera, el país castigado financía así los castigos en contra suya, mientras quien castiga hace negocio. Por lo demás, suelen ser medidas contrarias al derecho internacional, pero están permitidas por un gran silencio cómplice.
Por razones que la jefa del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina, llamó a la vez "económicas, financieras y geopolíticas", Rusia ha vendido ya la mayor parte de sus bonos del Tesoro de Estados Unidos. El valor de títulos de deuda estatal estadounidense en manos rusas cayó a 14 mil 900 millones de dólares. Rusia ya no está en el ranking de los mayores compradores de deuda estadounidense, por cierto que a diferencia de China. Las "inversiones" rusas en deuda pública estadounidense no alcanzaban un nivel tan bajo desde el año 2007. Cabe señalar que entre marzo de 2017 y marzo de 2018, las "inversiones" rusas en deuda estadounidense habían alcanzado los 100 mil millones de dólares. En octubre de 2010, Rusia llegó a ser el sexto mayor comprador de deuda de Estados Unidos, con 176 mil millones de dólares.
Hoy es arriesgado para los rusos tener esos haberes, ya que pueden ser bloqueados. En cambio, Rusia ha aumentado sus depósitos en bancos centrales de otros países, en el Banco de Pagos Internacionales y en el Fondo Monetario Internacional. Por lo demás, Rusia sigue "invirtiendo" en oro. Extrae 300 toneladas al año en su territorio y casi dos tercios van a parar al Banco Central. Desde enero de 2018, Rusia desplazó a China como quinto mayor comprador mundial de oro. Este metal precioso es una buena garantía contra sanciones y riesgos cambiarios. Moscú tenía hace poco dos mil toneladas de oro en reserva.
El alejamiento ruso de la deuda estadounidense no es un gran problema para Estados Unidos, ya que Rusia es un comprador menor, y otra cosa sucedería si los movimientos los hiciera un país como China. Para Rusia, en cambio, se alivia una dependencia, aunque el rublo sigue ligado al dólar, lo que limita la independencia económica de Moscú.
Por razones que la jefa del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina, llamó a la vez "económicas, financieras y geopolíticas", Rusia ha vendido ya la mayor parte de sus bonos del Tesoro de Estados Unidos. El valor de títulos de deuda estatal estadounidense en manos rusas cayó a 14 mil 900 millones de dólares. Rusia ya no está en el ranking de los mayores compradores de deuda estadounidense, por cierto que a diferencia de China. Las "inversiones" rusas en deuda pública estadounidense no alcanzaban un nivel tan bajo desde el año 2007. Cabe señalar que entre marzo de 2017 y marzo de 2018, las "inversiones" rusas en deuda estadounidense habían alcanzado los 100 mil millones de dólares. En octubre de 2010, Rusia llegó a ser el sexto mayor comprador de deuda de Estados Unidos, con 176 mil millones de dólares.
Hoy es arriesgado para los rusos tener esos haberes, ya que pueden ser bloqueados. En cambio, Rusia ha aumentado sus depósitos en bancos centrales de otros países, en el Banco de Pagos Internacionales y en el Fondo Monetario Internacional. Por lo demás, Rusia sigue "invirtiendo" en oro. Extrae 300 toneladas al año en su territorio y casi dos tercios van a parar al Banco Central. Desde enero de 2018, Rusia desplazó a China como quinto mayor comprador mundial de oro. Este metal precioso es una buena garantía contra sanciones y riesgos cambiarios. Moscú tenía hace poco dos mil toneladas de oro en reserva.
El alejamiento ruso de la deuda estadounidense no es un gran problema para Estados Unidos, ya que Rusia es un comprador menor, y otra cosa sucedería si los movimientos los hiciera un país como China. Para Rusia, en cambio, se alivia una dependencia, aunque el rublo sigue ligado al dólar, lo que limita la independencia económica de Moscú.
lunes, 20 de agosto de 2018
RUSIA: LAS VIEJAS PROEZAS DE YELTSIN
Quien fuera presidente ruso en los años '90, Boris Yeltsin, tiene un Centro que le rinde homenaje en la ciudad de Ekaterimburgo. Ese Centro ha sido honrado por el actual mandatario ruso, Vladimir Putin, y por el primer ministro, Dmitri Medvedev, sobre todo. Para más de un ruso, Yeltsin es quien "trajo la libertad" y la verdad es que fue festinado en su momento.
Quien fuera vicepresidente ruso, Alexander Rutskoi (1991-1993), acaba de aportar algunas precisiones sobre Yeltsin en entrevista al periódico Moskovsky Komsomolets. Resulta que durante el golpe de Estado de 1991, el entonces líder soviético Mijaíl Gorbachov no estuvo tan aislado en Crimea como lo cuenta: las comunicaciones secretas con él no se interrumpieron y el mismo Gorbachov maniobró para asegurarse de que no se cumpliera el Tratado de la Unión, por el cual se habían manifestado los habitantes de la Unión Soviética para mantenerla unida. Al mismo tiempo, cuando se rumoreaba que el ejército atacaría la llamada "Casa Blanca" de Moscú, sede del gobierno parlamentario ruso, Boris Yeltsin, quien a duras penas salía de la borrachera, decidió buscar refugio en la embajada de Estados Unidos, algo de lo que tuvo que ser disuadido. Rutskoi le preguntó en ese momento a Yeltsin si tenía alguna conciencia de lo que estaba haciendo.
Consumado el verdadero golpe entre Ucrania, Bielorrusia y Rusia para destruir la Unión Soviética, en el bosque bielorruso de Belovezha en 1991, Yeltsin le informó del acto primero que nadie al presidente estadounidense George H.W. Bush, quien se enteró antes que los soviéticos. El mismo Bush lo reconoció en sus Memorias y admitió haber quedado sorprendido. Fue al grado de que el estadounidense no atinó a contestar otra cosa que "entiendo" cuando, además de anunciarle la disolución de la Unión Soviética, Yeltsin le enumeró las "atenciones" que se tendrían para las provisiones que se quisieran tomar en Washington.
A partir de entonces, Yeltsin gobernó en "línea directa" con Estados Unidos, con un staff de 30 asesores de la Central de Inteligencia Americana (CIA), y la disolución a cañonazos del Parlamento ruso en 1993 fue decidida por Washington y los europeos, siempre según el ex vicepresidente ruso. Aunque no lo haya declarado Rutskoi, en las elecciones de 1996 Yeltsin estuvo cerca de perder frente a los comunistas, pero fue salvado por estrategas políticos estadounidenses que intervinieron directamente en el asunto: "los yanquis al rescate. La historia secreta de cómo asesores estadounidenses ayudaron a Yeltsin a ganar", fue la portada de la revista Time para celebrarlo. Curiosamente, es algo que los actuales jerarcas rusos, con Putin a la cabeza, acusados de intervenir en las elecciones estadounidenses, no se atreven a recordarle a los medios de comunicación masiva occidentales, aunque señalen que Washington acostumbra meter las manos por doquier. En Rusia, por ejemplo.
Quien fuera vicepresidente ruso, Alexander Rutskoi (1991-1993), acaba de aportar algunas precisiones sobre Yeltsin en entrevista al periódico Moskovsky Komsomolets. Resulta que durante el golpe de Estado de 1991, el entonces líder soviético Mijaíl Gorbachov no estuvo tan aislado en Crimea como lo cuenta: las comunicaciones secretas con él no se interrumpieron y el mismo Gorbachov maniobró para asegurarse de que no se cumpliera el Tratado de la Unión, por el cual se habían manifestado los habitantes de la Unión Soviética para mantenerla unida. Al mismo tiempo, cuando se rumoreaba que el ejército atacaría la llamada "Casa Blanca" de Moscú, sede del gobierno parlamentario ruso, Boris Yeltsin, quien a duras penas salía de la borrachera, decidió buscar refugio en la embajada de Estados Unidos, algo de lo que tuvo que ser disuadido. Rutskoi le preguntó en ese momento a Yeltsin si tenía alguna conciencia de lo que estaba haciendo.
Consumado el verdadero golpe entre Ucrania, Bielorrusia y Rusia para destruir la Unión Soviética, en el bosque bielorruso de Belovezha en 1991, Yeltsin le informó del acto primero que nadie al presidente estadounidense George H.W. Bush, quien se enteró antes que los soviéticos. El mismo Bush lo reconoció en sus Memorias y admitió haber quedado sorprendido. Fue al grado de que el estadounidense no atinó a contestar otra cosa que "entiendo" cuando, además de anunciarle la disolución de la Unión Soviética, Yeltsin le enumeró las "atenciones" que se tendrían para las provisiones que se quisieran tomar en Washington.
A partir de entonces, Yeltsin gobernó en "línea directa" con Estados Unidos, con un staff de 30 asesores de la Central de Inteligencia Americana (CIA), y la disolución a cañonazos del Parlamento ruso en 1993 fue decidida por Washington y los europeos, siempre según el ex vicepresidente ruso. Aunque no lo haya declarado Rutskoi, en las elecciones de 1996 Yeltsin estuvo cerca de perder frente a los comunistas, pero fue salvado por estrategas políticos estadounidenses que intervinieron directamente en el asunto: "los yanquis al rescate. La historia secreta de cómo asesores estadounidenses ayudaron a Yeltsin a ganar", fue la portada de la revista Time para celebrarlo. Curiosamente, es algo que los actuales jerarcas rusos, con Putin a la cabeza, acusados de intervenir en las elecciones estadounidenses, no se atreven a recordarle a los medios de comunicación masiva occidentales, aunque señalen que Washington acostumbra meter las manos por doquier. En Rusia, por ejemplo.
viernes, 17 de agosto de 2018
¿QUE CON LAS MIGRACIONES?
Una de las cosas más chics de la ultraizquierda y de los campi universitarios es estar a favor de la inmigración, del "otro". No es muy difícil imaginar que esta postura le regala gente a la derecha, la cual, desde Estados Unidos hasta Europa, está contra los inmigrantes. Como ha dicho el científico Jean Bricmont, una de las preguntas que habría que hacerse es: ¿cuántos?
Bricmont cuenta que en entrevista en los años '70, el entonces presidente estadounidense James Carter, adalid de los Derechos Humanos, le insinuó al líder chino Deng Xiaoping que debía "abrir sus fronteras y dejar salir a la gente". El chino contestó: "¿quiere usted ver desembarcar a 10 millones de chinos en Estados Unidos?". Carter ya no insistió.
Dos son los grandes argumentos para simpatizar con los inmigrantes: huyen de las guerras y de la miseria, por lo tanto, sufren, y hay que apiadarse. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2017 más de 68 millones de personas fueron obligadas a dejar sus hogares por la guerra, la violencia y otras formas de persecusión. ¿Estados Unidos, algún país de Europa o toda Europa están dispuestos a recibir a 68 millones de personas, sin distingos de jerarquía? Según Naciones Unidas, para 2017 unos 767 millones de personas vivían en pobreza extrema. Misma pregunta: ¿quién se anima a recibirlos, sin reparos ni jerarquizaciones?¿767 millones de nuevos habitantes en Estados Unidos?¿767 millones de nuevos europeos o de nuevos alemanes?
Los mismos que son toda caridad para los refugiados del mundo entero, un lugar "sin fronteras" y al parecer sin límites, han olvidado hace rato el desarrollo, palabra que se emplea cada vez menos, cuando no ha caído en el total olvido. ¿No sería mejor pelear por el desarrollo de los países del Sur de tal modo que no sean fábricas de emigrantes? También han olvidado la paz: están por ejemplo contra el "autoritario Bashar" en Siria, a favor de los "rebeldes", aunque sea porque es más folklore, y listos para recibir a millones de sirios. Alemania recibió un buen millón. Después de todo, la inmigración, lo sabe el patronato de Europa Occidental desde la segunda posguerra del siglo XX, empuja los salarios a la baja y pone a los trabajadores a competir, si es que los inmigrantes aún encuentran trabajo y no se emplean en el pequeño comercio o en la "informalidad", porque las industrias metropolitanas están en crisis. Como sea, gran patronato y ultraizquierda coinciden, y el que no brinque es "fascista".
Ni desarrollo ni paz, entonces. ¿Qué haríamos de nuestra mala conciencia? Después de todo, el "hombre blanco y colonizador" tiene la culpa. Bueno: ¿por qué no frenar la depredación de las empresas transnacionales en el Sur o luchar por la cooperación para el desarrollo, algo distinto de la inversión extranjera, por cierto? Tampoco. Es preferible algo así como la extorsión al país "rico" y a sus habitantes, que deben compartir su "bienestar", suponiendo que todos lo tengan, con 68 millones de refugiados de guerra y 767 millones de personas en pobreza extrema. ¿Qué ocurre cuando en nombre de los Derechos Humanos se hace creer, y ciertamente parece amenaza, que por gran compasión unos 835 millones de habitantes tienen todo el derecho y deberían tener todas las libertades de entrar al Primer Mundo, puesto que todo es asunto de "los derechos y las libertades"? Pues la gente empieza a votar por la derecha que quiere poner un alto. ¿Y qué con los 150 millones de desplazados del cambio climático anunciados por el presidente francés Emmanuel Macron?
De todos modos, en nombre de los Derechos Humanos, el blanco es el equivocado: no se hace nada por la paz, el desarrollo ni la cooperación, ni contra las empresas transnacionales. Es que todo está permitido y nada es posible.
Bricmont cuenta que en entrevista en los años '70, el entonces presidente estadounidense James Carter, adalid de los Derechos Humanos, le insinuó al líder chino Deng Xiaoping que debía "abrir sus fronteras y dejar salir a la gente". El chino contestó: "¿quiere usted ver desembarcar a 10 millones de chinos en Estados Unidos?". Carter ya no insistió.
Dos son los grandes argumentos para simpatizar con los inmigrantes: huyen de las guerras y de la miseria, por lo tanto, sufren, y hay que apiadarse. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2017 más de 68 millones de personas fueron obligadas a dejar sus hogares por la guerra, la violencia y otras formas de persecusión. ¿Estados Unidos, algún país de Europa o toda Europa están dispuestos a recibir a 68 millones de personas, sin distingos de jerarquía? Según Naciones Unidas, para 2017 unos 767 millones de personas vivían en pobreza extrema. Misma pregunta: ¿quién se anima a recibirlos, sin reparos ni jerarquizaciones?¿767 millones de nuevos habitantes en Estados Unidos?¿767 millones de nuevos europeos o de nuevos alemanes?
Los mismos que son toda caridad para los refugiados del mundo entero, un lugar "sin fronteras" y al parecer sin límites, han olvidado hace rato el desarrollo, palabra que se emplea cada vez menos, cuando no ha caído en el total olvido. ¿No sería mejor pelear por el desarrollo de los países del Sur de tal modo que no sean fábricas de emigrantes? También han olvidado la paz: están por ejemplo contra el "autoritario Bashar" en Siria, a favor de los "rebeldes", aunque sea porque es más folklore, y listos para recibir a millones de sirios. Alemania recibió un buen millón. Después de todo, la inmigración, lo sabe el patronato de Europa Occidental desde la segunda posguerra del siglo XX, empuja los salarios a la baja y pone a los trabajadores a competir, si es que los inmigrantes aún encuentran trabajo y no se emplean en el pequeño comercio o en la "informalidad", porque las industrias metropolitanas están en crisis. Como sea, gran patronato y ultraizquierda coinciden, y el que no brinque es "fascista".
Ni desarrollo ni paz, entonces. ¿Qué haríamos de nuestra mala conciencia? Después de todo, el "hombre blanco y colonizador" tiene la culpa. Bueno: ¿por qué no frenar la depredación de las empresas transnacionales en el Sur o luchar por la cooperación para el desarrollo, algo distinto de la inversión extranjera, por cierto? Tampoco. Es preferible algo así como la extorsión al país "rico" y a sus habitantes, que deben compartir su "bienestar", suponiendo que todos lo tengan, con 68 millones de refugiados de guerra y 767 millones de personas en pobreza extrema. ¿Qué ocurre cuando en nombre de los Derechos Humanos se hace creer, y ciertamente parece amenaza, que por gran compasión unos 835 millones de habitantes tienen todo el derecho y deberían tener todas las libertades de entrar al Primer Mundo, puesto que todo es asunto de "los derechos y las libertades"? Pues la gente empieza a votar por la derecha que quiere poner un alto. ¿Y qué con los 150 millones de desplazados del cambio climático anunciados por el presidente francés Emmanuel Macron?
De todos modos, en nombre de los Derechos Humanos, el blanco es el equivocado: no se hace nada por la paz, el desarrollo ni la cooperación, ni contra las empresas transnacionales. Es que todo está permitido y nada es posible.
miércoles, 15 de agosto de 2018
PLAN ATLANTA
En el año 2012 se reunieron varios ex presidentes latinoamericanos en la ciudad de Atlanta, en Estados Unidos, para conformar la Misión Presidencial Latinoamericana. La actividad se realizó en el marco de la Global Peace Convention 2012, patrocinada por la organización sin fines de lucro Global Peace Foundation.
Al evento asistió casi por casualidad el parlamentario dominicano por el Partido de la Liberación Dominicana, Manuel de Jesús Pichardo. "Casi por casualidad" porque, siendo de un partido de izquierda, le tocó oir, en una reunión de ex presidentes en una suite del hotel Marriot, al uruguayo Luis Alberto Lacalle decir lo siguiente: "como no podemos ganarles a estos comunistas (sic) por la vía electoral les comparto lo que sigue". Lacalle sugirió iniciar una campaña de desprestigio contra los líderes progresistas latinoamericanos para minar su liderazgo mediante el uso de los medios de comunicación masiva. Algunos de esos medios fueron mencionados, según Pichardo. Acto seguido, el uruguayo sugirió transformar las maniobras mediáticas en procesos judiciales para terminar con los mandatarios "incómodos", sin tener que recurrir al voto. Hubo mención de algunos individuos de aparatos judiciales, en especial de Brasil. Había que buscar "escándalos de corrupción", o "ventilar supuestos comportamientos cuestionables de la vida íntima" de los líderes progresistas, incluyendo, de ser necesario, a familiares, amigos o allegados.
Recientemente, el ex vicepresidente uruguayo Raúl Sendic Rodríguez argumentó que el hostigamiento de los medios de comunicación masiva en su contra podía tener su origen en el Plan Atlanta. "Es el bullying más fantástico que he visto en mi vida", dijo a propósito de ese hostigamiento el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez. "Cualquiera de nosotros ha cometido errores importantes, dijo Vázquez. Hay que marcarlos, corregirlos con firmeza, pero ¿marcar una y otra vez, golpear a toda hora, en cualquier lugar, pegarle en el suelo a una persona?¿Hacerlo foco de ataques permanentes como si hubiera cometido un delito de lesa humanidad? Eso desde el punto de vista humano es absolutamente inaceptable (....) ¿Machacar, machacar, machacar con impudicia?¿Y con alevosía?". Sendic, quien renunció a la vicepresidencia uruguaya en 2017, fue procesado por abuso de funciones y peculado, y sentenciado también por el Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio, aunque es probable que la campaña contra el mismo Sendic haya buscado mermar a la organización de izquierda uruguaya.
Debilitados los gobiernos progresistas, altos jerarcas estadounidenses han vuelto a las giras por la región. Fue el caso en junio de Michael Mike Pence, vicepresidente estadounidense, quien estuvo en Brasil, Ecuador y Guatemala, reabriendo la Oficina de Cooperación para la Seguridad en el segundo país, donde ahora persigue al ex mandatario Rafael Correa alguien como Andrés Páez, asambleísta y cómplice de la Central de Inteligencia Americana (CIA) . Y es el caso ahora del Secretario de Defensa James Mattis, de gira por Brasil, Argentina, Chile y Colombia, entre otras cosas en abierto desafío a los intereses chinos en la región, que no son del agrado de Washington.
Al evento asistió casi por casualidad el parlamentario dominicano por el Partido de la Liberación Dominicana, Manuel de Jesús Pichardo. "Casi por casualidad" porque, siendo de un partido de izquierda, le tocó oir, en una reunión de ex presidentes en una suite del hotel Marriot, al uruguayo Luis Alberto Lacalle decir lo siguiente: "como no podemos ganarles a estos comunistas (sic) por la vía electoral les comparto lo que sigue". Lacalle sugirió iniciar una campaña de desprestigio contra los líderes progresistas latinoamericanos para minar su liderazgo mediante el uso de los medios de comunicación masiva. Algunos de esos medios fueron mencionados, según Pichardo. Acto seguido, el uruguayo sugirió transformar las maniobras mediáticas en procesos judiciales para terminar con los mandatarios "incómodos", sin tener que recurrir al voto. Hubo mención de algunos individuos de aparatos judiciales, en especial de Brasil. Había que buscar "escándalos de corrupción", o "ventilar supuestos comportamientos cuestionables de la vida íntima" de los líderes progresistas, incluyendo, de ser necesario, a familiares, amigos o allegados.
Recientemente, el ex vicepresidente uruguayo Raúl Sendic Rodríguez argumentó que el hostigamiento de los medios de comunicación masiva en su contra podía tener su origen en el Plan Atlanta. "Es el bullying más fantástico que he visto en mi vida", dijo a propósito de ese hostigamiento el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez. "Cualquiera de nosotros ha cometido errores importantes, dijo Vázquez. Hay que marcarlos, corregirlos con firmeza, pero ¿marcar una y otra vez, golpear a toda hora, en cualquier lugar, pegarle en el suelo a una persona?¿Hacerlo foco de ataques permanentes como si hubiera cometido un delito de lesa humanidad? Eso desde el punto de vista humano es absolutamente inaceptable (....) ¿Machacar, machacar, machacar con impudicia?¿Y con alevosía?". Sendic, quien renunció a la vicepresidencia uruguaya en 2017, fue procesado por abuso de funciones y peculado, y sentenciado también por el Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio, aunque es probable que la campaña contra el mismo Sendic haya buscado mermar a la organización de izquierda uruguaya.
Debilitados los gobiernos progresistas, altos jerarcas estadounidenses han vuelto a las giras por la región. Fue el caso en junio de Michael Mike Pence, vicepresidente estadounidense, quien estuvo en Brasil, Ecuador y Guatemala, reabriendo la Oficina de Cooperación para la Seguridad en el segundo país, donde ahora persigue al ex mandatario Rafael Correa alguien como Andrés Páez, asambleísta y cómplice de la Central de Inteligencia Americana (CIA) . Y es el caso ahora del Secretario de Defensa James Mattis, de gira por Brasil, Argentina, Chile y Colombia, entre otras cosas en abierto desafío a los intereses chinos en la región, que no son del agrado de Washington.
lunes, 13 de agosto de 2018
NICARAGUA: ¿EL LUMPEN, BAJO CONTROL?
Hace poco fue publicado el libro El estallido del populismo, una compilación de Alvaro Vargas Llosa con un pésimo prólogo de papá, Mario Vargas Llosa, quien por lo visto ya no se esfuerza mucho y se limita a la más refinada mala fe. El libro es desigual: hay desde artículos interesantes como el de Enrique Krauze hasta verdaderas tocadas de guitarra como la de Carlos Alberto Montaner. Es una lástima que la izquierda no haya logrado articular una respuesta frente a esta embestida que ahora califica casi cualquier discrepancia como "populismo", sea de izquierda o de derecha.
Lo cierto es que la compilación incluye un buen texto del escritor nicaraguense Sergio Ramírez, quien analiza desde las promesas incumplidas hasta las extravagancias de la pareja presidencial Daniel Ortega-Rosario Murillo. La información es interesante, y cabe la posibilidad de catalogar como "populista" al gobierno de Ortega, de la misma manera en que Yoani Sánchez aporta elementos no desdeñables para clasificar igual, como una forma de populismo, al régimen cubano. El problema estriba en que los análisis de ambos se pierden en la necesidad de complacer a la perversidad de la derecha dizque liberal. El texto de Ramírez, quien por cierto cita al embaucador Bernard-Henri Lévy, adalid del desastroso Maidán ucraniano, es previo a los sucesos recientes en Nicaragua, y ya deja entrever la cantinela de que "Ortega y Somoza son la misma cosa", algo que han repetido recientemente muchos medios de comunicación.
50 mil nicaraguenses murieron en la batalla para expulsar a Anastasio Somoza del gobierno, a finales de los años '70. Somoza usó para reprimir incluso tanques Sherman, helicópteros armados con ametralladoras y rockets (helicópteros artillados), artillería, etcétera. Ante las protestas recientes, Ortega mandó a la policía a sus cuarteles y el asunto parece haberse calmado con la presencia en las calles de la policía voluntaria, compuesta por miembros del pueblo cansados de la inseguridad instalada por las pandillas de los opositores. El número de muertos oscila entre poco menos de 200 (cifra oficial) y 400 (cifra opositora). Comparar a Ortega con Somoza está fuera de toda proporción, como lo estuvo la acusación de "genocidio" del jovencito líder opositor Lesther Alemán. Por lo visto, se trata de una batalla por los medios de comunicación masiva y de ganar en ellos lo que no se puede ganar en verdadera legitimidad y por la razón.
Sergio Ramírez escribió recientemente "La muchacha de Pernambuco", en homenaje a una joven estudiante brasileña de medicina asesinada absurdamente por un "paramilitar" de Ortega, o por un guardia de seguridad privada. Es cierto que el episodio parece lamentable. Pero Ramírez, buen "colonizado", no ha tomado la pluma para lamentar lo que sucede en los "tranques" (obstáculos a vialidades) instalados por la oposición; al menos en Masaya, esos lugares han sido pretexto para que el lumpen que se sublevó en Nicaragua viole a mujeres, incluyendo mujeres policías. ¿Y la heroicidad de Monimbó? Ninguna, si se toma en cuenta que ese barrio indígena de Masaya pasó a estar controlado un tiempo por nueve pandillas. ¿Autoconvocados pacíficos? Tampoco: en la misma Masaya se amenazó con quemar las casas de mujeres simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). "El pobre de derecha es el peor producto que puede dar este sistema", considera el dirigente sandinista Jacinto Suárez. "Aquí hay en Nicaragua, como en otros países del mundo, prosigue, un porcentaje de votantes, que aquí debe ser como de 30 por ciento, que (es) de derecha. !Y son pobres! Como en los años de la contrarrevolución, que era gente pobre la que se alzaba".
Los vuelos líricos de un Sergio Ramírez terminan en acompañamiento al lumpen, en resumidas cuentas. Es algo no muy inusual en las oligarquías latinoamericanas. Y queda, desde luego, el tipo que no ve, porque no busca ver, algo extraño para su profesión: "ha habido mucha corrupción, mucha represión", pontifica Noam Chomsky delante de Amy Goodman en DemocracyNow!, cuyas fuentes en Nicaragua son pésimas y hasta aseguran que con Ortega ha habido "neoliberalismo". "Es autocrático, sin lugar a dudas", remata Chomsky. Son fáciles de reconocer, estos intelectuales que no informan, ni analizan ni debaten: nunca tienen "lugar a dudas". Y así se pierde lo que Sergio Ramírez o Yoani Sánchez hubieran podido aportar, aunque no está mal leerlos, como no es errado pedirle a Ortega corregir ya controlado el lumpen interno y externo. Al menos así lo considera Jacinto Suárez.
Lo cierto es que la compilación incluye un buen texto del escritor nicaraguense Sergio Ramírez, quien analiza desde las promesas incumplidas hasta las extravagancias de la pareja presidencial Daniel Ortega-Rosario Murillo. La información es interesante, y cabe la posibilidad de catalogar como "populista" al gobierno de Ortega, de la misma manera en que Yoani Sánchez aporta elementos no desdeñables para clasificar igual, como una forma de populismo, al régimen cubano. El problema estriba en que los análisis de ambos se pierden en la necesidad de complacer a la perversidad de la derecha dizque liberal. El texto de Ramírez, quien por cierto cita al embaucador Bernard-Henri Lévy, adalid del desastroso Maidán ucraniano, es previo a los sucesos recientes en Nicaragua, y ya deja entrever la cantinela de que "Ortega y Somoza son la misma cosa", algo que han repetido recientemente muchos medios de comunicación.
50 mil nicaraguenses murieron en la batalla para expulsar a Anastasio Somoza del gobierno, a finales de los años '70. Somoza usó para reprimir incluso tanques Sherman, helicópteros armados con ametralladoras y rockets (helicópteros artillados), artillería, etcétera. Ante las protestas recientes, Ortega mandó a la policía a sus cuarteles y el asunto parece haberse calmado con la presencia en las calles de la policía voluntaria, compuesta por miembros del pueblo cansados de la inseguridad instalada por las pandillas de los opositores. El número de muertos oscila entre poco menos de 200 (cifra oficial) y 400 (cifra opositora). Comparar a Ortega con Somoza está fuera de toda proporción, como lo estuvo la acusación de "genocidio" del jovencito líder opositor Lesther Alemán. Por lo visto, se trata de una batalla por los medios de comunicación masiva y de ganar en ellos lo que no se puede ganar en verdadera legitimidad y por la razón.
Sergio Ramírez escribió recientemente "La muchacha de Pernambuco", en homenaje a una joven estudiante brasileña de medicina asesinada absurdamente por un "paramilitar" de Ortega, o por un guardia de seguridad privada. Es cierto que el episodio parece lamentable. Pero Ramírez, buen "colonizado", no ha tomado la pluma para lamentar lo que sucede en los "tranques" (obstáculos a vialidades) instalados por la oposición; al menos en Masaya, esos lugares han sido pretexto para que el lumpen que se sublevó en Nicaragua viole a mujeres, incluyendo mujeres policías. ¿Y la heroicidad de Monimbó? Ninguna, si se toma en cuenta que ese barrio indígena de Masaya pasó a estar controlado un tiempo por nueve pandillas. ¿Autoconvocados pacíficos? Tampoco: en la misma Masaya se amenazó con quemar las casas de mujeres simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). "El pobre de derecha es el peor producto que puede dar este sistema", considera el dirigente sandinista Jacinto Suárez. "Aquí hay en Nicaragua, como en otros países del mundo, prosigue, un porcentaje de votantes, que aquí debe ser como de 30 por ciento, que (es) de derecha. !Y son pobres! Como en los años de la contrarrevolución, que era gente pobre la que se alzaba".
Los vuelos líricos de un Sergio Ramírez terminan en acompañamiento al lumpen, en resumidas cuentas. Es algo no muy inusual en las oligarquías latinoamericanas. Y queda, desde luego, el tipo que no ve, porque no busca ver, algo extraño para su profesión: "ha habido mucha corrupción, mucha represión", pontifica Noam Chomsky delante de Amy Goodman en DemocracyNow!, cuyas fuentes en Nicaragua son pésimas y hasta aseguran que con Ortega ha habido "neoliberalismo". "Es autocrático, sin lugar a dudas", remata Chomsky. Son fáciles de reconocer, estos intelectuales que no informan, ni analizan ni debaten: nunca tienen "lugar a dudas". Y así se pierde lo que Sergio Ramírez o Yoani Sánchez hubieran podido aportar, aunque no está mal leerlos, como no es errado pedirle a Ortega corregir ya controlado el lumpen interno y externo. Al menos así lo considera Jacinto Suárez.
viernes, 10 de agosto de 2018
MOSCU-WASHINGTON: ESTADOS UNIDOS YA NO VA ADELANTE...
En el comienzo fue la decisión estadounidense de retirarse del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (Tratado ABM, por sus siglas en inglés), que regía desde 1972 entre Washington y la Unión Soviética para limitar los misiles antibalísticos destinados a defender ciertos lugares contra misiles con carga nuclear. Estados Unidos se salió del Tratado en 2001 y calculó un golpe contra Rusia con el llamado "escudo antimisiles" en algunos países del Este europeo. La Federación Rusa encontró la respuesta: tiene ahora misiles que no son balísticos (es decir, distintos de aquéllos cuya trayectoria no puede cambiarse ni preverse) sino maniobrables después de su lanzamiento, con varias decenas de cabezas nucleares, cada una autónoma e igualmente maniobrable a distancia. Es parte de todo un arsenal que volvió a Moscú superior en tecnología militar a Washington. Estados Unidos ya no es "la" gran potencia militar del mundo.
El problema es que, a diferencia del Pentágono, políticos, sociólogos, politólogos, abogados y periodistas, junto a un buen número de hombres de negocios beneficiarios del complejo militar-industrial, viven en Occidente fuera de la realidad, incapaces de convencerse de otra cosa que no sea su superioridad e impunidad. Viven en la "cultura militar pop", también conocida como "porno-militarismo y propaganda". Y por lo mismo, en vez de entender que podría abrirse un largo periodo de paz mundial, pueden cometer una tontería, para decirlo suavemente: lo harían ni siquiera por frustración, sino por "denegación", es decir, por el hecho de que el juicio de realidad para esta gente "no ha lugar". Es la clase de personas que cree que puede hacerse con Rusia una "guerrita" con apretar botones, por computadora y sin consecuencias. ¿Puede cambiar el imperio de las ilusiones, o ha empezado a hacerlo? No parece. Incluso la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) conminaron hace poco a Donald Trump, presidente estadounidense, a no atacar a una prensa que sin embargo empuja irresponsablemente a cualquier catástrofe que sea rentable y permita mantener al establishment intacto, aún si hay guerra, algo contra lo que ha advertido el huésped de la Casa Blanca.
Frente a esta actitud occidental y en particular estadounidense, Rusia seguiría una política "esquiva", buscando evitar responder a las provocaciones y, al mismo tiempo, evitando también que lo anterior sea tomado por un signo de debilidad, máxime que, habiendo perdido la carrera armamentista y estando rezagados de muchos años, los occidentales siguen creyendo, porque no piensan, que tienen enfrente a un país vulnerable. Cuando era mandatario, Barack Obama llegó a declarar que la economía rusa "estaba en harapos" y el senador estadounidense John McCain cree que la Federación Rusa es "una tienda de conveniencia con apariencia de país". ¿Seguirán los medios de comunicación masiva occidentales queriendo orquestar un clima bélico, arriesgando a su propia población, que se hace por lo demás de la vista gorda?¿O se entrará efectivamente en un largo periodo de paz? En ambos casos, la Humanidad está ante un umbral histórico.
El problema es que, a diferencia del Pentágono, políticos, sociólogos, politólogos, abogados y periodistas, junto a un buen número de hombres de negocios beneficiarios del complejo militar-industrial, viven en Occidente fuera de la realidad, incapaces de convencerse de otra cosa que no sea su superioridad e impunidad. Viven en la "cultura militar pop", también conocida como "porno-militarismo y propaganda". Y por lo mismo, en vez de entender que podría abrirse un largo periodo de paz mundial, pueden cometer una tontería, para decirlo suavemente: lo harían ni siquiera por frustración, sino por "denegación", es decir, por el hecho de que el juicio de realidad para esta gente "no ha lugar". Es la clase de personas que cree que puede hacerse con Rusia una "guerrita" con apretar botones, por computadora y sin consecuencias. ¿Puede cambiar el imperio de las ilusiones, o ha empezado a hacerlo? No parece. Incluso la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) conminaron hace poco a Donald Trump, presidente estadounidense, a no atacar a una prensa que sin embargo empuja irresponsablemente a cualquier catástrofe que sea rentable y permita mantener al establishment intacto, aún si hay guerra, algo contra lo que ha advertido el huésped de la Casa Blanca.
Frente a esta actitud occidental y en particular estadounidense, Rusia seguiría una política "esquiva", buscando evitar responder a las provocaciones y, al mismo tiempo, evitando también que lo anterior sea tomado por un signo de debilidad, máxime que, habiendo perdido la carrera armamentista y estando rezagados de muchos años, los occidentales siguen creyendo, porque no piensan, que tienen enfrente a un país vulnerable. Cuando era mandatario, Barack Obama llegó a declarar que la economía rusa "estaba en harapos" y el senador estadounidense John McCain cree que la Federación Rusa es "una tienda de conveniencia con apariencia de país". ¿Seguirán los medios de comunicación masiva occidentales queriendo orquestar un clima bélico, arriesgando a su propia población, que se hace por lo demás de la vista gorda?¿O se entrará efectivamente en un largo periodo de paz? En ambos casos, la Humanidad está ante un umbral histórico.
miércoles, 8 de agosto de 2018
RUSIA- ESTADOS UNIDOS: EL EQUILIBRIO MILITAR
Muchos occidentales seguramente siguen creyendo que la Federación Rusa es lo más próximo a un país bananero y que, en caso de ser agredida, no tendría los medios para defenderse. Sin embargo, Rusia es una superpotencia militar, contra quienes la creían destruida en los años '90: no se la puede atacar sin recibir en represalia un ataque "inadmisible" por lo devastador. Dicho de otro modo, en el curso de unos 20 años Estados Unidos perdió la carrera armamentísta con Rusia y Washington necesitaría años o décadas para recuperar el atraso. Por este motivo, Occidente ha buscado otros medios para hundir a Rusia, como las sanciones económicas, el aislamiento y las provocaciones en las fronteras, etcétera...
Hay una razón de la recuperación rusa que por obvia pasa desapercibida: Moscú no tiene ningún despliegue ofensivo en el mundo, lo que implica un ahorro, mientras que Estados Unidos tiene que gastar en mantener un gigantesco imperio, con nada menos que 800 bases militares en el orbe (contra una decena de Rusia).
En esta misma medida, Estados Unidos tiene muchos porta-aviones (contra uno de Rusia, que sale raramente de su base), unos once, cada uno con una flotilla escolta de una decena de navíos, por lo que en poderío naval Washington gasta más que Moscú. Los sistemas militares estadounidenses nuevos son costosos, como es el caso del sistema antibalístico THAAD (Terminal de Defensa de Area a Gran Altitud o Terminal High Altitude Area, por sus siglas en inglés) frente al cual Rusia tiene una respuesta asimétrica eficaz. Washington gastó mucho en un caza-bombardero de quinta generación F-35-JSF que resultó ineficiente.
Uno de los problemas de base en Estados Unidos está en la educación. Mientras la Federación Rusa tiene desde tiempos soviéticos excelentes matemáticos y físicos y expertos en "ciencias duras" en general, Estados Unidos está perdiendo estudiantes por el costo de los estudios, por lo que muchos prefieren dirigirse a leyes y medicina, para poder rembolsar antes sus créditos; mientras, en Silicon Valley 55 % de los empleados en ciencias y tecnologías son de origen extranjero, en particular indios (hindúes) y chinos, gente que no puede trabajar en el sector militar, el cual requiere población 100 % estadounidense por razones de seguridad.
Hay otros factores para que Estados Unidos se vaya rezagando: pierde su tiempo y gasta en guerras que lo desvían de sus adversarios estratégicos, con tal de hacer negocios, y hay por ejemplo sobrefacturaciones para las milicias locales en los países ocupados y destinadas a la protección de las tropas estadounidenses. Estados Unidos lleva como 15 años desgastándose en guerras como las de Afganistán y de Iraq. Así, Estados Unidos despilfarra y no gana en eficacia pese a tener un presupuesto de Defensa bastante superior al ruso. Mientras tanto, Rusia economiza. Las sanciones no golpearon al sector militar porque éste en la Federación Rusa no depende casi nada de las importaciones.
Muchos en Occidente siguen creyendo que Estados Unidos es la única y la gran superpotencia militar, a juzgar por ciertos indicadores engañosos como la relación del gasto de Defensa al producto interno bruto (PIB), pero la realidad de la potencia armada dice otra cosa. Al mismo tiempo, una dizque "opinión pública" muy mimada difícilmente puede deshacerse de su sensación de omnipotencia y de su prepotencia. Desde la ultraizquierda se escriben mientras tanto verdaderas rarezas como la siguiente de Raul Zibechi: "hacia finales de este siglo China será el nuevo hegemón, sustituyendo a Estados Unidos como líder del mundo, siendo la única duda si habrá guerra nuclear durante el proceso" (!). ¿Acaso una guerra de este tipo no suspendería el "proceso"?!Vaya con no tener más de una duda!
Hay una razón de la recuperación rusa que por obvia pasa desapercibida: Moscú no tiene ningún despliegue ofensivo en el mundo, lo que implica un ahorro, mientras que Estados Unidos tiene que gastar en mantener un gigantesco imperio, con nada menos que 800 bases militares en el orbe (contra una decena de Rusia).
En esta misma medida, Estados Unidos tiene muchos porta-aviones (contra uno de Rusia, que sale raramente de su base), unos once, cada uno con una flotilla escolta de una decena de navíos, por lo que en poderío naval Washington gasta más que Moscú. Los sistemas militares estadounidenses nuevos son costosos, como es el caso del sistema antibalístico THAAD (Terminal de Defensa de Area a Gran Altitud o Terminal High Altitude Area, por sus siglas en inglés) frente al cual Rusia tiene una respuesta asimétrica eficaz. Washington gastó mucho en un caza-bombardero de quinta generación F-35-JSF que resultó ineficiente.
Uno de los problemas de base en Estados Unidos está en la educación. Mientras la Federación Rusa tiene desde tiempos soviéticos excelentes matemáticos y físicos y expertos en "ciencias duras" en general, Estados Unidos está perdiendo estudiantes por el costo de los estudios, por lo que muchos prefieren dirigirse a leyes y medicina, para poder rembolsar antes sus créditos; mientras, en Silicon Valley 55 % de los empleados en ciencias y tecnologías son de origen extranjero, en particular indios (hindúes) y chinos, gente que no puede trabajar en el sector militar, el cual requiere población 100 % estadounidense por razones de seguridad.
Hay otros factores para que Estados Unidos se vaya rezagando: pierde su tiempo y gasta en guerras que lo desvían de sus adversarios estratégicos, con tal de hacer negocios, y hay por ejemplo sobrefacturaciones para las milicias locales en los países ocupados y destinadas a la protección de las tropas estadounidenses. Estados Unidos lleva como 15 años desgastándose en guerras como las de Afganistán y de Iraq. Así, Estados Unidos despilfarra y no gana en eficacia pese a tener un presupuesto de Defensa bastante superior al ruso. Mientras tanto, Rusia economiza. Las sanciones no golpearon al sector militar porque éste en la Federación Rusa no depende casi nada de las importaciones.
Muchos en Occidente siguen creyendo que Estados Unidos es la única y la gran superpotencia militar, a juzgar por ciertos indicadores engañosos como la relación del gasto de Defensa al producto interno bruto (PIB), pero la realidad de la potencia armada dice otra cosa. Al mismo tiempo, una dizque "opinión pública" muy mimada difícilmente puede deshacerse de su sensación de omnipotencia y de su prepotencia. Desde la ultraizquierda se escriben mientras tanto verdaderas rarezas como la siguiente de Raul Zibechi: "hacia finales de este siglo China será el nuevo hegemón, sustituyendo a Estados Unidos como líder del mundo, siendo la única duda si habrá guerra nuclear durante el proceso" (!). ¿Acaso una guerra de este tipo no suspendería el "proceso"?!Vaya con no tener más de una duda!
lunes, 6 de agosto de 2018
LA ORTODOXIA DE PUTIN
El presidente ruso, Vladimir Putin, tiene ya rato de haberse inclinado ante la Iglesia Ortodoxa rusa. Esta Iglesia participa alegremente de la desfachatez que consiste en repetir en Rusia todo lo que venga del exterior, con tal de estar en la orgía antisoviética, algo poco habitual para un religioso, que supuestamente no entra en bacanales.
El Metropolita Hilarión, jefe del Departamento Sinodal de Relaciones Externas de la Iglesia, habló hace poco de la necesidad de cambiar el nombre de las calles que llevan el nombre de los participantes en la Revolución de 1917. Para el Metropolita, en efecto, no hay necesidad de poner nombres de "terroristas" en las calles. "Ahora estamos combatiendo el terrorismo, estamos hablando del daño del terrorismo, estamos hablando del daño de una ideología terrorista, declaró, y por alguna razón, prosiguió, nuestras calles, ciudades y plazas y áreas aún llevan el nombre de los terroristas que llegaron al poder con la ayuda de los alemanes en 1917".
No está de más repetir que hasta la fecha no existe ninguna prueba documental de que Lenin haya recibido dinero del Estado Mayor u otro departamento alemán. Pero es el último invento de la historiografía occidental, anglosajona en particular, y en Rusia, para seguir el glorioso consejo del "escritor" Alexander Solzhenitsin, hay que saber ganar "escupiendo el primero". Por lo demás, el Metropolita parece olvidar que los "blancos" de Alexander Kolchak, uno de los nuevos "héroes" rusos, asesinaron durante la Guerra Civil a 25 mil personas tan solo en la provincia de Ekaterimburgo, hoy Sverdlovsk. Despúés de todo, los "blancos" tenían sus "Regimiento de la Virgen", "Regimiento de Jesús", "Regimiento de Elijah el Profeta", etcétera. Mataban en masa a nombre de la Iglesia.
Mientras participa entonces del actual lavado de cerebro a los rusos, no está de más recordar lo que dijo el Patriarca Tikhon el 25 de enero de 1924, luego de la muerte de Lenin, cuatro días antes: "el Santo Sínodo de la Iglexia Ortodoxa Rusa expresa su sincero arrepentimiento por la muerte del gran libertador de nuestro pueblo del reino de la gran violencia y opresión en la senda de la completa libertad y autoconstrucción (...) La hermandad brilla intensamente para todos en la lucha por alcanzar la plena felicidad de las personas en la Tierra (...) Memoria eterna y paz eterna a tu paciencia, bondad y alma cristiana". O la Iglesia Ortodoxa rusa, como tantas otras, se emborracha fácilmente con cualquier poder, o habría que desterrar el nombre del Patriarca Tikhon por terrorista. Después de todo, como dice un dicho, los rusos tienen una energía envidiable para salir de los líos en los que ellos mismos se meten. ¿Será?
El Metropolita Hilarión, jefe del Departamento Sinodal de Relaciones Externas de la Iglesia, habló hace poco de la necesidad de cambiar el nombre de las calles que llevan el nombre de los participantes en la Revolución de 1917. Para el Metropolita, en efecto, no hay necesidad de poner nombres de "terroristas" en las calles. "Ahora estamos combatiendo el terrorismo, estamos hablando del daño del terrorismo, estamos hablando del daño de una ideología terrorista, declaró, y por alguna razón, prosiguió, nuestras calles, ciudades y plazas y áreas aún llevan el nombre de los terroristas que llegaron al poder con la ayuda de los alemanes en 1917".
No está de más repetir que hasta la fecha no existe ninguna prueba documental de que Lenin haya recibido dinero del Estado Mayor u otro departamento alemán. Pero es el último invento de la historiografía occidental, anglosajona en particular, y en Rusia, para seguir el glorioso consejo del "escritor" Alexander Solzhenitsin, hay que saber ganar "escupiendo el primero". Por lo demás, el Metropolita parece olvidar que los "blancos" de Alexander Kolchak, uno de los nuevos "héroes" rusos, asesinaron durante la Guerra Civil a 25 mil personas tan solo en la provincia de Ekaterimburgo, hoy Sverdlovsk. Despúés de todo, los "blancos" tenían sus "Regimiento de la Virgen", "Regimiento de Jesús", "Regimiento de Elijah el Profeta", etcétera. Mataban en masa a nombre de la Iglesia.
Mientras participa entonces del actual lavado de cerebro a los rusos, no está de más recordar lo que dijo el Patriarca Tikhon el 25 de enero de 1924, luego de la muerte de Lenin, cuatro días antes: "el Santo Sínodo de la Iglexia Ortodoxa Rusa expresa su sincero arrepentimiento por la muerte del gran libertador de nuestro pueblo del reino de la gran violencia y opresión en la senda de la completa libertad y autoconstrucción (...) La hermandad brilla intensamente para todos en la lucha por alcanzar la plena felicidad de las personas en la Tierra (...) Memoria eterna y paz eterna a tu paciencia, bondad y alma cristiana". O la Iglesia Ortodoxa rusa, como tantas otras, se emborracha fácilmente con cualquier poder, o habría que desterrar el nombre del Patriarca Tikhon por terrorista. Después de todo, como dice un dicho, los rusos tienen una energía envidiable para salir de los líos en los que ellos mismos se meten. ¿Será?
viernes, 3 de agosto de 2018
LAS CELEBRACIONES DE PUTIN
La política cultural del mandatario ruso Vladimir Putin consiste en no tener ninguna o, más bien dicho, en regodearse en todo lo que sea emigrado y anticomunista. Así, para el 2020, por decreto de Putin, el gobierno ruso hará un gran homenaje al emigrado y feroz anticomunista Iván Bunin (1870-1953).
Para 2019 pudo haberse celebrado el 90 natalicio de Vasili Shukshin, pero no hubo decreto presidencial. Tampoco para Maxim Gorki, que este año cumpió su 150 aniversario. Putin se olvidó del 110 cumpleaños de Mijaíl Shólojov con tal de homenajear el 75 aniversario de Joseph Brodsky. Este es otro emigrado, que se fue a Estados Unidos, donde falleció (1940-1996). Resulta que Brodsky fue Premio Nobel de Literatura en 1987. Bunin, por su parte, fue el primer escritor ruso en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1933.Bunin describió en su diario de1917-1918 al pueblo ruso integrado por criaturas "genéticamente incompletas". No está de más recordar que Ksenia Sobchak, candidata "liberal" a las últimas presidenciales rusas, tachó a sus compatriotas de "desechos genéticos".
Ahora se venden en librerías de Rusia obras de Piotr Krasnov, atamán cosaco que colaboró con los nazis. Desde el 4 de agosto de 2007 tiene un monumento en Rusia. También está de moda el escritor y pensador ortodoxo Iván Schmeliov, que estuvo cerca de recibir el Nobel. Schmeliov es otro emigrado (1873-1950).
Por lo visto, Putin quiere algo así como una "mejoría genética" del pueblo ruso, o no logra zafarse de los financistas "liberales" y pro-globalización "a toda costa" que giran en torno al primer ministro Dmitri Medvedev, alguien funesto. La Federación Rusa sigue comportándose en algunos aspectos como un país atrasado dependiente de la "aguja del petróleo": hay que celebrar lo mismo que el exterior y detestar lo mismo que el exterior, en este caso todo el sovietismo, es decir, hay que carecer de personalidad propia porque lo único que cuenta es la imagen que devuelve la "gente de mundo" y la renta del cosmopolitismo. Se entiende que Putin es un ser humano y que, como tal, está lejos de la perfección. ¿No? La manera en que muchos rusos escupen sobre su propio pasado es fantástica. O digna de novela, si se prefiere.
Para 2019 pudo haberse celebrado el 90 natalicio de Vasili Shukshin, pero no hubo decreto presidencial. Tampoco para Maxim Gorki, que este año cumpió su 150 aniversario. Putin se olvidó del 110 cumpleaños de Mijaíl Shólojov con tal de homenajear el 75 aniversario de Joseph Brodsky. Este es otro emigrado, que se fue a Estados Unidos, donde falleció (1940-1996). Resulta que Brodsky fue Premio Nobel de Literatura en 1987. Bunin, por su parte, fue el primer escritor ruso en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1933.Bunin describió en su diario de1917-1918 al pueblo ruso integrado por criaturas "genéticamente incompletas". No está de más recordar que Ksenia Sobchak, candidata "liberal" a las últimas presidenciales rusas, tachó a sus compatriotas de "desechos genéticos".
Ahora se venden en librerías de Rusia obras de Piotr Krasnov, atamán cosaco que colaboró con los nazis. Desde el 4 de agosto de 2007 tiene un monumento en Rusia. También está de moda el escritor y pensador ortodoxo Iván Schmeliov, que estuvo cerca de recibir el Nobel. Schmeliov es otro emigrado (1873-1950).
Por lo visto, Putin quiere algo así como una "mejoría genética" del pueblo ruso, o no logra zafarse de los financistas "liberales" y pro-globalización "a toda costa" que giran en torno al primer ministro Dmitri Medvedev, alguien funesto. La Federación Rusa sigue comportándose en algunos aspectos como un país atrasado dependiente de la "aguja del petróleo": hay que celebrar lo mismo que el exterior y detestar lo mismo que el exterior, en este caso todo el sovietismo, es decir, hay que carecer de personalidad propia porque lo único que cuenta es la imagen que devuelve la "gente de mundo" y la renta del cosmopolitismo. Se entiende que Putin es un ser humano y que, como tal, está lejos de la perfección. ¿No? La manera en que muchos rusos escupen sobre su propio pasado es fantástica. O digna de novela, si se prefiere.
miércoles, 1 de agosto de 2018
TU MUÑECA, ESO ES...
Hace poco falleció Gudrun Burwitz. A primera vista, el nombre no dice nada, pero su apellido es el de casada. Su apellido original es Himmler. Gudrun Himmler, puppi (muñeca), fue la hija predilecta de Heinrich Himmler, responsable de los campos de exterminio nazi. Gudrun nació en Munich en 1929 y tuvo tiempo de conocer a su padre, a quien nunca dejó de adorar, incluso muerto. Himmler, en efecto, murió en 1945, en manos británicas.
Con un falso nombre, Gudrun trabajó para los servicios secretos de la República Federal de Alemania (RFA), la cual, como queda demostrado una vez más, nunca llevó a cabo una desnazificación a fondo. Cuando la señora Burwitz trabajó para el Servicio de Inteligencia Alemán (BND), en los años '60, éste se encontraba a cargo del nazi Reinhard Gehlen, quien había sido general del ejército durante el nacional-socialismo. Gehlen fue reclutado al final de la guerra por Estados Unidos mediante la Operación Paperclip para utilizar su red de espías contra la Unión Soviética. Gehlen estuvo al frente del BND desde 1956 hasta 1968. Gehlen empleaba a cientos de nazis y colaboró estrechamente con la Central de Inteligencia Americana (CIA).
Gudrun Burwitz, a su vez, fue un miembro destacado de Stille Hilfe (Ayuda Silenciosa), un grupo secreto de ayuda para ex nazis (en particular, ex SS, policía del régimen hitleriano). Fue en parte gracias a Stille Hilfe que algunos jerarcas nazis consiguieron refugiarse en Argentina. A través de esta organización, Burwitz ayudó por ejemplo a proteger a Anton Malloth, supervisor en la prisión de la Gestapo en Theresienstadt, pero que vivió después de la guerra 40 años sin ser molestado. Burwitz también protegió a Martin Sandberg, quien dirigió un escuadrón de élite que asesinó a miles de judíos, comunistas y gitanos en los países del Báltico para terminar sus días en la comodidad del hogar en Stuttgart, Alemania Federal. La hija de Himmler ayudó desde 1951 a antiguos criminales de guerra y negó la realidad de los campos de concentración, además de querer reivindicar la imagen de su padre. En la ultraderecha y más precisamente entre los neonazis, Gudrun llegó a ser conocida como "la Madre Teresa de los nazis". También la apodaban "la princesa nazi". Siguió en activo después de la caída del Muro de Berlín ayudando a criminales de guerra nazis condenados en la República Democrática Alemana (RDA)
Con un falso nombre, Gudrun trabajó para los servicios secretos de la República Federal de Alemania (RFA), la cual, como queda demostrado una vez más, nunca llevó a cabo una desnazificación a fondo. Cuando la señora Burwitz trabajó para el Servicio de Inteligencia Alemán (BND), en los años '60, éste se encontraba a cargo del nazi Reinhard Gehlen, quien había sido general del ejército durante el nacional-socialismo. Gehlen fue reclutado al final de la guerra por Estados Unidos mediante la Operación Paperclip para utilizar su red de espías contra la Unión Soviética. Gehlen estuvo al frente del BND desde 1956 hasta 1968. Gehlen empleaba a cientos de nazis y colaboró estrechamente con la Central de Inteligencia Americana (CIA).
Gudrun Burwitz, a su vez, fue un miembro destacado de Stille Hilfe (Ayuda Silenciosa), un grupo secreto de ayuda para ex nazis (en particular, ex SS, policía del régimen hitleriano). Fue en parte gracias a Stille Hilfe que algunos jerarcas nazis consiguieron refugiarse en Argentina. A través de esta organización, Burwitz ayudó por ejemplo a proteger a Anton Malloth, supervisor en la prisión de la Gestapo en Theresienstadt, pero que vivió después de la guerra 40 años sin ser molestado. Burwitz también protegió a Martin Sandberg, quien dirigió un escuadrón de élite que asesinó a miles de judíos, comunistas y gitanos en los países del Báltico para terminar sus días en la comodidad del hogar en Stuttgart, Alemania Federal. La hija de Himmler ayudó desde 1951 a antiguos criminales de guerra y negó la realidad de los campos de concentración, además de querer reivindicar la imagen de su padre. En la ultraderecha y más precisamente entre los neonazis, Gudrun llegó a ser conocida como "la Madre Teresa de los nazis". También la apodaban "la princesa nazi". Siguió en activo después de la caída del Muro de Berlín ayudando a criminales de guerra nazis condenados en la República Democrática Alemana (RDA)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
FANÁTICAMENTE MODERADOS
En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...
-
(de introducción, Inés Ochoa en el Teatro Nacional de El Salvador) El presidente salvadoreño Nayib Bukele no ha dejado de ser polémico. ...
-
El hecho de que Andrés López Obrador, presidente mexicano saliente, haya sido un luchador social se plasmó en su idea de cambiar la socieda...
-
La comparación de uno que otro país de América Latina con Puerto Rico tiene como fin destacar lo siguiente: la pérdida casi completa de sob...