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sábado, 28 de diciembre de 2019

CLASE MEDIA Y MUNDO DEL TRABAJO: OTRA CALAMIDAD

Como ya se había dicho en otra ocasión, la clase media ya no es minoría, dado que desde hace pocos años representa algo más del 50 % de la población mundial. Cabe hacer notar que la clase media no es mayoritaria en Estados Unidos: lo fue, pero ahora representaría alrededor del 40 % de la población local. Como sea, la medición se hace por ingreso y se dice poco de la relación con la propiedad: en esa clase mundial puede haber desde explotadores de pequeña burguesía (con medios de producción) hasta explotados (trabajadores de capas medias). Pueden existir desde trabajadores productivos hasta improductivos. Es poco lo que se ha avanzado en hacer las distinciones pertinentes dentro de la clase media.
    Al mismo tiempo, Rafael Poch-de-Feliu ha señalado en un texto reciente (Entender la Rusia de Putin) que en los años '80 (y hasta 1989-1991), con la apertura de China, la incorporación de India al mercado y el desplome del bloque socialista del Este europeo y la Unión Soviética, se incorporaron al contingente de obreros y trabajadores mundiales mil 470 millones de  personas más. Se está lejos de las "teorías" Demócratas a lo Jeremy Rifkin sobre el "fin del trabajo". Con esa incorporación se pudo precarizar el mundo del trabajo, que se amplió pero en peores condiciones. Es de este modo que para muchos, probablemente parte de la clase media mundial y bajo influencia de los ricos, el trabajo como valor fue relegado para privilegiar una visión del mundo basada en el consumo y/o la especulación, a pesar de que el número de obreros y trabajadores se amplió sobremanera. Este no reconocimiento del trabajo puede ser un factor de decadencia: el consumo destruye y la especulación es igualmente estéril. Excluir el mundo del trabajo del horizonte es negarse a la creación y permitir la entropía. Así, que la clase media mundial haya crecido no es garantía de progreso, y es necesario recordar que también creció el universo de obreros y trabajadores, aunque tratado curiosamente como si fuera "marginal" -lo que no es- en la sociedad del consumo y las finanzas. El crecimiento de la clase media y la aparición de lo que Daniel Bernabé (La trampa de la diversidad) ha llamado la "clase media aspiracional" puede ser correa de transmisión de los valores de los ricos ("los ricos crean la riqueza").
        En las condiciones descritas, es falso suponer que la apertura de China y el desplome del sovietismo no tuvieron consecuencias en la configuración del mundo capitalista. Y no se trata por fuerza de consecuencias positivas.

LO QUE HAY QUE TENER (THE RIGHT STUFF)

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