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viernes, 16 de agosto de 2019

LA DONNA E MOBILE

Mediante testimonios casi todos anónimos para Associated Press (salvo el de la mezzosoprano Patricia Wulf), el tenor español Plácido Domingo acaba de ser acusado de acoso sexual, con hechos que en algunos casos se remontan a más de 30 años atrás. Son, desde cierto punto de vista, los típicos casos de "memoria recuperada" a la estadounidense que entre otras cosas permiten ponerse a extorsionar, si se llega a tribunales. Domingo está actualmente en la ciudad estadounidense de Los Angeles y tuvo que doblar las manitas, diciendo que los "estándares actuales" son muy altos, aunque tenía entendido que las relaciones sexuales que sostuvo (y hasta donde lo fueron, en algunos casos) eran consensuadas.
     Una de las supuestas víctimas declaró, por ejemplo, "me rendí y me acosté con él. Me quedé sin excusas", y pensó: "esta bien, supongo que esto es lo que tengo que hacer". Vaya, se acostó con el tenor "por amor al arte". Hay una todavía más simpática, porque veía a Don Plácido ni más ni menos que como a Dios. "Estaba totalmente intimidada -confesó- y sentía que decirle que no sería como decirle que no a Dios. ¿Cómo le dices que no a Dios?" Cierto, no debe ser fácil. En fin, tuvo con Don Plácido una experiencia religiosa, tal vez hasta divina.
      Todo indica que el tenor tenía por momentos cierta proclividad a ponerse cachondo. En alguna ocasión puso la mano en una rodilla y en otra la tal mano llegó hasta debajo de la falda. Por cierto que Wulf no fue ni siquiera tocada, simplemente el tenor se le insinuó. Pero la donna e mobile (la mujer es voluble) (en la foto, el Dios Plácido rodeado al parecer de admiradoras "móbiles").

La cantante de ópera Ainhoa Arteta defendió al tenor y dijo que en todo caso "esas cosas se hacían antes y se siguen haciendo ahora". La soprano Pilar Jurado y Paloma San Basilio también defendieron a Plácido Domingo, alguien con reputación de hombre recto. Lucía Marín, considerada una de las mejoras directoras de orquesta españolas, llamó a tener cuidado con la definición del límite entre seducción y acoso sexual. La mezzosoprano canaria Nancy Fabiola Herrera dijo que el asunto "huele a venganza" -las pequeñas envidias sin duda hacen grandes males- y recalcó que ninguna de las relaciones "fue a la fuerza". "Dando un 'no' rotundo con amabilidad se pueden manejar estas situaciones", afirmó Herrera. Ainhoa Arteta dijo de plano que no tiene nada de malo que a un hombre le gusten las mujeres. "¿A cuántos hombres les gustan las mujeres?", se preguntó, aunque en la actualidad la respuesta tal vez no esté tan clara. "A esto se le llama antiguamente ligar", dijo Arteta. Al parecer, quienes se inspiran en el tiránico #MeToo (que se lleva poder, notoriedad y subvenciones y trata a la mujer como menor de edad) están llegando a sobrepasarse y a manosear los casos, sobre todo que los testimonios indican que Domingo no forzó a nadie.Así anda el feminismo: qual piuma al vento. En el video de hasta abajo (da click en el botón de reproducción) podemos ver a otro cábula, Luciano Pavarotti, poner unos ojitos muy traviesos (!en serio, vean bien a ese chato!) y tomar de forma peligrosa y cachonda la mano de una dama, para luego pasar al "acto" . El que sigue, por favor, que estamos en Salem y sus "juicios".

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...