COLOMBIA: EL ENESIMO EMBUSTE OLIGARQUICO

Algunos líderes de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), antes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, han llegado a la conclusión de que fue un error entregar las armas sin haberse asegurado al mismo tiempo de que el gobierno colombiano había cumplido su parte de los acuerdos. El fundador y líder histórico de las antiguas FARC, Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo, siempre dijo que las armas habrían de ser la garantía del cumplimiento por la parte contraria. Pero sucede que a raíz de los Acuerdos de La Habana, las FARC capitularon: militarmente debilitadas, se desarmaron sin garantías del gobierno colombiano, más allá de firmas en papeles. Cuba y probablemente también Venezuela jugaron un papel dudoso en el proceso, considerando que las FARC, por su independencia, nunca fueron de la especial simpatía de los cubanos, siempre anticomunistas y antimarxistas.
      Una parte de las FARC se ha acomodado. Es el caso de Rodrigo Londoño, Timochenko, al parecer feliz con la vida parlamentaria, e incluso de Sandra Ramírez, viuda de Marulanda, fallecido en 2008. Ramírez se dedica ahora entre otras cosas a proyectos para mujeres y !LGBT!. ¿Las FARC lucharon por los gays, las lesbianas, etcétera? Otro líder de las FARC, Jacobo Arenas, había advertido desde hace tiempo, durante la lucha armada, que algunos querían "bajarse del vehículo". Y les dieron las facilidades para hacerlo.
    El  gobierno colombiano de Iván Duque (en la foto) no ha cumplido con la creación de las Circunscripciones Especiales para la Paz (16 zonas de conflicto que debían escoger sus propios voceros al Congreso), ni mucho menos con la reforma rural integral, algo clave para el desarrollo de Colombia. De igual forma, Duque, un hombre del partido del ultraderechista y narcoparamilitar ex presidente Alvaro Uribe, el Centro Democrático (!), decidió revisar algunas leyes que reglamenta la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). El negociador oficial de los Acuerdos, Humberto de la Calle, alguien que no puede ser considerado de izquierda, pero sí un verdadero liberal, ha dicho recientemente que es grave que Duque se permita poner en tela de juicio sentencias de la Corte Constitucional sobre los Acuerdos, aunque haya dicho que no lo haría. Así, no nada más se pasa por encima de los Acuerdos de Paz, sino de la Corte Constitucional.
      El pueblo más simpático de América Latina, como lo llamara hace algún tiempo el ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa, y con razón, ha tenido que aguantarse al parecer la enésima traición de la oligarquía, que no soporta nada que no sean sus propios intereses. El único feliz es Londoño. !Ya tiene curul! Medio siglo de lucha armada para agarrar curul y defender a los gays, vaya...