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viernes, 5 de abril de 2019

PANAMA: TORRIJITOS SIN MEMORIA

A 30 años de la invasión estadounidense a Panamá, incluso entre quienes la sufrieron se ha desvirtuado la memoria de lo que ocurrió, reduciéndose a un blablablar contra el extinto militar Manuel Antonio Noriega.
      La oligarquía no retomó el poder en Panamá a partir de 1981 ni con la muerte de Omar Torrijos sino que, como ocurre con frecuencia con los procesos populistas o semi-populistas, se enfrentaron entre sí corrientes de "derecha" e "izquierda" dentro del "torrijismo", lo que desembocó en una polarización que los militares no supieron resolver, divididos como lo estaban. Después de todo, Rubén Darío Paredes no era mucho mejor que Noriega.
     El asunto se caldeó no porque Noriega fuera un "dictador", lo que no fue, sino porque se negó a que Panamá sirviera de plataforma para invadir Nicaragua, lo cual está documentado y los "torrijitos" nunca mencionan-fue John Poindexter, director del Consejo de Seguridad Nacional, quien respondió a la negativa del panameño con un "aténgase a las consecuencias"-  . Apenas se negó, Noriega fue acusado de traficar droga, pero otra cosa no mencionada es que Estados Unidos traficaba la droga a través de Panamá, entre otras cosas para financiar a la Contra nicaraguense.
      Luego vinieron las acusaciones de José Isabel Blandón (Castillo) y de Roberto Díaz Herrera contra Noriega y el periodo más duro fue entre 1987 y 1989, cuando Panamá fue objeto de un severo bloqueo estadounidense (el presidente Ronald Reagan invocó la Ley de Poderes de Emergencia Económica en tiempos de guerra), otra cosa no mencionada por los "torrijitos". En este periodo hubo una dura lucha de clases en Panamá: la oligarquía, con el nombre de Cruzada Civilista y conocida como rabiblanquera, salió a manifestar reiteradamente en las calles al igual que sindicatos y organizaciones populares de orientación oficialista. La Cruzada Civilista se inspiró del derrocamiento de Ferdinando Marcos en Filipinas y recibió todo el apoyo estadounidense, llegando a tener oficinas en la capital de Estados Unidos, Washington. Era la oligarquía y estaba en las calles, pero no tenía el poder, porque los militares y las manifestaciones populares se lo impedían. No lo tuvo sino hasta que se lo regaló la intervención estadounidense, en lo que efectivamente hubo de "golpe de Estado" contra el torrijismo y las Fuerzas de Defensa de Panamá, blanco de los Documentos de Santa Fe II (1988), al igual que Noriega. A partir de entonces, sin ejército, Panamá quedó incapacitado para defender el Canal en caso de conflicto internacional (o, pongamos por caso, regional), otro olvido de los "torrijitos"
      Estados Unidos nunca quiso que Panamá negociara con Japón la ampliación del Canal (en este caso, a propuesta japonesa, la construcción de un canal a nivel) y Noriega había estado de visita en el país asiático en 1986, siendo recibido como jefe de Estado.
      Noriega terminó acusado de las muertes de Hugo Spadáfora y Moisés Giroldi, pero no está de más recordar que el segundo dió un golpe de Estado con apoyo estadounidense (en octubre de 1989).
      Los "torrijitos" ya no recuerdan nada, ni se dan cuenta de semejanzas como la que hay con la situación venezolana, aunque haya dicho José Martí que "ver un crimen en silencio es cometerlo". Y como decía Torrijos, "los negros que Arnulfo mandó a capar, ahora son arnulfistas".

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