Una encuesta realizada por el Centro Levada y recogida en el portal sovross.ru muestra que en la Federación Rusa cerca de la mitad de la población está descontenta con el gobierno. ¿Qué puede decir un portavoz del Kremlin como Dmitri Peskov (en las fotos. Hasta abajo, políticos rusos trabajando)?
El descontento no es con la política exterior, sino con la interior. Por lo demás, Rusia está pasando de nuevo por una regresión desde el punto de vista demográfico, con una mortalidad superior a la natalidad, luego de un cambio de tendencia en los últimos años. La tasa de natalidad había comenzado a crecer desde 2007 y había rebasado a la de mortalidad en 2013, pero la tendencia se invirtió de nuevo desde 2016.
El 46 % de los encuestados cree que el gobierno no puede garantizar trabajo a los rusos. 43 % opina que al gobierno no le importa la protección social de sus ciudadanos. Un 57 % no cree que el gobierno pueda resolver los problemas derivados del aumento de precios y la caída de los ingresos. Un tercio de los rusos (36 %) cree que, dada su composición actual, el gobierno es incapaz de afrontar los problemas sociales. 53 % está a favor de la renuncia del gobierno actual. En suma, por los problemas sociales internos, el gobierno del mandatario Vladimir Putin tiene prácticamente a la mitad de los rusos en contra, lo que incluye a gente que pudo haber votado por él. Putin se comprometió a trabajar a fondo en este mandato en esos problemas internos, pero comenzó con un aumento en la edad de jubilación.
Difícilmente se trata de "nostalgia". Es más bien la aspiración a tener una calidad de vida decente donde tal vez la otra mitad de los rusos está dispuesta a la competencia a muerte por el dinero, a costa de quien sea y de lo que sea. Esta división en dos de la sociedad rusa no es muy distinta de la que existe en bastantes otros países.