ANTISOCIAL

Ya se ha dicho que desde hace pocos años la clase media mundial es porcentualmente mayor al número de pobres y que los trabajadores se vieron afectados desde los años '80 por la llegada de millones de trabajadores más del Este europeo, la Unión Soviética, China e incluso India. A lo anterior cabe agregar que el mundo de los muy ricos no es siempre productivo, sino el de la especulación financiera, la alta finanza. Así, la clase media mundial llega a ser correa de transmisión de esos valores del mundo financiero: no es exactamente que todo se venda y se compre (intercambio), o que todo sea negocio, pese a que la tendencia es ésta, sino que todo se cotiza efímeramente. Hay que "saber cotizarse" y estar al pendiente de sus "bonos" en el nuevo tipo de frivolidad. El negocio es especular hasta en el periodismo o en la academia. No es intercambio porque no se recibe y se devuelve, sino que simplemente se toma sin devolver, como quien lanza una operación rápida en la Bolsa, o una oferta pública de adquisición (OPA). ¿El maestro? Compro y revendo cuando me exija algo. ¿El vecino me traerá alguna ganancia con la cual pueda especular?¿Lo que escribo me cotizará mejor, aunque diga cualquier cosa y ni siquiera verifique lo que afirmo con toda petulancia y pedantería patológica?¿Mi bonos se elevarán por decir que la cultura mexicana "descansa en Paz", así con mayúscula, facilón pero rendidor en zona Paz?¿Por dónde va el curso de mis acciones?¿Qué tanto más debo inflar mi Ego?

Si la especulación puede ir contra la producción, por "abajo" la actividad delincuencial se disemina y contribuye también a la lumpenización. Si decía Alfonso Reyes en su Cartilla moral de 1944 que el bien no es lo que me reporta algún provecho, hoy es así como se entiende el bien, y lo demás es "religioso", "idealista", "muy noble", entiéndase que cretino. El bien ocurre cuando tengo algo que sacar y no se relaciona con la utilidad social de lo que hago o el servicio que puedo brindar a los demás. Es el puro valor sin valor de uso. No se gana siendo hermanita de la caridad. Quien tiene estas creencias no se da cuenta de que "destruye sociedad", porque ha dejado de aportar, así sea en términos de división del trabajo. Estar tome y tome sin aportar es parasitar y, en el límite, ser antisocial, lo cual se nota en la moda actual, aunque se las dé de californiana. Curiosamente, la palabra nunca se menciona, pero se promueve la actitud antisocial como la del autodenominado "neoliberalismo" más provechoso, el mismo que "se cotiza". En suma, ser dizque "liberal" o "neoliberal" es hoy ser antisocial: uno se indigna porque un enfermo robó un libro y no porque una camarilla dejó a un país en ruinas, porque el lumpen es valiente cuando es montonero (aquí abajo, un columnista preparándose para escribir sobre el gobierno de México, el que sea, por cierto).