Este año que se celebra el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, por parte del Ejército Rojo soviético, cabe no olvidar que en dicho lugar murieron miles de gitanos. En total, se calcula que entre 220 mil y 500 mil gitanos pudieron haber sido víctimas de la política de exterminio nazi, que en este caso específico empezó muy temprano en los años '30. Los gitanos, que en Europa se dividen en dos grupos (sintís y romaníes), también fueron aniquilados ferozmente por aliados de los nazis como el régimen croata Ustasha de Ante Pavelic. Los gitanos tienen un nombre para el exterminio, equivalente al de Shoah para los judíos: porraimos o "devoración", aunque los gitanos de los Balcanes prefieren samudaripen y los de Rusia hablan de kali tras.
Las justificaciones nazis para el exterminio de los gitanos tuvieron que ser especialmente retorcidas. En efecto, como los gitanos migraron a Europa desde el norte de India, resultan ser más arios que los propios alemanes. Así, el nacionalsocialismo tuvo que inventarse un pretexto socioeconómico, al aducir que los gitanos se habían mezclado con clases bajas de la sociedad.
El genocidio de gitanos ha sido tardíamente reconocido en Europa. Alemania lo reconoció apenas en 1982 y Francia se disculpó en 2016 por haber colaborado con los nazis en la "caza" de romaníes y sintís. Por cierto que en los campos de concentración, los niños gitanos fueron objeto de experimentos médicos (aquí abajo, fotograma de la película soviética "Los gitanos van al cielo").
