Recientemente, en el marco de los llamados Diálogos de Verano organizados por un gobierno de la Ciudad de México que no reconoce más que clientelas (ya lo había demostrado en la Feria Internacional de las Culturas Amigas 2019), al "conversatorio" sobre "las transformaciones éticas en el México actual" asistieron los mismos cuatro gatos de siempre. El pedante y en ocasiones mala leche Enrique Dussel, en su intervención, nombró a Evo Morales presidente de Brasil, lo que tal vez honre al mandatario boliviano, y al parecer estaba equivocado de foro, puesto que se puso a perorar sobre el "mandar obedeciendo" como si estuviera en alguna festividad del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que para el caso se ha deslindado por completo de AMLO. Hector Díaz Polanco, de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), antes de lanzarse a reivindicar todas las diversidades (en particular, indígenas y sexuales), se refirió al proyecto de "tren Transpacífico" del gobierno de AMLO, lo que supone que el dichoso ferrocarril atraviese el océano de México a China o Japón. Pedro Miguel no dejó pasar la ocasión de sugerirle al joven rebelde con sus padres que se fume un churro y Verónica Velasco, la señora de mi compadre Epigmenio, confesó que cuando AMLO le habló de "Constitución Moral" no entendió lo de "Constitución" ni lo de "moral", por lo que mejor acabó entrevistando a las "grandes figuras" que aparecen en los videos de la página Gobierno de México Constitución Moral, localizable en la Web. Velasco, desde luego, desenvainó de inmediato la diversidad sexual y la perspectiva de género. De un "sentido común" de origen popular como el que maneja la honestidad valiente de AMLO no quedó nada, y el evento más bien parecía la apertura de una franquicia del Partido Demócrata de Estados Unidos que tanto da la impresión de apreciar un colonizado como Díaz Polanco. Por su parte, el público típico de una "democracia respondona" (como se le llama a la venezolana, por ejemplo), ya que se trataba de ética, preguntó palabras más palabras menos a qué hora empiezan los linchamientos de corruptos y cristianos evangélicos. Pedro Miguel constató el enojo del público con Dios. En cultura, francamente, el gobierno de AMLO por ahora no va.
