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miércoles, 3 de julio de 2019

CUBA: BARRER BAJO LA ALFOMBRA


En el año 2011, el Partido Comunista de Cuba (PCC) expresó su malestar por lo cerca que estuvo el reggaetonero Osmaní García, "La Voz", de ser premiado (Premios Lucas a los videoclips cubanos) con el videoclip "Chupi Chupi" (da click en el botón de reproducción para ver el vídeo, arriba). Entre otras cosas, García informaba a todo ritmo que "en la cama se pone como Godzilla". El presidente del Instituto Cubano de la Música calificó de "horrible" y "chabacana" la canción, que finalmente fue sacada de los programas de radio. El diario oficial Granma alertó sobre el "alto grado de vulgaridad" de este tipo de música. De paso, el rotativo condenó el machismo del material musical. El PCC dijo que "se disminuía la relación sexual a nivel de aquella que se abordaría con una pobre prostituta". Curiosamente, el entonces Ministro de Cultura, Abel Prieto, se opuso a toda censura, alegando que al reggaetón "no hay que prohibirlo, sino empujarlo, alejarlo". La bloguera Yoani Sánchez también se opuso a la censura, porque -dijo- nadie puede permanecer inmutable ante un chupi-chupi (!).
     Pues bien, a la vuelta de los años, y después de que Prieto barriera el asunto bajo la alfombra, el problema seguía. En medio de otra fuerte reacción contra la vulgaridad, el arte de mala calidad y el "empirismo artístico", la cual amenazó con convertirse en decreto (decreto 349), fue otra vez la tecnocracia cubana, desde arriba, la que se opuso a cualquier forma de límite, esta vez ni más ni menos que por boca del presidente Miguel Díaz-Canel, quien argumentó no tener nada contra el reggaetón y alegó que lo hay bueno y malo, como hay buenos y malos boleros. Si se viera colocado ante un lumpen, tal vez Diaz-Canel diría que hay buenos y malos lumpen. Después de todo, en algún momento de su vida cobijó en la ciudad de Santa Clara el antro para gays y travestis "El Mejunje", el primero del tipo en Cuba.
     ¿Que pudiera tener Díaz-Canel (foto, abajo) en la cabeza? A juzgar por lo que declaró en una reunión a principios del año en curso, el mandatario cubano en realidad no sabe de cultura, pero se pone a hablar de ella. Afirmó en la reunión anual del Ministerio de Cultura que es "desde la cultura que tenemos que priorizar la batalla cultural" (sic), y prosiguió: "los cuadros de la cultura no pueden ser administradores de la cultura, tienen que ser gestores...". Eso es, se remplaza la burocracia por la tecnocracia y en vez de presidente se tiene a un gerente que afirma en el reciente IX Congreso de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba) que la cultura es esencial para el turismo y los "encadenamientos productivos" en la isla. Tal vez Osmaní García no sea muy correcto, pero bien que cantó un verdadero himno, junto con el puertorriqueño Farruko, a lo que se generaliza en el mundo actual (Da click en el link abajo de la foto si tú también quieres tener la putería subida, o en el botón de reproducción para oír la letra privándote de tremendo espectáculo).
https://www.youtube.com/watch?v=Kl9ZhkayNUY
                         


APAGA LA LUZ

 Como Marx, Engels y Lenin trabajaron en sociedades de despegue industrial (de "maquinaria y gran industria") y parcialmente agrar...